Teniendo verdadera esperanza bíblica. De Joseph Prince
2 Crónicas 20:6 y dijo:
Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y tienes
dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza
y poder, que no hay quien te resista?
En 2 Crónicas 20:3-4,
vemos que cuando se enfrentó a lo que parecía ser una destrucción segura, el
rey Josafat se dispuso a buscar al Señor. La escritura de hoy es parte de su
oración.
Ten en cuenta que en
lugar de reiterar sus temores al Señor y lamentarse de lo rebasada que estaba
su pequeña tribu por parte de sus enemigos, Josafat centró su oración y sus
pensamientos en cuán grande y poderoso es realmente su Dios. Proclamó denodadamente
que “nadie puede resistir” al Señor, ¡nadie! En una situación desesperada, él esperó
en el Señor.
¡A eso lo llamo esperanza
bíblica! La esperanza es una hermosa palabra en la Biblia. Esperanza en el
Nuevo Testamento es la palabra griega “elpis”, que se define como una “expectativa
favorable y confiada o “la feliz anticipación del bien”. Esto significa que
cuando esperas en el Señor, hay gozo en tu semblante (en pocas palabras, una
sonrisa en tu rostro). Hay una confiada seguridad en tu corazón de que, por
sombrías que parezcan las circunstancias, la situación aún no ha terminado.
Desafortunadamente, la
palabra “esperanza” como se usa en nuestra lengua vernácula moderna es
completamente diferente y, a veces, incluso antitética a la forma en que la Biblia
la define. Cuando decimos cosas como “espero conseguir el trabajo”, nuestro uso
de la palabra connota incertidumbre, duda y ambivalencia.
La Palabra de Dios
declara que “esta esperanza no será defraudada. Porque sabemos cuánto nos ama
Dios” (Romanos 5:5 NLT). Podemos tener una verdadera esperanza, una expectativa
cierta, gozosa y confiada del bien, cuando creemos correctamente cuánto nos ama
Dios. Existe una correlación directa y proporcionada entre la esperanza y creer
correctamente en el amor de Dios por ti. La esperanza brota en tu corazón
cuando crees que Dios te ama.
No importa cuán adversas
puedan parecer tus circunstancias hoy, pon tu confianza en el Señor. Cree que
Dios está trabajando entre bastidores a tu favor y que está cambiando la
situación para tu bien (Romanos 8:28). Todos Sus abundantes recursos
celestiales, Su poder, Su sanidad, Su restauración, Su liberación, Su
provisión, Su favor, Su ayuda, Su consuelo y Su amor están contigo y de tu lado,
esperando ser desatados sobre ti. ¡El Señor tu Dios abrirá las ventanas de los
cielos sobre tu vida y derramará sobre ti tal bendición que no habrá lugar para
recibirla!
Cuando toda nuestra
esperanza y confianza está en Él, podemos contar con Sus promesas para con
nosotros. Esta esperanza nunca decepciona, lo que significa que tus mayores
victorias están delante de ti.
https://www.josephprince.org/
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