Libera Su vida de resurrección. De Joseph Prince (Notas de sermón)
NOTAS OFICIALES DEL SERMÓN DE JOSEPH PRINCE
Libera Su vida de resurrección
Domingo, 11 de julio de 2021
Estas son las notas sobre el sermón, “Libera Su vida de resurrección”,
predicado por el pastor Joseph Prince el domingo 11 de julio de 2021, en El
Centro de Artes Escénicas “The Star”, en Singapur. ¡Esperamos que las notas de este
sermón te sean de gran aliento!
Visión general
1. Introducción: Jesús
vino para darte vida eterna: ¡una vida de calidad y abundancia!
2. ¡No temas! Todo
enemigo que enfrentes será puesto bajo los pies de Jesús.
3.
Tú eres muy amado por el Padre, fuiste cuidadosamente creado con Su
toque personal.
4. Tu futuro está
seguro en Jesús, quien te ha redimido de toda enfermedad, muerte y juicio.
5. Pon tu mente en el
Espíritu y experimenta Su vida divina brotando en cada parte de tu cuerpo.
6. Cuando eres
consciente de tu justicia en Cristo, conocerás a Dios íntimamente.
7.
Experimenta el poder de la resurrección de Cristo y ve fluir la sanidad
de adentro hacia afuera.
8. Oración de
salvación.
10. POSEE LA PALABRA
(aplicación en la vida).
Introducción: Jesús vino para darte vida eterna:
¡una vida de calidad y abundancia!
Cuando Jesús vino, su propósito principal fue darnos vida y vida en
abundancia (Juan 10:10). Muchos piensan que vino para hacer buenas a las
personas malas, pero Él vino para hacer vivir a los muertos. La razón por la
que entró la muerte fue el pecado del hombre, pero el don de Dios es vida
eterna a través de Jesucristo nuestro Señor (Romanos 6:23).
Dios quiere que experimentemos vida en nuestro espíritu, alma y
especialmente en nuestros cuerpos. En estos últimos días, la Escritura necesita
ser revelada aún más. Necesitamos estudiar Su Palabra y recibir revelaciones en
contexto.
Cada vez que nos sentimos deprimidos o nuestros sentimientos comienzan a
girar hacia el ámbito negativo, eso muestra que la muerte se ha instalado en el
área de nuestras emociones. Dios quiere que nuestro espíritu esté lleno de Su
vida zóé (Su vida eterna y abundante) para que impregne nuestras almas y
luego nuestros cuerpos.
Cuando Su vida toca tu cuerpo, ¡brotan salud y plenitud! Cuando Jesús
tocó al hombre leproso, la muerte (en forma de lepra) desapareció
inmediatamente. De la misma manera, cuando la vida de Dios te toca, la sanidad
es manifestada.
Las plantas, los insectos, los animales y los seres humanos tienen
distintos grados de vida, pero la vida de Dios Mismo es la forma más elevada de
vida: la vida zóé, que es la vida eterna. ¡Tú y yo tenemos esta vida
eterna que viene a través de Jesús, quien vino para darnos vida en abundancia
(Juan 10:10)!
“Vida eterna”, que se traduce en griego como “zóé aiónios”, se
refiere a la calidad de vida por la que vive Dios Mismo. La vida eterna no se
trata simplemente de “vivir para siempre”, porque aquellos que viven en el
lugar del Seol (infierno) también viven para siempre. La vida eterna, es la calidad
de vida que tú y yo vivimos a través del sacrificio y la resurrección de
Cristo. En el momento en que tú crees en el Señor Jesucristo, naces de nuevo y
la vida eterna se infunde en tu espíritu, ¡que luego cobra vida!
Cuando Jesús resucitó, tenía vida de resurrección en Su cuerpo. Y esa
misma vida de resurrección ahora también llena nuestros cuerpos mortales. Hoy
estamos en Cristo y así es como nos ve Dios.
En esta temporada, Dios está enfatizando Su vida zóé —Su vida eterna,
abundante y de resurrección — porque será “salud para toda nuestro cuerpo”
(Proverbios 4:22).
Cuando experimentes Su vida zóé en tus relaciones, te relacionarás
con las personas de una manera diferente. Te volverás más amoroso y perdonador,
tratarás con las personas y las verás de manera más positiva.
