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Experimentando bendiciones en el matrimonio. Capítulo 17 de "Vive la vida dejando ir" de Joseph Prince

 


https://youtu.be/SdqEPE6egAY

Hemos estado estudiando cómo vivir juntos la vida de dejar ir, y oro para que esto haga una diferencia para ti y te ayudé a vivir con una mayor libertad del miedo, el estrés, y la ansiedad como nunca antes.

Si estás casado pero tú y tu cónyuge están peleando constantemente y se molestan constantemente el uno con el otro, es difícil vivir la vida de dejar ir. Es por eso que en este capítulo, quiero mirar el corazón de Dios para tu matrimonio y cómo puedes invitar al Señor Jesús a tu matrimonio para que puedas vivir la vida victoriosa y de dejar ir como pareja. No trates de lidiar con todo tu estrés y ansiedades tú solo; aprende a vivir en pareja la vida de dejar. Juntos, pongan en práctica lo que han aprendido de este libro.

Por ejemplo, jueguen a atraparse el uno al otro cuando están siendo ansiosos y recuérdense el uno al otro que no deben permitir que sus corazones se turben. Decidan que ambos siempre serán rápidos para perdonarse y que dejaran ir al Señor cualquier cosa que les haya herido. Encuentren mensajes centrados en Cristo que pueden escuchar juntos y comparte las porciones que te hablaron con tu cónyuge. Si están pasando por un desafío de salud o financiero, encuentren promesas en la Palabra de Dios en las que puedan meditar como pareja. Pídanle al Señor, quien está siempre a su favor, que los ayude a mantenerlo en sus conversaciones y a mantenerlo siempre en el centro de su matrimonio.

Existe mucho poder cuando tú y tu cónyuge están de acuerdo. Nuestro Señor Jesús dijo: “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos” (Mateo 18:19). Juntos, pueden decidir arrojar todas sus preocupaciones al Señor. Echen toda preocupación acerca de proveer para su familia, acerca de la educación de sus hijos y sobre las cuentas por pagar, porque Él se preocupa por ustedes y su familia. Juntos, pueden aceptar permanecer en reposo en lugar de estar estresados y nerviosos. Recuérdense mutuamente que el Señor mismo pelea sus batallas contra cualquier enfermedad crónica, cualquier falta de tiempo el uno para el otro, y contra cualquier adicción que haya puesto presión en su matrimonio. A medida que sigan centrándose en el Señor Jesús y Su obra terminada en lugar de centrarse el uno en el otro, ¡yo creo que Él los pondrá más cerca el uno del otro y hará que su matrimonio sea más fuerte que nunca!

 

Días del cielo en tu vida familiar

¿Quieres saber lo que Dios prometió que ocurriría si sigues recordando Su bondad y escuchando Su Palabra? En el libro de Deuteronomio, Dios les dice a los israelitas que “escuchen diligentemente” Sus mandamientos (Deuteronomio 11:13 KJV). Si estudias el versículo en hebreo, “escuchen diligentemente” está compuesto de “shama shama”, que literalmente significa “escucha, escucha”. Unos capítulos atrás, miramos cuán importante es escuchar porque las bendiciones de Dios vienen a nosotros escuchando. Cuando nosotros “shama shama”, esto es lo que el Señor nos promete:

Deuteronomio 11:21 Para que sean vuestros días, y los días de vuestros hijos, tan numerosos sobre la tierra que Jehová juró a vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra.

La promesa de que podemos tener “como los días de los cielos sobre la tierra” está en el contexto de la vida familiar. ¿Quieres experimentar “días de los cielos sobre la tierra” en tu matrimonio? ¿Deseas tener un matrimonio lleno de amor y soporte emocional, en lugar de conflictos y contención? ¡Entonces sigan escuchando Su Palabra juntos!

Tal vez estás pensando, ¡pero mi matrimonio parece más como el infierno que el cielo sobre tierra! Sé que con todas las presiones y el estrés que enfrentas a diario, es posible que tu vida familiar y tu matrimonio no siempre se sientan como días del cielo sobre la tierra. Pero es una promesa a la que puedes aferrarte, y oro para que cada persona que lea este libro camine en una medida cada vez mayor de esta maravillosa promesa en los días venideros.

Tener “días de los cielos sobre la tierra” es una promesa a la que podemos aferrarnos y caminar en una mayor medida en los días por venir.

