No temas, tu Salvador está aquí. De Joseph Prince
¡Dios les bendice! ¡Muy
felices fiestas familiares a todos ustedes, amados lectores!
Es curioso como la
humanidad “celebra” estos días el nacimiento de nuestro glorioso Salvador
Jesucristo en medio de excesos y borracheras, ciertamente la mayoría en el
mundo no tiene el mas mínimo respeto en sus vidas y corazones por nuestro Señor
Jesucristo, ni por nuestro DIOS.
Es bien conocido que
Jesucristo no nació un 25 de diciembre, sino que esta fecha fue substituida por
fiestas paganas de Roma relacionada con el solsticio de invierno,
particularmente a dos: las Saturnalia y el nacimiento del dios Sol, ambas el 25
de diciembre. Se dice que cuando el emperador Constantino en el siglo IV adoptó
el cristianismo en el Concilio de Nicea como religión oficial del Imperio
Romano, según esta teoría, para evitar un enfrentamiento con los paganos, se
decidió que la fecha del nacimiento del dios Sol fuera también la fecha del
nacimiento del Hijo de Dios.
Según estudios de
eruditos bíblicos, basados en las Escrituras por supuesto, Jesucristo nació un
11 de septiembre de lo que se conoce como el año 3 A.C.
Personalmente, pienso que
para el creyente, la celebración no solo del nacimiento de Su Salvador, sino de
su muerte, crucifixión, resurrección y entronamiento, ES CADA DÍA. ¡Para quien
ama, cree y conoce a JESUCRISTO, celebra su vida agradeciendo, honrándole y
amándole en lo más profundo de su corazón y en su vida entera cada bendito día
que nace el sol!
¡Escudriñemos las
Escrituras cada día para conocer a nuestro Salvador y su obra completa y
finalizada de redención! ¡Él fue el precio pagado por nuestro rescate! Así que
busquemos en qué consiste ese rescate y la herencia tan rica que hemos recibido
con todo lo que él es, y ha hecho por nosotros y en sustitución por nosotros. ¡Nuestra
VIDA está escondida en CRISTO! ¡Él es un hermoso y digno tesoro para ser
escudriñado!
“CRISTO
es La Simiente Prometida, el Arca de Noé de la Salvación, El Verdadero Templo,
el Pariente Redentor, El Amor de Dios, El Salvador, La Palabra Encarnada, el
Cordero de Dios, El Camino, La Verdad y La Vida, El Pan de Vida, El Agua Viva,
La Puerta, la Luz del Mundo, el Crucificado, El Propiciatorio, El Pago por los
pecados de la humanidad, ¡a Aquel que Juan el Bautista no podía siquiera pensar
en desatar sus zapatos! ¡El Ungido de Dios, El Señor Resucitado, El Eterno, el
Hijo de Dios, El Ascendido a la Diestra de Dios, El Rey de reyes y Señor de
señores que regresa, nuestro Ayudador y Amigo, la Cabeza de la Iglesia y
nuestra ESPERANZA DE GLORIA! ¡Alabado sea Dios! Él nos ha dado el mayor de
todos los regalos...”
Aparte de la fecha exacta
del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, les presento esta pequeña reflexión
que es cierta hoy, mañana y hasta el día del retorno. ¡Cristo es nuestro
precioso Salvador! ¡Amén!
En el amor de Cristo,
Claudia Juárez Garbalena
No temas, tu Salvador
está aquí
De Joseph Prince
Lucas
2:10, 11: Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de
gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de
David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
Amigo mío, si hay un gran
silencio y oscuridad en tu vida ahora, y sientes como si hubieras sido dejado afuera
en el frío, simplemente quiero que sepas que Jesús vino a ser tu Salvador en un
momento como éste.
Él no nació en la
comodidad de una habitación cálida y acogedora, sino en un frio pesebre. No
había lugar para Él en el mesón (Lucas 2:7), para que siempre haya lugar en la
cruz para tu sanidad, liberación, plenitud y provisión, ¡y hay una mansión en
el cielo esperando por ti!
Jesús nació muy
silenciosamente, tan silenciosamente que la Biblia dice que sólo un grupo de
pastores vino a él, mientras el resto de Belén dormía (Lucas 2:8-9). Como el
maná cayó silenciosamente del cielo en el Antiguo Testamento, el verdadero pan
del cielo vino silenciosamente. Fue una noche quieta, pero eso no fue todo.
Jesús también nació en la
época más oscura de la historia de Israel. Israel estaba bajo el gobierno
tiránico de los romanos. Fue durante este tiempo, cuando todo estaba tan oscuro,
que Jesús nació. Amado, él vendrá a ti en el período más oscuro de tu vida.
En aquella noche
silenciosa, los pastores tuvieron miedo cuando el ángel del Señor estuvo
delante de ellos. Pero el ángel dijo: “No temáis; porque he aquí os doy nuevas
de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad
de David, un Salvador, que es CRISTO
el Señor”.
Amado, no fue un juez o
legislador quien nació. Fue un poderoso Salvador. El vino a salvar a su pueblo.
Vino a salvarnos a ti ya mí. Así que, incluso si estás en un período frío y oscuro
de tu vida, no temas, ¡el Salvador ha venido y Él te salvará en cada y toda
necesidad que tengas, de la más alta a la más pequeña!
Traducido por Claudia Juárez Garbalena
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