Los niños pequeños son un ejemplo de lo que es poseer la abundancia de la
vida. Cuando los observamos, vemos que sus piernas se mueven constantemente, y
no es porque estén aburridos sino porque tienen mucha vida en ellos. Si bien el
niño necesitará recibir a Cristo más adelante en su vida, hay una “vitalidad”
en él cuando es pequeño. Sin embargo, a medida que crecemos y llegamos a la
edad de responsabilidad, el pecado hace efecto y nos hace envejecer demasiado
pronto y perdemos la capacidad de disfrutar la vida.
Romanos 7:9 Y yo sin la ley vivía en un tiempo;
pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí.
“Sin la ley vivía en un tiempo”: Pablo se refería a la época de su
infancia.
“El pecado revivió y yo morí”: El pecado trae muerte en todas sus
formas. Primero trajo muerte espiritualmente, luego físicamente. Como creyente,
una vez que recibes a Cristo, nunca volverás a morir espiritualmente porque la
vida zóé de Dios absorbe la muerte. Incluso tus acciones o pecados no
pueden quitar esa vida en ti, por lo que puedes estar seguro en la promesa de Cristo
de vida eterna.
Juan 10:28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las
arrebatará de mi mano.
¡Ten la seguridad de que cuando Jesús dice que nadie puede arrancarte
de Sus manos, nada ni nadie podrá hacerlo jamás!
La vida eterna de Dios en ti produce un carácter piadoso, santidad y los
frutos del Espíritu que no provienen de tus propias obras buenas o malas. Es
por eso que nuestro enfoque no debería estar en modificar la conducta, sino en
experimentar más la vida zóé de Dios.
¡No temas! Todo enemigo que enfrentes será puesto
bajo los pies de Jesús
Hebreos 2:14–15 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y
sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la
muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a
todos los que por el temor de la muerte estaban durante
toda la vida sujetos a servidumbre.
“Destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte”: Este miedo a la
muerte pone a la gente en esclavitud. Ésta es la raíz de todos los demás
miedos. El diablo es el que usa el miedo a la muerte para mantener a las
personas esclavizadas hasta la muerte.
En esta pandemia de COVID-19, el mayor temor es que contraer el virus
resulte en muerte. El diablo ha hecho que el mundo entero esté sujeto por el
miedo durante este tiempo. Pero nuestro Padre celestial ya previó que todo esto
sucedería. Todas las plagas (por ejemplo, la gripe española o el COVID-19) que controlan
al mundo son señales de la venida de Jesús. Debes saber que estas plagas no son
de Dios, pero están sucediendo porque el diablo está percibiendo que Jesús va a
regresar. El diablo está tratando de acabar con generaciones enteras, y también
está usando el miedo para mantenerlas en servidumbre y esclavitud.
Durante el ministerio terrenal de Jesús, Él anduvo “sanando a todos los
oprimidos por el diablo” (Hechos 10:38). La enfermedad y la dolencia son formas
de esclavitud (opresión). Esto es lo que está experimentando el mundo en este
momento. Como creyentes, podemos tener aliento en el corazón porque Jesús
quiere sanarnos hoy.
Volviendo a Hebreos 2:14:
“Por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a
servidumbre”: Jesús, como el Hijo de Dios no podía morir. Por eso Jesús tuvo que
hacerse carne humana, para poder morir en nuestro lugar. Dios nunca quiso que
el hombre muriera, pero cuando el pecado entró en escena, trajo la muerte.
1 Corintios 15:25-26 Porque preciso es que él reine hasta que haya
puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que
será destruido es la muerte.
“El postrer enemigo…la muerte”: Hoy, debido a la obra terminada de
Jesús, todos estamos sentados con Cristo a la diestra del Padre. El COVID-19 y
todas las enfermedades son un enemigo de Dios, y cada día que pasa, otro
enemigo es puesto bajo Sus pies. Todo enemigo ya fue derrotado en la cruz, pero
experimentalmente (en nuestra vida diaria) los estamos viendo ser puestos bajo
los pies de Jesús. El último enemigo que será puesto bajo Sus pies es la muerte
física. Debido a que cada día que pasa, más y más enemigos están siendo puestos
bajo los pies de Jesús, ¡podemos estar seguros de que tenemos un futuro
brillante delante de nosotros!