Presiones en los matrimonios

Dios ordenó el matrimonio como un pacto poderoso. La Biblia declara que uno puede hacer huir a mil, pero dos pueden poner a diez mil en fuga (mira Deuteronomio 32:30). Ahí está el poder exponencial en un matrimonio. Entonces no es de sorprender que el enemigo quiera que los matrimonios fracasen. Los ataques a los matrimonios provienen de varios frentes. Leí que las razones principales por las cuales fracasan los matrimonios incluyen lidiar con problemas financieros; falta de comunicación; rupturas derivadas del estrés de criar a los hijos; la calidad de intimidad física; infidelidad; problemas relacionados con adicciones como las drogas, el alcohol, y los juegos de azar; el abuso físico o emocional; incompatibilidad en personalidades; expectativas irrealistas; y la falta de tiempo de calidad juntos. Quizá muchas de estas razones te suenen familiares y actualmente las está experimentando en tu propio matrimonio.

Quizá estás leyendo esto y estás llorando en tu corazón porque tu matrimonio no está en un buen momento. Tal vez no puedas recordar la última vez que tú y tu cónyuge hablaron amablemente el uno al otro, y mucho menos cuando se tomaron de las manos. No han tenido intimidad debido a la tensión constante entre tú y tu cónyuge. En lo profundo, crees que todavía amas a tu cónyuge, pero cada conversación que has intentado tener ha terminado con voces elevadas, palabras de enojo y corazones heridos.

O tal vez sientes que estás viviendo una mentira. En el exterior, todo en tu matrimonio se ve bien. Vives en una bonita casa, haces cosas en familia y financieramente, lo estás pasando bien. Pero por dentro, tu corazón se ha enfriado y sientes como que tu cónyuge es solo tu compañero de cuarto o peor, un extraño. Quizá te estás preguntando: ¿Dónde está la provisión y la gracia de Dios en todo esto? Amigo mío, quiero que sepas que a Dios le importa. Él se preocupa por tu familia y se preocupa por tu matrimonio. No te des por vencido. ¡Yo creo que Dios tiene una palabra para ti en las próximas páginas que puede cambiar tu matrimonio sobrenaturalmente!

 

Tu matrimonio es importante para Dios

La familia fue la primera prioridad de Dios. Mucho antes de que Dios ordenara una iglesia, Dios ordenó la institución de la familia en el jardín del Edén. No creo que fuera por coincidencia que el primer milagro que Jesús realizó cuando caminó sobre la tierra fue en una fiesta de bodas. Antes de sanar a cualquiera que estuviera enfermo, antes de que él multiplicara el pan y los peces para alimentar a los hambrientos, incluso antes de resucitar a muertos, nuestro Señor comenzó Su ministerio convirtiendo el agua en vino en una boda. ¿Eso no te da una visión maravillosa del corazón de Dios para tu matrimonio? La Palabra de Dios está tan llena de verdades acerca de Su provisión sobrenatural para tu matrimonio y oro para que mientras sigues leyendo, Él te haga entrar en un nuevo nivel de intimidad en tu relación con tu cónyuge.

No importa cuán maravilloso sea el hombre con el que te casaste o cuán increíble sea tu esposa, habrá momentos en los que van a atravesar valles en su matrimonio. Y si estás en un valle en este momento o no, hay tantas verdades que podemos aprender estudiando lo que hizo nuestro Señor Jesús en esa boda en Caná, y quiero comenzar resaltando esto: El amor humano puede acabarse. Justo como esa pareja se quedó sin vino en su fiesta de bodas en Caná, muchos matrimonios se quedan sin amor cuando son edificados únicamente en el amor humano. Si estás divorciado o divorciada, sabe que, en Cristo, no hay condenación (ver Romanos 8:1). Dios te ama y oro para que experimentes Su restauración y provisión de gracia en cada área de tu vida.

Tú y yo sabemos que no es el corazón de nuestro Padre celestial para nuestros matrimonios que estén marcados con peleas, estrés y pérdida de amor. Solo observa lo que nuestro Señor Jesús hizo cuando fue invitado a una boda y se acabó el vino: convirtió el agua en vino. De hecho, el vino resultante era tan bueno que cuando el maestro de ceremonias lo probó, se maravilló de que el novio hubiera reservado el “mejor vino” para el final (Juan 2:1-11). Quizá el vino se haya acabado en tu matrimonio. Antes había emoción y romance, pero las demandas se acumularon y el vino se acabó. Llegaron los bebés. Había pañales para cambiar y bocas qué alimentar, y el vino se acabó. Había jefes que complacer, plazos que cumplir y el vino se acabó.

