Experimentando bendiciones en el matrimonio. Capítulo 17 de "Vive la vida dejando ir" de Joseph Prince
Hemos estado estudiando
cómo vivir juntos la vida de dejar ir, y oro para que esto haga una diferencia
para ti y te ayudé a vivir con una mayor libertad del miedo, el estrés, y la ansiedad
como nunca antes.
Si estás casado pero tú y
tu cónyuge están peleando constantemente y se molestan constantemente el uno
con el otro, es difícil vivir la vida de dejar ir. Es por eso que en este
capítulo, quiero mirar el corazón de Dios para tu matrimonio y cómo puedes
invitar al Señor Jesús a tu matrimonio para que puedas vivir la vida victoriosa
y de dejar ir como pareja. No trates de lidiar con todo tu estrés y ansiedades tú
solo; aprende a vivir en pareja la vida de dejar. Juntos, pongan en práctica lo
que han aprendido de este libro.
Por ejemplo, jueguen a
atraparse el uno al otro cuando están siendo ansiosos y recuérdense el uno al
otro que no deben permitir que sus corazones se turben. Decidan que ambos
siempre serán rápidos para perdonarse y que dejaran ir al Señor cualquier cosa
que les haya herido. Encuentren mensajes centrados en Cristo que pueden
escuchar juntos y comparte las porciones que te hablaron con tu cónyuge. Si
están pasando por un desafío de salud o financiero, encuentren promesas en la
Palabra de Dios en las que puedan meditar como pareja. Pídanle al Señor, quien
está siempre a su favor, que los ayude a mantenerlo en sus conversaciones y a
mantenerlo siempre en el centro de su matrimonio.
Existe mucho poder cuando
tú y tu cónyuge están de acuerdo. Nuestro Señor Jesús dijo: “Otra vez os digo,
que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera
cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos” (Mateo
18:19). Juntos, pueden decidir arrojar todas sus preocupaciones al Señor. Echen
toda preocupación acerca de proveer para su familia, acerca de la educación de
sus hijos y sobre las cuentas por pagar, porque Él se preocupa por ustedes y su
familia. Juntos, pueden aceptar permanecer en reposo en lugar de estar
estresados y nerviosos. Recuérdense mutuamente que el Señor mismo pelea sus
batallas contra cualquier enfermedad crónica, cualquier falta de tiempo el uno
para el otro, y contra cualquier adicción que haya puesto presión en su
matrimonio. A medida que sigan centrándose en el Señor Jesús y Su obra
terminada en lugar de centrarse el uno en el otro, ¡yo creo que Él los pondrá
más cerca el uno del otro y hará que su matrimonio sea más fuerte que nunca!
Días
del cielo en tu vida familiar
¿Quieres saber lo que
Dios prometió que ocurriría si sigues recordando Su bondad y escuchando Su Palabra?
En el libro de Deuteronomio, Dios les dice a los israelitas que “escuchen
diligentemente” Sus mandamientos (Deuteronomio 11:13 KJV). Si estudias el versículo
en hebreo, “escuchen diligentemente” está compuesto de “shama shama”,
que literalmente significa “escucha, escucha”. Unos capítulos atrás, miramos
cuán importante es escuchar porque las bendiciones de Dios vienen a nosotros
escuchando. Cuando nosotros “shama shama”, esto es lo que el Señor nos
promete:
Deuteronomio 11:21 Para
que sean vuestros días, y los días de vuestros hijos, tan numerosos sobre la
tierra que Jehová juró a vuestros padres que les había de dar, como los días de
los cielos sobre la tierra.
La promesa de que podemos
tener “como los días de los cielos sobre la tierra” está en el contexto de la
vida familiar. ¿Quieres experimentar “días de los cielos sobre la tierra” en tu
matrimonio? ¿Deseas tener un matrimonio lleno de amor y soporte emocional, en
lugar de conflictos y contención? ¡Entonces sigan escuchando Su Palabra juntos!
Tal vez estás pensando,
¡pero mi matrimonio parece más como el infierno que el cielo sobre tierra! Sé
que con todas las presiones y el estrés que enfrentas a diario, es posible que
tu vida familiar y tu matrimonio no siempre se sientan como días del cielo sobre
la tierra. Pero es una promesa a la que puedes aferrarte, y oro para que cada
persona que lea este libro camine en una medida cada vez mayor de esta
maravillosa promesa en los días venideros.
Tener
“días de los cielos sobre la tierra” es una promesa a la que podemos aferrarnos
y caminar en una mayor medida en los días por venir.