La Biblia nos dice que habrá una generación que estará viva y
permanecerá cuando suceda el rapto.
1 Tesalonicenses 4:15-18 Por lo cual os decimos esto en palabra del
Señor: que nosotros que vivimos, que habremos
quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de
Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego
nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así
estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con
estas palabras.
“Que vivimos, que habremos quedado”: Esta frase se menciona dos veces en
estos versículos. Esto se refiere al rapto cuando Jesús regrese: estarán los
que están vivos, y luego los que están vivos y hayan quedado [“habrán
permanecido”]. Uno puede estar vivo simplemente porque es joven. Pero permanecer
vivo denota poder, porque significa que puedes pasar por todas las enfermedades
y dolencias y permanecer con vida. Hay un aspecto de sobrevivir y prosperar
cuando se trata de permanecer vivo.
“En palabra del Señor”: Antes del rapto, Dios develará
revelaciones de Su Palabra para hacer que Su pueblo permanezca vivo: para
sobrevivir a toda muerte y oscuridad en el mundo y prosperar con una vida más
abundantemente.
El deseo del Señor es que experimentemos Su vida de resurrección en
todas las áreas de nuestra vida ahora mismo aquí en la tierra. Eso significa
salud física, juventud, energía y fuerza. Eso significa que en tus relaciones,
las personas podrán sentir que la vida se desborda de ti. ¡Su vida eterna
moldeará tu carácter y producirá frutos en todo lo que esa vida toque!
Tú eres muy amado por el Padre, fuiste
cuidadosamente creado con Su toque personal
La vida se reproduce por sí misma. Por ejemplo, los perros producen vida
canina y los humanos producen vida humana. Cuando Dios hizo al hombre, lo creó
especialmente a Su imagen. Él nos creó según Él Mismo.
Salmos 139:14 (NKJV) Te alabaré, porque he sido hecho asombrosa y
maravillosamente.
“He sido hecho asombrosa y maravillosamente”: Cuando Dios hizo
nuestros cuerpos, nos diseñó “de manera asombrosa y maravillosa”. Hoy en día,
la ciencia aún está llegando lentamente a comprender las maravillas del cuerpo
humano. Las mentes más brillantes no pueden inventar o recrear partes del
cuerpo humano de la forma en que el Señor lo ha hecho.
Génesis 2:7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la
tierra (‘adamah’), y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el
hombre un ser viviente.
“Polvo de la tierra”: La palabra “polvo de la tierra” es la palabra
hebrea “adamah”, y es el nombre con el cual Dios llamó al hombre: Adán.
Hay dos partes en cómo Dios creó al hombre:
·
Primero, Él creó el cuerpo físico del polvo de la tierra. Si bien Dios
nunca tuvo la intención de que el hombre regresara al polvo, el pecado trajo la
muerte física e hizo que el hombre volviera al polvo del cual vino (Génesis
3:19).
·
Después, Dios sopló vida en el cuerpo del hombre y creó el espíritu del
hombre.
“Aliento de vida”: El aliento de Dios forma nuestro espíritu.
Nuestro espíritu es nuestro verdadero yo. Somos un espíritu, tenemos un alma
(nuestros pensamientos y emociones) y residimos en un cuerpo.
Nota como para el resto de la creación de Dios -la tierra, las aguas, la
vida animal y la vida vegetal- Dios solamente habló para hacer que llegase a
ser. Pero con el hombre, Dios estaba personalmente involucrado. Él le dio forma
al hombre con Sus propias manos. ¡Dios nos ha diseñado a cada uno de nosotros
con gracia, tierno cuidado y maestría de una manera personal! El hombre es el
más amado de toda Su creación, y el diablo (que es un arcángel caído) lo sabe.
Cuando Dios hizo a los ángeles, no los hizo del polvo de la tierra.
Cuando Dios creó al hombre como el más amado de toda Su creación, ya había
habido una rebelión entre los ángeles. Lucifer el arcángel se había rebelado
contra Dios con orgullo, se había convertido en Satanás, y un tercio de los
ángeles lo habían seguido. Esta rebelión sucedió antes de que Dios creara al hombre.