Las demandas, el estrés y las cargas pueden tener un impacto negativo en nuestras relaciones y matrimonios. Las preocupaciones pueden hacer que te pongas de mal genio e irritable y llevarlos a comenzar a liberar el estrés el uno con el otro. Tu ansiedad puede poner una gran tensión en tu matrimonio e incluso afectar la intimidad. Este es el por qué es tan importante para nosotros que vivamos la vida de dejar ir que es más consciente de la abundante provisión de Dios para nosotros que de las demandas puestas en nosotros.

Si sientes que el vino se ha acabado, por favor sabe que cada matrimonio necesita una “tercera parte” para florecer. Su nombre es Jesús. La Biblia nos dice que “cordón de tres dobleces no se rompe pronto” (Eclesiastés 4:12). Cuando lo invitas a tomar el lugar central en tu matrimonio y cada uno toma de Él en lugar de constantemente tomar el uno del otro, tu matrimonio puede fortalecerse en lugar de verse mermado, incluso cuando las demandas se acumulen.

Cada matrimonio necesita una “tercera parte” para florecer. Su nombre es Jesús.

Cuando pones a tu cónyuge en un lugar donde toda tu felicidad depende de tu cónyuge, serás desilusionado. Sólo el Señor puede tomar ese lugar. Tu cónyuge no puede ser Dios. Cuando mantienen ambos sus ojos en el Señor en lugar del uno en el otro, pueden ministrarse el uno al otro con Su fuerza y ​​gracia ilimitadas, en lugar de tomar el uno del otro. Cuando lo invitas a Él a ocupar un lugar central en tu matrimonio, Él puede hacer que lo que es insípido y soso se vuelva dulce y embriagador. Él puede infundir su matrimonio con más pasión y amor que cuando su matrimonio comenzó. ¡Él se asegurará de que el vino nunca se agote y de que sean suministrados extremada y abundantemente más allá de todo lo que pidan o piensen (mira Efesios 3:20)!

Pastor Prince, usted no entiende. Ha pasado demasiado tiempo. Demasiadas palabras hirientes han sido intercambiadas por demasiado tiempo. He descuidado a mi cónyuge durante demasiado tiempo. Nuestro matrimonio es irreparable.

Amado, déjenme compartir algo contigo: Cuando Jesús convirtió el agua en vino, Él estaba mostrando que Él es el Señor del tiempo. Toma años para la producción de un vino de alta calidad, pero Él comprimió el tiempo y en un instante produjo el mejor vino. Él puede hacer en poco tiempo lo que lleva años a través del esfuerzo humano. Un momento de Su favor puede cambiar todo tu matrimonio. Ahora mismo hablo Su favor sobrenatural sobre tu matrimonio. Que encuentren favor a los ojos del uno y con el otro y experimenten una nueva emoción y amor mutuo en el poderoso nombre de Jesús. Incluso si han pasado años desde que hubo amor en tu matrimonio, el Señor puede redimir los años que han sido desperdiciados. Mientras lo invitas a Él a tu matrimonio, Él declara para ti hoy, ¡“os restituiré los años que comió la oruga” (Joel 2:25)!

Un momento de Su favor puede cambiar todo tu matrimonio.

 

Pide a Dios más gracia

Una de las razones por las que los matrimonios se rompen es que uno de los cónyuges ha sido infiel. El adulterio es destructivo, y como pastor y consejero, personalmente también he visto muchas familias destrozadas por la dolorosa traición del adulterio. Mi corazón ha sido roto por las lágrimas, las preguntas sin respuesta y la ira intensa que la infidelidad deja a su paso. He visto el impacto que tiene en los hijos, que terminan culpándose ellos mismos cuando ven el matrimonio de sus padres derrumbarse delante de sus ojos. Las consecuencias son devastadoras y de gran alcance.

El adulterio está mal, y quiero dejar claro que no lo tolero de ninguna manera. Si has caído en esta área, oro para que tengas una nueva revelación de todo lo que nuestro Señor Jesús ha hecho por ti y recibas la gracia y la fuerza para salir de esa relación adúltera. En cuanto a tu matrimonio, creo que nunca es demasiado tarde para que el Señor haga un milagro. Lázaro había estado muerto durante días, pero nuestro Señor Jesús lo resucitó (mira Juan 11:38-44). Incluso si sienten que el amor del uno por el otro ha muerto, Su poder sanador y restaurador todavía puede fluir en su matrimonio y resucitar lo que sea que esté muerto.