Presiones
en los matrimonios
Dios ordenó el matrimonio
como un pacto poderoso. La Biblia declara que uno puede hacer huir a mil, pero
dos pueden poner a diez mil en fuga (mira Deuteronomio 32:30). Ahí está el
poder exponencial en un matrimonio. Entonces no es de sorprender que el enemigo
quiera que los matrimonios fracasen. Los ataques a los matrimonios provienen de
varios frentes. Leí que las razones principales por las cuales fracasan los
matrimonios incluyen lidiar con problemas financieros; falta de comunicación; rupturas
derivadas del estrés de criar a los hijos; la calidad de intimidad física;
infidelidad; problemas relacionados con adicciones como las drogas, el alcohol,
y los juegos de azar; el abuso físico o emocional; incompatibilidad en
personalidades; expectativas irrealistas; y la falta de tiempo de calidad
juntos. Quizá muchas de estas razones te suenen familiares y actualmente las
está experimentando en tu propio matrimonio.
Quizá estás leyendo esto
y estás llorando en tu corazón porque tu matrimonio no está en un buen momento.
Tal vez no puedas recordar la última vez que tú y tu cónyuge hablaron amablemente
el uno al otro, y mucho menos cuando se tomaron de las manos. No han tenido
intimidad debido a la tensión constante entre tú y tu cónyuge. En lo profundo,
crees que todavía amas a tu cónyuge, pero cada conversación que has intentado tener
ha terminado con voces elevadas, palabras de enojo y corazones heridos.
O tal vez sientes que
estás viviendo una mentira. En el exterior, todo en tu matrimonio se ve bien.
Vives en una bonita casa, haces cosas en familia y financieramente, lo estás pasando
bien. Pero por dentro, tu corazón se ha enfriado y sientes como que tu cónyuge
es solo tu compañero de cuarto o peor, un extraño. Quizá te estás preguntando: ¿Dónde
está la provisión y la gracia de Dios en todo esto? Amigo mío, quiero que
sepas que a Dios le importa. Él se preocupa por tu familia y se preocupa por tu
matrimonio. No te des por vencido. ¡Yo creo que Dios tiene una palabra para ti
en las próximas páginas que puede cambiar tu matrimonio sobrenaturalmente!
Tu
matrimonio es importante para Dios
La familia fue la primera
prioridad de Dios. Mucho antes de que Dios ordenara una iglesia, Dios ordenó la
institución de la familia en el jardín del Edén. No creo que fuera por
coincidencia que el primer milagro que Jesús realizó cuando caminó sobre la
tierra fue en una fiesta de bodas. Antes de sanar a cualquiera que estuviera
enfermo, antes de que él multiplicara el pan y los peces para alimentar a los
hambrientos, incluso antes de resucitar a muertos, nuestro Señor comenzó Su
ministerio convirtiendo el agua en vino en una boda. ¿Eso no te da una visión
maravillosa del corazón de Dios para tu matrimonio? La Palabra de Dios está tan
llena de verdades acerca de Su provisión sobrenatural para tu matrimonio y oro
para que mientras sigues leyendo, Él te haga entrar en un nuevo nivel de
intimidad en tu relación con tu cónyuge.
No importa cuán
maravilloso sea el hombre con el que te casaste o cuán increíble sea tu esposa,
habrá momentos en los que van a atravesar valles en su matrimonio. Y si estás
en un valle en este momento o no, hay tantas verdades que podemos aprender
estudiando lo que hizo nuestro Señor Jesús en esa boda en Caná, y quiero
comenzar resaltando esto: El amor humano puede acabarse. Justo como esa pareja
se quedó sin vino en su fiesta de bodas en Caná, muchos matrimonios se quedan
sin amor cuando son edificados únicamente en el amor humano. Si estás
divorciado o divorciada, sabe que, en Cristo, no hay condenación (ver Romanos
8:1). Dios te ama y oro para que experimentes Su restauración y provisión de
gracia en cada área de tu vida.
Tú y yo sabemos que no es
el corazón de nuestro Padre celestial para nuestros matrimonios que estén
marcados con peleas, estrés y pérdida de amor. Solo observa lo que nuestro Señor
Jesús hizo cuando fue invitado a una boda y se acabó el vino: convirtió el agua
en vino. De hecho, el vino resultante era tan bueno que cuando el maestro de
ceremonias lo probó, se maravilló de que el novio hubiera reservado el “mejor
vino” para el final (Juan 2:1-11). Quizá el vino se haya acabado en tu
matrimonio. Antes había emoción y romance, pero las demandas se acumularon y el
vino se acabó. Llegaron los bebés. Había pañales para cambiar y bocas qué
alimentar, y el vino se acabó. Había jefes que complacer, plazos que cumplir y
el vino se acabó.