Una razón por la cual Dios pudo haber elegido crear al hombre del polvo
de la tierra y nombrarlo Adán (que significa “tierra”) es recordarle al hombre
la importancia de la humildad. Para recordarle que Dios fue su creador, Dios
era su Padre que siempre velaría por él, Dios supliría todo lo que necesitaba y
no debería depender de sí mismo.
Humildad es ver a Dios de la manera que Él quiere ser visto. Adorar es
declarar quién es Dios. Adorar a Dios es una de las mayores formas de humildad
que jamás podremos hacer.
El orgullo hizo que un arcángel se convirtiera en un diablo, y es el
orgullo lo que transforma a las personas y trae muerte a tus relaciones. De
hecho, la justicia propia es una forma de orgullo. Es orgullo en acción porque
es el pensamiento del hombre de que no hay necesidad de Dios porque él puede
producir su propia justicia.
Incluso como creyentes, todavía tenemos la carne en nosotros y la carne
siempre quiere actuar. La carne rechaza tener una relación con Dios. La carne
quiere llevar la relación con Dios a otra persona; por ejemplo, la carne le
dirá a su pastor: “Tú acércate a Dios y luego dime qué hacer”.
Pero esto no es lo que Dios quiere. Él quiere que lo veamos como nuestro
Padre. Debido a la obra terminada de Jesús en la cruz, tenemos la misma
posición ante Dios. Si bien no tenemos los mismos llamamientos, asignaciones y
ministerios, todos estamos cerca de Dios. Dios escucha tus oraciones tanto como
escucha las del pastor que tú crees que es más santo que tú.
TÚ TIENEs ACCESO PLENO Y CERCANÍA A DIOS, Y TODAS TUS ORACIONES SON
ESCUCHADAS.
Cuando no eres orgulloso, eres capaz de acercarte a Dios y Él escucha
todas tus oraciones.
Tu futuro está seguro en Jesús, quien te ha
redimido de toda enfermedad, muerte y juicio.
No es la voluntad de Dios que vivas la vida esperando experimentar
fatiga, envejecimiento, enfermedad y luego la muerte. ¡La muerte es un enemigo
de Dios (1 Co. 15:26)! ¡La voluntad de Dios es que vivas sano y entero en cada
parte y en cada época de tu vida! En nuestros desafíos actuales, podemos estar
viendo muerte, pero Dios quiere que veamos Su vida abundante. Jesús ya nos ha
librado del miedo a la muerte, porque Su resurrección ha vencido a la muerte.
Filipenses 3:20-21 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor
Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de
la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede
también sujetar a sí mismo todas las cosas.
“De donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”: Nuestra postura
cristiana es esperar al Salvador del cielo en lugar de mirar a la tumba. Hay
una generación que no morirá, sino que será arrebatada para estar con el Señor.
Tengamos esta actitud piadosa de esperar el rapto.
“El cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea
semejante al cuerpo de la gloria suya”: De todas las cosas que el Espíritu
Santo pudo haber elegido para decirnos sobre el rapto, eligió hablarnos sobre
la transformación de nuestros cuerpos. Nuestros cuerpos que están sujetos a
enfermedad, debilidad y envejecimiento serán transformados en un cuerpo
glorioso como el que tiene Jesús. Es un cuerpo que se puede tocar y sentir,
pero no será como nuestros cuerpos físicos en la tierra que están sujetos a la
decadencia y la muerte. ¡Cuando tengas tu nuevo cuerpo, te sentirás muy vivo!
Sabemos que nuestros nuevos cuerpos serán físicos, porque el cuerpo
glorioso y resucitado de Jesús fue hecho de carne y hueso (Lucas 24:39). En
nuestros cuerpos gloriosos, podremos aparecer y desaparecer en un instante y
viajar por el universo porque nuestros cuerpos ya no estarán sujetos al tiempo
y al espacio ni sujetos a las leyes naturales de la tierra.
En el principio, Dios creó todo para el deleite y placer del hombre.
Dios creó al hombre con la capacidad de apreciar Su creación, y en respuesta adorarle
a Él. Por ejemplo, el hombre puede encontrar una flor hermosa y adorar a Dios
porque le deleita, mientras que los animales no tienen esa apreciación (un
caballo puede estar en un campo de flores y solo preocuparse por pastar). Nosotros
encontramos nuestra plenitud cuando adoramos y glorificamos a Dios con un
sentido de aprecio por todo lo que nos ha dado (Génesis 1:31).
