Cuán tierno es el corazón de Dios hacia ti. Devocional. De Joseph Prince
Efesios 2:7 para mostrar
en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para
con nosotros en Cristo Jesús.
¿Alguna vez has sacado las
cosas fuera de proporción y te has enojado con Dios cuando estabas pasando por
un momento difícil? Esto les sucedió a los discípulos de Jesús cuando una
tormenta los golpeó con fuerza. En su temor a ahogarse, clamaron a Jesús, que
estaba tomando un muy necesario sueño en el bote: "Maestro, ¿no tienes
cuidado que perecemos?" (Marcos 4:38).
Por acusarlo de no preocuparse,
pensarías que recibieron una reprensión de Jesús. Pero fue el viento el que
recibió Su reprensión, y llegó una gran calma (ver Marcos 4:39). Debido a su
ternura hacia los suyos, Jesús no perdió el tiempo ofendiéndose. En vez de eso,
no perdió el tiempo para resolver el problema que había causado a sus
discípulos tanta ansiedad y miedo.
Esto también le sucedió a
dos hermanas, Marta y María, que no dudaron en decirle a Jesús cómo se sentían
cuando finalmente apareció días después de la muerte de su hermano Lázaro.
Ambas hermanas le hicieron el mismo comentario: "Señor, si hubieses estado
aquí, mi hermano no habría muerto" (Juan 11:21, 32).
Ambas hermanas habían
visto los milagros de misericordia y amor de Jesús. Ahora, en su dolor, se
centraron en cómo él pudo haber evitado la muerte de su hermano, pero no lo
hizo. No conocían su corazón, cuán tierno era hacia ellos y cómo su ayuda nunca
les fallaría, sino que incluso se extendería a resucitar a su hermano muerto
(véase Juan 11: 41–44).
Amado, tu Padre celestial
te ve tratando de mantenerte a flote cuando estás en medio de una tormenta. Te
ve tratando de proveer para ti mismo y para tu familia, mientras piensas:
"¡Si no me ocupo de estas cosas, nadie más lo hará!". Y quiere que
sepas lo tierno que es Su corazón hacia ti, cómo Él no se ofende por todas las
cosas malas que has dicho o le has dicho a Él. Él quiere que sepas cuánto
quiere ayudarte y va a ayudarte y bendecirte. ¡Así que déjalo ir y experimenta
de nuevo las riquezas de Su gracia en Su bondad hacia ti!
Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”
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