"Vive la vida del 'mucho más'" y "Justicia eterna". De Joseph Prince. Devocionales
Vive la vida del 'mucho
más'
Romanos
5:17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más
reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la
gracia y del don de la justicia.
Cuando Dios creó al
hombre, no tenía la intención de que el hombre envejeciera, llegara a ser débil
y perdiera sus capacidades, que padeciera enfermedades y muriera, primero la
muerte física, y después la muerte segunda o eterna.
Dios nunca tuvo la
intención de que el hombre pasara por todo esto y de que reinara la muerte.
Pero debido a la ofensa de un hombre, Adán, la muerte reina.
La muerte definitiva es
la muerte segunda o eterna en el lago de fuego. Antes de esta muerte está la
muerte física. Antes de la muerte física, tienes padecimientos y enfermedades.
No todas los padecimientos y enfermedades conducen a la muerte, pero son
manifestaciones de la muerte. Un paso antes de los padecimientos y enfermedades
está el cansancio, la debilidad e incapacidades o limitación, que son signos y
síntomas de muerte. Ahora, todas estas son formas de muerte. Como puedes ver,
¡la muerte reina!
¿Estás resignado al hecho
de que la muerte puede golpear a quien sea, cuando y donde lo desee? ¿Estás
permitiendo que la muerte reine en tu vida y en la vida de tus seres queridos?
¿O estás permitiendo que la Palabra de Dios te diga la verdad sobre la muerte?
"Pues si por la
transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más..." ¡Gracias a Dios
por el "mucho más"! Lo que Jesús, el postrer Adán, hizo es mucho más
y mucho más grande que lo que hizo el primer Adán. Nosotros somos los que hemos
recibido la "abundancia de la gracia y del don de la justicia". Por
lo tanto, nuestro "mucho más" es que vamos a reinar en vida a través
de Jesucristo.
Dios considera a la
muerte como un enemigo. Él vino a destruir la muerte y darnos vida eterna. Y
cuanto más caminamos en la gracia de Dios y Su justicia, más reinaremos en
vida. Cuanto más creamos en Su gracia o favor inmerecido, y cuanto más sepamos
que hemos sido hechos justos por Su sangre y no por nuestro buen
comportamiento, ¡más reinaremos sobre todas las formas de muerte!
Justicia eterna
Romanos 5:17 (RV) Pues si
por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por
uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de
la justicia.
El domingo, escuchamos un
mensaje que dice: "Yo soy la justicia de Dios en Cristo". El lunes,
todavía estamos confesando: "Soy la justicia de Dios en Cristo". Pero
llega el miércoles o el jueves, ¡comenzamos a confesar nuestros pecados! Luego,
cuando llega el domingo, obtenemos una revelación fresca de nuestra justicia en
Cristo y comenzamos a confesar nuestra justicia nuevamente. ¿Por qué hacemos
eso?
No puede ser que el
domingo, seamos justos. Luego, unos días más tarde, nos volvamos injustos por
el pecado, y luego nos volvamos "justos nuevamente" cuando llega el
domingo otra vez. ¡No, nuestra justicia es una "justicia eterna"!
Jesús ha obtenido "eterna redención" para nosotros. (Hebreos 9:12 y
no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre,
entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna
redención.)
"Pero Pastor Prince,
acabo de pecar. ¿Cómo puedo seguir siendo justo?"
Amigo mío, no es lo que
tú haces lo que te hace justo. Es lo que Cristo hizo en el Calvario. Romanos
5:19 dice: "Porque así como por la desobediencia de un hombre [Adán] los
muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los
muchos serán constituidos justos". ¡Es la obediencia de un Hombre, Cristo,
y no tu obediencia, la que te ha hecho justo!
Dios quiere que estés
establecido en lo que Cristo ha hecho. Él quiere que seas consciente de tu
justicia eterna en Cristo. ¿Cómo haces eso? Puedes escuchar mensajes ungidos
que te recuerden tu justicia en Cristo. Y no simplemente lo tengas en tu
cabeza. Háblalo. Todas las mañanas, dite a ti mismo: "¡Yo soy la justicia
de Dios en Cristo!" (2 Corintios 5:21 Al que no conoció pecado, por
nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en
él).
No necesitas una
revelación de cuán pecaminoso eres. Eso lo sabes cuando pecas. El diablo te
recuerda tus pecados. Incluso tus amigos y seres queridos a veces te señalan
tus pecados. Lo que necesitas, en vez de eso, es una revelación de cuán justo
eres para siempre a los ojos de Dios, especialmente cuando pecas.
Y cuando seas consciente
de que este don de la justicia es eterno, ¡reinarás en vida! (Romanos 5:17)
¡Reinarás sobre el pecado, sobre los malos hábitos, sobre las enfermedades,
sobre la carencia y todo lo que te detiene de una vida victoriosa!
Comentarios
Publicar un comentario