Vemos en los evangelios cómo cuando Jesús sanó a los enfermos, la gente
glorificó a Dios. La gente glorifica a Dios cuando sucede algo bueno o hermoso.
Cuando nos damos cuenta de quién es Jesús, el resultado es la adoración.
Hebreos 2:15-16 y librar a todos los que por el temor de la muerte
estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. Porque ciertamente no
socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la
descendencia de Abraham.
“La descendencia de Abraham”: Esto se refiere a los creyentes. Jesús
no vino a rescatar a los ángeles que se fueron con Satanás. Jesús murió por la
creación amada de Dios, que es el hombre. El diablo está celoso del hecho de
que el Hijo de Dios dio su vida para redimirte.
PARA QUE DIOS CREAra, SÓLO TUVO QUE HABLAR. PARA QUE DIOS REDIMIERA, TUVO
QUE SANGRAR.
Sabe que el rapto puede suceder en cualquier momento, porque hay muchas
señales de que estamos viviendo en los últimos días. Pero cuando suceda,
nuestros cuerpos serán transformados en semejanza a Su cuerpo glorioso (Fil.
3:21).
Jesús murió para redimir tu espíritu, alma y cuerpo. Hay redención por
la sangre, y también hay redención por poder, que viene después.
Redención por sangre:
En la cruz, Jesús destruyó la muerte. Por eso, como creyentes, debemos
ver a la muerte detrás de nosotros.
Redención por poder:
Aunque la muerte ya ha sido destruida en la cruz, estamos esperando la
redención experimental de nuestros cuerpos. Toda la creación gime por la
manifestación de los hijos de Dios.
¡Debemos esperar la esperanza bienaventurada que se encuentra en Cristo
y estar seguros en Él (Ro. 8:19)!
Pon tu mente en el Espíritu y experimenta Su vida
divina brotando en cada parte de tu cuerpo.
A pesar de lo que está ocurriendo en el mundo, puedes aprender a caminar
con salud divina y estar vivo y permanecer hasta que Jesús venga por nosotros.
Cuando Dios nos hizo, nos hizo un ser tripartito. En nuestro caso, nos
dio espíritu, alma y cuerpo. En lo más profundo de nuestro ser, somos un
espíritu que tiene el aliento de vida de Dios. Tenemos un alma y vivimos en un
cuerpo. Pero el espíritu es el verdadero “yo”.
Romanos 8:10-11 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad
está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.
Y si el Espíritu de aquel que levantó de
los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los
muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por
su Espíritu que mora en vosotros.
“El Espíritu vive a causa de la justicia”: Cuando recibes a
Cristo, recibes el Espíritu Santo que es vida (eterna, abundante, vida zóé).
El Espíritu mora en ti porque ahora eres la justicia de Dios en Cristo.
“Vivificará vuestros cuerpos mortales”: Esto significa que en el aquí y
ahora, nuestros cuerpos terrenales están sujetos a la muerte, pero la vida del
Espíritu Santo que mora en nosotros, dará vida a o vivificará nuestros cuerpos
mortales. Esto no está hablando del rapto, porque para entonces ya habremos
recibido nuestros cuerpos incorruptibles. ¡Esto está hablando de ahora mismo!
“Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros,
el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros
cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros”: De la misma manera
que Dios creó por primera vez al hombre en Génesis, Dios está dando vida a tu
cuerpo mortal hoy.
DE LA MISMA FORMA EN QUE DIOS CREÓ AL HOMBRE CON SUS PROPIAS MANOS,
MOSTRANDO GRAN CUIDADO Y GRACIA, ES LA MISMA FORMA EN QUE éL CUIDA DE TU CUERPO
FÍSICO HOY.
¡El Señor quiere que estés sano, joven y fuerte!
Romanos 8 comienza mencionando que no hay más condenación para los que
están en Cristo (Romanos 8:1), y Pablo menciona que la ley del Espíritu de vida
en Cristo Jesús nos ha librado de la ley del pecado y de la muerte (Ro. 8:2).
Cuando ponemos nuestra mente en el Espíritu y no en las cosas de la carne,
seremos de mente espiritual y no carnal (Ro. 8:5). Y cuando tengamos esa mente
o mentalidad espiritual, tendremos vida y paz shalom (Ro. 8:6).