Las demandas, el estrés y
las cargas pueden tener un impacto negativo en nuestras relaciones y
matrimonios. Las preocupaciones pueden hacer que te pongas de mal genio e
irritable y llevarlos a comenzar a liberar el estrés el uno con el otro. Tu
ansiedad puede poner una gran tensión en tu matrimonio e incluso afectar la
intimidad. Este es el por qué es tan importante para nosotros que vivamos la
vida de dejar ir que es más consciente de la abundante provisión de Dios para
nosotros que de las demandas puestas en nosotros.
Si sientes que el vino se
ha acabado, por favor sabe que cada matrimonio necesita una “tercera parte”
para florecer. Su nombre es Jesús. La Biblia nos dice que “cordón de tres
dobleces no se rompe pronto” (Eclesiastés 4:12). Cuando lo invitas a tomar el
lugar central en tu matrimonio y cada uno toma de Él en lugar de constantemente
tomar el uno del otro, tu matrimonio puede fortalecerse en lugar de verse
mermado, incluso cuando las demandas se acumulen.
Cada
matrimonio necesita una “tercera parte” para florecer. Su nombre es Jesús.
Cuando pones a tu cónyuge
en un lugar donde toda tu felicidad depende de tu cónyuge, serás desilusionado.
Sólo el Señor puede tomar ese lugar. Tu cónyuge no puede ser Dios. Cuando
mantienen ambos sus ojos en el Señor en lugar del uno en el otro, pueden
ministrarse el uno al otro con Su fuerza y gracia ilimitadas, en lugar de tomar
el uno del otro. Cuando lo invitas a Él a ocupar un lugar central en tu
matrimonio, Él puede hacer que lo que es insípido y soso se vuelva dulce y
embriagador. Él puede infundir su matrimonio con más pasión y amor que cuando
su matrimonio comenzó. ¡Él se asegurará de que el vino nunca se agote y de que
sean suministrados extremada y abundantemente más allá de todo lo que pidan o
piensen (mira Efesios 3:20)!
Pastor Prince, usted no
entiende. Ha pasado demasiado tiempo. Demasiadas palabras hirientes han sido
intercambiadas por demasiado tiempo. He descuidado a mi cónyuge durante
demasiado tiempo. Nuestro matrimonio es irreparable.
Amado, déjenme compartir
algo contigo: Cuando Jesús convirtió el agua en vino, Él estaba mostrando que
Él es el Señor del tiempo. Toma años para la producción de un vino de alta
calidad, pero Él comprimió el tiempo y en un instante produjo el mejor vino. Él
puede hacer en poco tiempo lo que lleva años a través del esfuerzo humano. Un
momento de Su favor puede cambiar todo tu matrimonio. Ahora mismo hablo Su
favor sobrenatural sobre tu matrimonio. Que encuentren favor a los ojos del uno
y con el otro y experimenten una nueva emoción y amor mutuo en el poderoso
nombre de Jesús. Incluso si han pasado años desde que hubo amor en tu
matrimonio, el Señor puede redimir los años que han sido desperdiciados. Mientras
lo invitas a Él a tu matrimonio, Él declara para ti hoy, ¡“os restituiré los
años que comió la oruga” (Joel 2:25)!
Un
momento de Su favor puede cambiar todo tu matrimonio.
Pide
a Dios más gracia
Una de las razones por
las que los matrimonios se rompen es que uno de los cónyuges ha sido infiel. El
adulterio es destructivo, y como pastor y consejero, personalmente también he
visto muchas familias destrozadas por la dolorosa traición del adulterio. Mi
corazón ha sido roto por las lágrimas, las preguntas sin respuesta y la ira
intensa que la infidelidad deja a su paso. He visto el impacto que tiene en los
hijos, que terminan culpándose ellos mismos cuando ven el matrimonio de sus
padres derrumbarse delante de sus ojos. Las consecuencias son devastadoras y de
gran alcance.
El adulterio está mal, y
quiero dejar claro que no lo tolero de ninguna manera. Si has caído en esta
área, oro para que tengas una nueva revelación de todo lo que nuestro Señor
Jesús ha hecho por ti y recibas la gracia y la fuerza para salir de esa
relación adúltera. En cuanto a tu matrimonio, creo que nunca es demasiado tarde
para que el Señor haga un milagro. Lázaro había estado muerto durante días,
pero nuestro Señor Jesús lo resucitó (mira Juan 11:38-44). Incluso si sienten que
el amor del uno por el otro ha muerto, Su poder sanador y restaurador todavía
puede fluir en su matrimonio y resucitar lo que sea que esté muerto.