Podemos aprender de una historia en que la Biblia registra a un hombre que cayó en adulterio. El rey David tuvo muchas esposas y concubinas. Aun así, no estaba satisfecho. Si crees que tu cónyuge no es lo suficientemente bueno para ti y que serías feliz si tuvieras otro cónyuge, aprende de David. Tener otra persona no significa que estarás satisfecho. ¡La satisfacción viene del Señor!

Cuando David vio lo hermosa que era Betsabé, cometió adulterio con ella y ella quedó embarazada. Para encubrir lo que había hecho, arregló que el esposo de Betsabé fuera asesinado. ¿No es esto tan característico de lo destructivo de la naturaleza del pecado, que siempre te lleva más lejos de lo que quieres ir? Dios entonces envió el profeta Natán para corregir a David. Quiero que prestes atención a lo que Natán dijo:

2 Samuel 12:7-8 (negrillas mías) Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl, y te di la casa de tu señor, y las mujeres de tu señor en tu seno; además te di la casa de Israel y de Judá; y si esto fuera poco, te habría añadido mucho más.

Natán le recordó a David cómo Dios lo había provisto abundantemente en otras áreas. Pero David no le había pedido a Dios que le proporcionara lo que necesitaba en el área de su matrimonio. Muchas veces, las personas tienen la idea equivocada de que a Dios le preocupa cosas más “importantes” como la salvación y fallan en traer áreas más “mundanas” como su matrimonio al Señor. Si eso te describe, oro para que de una vez por todas veas que Dios se preocupa por tu matrimonio y que Él quiere suplir Su gracia para tu matrimonio. No olvides que nuestro Señor Jesús eligió el primer día de un matrimonio para hacer su primer milagro. ¡Tu matrimonio es importante para él! Cuando intentas proveer por ti mismo, terminarás en un problema más profundo.

Hoy, si no estás satisfecho con tu matrimonio, si la pasión se ha acabado y no hay más gozo en tu relación, pídale al Señor más de Su gracia en tu matrimonio. Pero seamos claros en que Él no te dará una relación fuera de tu matrimonio. ¡Él les dará a ti y a tu cónyuge un nuevo deseo el uno por el otro e impregnará lo que se ha vuelto insípido con Su dulce amor!

Si no estás satisfecho con tu matrimonio, si la pasión y el gozo se han acabado, pídele al Señor más de Su gracia en tu matrimonio.

 

Recibe el regalo de un matrimonio bendecido

Pastor Prince, usted no sabe cómo he fallado. No merezco tener un buen matrimonio.

Amigo mío, incluso si has fallado, el Señor todavía puede cambiar las cosas. Puede que no merezcas un buen matrimonio, ¡pero el Señor aún puede bendecir tu matrimonio a causa de Su gracia! Mientras experimentas Su amor inmerecido y que no puedes ganar, yo creo que el Señor puede incluso hacerte ser un mejor cónyuge que nunca antes. No te lo mereces, pero en la cruz, Él pagó el precio para que tú experimentes Sus bendiciones en tu matrimonio. Él fue tu ofrenda por la transgresión, llevando cada castigo que tú merecías para que puedas caminar en cada bendición que Él merecía (ver Efesios 2:4-7). En el Antiguo Testamento, el vino era referido como “la sangre de las uvas” (Deuteronomio 32:14). Jesús mismo tomó una copa de vino y dijo: “Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre, que es derramada por ustedes” (Lucas 22:20). El primer milagro de Jesús en Caná fue representación de Su sangre derramada abundantemente, resultando en celebración.

Mientras experimentes Su amor inmerecido y que no puedes ganar, yo creo que el Señor puede causar que seas un cónyuge aún mejor que nunca antes.

La única razón por la que tú y yo podemos celebrar hoy es por Su sangre derramada, que es la base para toda bendición que recibimos de Dios. La ley fue dada por Moisés. La gracia y la verdad vinieron por Jesucristo. El primer milagro que Moisés llevó a cabo bajo la ley fue convertir el agua en sangre, resultando en la muerte. El primer milagro de gracia de Jesús fue el convertir el agua en vino, lo que resultó en gozo y celebración. ¿No te alegra que Jesús vino? Amado, es hora de dejar de lado la condenación y recibir Su gracia para tu matrimonio hoy.