LA VIDA DE DIOS ZÓÉ TOCA TU ESPÍRITU, TU ALMA Y TU CUERPO A TRAVÉS DE LA
REVELACIÓN DE LA JUSTICIA.
El Espíritu está vivo a causa de la justicia y produce vida. Hay poder
en confesar que eres la justicia de Dios en Cristo. Es importante que pongas tu
mente en la justicia de Cristo, que la creas realmente, porque solo entonces
podrás experimentar los efectos de ella. Cuanto más pones tu mente en esto, el
Espíritu en ti produce vida zóé (la calidad de vida más alta por la que
Dios mismo vive).
Cuando pones tu mente en el hecho de que eres la justicia de Dios en
Cristo, la vida zóé del Espíritu impregnará tu alma (tu mente y ámbito
emocional), y así es como triunfarás sobre las emociones negativas y fortalezas
como la depresión.
El alma es el puente entre el espíritu (la parte de ti donde está la
vida zóé de Dios) y tu cuerpo físico. ¡Así que la clave para
experimentar la vida zóé en tu cuerpo físico es poner tu mente en la
verdad de que eres la justicia de Dios en Cristo! Porque esta es la verdad que
libera la vida de resurrección en tu ser entero.
Jesús vino para darte el regalo de la justicia. No es algo que logras,
sino algo que recibes como un regalo o don. Cuando enfoques tu mente en eso de
tal forma que estés consciente y alerta de ello, el Espíritu Santo que mora en tu
espíritu puede vivificar y tocar tu cuerpo con Su vida divina (Ro. 8:11).
Cuando estés consciente de tu justicia en Cristo,
conocerás a Dios íntimamente
Filipenses 3:9-10 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia,
que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de
Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su
resurrección.
“No teniendo mi propia justicia… justicia que viene de Dios por la fe; a
fin de conocerle a Él y el poder de Su resurrección”: La palabra “a fin
de” aquí significa “con la finalidad de”. La justicia por la fe debe recibirse,
entenderse y estar en nuestra conciencia. Cuanto más la recibas, creas y
confieses, más llegarás a conocer a Dios íntimamente.
El Nuevo Pacto
Hebreos 8:10-12 Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su
corazón las escribiré; Y seré a
ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo; Y ninguno enseñará a
su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; Porque todos me
conocerán (‘eidó’) Desde el menor hasta el mayor de ellos. Porque
seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y
de sus iniquidades.
Pondré Mis leyes en la mente de ellos y sobre su corazón las escribiré: Ya no necesitarás
que te digan externamente lo que Dios quiere, sino que lo sabrás dentro de ti.
Esto sucede no por desear un carácter piadoso y santidad, sino por saber que Dios
es misericordioso con nuestra injusticia y que ya no se acuerda de nuestros
pecados. Él será quien nos conduzca y guíe desde nuestro interior.
“Seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo”: Cuando conozcas a
Dios, Él será tu Dios y hará milagros en tu vida, abriendo un camino donde no
hay camino.
“Conocerán”: la palabra “conocerán” es la palabra griega “eidó”, que
significa un conocimiento interno que proviene de la intuición y no de la
experiencia.
“Porque seré propicio a sus injusticias”: Lo más que predicamos
sobre el perdón de los pecados, lo más que las personas llegan a conocer a
Dios, desde el menor hasta el mayor. Cuanto más consciente del perdón seas, más
conocerás a Dios. Cuanto más desees ser hallado en Cristo, lo conocerás a Él y
el poder de Su resurrección.
Regresando a Filipenses 3:10:
“A fin de conocerle, y el poder de su resurrección”: Todos nosotros como creyentes hemos recibido
la vida de resurrección en nuestro espíritu, pero Pablo está hablando de
conocer a Dios y el poder de Su resurrección que afectará tu cuerpo físico. Lo
que precede a eso es saber que eres justo a través de la fe.
Cuando estés consciente de tu justicia en Cristo por la fe, comenzarás a
conocer a Dios más íntimamente y experimentarás Su poder obrador de milagros y Su
vida de resurrección.
