Justicia y no pecado es imputado a ti. De Joseph Prince
Romanos 4:8
Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.
Eres bendecido hoy porque
todos tus pecados han sido perdonados en Cristo. Dios no cuenta tus pecados
contra ti. En cambio, te considera justo en Cristo. ¡Ese es el por qué tú eres
el bienaventurado y bendecido varón a quien el Señor no imputa ni
imputará pecado!
¿Qué ocurre a un hombre
así? Veamos la historia de Jacob para averiguarlo.
La Biblia registra cómo
Jacob había engañado a su padre y engañado a su hermano mayor Esaú respecto a
su bendición de primogenitura (véase Génesis 27:1–41). Sin embargo, a pesar de
su pecado de engaño, Dios eligió hablar con Jacob. Y no, Dios no le dijo a este
tramposo: “¡Tú, terrible pecador! ¿Cómo pudiste engañar a tu propio padre? ¡Eres
maldito!
No, al tramposo Jacob,
Dios dijo: “Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la
tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia…He aquí, yo
estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a
esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.” (Génesis
28:13 y 15). ¡Aquí había un hombre a quien Dios no imputó pecado!
Dios no reprendió a Jacob
en absoluto. En cambio, lo escuchamos decirle a Jacob: "Te daré... Estoy
contigo... Te guardaré...Volveré a traerte a esta tierra... No te dejaré..."
Jacob ciertamente no merecía estas bendiciones. Este es un hombre que caminó en
la verdad de Romanos 4:8: "¡Bienaventurado el hombre a quien el Señor no inculpa
de pecado"! Ahora, no te estoy alentando a pecar, pero quiero que veas el
amor y la gracia de Dios hacia nosotros.
Si Jacob fue tan
bendecido, cuánto más tú y yo hoy, que estamos bajo el nuevo pacto de gracia
establecido por la sangre de Jesús. ¡Cuánto más grande es nuestra bendición
porque Jesús ha eliminado todos nuestros pecados en la cruz!
Amado, debido a la obra
terminada de Jesús, Dios no te imputa pecado. Lo que te imputa es justicia
aparte de las obras (ver Romanos 4:6). ¡Y porque eres justo, prepárate para Sus
bendiciones! (ver Proverbios 10:6).
Comentarios
Publicar un comentario