Podemos aprender de una
historia en que la Biblia registra a un hombre que cayó en adulterio. El rey
David tuvo muchas esposas y concubinas. Aun así, no estaba satisfecho. Si crees
que tu cónyuge no es lo suficientemente bueno para ti y que serías feliz si
tuvieras otro cónyuge, aprende de David. Tener otra persona no significa que
estarás satisfecho. ¡La satisfacción viene del Señor!
Cuando David vio lo
hermosa que era Betsabé, cometió adulterio con ella y ella quedó embarazada.
Para encubrir lo que había hecho, arregló que el esposo de Betsabé fuera
asesinado. ¿No es esto tan característico de lo destructivo de la naturaleza
del pecado, que siempre te lleva más lejos de lo que quieres ir? Dios entonces
envió el profeta Natán para corregir a David. Quiero que prestes atención a lo
que Natán dijo:
2 Samuel 12:7-8 (negrillas
mías) Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová,
Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl,
y te di la casa de tu señor, y las mujeres de tu señor en tu seno; además te di
la casa de Israel y de Judá; y si esto fuera poco, te habría añadido mucho
más.
Natán le recordó a David
cómo Dios lo había provisto abundantemente en otras áreas. Pero David no le
había pedido a Dios que le proporcionara lo que necesitaba en el área de su
matrimonio. Muchas veces, las personas tienen la idea equivocada de que a Dios
le preocupa cosas más “importantes” como la salvación y fallan en traer áreas más
“mundanas” como su matrimonio al Señor. Si eso te describe, oro para que de una
vez por todas veas que Dios se preocupa por tu matrimonio y que Él quiere suplir
Su gracia para tu matrimonio. No olvides que nuestro Señor Jesús eligió el
primer día de un matrimonio para hacer su primer milagro. ¡Tu matrimonio es
importante para él! Cuando intentas proveer por ti mismo, terminarás en un
problema más profundo.
Hoy, si no estás
satisfecho con tu matrimonio, si la pasión se ha acabado y no hay más gozo en tu
relación, pídale al Señor más de Su gracia en tu matrimonio. Pero seamos claros
en que Él no te dará una relación fuera de tu matrimonio. ¡Él les dará a ti y a
tu cónyuge un nuevo deseo el uno por el otro e impregnará lo que se ha vuelto insípido
con Su dulce amor!
Si
no estás satisfecho con tu matrimonio, si la pasión y el gozo se han acabado, pídele
al Señor más de Su gracia en tu matrimonio.
Recibe
el regalo de un matrimonio bendecido
Pastor Prince, usted no
sabe cómo he fallado. No merezco tener un buen matrimonio.
Amigo mío, incluso si has
fallado, el Señor todavía puede cambiar las cosas. Puede que no merezcas un
buen matrimonio, ¡pero el Señor aún puede bendecir tu matrimonio a causa de Su
gracia! Mientras experimentas Su amor inmerecido y que no puedes ganar, yo creo
que el Señor puede incluso hacerte ser un mejor cónyuge que nunca antes. No te
lo mereces, pero en la cruz, Él pagó el precio para que tú experimentes Sus
bendiciones en tu matrimonio. Él fue tu ofrenda por la transgresión, llevando
cada castigo que tú merecías para que puedas caminar en cada bendición que Él
merecía (ver Efesios 2:4-7). En el Antiguo Testamento, el vino era referido
como “la sangre de las uvas” (Deuteronomio 32:14). Jesús mismo tomó una copa de
vino y dijo: “Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre, que es derramada por
ustedes” (Lucas 22:20). El primer milagro de Jesús en Caná fue representación
de Su sangre derramada abundantemente, resultando en celebración.
Mientras
experimentes Su amor inmerecido y que no puedes ganar, yo creo que el Señor
puede causar que seas un cónyuge aún mejor que nunca antes.
La única razón por la que
tú y yo podemos celebrar hoy es por Su sangre derramada, que es la base para toda
bendición que recibimos de Dios. La ley fue dada por Moisés. La gracia y la
verdad vinieron por Jesucristo. El primer milagro que Moisés llevó a cabo bajo
la ley fue convertir el agua en sangre, resultando en la muerte. El primer
milagro de gracia de Jesús fue el convertir el agua en vino, lo que resultó en gozo
y celebración. ¿No te alegra que Jesús vino? Amado, es hora de dejar de lado la
condenación y recibir Su gracia para tu matrimonio hoy.