Experimenta el poder de la resurrección de Cristo y
ve fluir la sanidad de dentro hacia afuera
Mientras esperas la venida de Jesús, Dios no quiere que sufras en tu
cuerpo físico. Podemos experimentar enfermedades físicas o mentales, pero no
tenemos por qué sentirnos condenados. Todos estamos aprendiendo de las
Escrituras sobre lo que Jesús hizo en la cruz por nosotros, y cómo podemos
experimentar más y más esos beneficios comprados con sangre.
Recuerda que el último enemigo que será puesto bajo los pies de Jesús es
la muerte (1 Co. 15:26). Eso significa que toda enfermedad e incluso el
envejecimiento deberán ser sometidos primero a Sus pies. El enemigo final es la
muerte, y esperamos ese futuro brillante y creemos a Dios por una revelación
para vencer a la muerte en el futuro.
Si alguien viene y te dice que escuchó una palabra o una revelación de
Dios, asegúrate de que provenga de la Biblia. Dios mismo nos dará revelaciones
personales que se encuentran en Su Palabra para que Su pueblo esté vivo y
permanezca hasta la venida del Señor.
Muchas veces, pensamos que la sanidad viene de afuera hacia adentro.
Cuando Jesús caminó sobre la tierra, este fue realmente el caso. Él tocó a los
enfermos y Su vida vino de afuera y tocó sus cuerpos, haciéndolos sanos. En la
época de Jesús, la sanidad era de afuera hacia adentro. Esto se debe a que en
ese entonces, Jesús aún no había ido a la cruz y nadie había sido salvo. Nadie
tenía el Espíritu Santo morando en ellos. Fue solo después de que Jesús murió y
resucitó que el Espíritu Santo llenó a los discípulos en el aposento alto y ellos
fueron bautizados en el Espíritu.
Hoy, cuando alguien renace, inmediatamente tienen el Espíritu Santo en
él. Así que ahora, como creyente, la sanidad fluye de adentro hacia afuera,
desde tu espíritu, a tu alma, y después a tu cuerpo físico.
Hoy, todavía oramos para que las personas reciban su sanidad y todavía imponemos
las manos para los que están enfermos. Pero necesitamos saber que Dios quiere
que vivamos en el ámbito donde la vida en nuestro interior impregna nuestra
alma y luego toca nuestro cuerpo. ¡Él quiere que caminemos en Su vida de
resurrección de adentro hacia afuera!
Si hay algún obstáculo, es a causa del alma (que es el puente entre el
espíritu y todas las demás partes de la vida). Esto significa que la mente
necesita renovarse. Si el alma es gobernada por tus sentidos, te volverás
consciente de tus pecados, fracasos, dolencias corporales y tinieblas en este
mundo. Sin embargo, cuando se predica la vida de resurrección de Jesús y lo que
significa, las mentes de las personas serán hechas libres.
El pastor Prince cierra el servicio enfatizando la importancia de poner
nuestras mentes en el Espíritu y ser conscientes de nuestra justicia de Dios en
Cristo por fe, porque eso es lo que desencadenará la vida de resurrección de
Jesús en cada parte de nuestro ser: espíritu, alma, y cuerpo.
El pastor Prince también oró por personas con:
- Quistes
en el útero
- Obstrucción
en las arterias
- Visión
borrosa
- Problemas
en las articulaciones
Toda sanidad puede resistir la prueba de la ciencia médica. Por favor
regresa con tu médico para verificar tu sanidad. Únicamente deja de tomar tu
medicamento cuando tu sanidad haya sido confirmada por informes médicos.
¡Entonces escríbenos para compartirnos tu testimonio!
Oración de salvación
“Padre Celestial, te doy gracias por el regalo de Tu Hijo, Jesucristo.
Te doy gracias porque Cristo murió por mis pecados en esa cruz, fue sepultado y
al tercer día, lo resucitaste de entre los muertos. Y esa misma vida ahora se
libera dentro de mí porque Jesucristo es mi Señor y mi Salvador. Te agradezco,
Dios y Padre, que la vida que levantó a Jesús de entre los muertos ahora está
dentro de mí y está impregnando mi espíritu, alma y cuerpo. Te doy gracias,
Dios y Padre, en el nombre de Jesús, amén”.