 

Permite que Su provisión fluya en tu matrimonio

Cada desafío que puedas estar enfrenado en tu matrimonio ha sido llevado por tu Salvador en la cruz. Tu parte es dejar de lado todos tus intentos, todas tus preocupaciones y todos tus arrepentimientos. Déjalo ir y descansa en Su obra terminada. Estoy creyendo contigo que mientras pones tu confianza en Él en lugar de en todos tus esfuerzos, Su poder para obrar milagros comenzará a fluir y lo verás hacer algo nuevo en tu matrimonio. Ahora, el romance, prestando atención a las necesidades el uno del otro, comunicándose entre sí y otros aspectos pragmáticos para cultivar un matrimonio saludable son importantes y tienen su lugar. De hecho, he enseñado una serie completa sobre cómo la Biblia está llena de pautas prácticas sobre cómo podemos tener matrimonios exitosos. Pero la cruz necesita tomar el lugar central. Que Él construya caminos donde ves desierto y cause que ríos de amor broten en los desiertos de sus corazones (mira Isaías 43:18-19), justo como lo hizo para este hermano de mi iglesia en Singapur:

Mi relación con mi esposa se volvió realmente mala después del nacimiento de nuestro segundo hijo. Como padres jóvenes no pudimos hacer frente al cuidado de dos niños pequeños que tenían un año de diferencia. Las cosas empeoraron cuando nos estresamos en el trabajo. Nos peleábamos con frecuencia y teníamos menos tiempo el uno para el otro. Nuestras vidas parecían girar en torno a los niños y el trabajo.

Finalmente nos separamos y contratamos abogados para poner fin a la relación. Mi esposa e hijos se mudaron para quedarse con mis suegros. En este punto oscuro en nuestras vidas, Dios nos arregló divinamente que asistiéramos a la Iglesia Nueva Creación sin el conocimiento el uno del otro. Cuando descubrí que mi esposa y los niños asistían a la misma iglesia que yo, les sugerí ir a buscarlos a la iglesia cada semana.

Aunque las cosas todavía estaban sombrías, tanto mi esposa como yo decidimos fijar nuestros ojos en Jesús como nuestro único camino a la salvación. Semanas de oír y aprender sobre lo que Jesús ha hecho por nosotros lentamente nos liberaron del estrés y el enojo. Comenzamos a amarnos de nuevo con Jesús en medio de nosotros. Por la gracia de Dios, mi esposa y yo finalmente nos reconciliamos y nuestra relación es ahora mejor que nunca antes.

Nuestro tercer hijo nació unos cuatro años después de que nos separamos, y mi esposa ha encontrado un nuevo empleo que provee un equilibrio para nuestras vidas. Fue promovida dos años después, y en el tercer año fue transferida al departamento de su elección, donde el trabajo es más fácil de manejar. Verdaderamente con Jesús, ¡todo es posible!

 

¿No te emociona cómo trabaja el Señor de formas tan sobrenaturalmente naturales? Esta pareja no estaba tratando de resolver los problemas en su matrimonio. De hecho, ya habían contratado abogados para dar fin a su matrimonio. Pero mientras siguieron escuchando sobre lo que Jesús había hecho por ellos, el agua se convirtió en vino. ¡El amor volvió a su matrimonio y su relación se volvió mejor que antes! Amigo mío, si Dios pudo hacerlo por esta pareja, ¡Él también puede hacerlo por ti!

Yo hablo la sangre de protección de Jesús sobre el matrimonio de cualquiera que lea este libro. Para aquellos que están casados, que nunca tengan que pasar por el dolor de un matrimonio roto porque Jesús ha pagado el precio para que tengas un matrimonio bendecido y una vida en familia. Si eres soltero o divorciado, también puedes experimentar días del cielo sobre la tierra escuchando y escuchando las palabras de nuestro Señor Jesús. Permite que Su Palabra te lave ti todos los días, eliminando cada miedo y cada carga que encuentres muy difícil de dejar ir.

Amado, mientras lo escuchas a Él, sanidad es impartida. Mientras lo escuchas a Él, Él está limpiándote y renovando tu mente. Sigue mirando a nuestro Novio celestial, quien nos mostró lo que realmente es el amor y dio su vida para redimirnos. ¡Y que puedas caminar en una medida cada vez mayor de Su promesa de que podemos experimentar días del cielo sobre la tierra!

 

 

 

 

 

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