Permite
que Su provisión fluya en tu matrimonio
Cada desafío que puedas estar
enfrenado en tu matrimonio ha sido llevado por tu Salvador en la cruz. Tu parte
es dejar de lado todos tus intentos, todas tus preocupaciones y todos tus
arrepentimientos. Déjalo ir y descansa en Su obra terminada. Estoy creyendo
contigo que mientras pones tu confianza en Él en lugar de en todos tus
esfuerzos, Su poder para obrar milagros comenzará a fluir y lo verás hacer algo
nuevo en tu matrimonio. Ahora, el romance, prestando atención a las necesidades
el uno del otro, comunicándose entre sí y otros aspectos pragmáticos para
cultivar un matrimonio saludable son importantes y tienen su lugar. De hecho,
he enseñado una serie completa sobre cómo la Biblia está llena de pautas
prácticas sobre cómo podemos tener matrimonios exitosos. Pero la cruz necesita
tomar el lugar central. Que Él construya caminos donde ves desierto y cause que
ríos de amor broten en los desiertos de sus corazones (mira Isaías 43:18-19), justo
como lo hizo para este hermano de mi iglesia en Singapur:
Mi
relación con mi esposa se volvió realmente mala después del nacimiento de
nuestro segundo hijo. Como padres jóvenes no pudimos hacer frente al cuidado de
dos niños pequeños que tenían un año de diferencia. Las cosas empeoraron cuando
nos estresamos en el trabajo. Nos peleábamos con frecuencia y teníamos menos
tiempo el uno para el otro. Nuestras vidas parecían girar en torno a los niños
y el trabajo.
Finalmente
nos separamos y contratamos abogados para poner fin a la relación. Mi esposa e
hijos se mudaron para quedarse con mis suegros. En este punto oscuro en
nuestras vidas, Dios nos arregló divinamente que asistiéramos a la Iglesia
Nueva Creación sin el conocimiento el uno del otro. Cuando descubrí que mi
esposa y los niños asistían a la misma iglesia que yo, les sugerí ir a
buscarlos a la iglesia cada semana.
Aunque
las cosas todavía estaban sombrías, tanto mi esposa como yo decidimos fijar
nuestros ojos en Jesús como nuestro único camino a la salvación. Semanas de
oír y aprender sobre lo que Jesús ha hecho por nosotros lentamente nos liberaron
del estrés y el enojo. Comenzamos a amarnos de nuevo con Jesús en medio de
nosotros. Por la gracia de Dios, mi esposa y yo finalmente nos
reconciliamos y nuestra relación es ahora mejor que nunca antes.
Nuestro
tercer hijo nació unos cuatro años después de que nos separamos, y mi esposa ha
encontrado un nuevo empleo que provee un equilibrio para nuestras vidas. Fue
promovida dos años después, y en el tercer año fue transferida al departamento
de su elección, donde el trabajo es más fácil de manejar. Verdaderamente con
Jesús, ¡todo es posible!
¿No te emociona cómo
trabaja el Señor de formas tan sobrenaturalmente naturales? Esta pareja no
estaba tratando de resolver los problemas en su matrimonio. De hecho, ya habían
contratado abogados para dar fin a su matrimonio. Pero mientras siguieron
escuchando sobre lo que Jesús había hecho por ellos, el agua se convirtió en
vino. ¡El amor volvió a su matrimonio y su relación se volvió mejor que antes! Amigo
mío, si Dios pudo hacerlo por esta pareja, ¡Él también puede hacerlo por ti!
Yo hablo la sangre de
protección de Jesús sobre el matrimonio de cualquiera que lea este libro. Para
aquellos que están casados, que nunca tengan que pasar por el dolor de un
matrimonio roto porque Jesús ha pagado el precio para que tengas un matrimonio
bendecido y una vida en familia. Si eres soltero o divorciado, también puedes
experimentar días del cielo sobre la tierra escuchando y escuchando las
palabras de nuestro Señor Jesús. Permite que Su Palabra te lave ti todos los
días, eliminando cada miedo y cada carga que encuentres muy difícil de dejar
ir.
Amado, mientras lo escuchas
a Él, sanidad es impartida. Mientras lo escuchas a Él, Él está limpiándote y
renovando tu mente. Sigue mirando a nuestro Novio celestial, quien nos mostró
lo que realmente es el amor y dio su vida para redimirnos. ¡Y que puedas
caminar en una medida cada vez mayor de Su promesa de que podemos experimentar
días del cielo sobre la tierra!
Comentarios
Publicar un comentario