Oración final
“Esta semana que viene, dondequiera que vayas, el Señor Jesucristo vele
por ti y te proteja, y te guarde como un pastor cuida de sus ovejas. Él te
proteja a ti y a tu familia del virus COVID-19, de toda infección, de toda
enfermedad. Él te guarde y proteja a ti y a tus seres amados durante esta
semana de todo peligro y daño y del día malo. El Señor te proteja y te guarde
de todo el poder del maligno. Él es tu buen Pastor y durante toda esta semana,
ciertamente — no tal vez — Su bondad y Su gracia y misericordia te seguirán.
Alabado sea el nombre de Jesús. Amén.”
POSEE O ADUEÑATE DE LA PALABRA (aplicación en la
vida)
¿Hay un área en tu vida en la que no ves manifestadas las bendiciones y
promesas de Dios? Quizá tus pensamientos y sentimientos estén constantemente
abrumados por la negatividad y la ansiedad. Quizá tus relaciones te traen más
dolor que alegría. Quizá tu cuerpo esté sufriendo de una enfermedad o condición
crónica. Amigo, todas estas son formas de muerte que el enemigo ha tratado de
traer a tu vida.
El Señor quiere que sepas que Él te ha provisto una forma para que
experimentes Su vida de resurrección que erradicará todo tipo de muerte que
puedas estar experimentando.
Muchas veces, cuando estamos pasando por un desafío y oramos por un gran
avance, esperamos recibir un milagro de afuera hacia adentro. Esperamos que
Dios nos envíe un milagro del cielo, o esperamos que cuando un líder de la
iglesia nos imponga las manos, recibiremos sanidad. Si bien estas cosas
suceden, nuestra norma como creyentes es experimentar la vida de
resurrección del Señor, en forma de sanidad física, restauración de relaciones,
bienestar emocional y buen éxito en el trabajo, de adentro hacia afuera.
Dondequiera que va la revelación de la justicia, brota la vida de
resurrección. La medida en que creemos que somos justos en Cristo por la fe es
la medida en que veremos la vida de resurrección fluyendo en cada área de
nuestra vida, desde nuestro espíritu hasta nuestra alma y a nuestro cuerpo
físico.
Muchas veces, el problema está en el alma (nuestros pensamientos y
emociones), que es el puente entre el espíritu y el cuerpo. ¿Está tu alma
abrumada por tus sentidos, habiéndote vuelto más consciente de tus fracasos y tus
circunstancias que de tu justa posición en Cristo?
No te sientas condenado por ello. En vez de eso, simplemente comienza
a fijar tu mente en el hecho de que tú eres la justicia de Dios en Cristo.
Esta semana, comienza tu día con un devocional diario basado en la gracia que te
recuerde lo amado que eres para el Señor. En tu ir y venir diario o en tu
tiempo libre en casa, escucha sermones que te recuerden la obra perfecta de
Jesús en la cruz que te ha hecho justo en Él. Pasa tiempo en la Palabra de Dios
para contemplar la belleza de Jesús, y ver que cómo Él es justo, favorecido,
exitoso, saludable y entero, así eres tú en este mundo.
A medida que llenes tu mente con la verdad de tu posición justa en
Cristo, estarás permitiendo que la vida de resurrección en tu espíritu permeé
en tu alma (la mente y el ámbito emocional). Entonces comenzarás a ver que la
vida de resurrección también fluye hacia tu cuerpo físico, trayendo sanidad,
fuerza y plenitud. Esto es lo que significa experimentar la bendición en 3
Juan 2: “¡para que seas prosperado en todas las cosas y tengas salud, así
como prospera tu alma”!
¡Esperamos que estas notas de sermón te hayan bendecido!
Traducido por Claudia Juárez Garbalena
© Copyright JosephPrince.com 2021
Las notas de este sermón fueron tomadas por voluntarios durante el
servicio. No son una representación literal del sermón.
Buenas noches apreciada hermana Claudia!!
ResponderEliminarHoy requería una palabra cómo esta.
Sabes? En el año 2015, el Señor me dió para sanar el cuerpo, Romanos 8:11.
Y ha sido una gran bendición para mí, cada vez que soy atacado a través de alguna enfermedad. La misma, al escuchar esa Palabra, que es del Señor, tiene que huir.
Me ayuda a reforzar este excelente mensaje, lo revelado en aquél momento a mi espíritu por el Señor, el hecho que es de adentro hacía afuera que el Señor me bendecirá.
Gracias por ese gran trabajo que usted hace!
He leído algunos libros por usted publicados. Me gustan mucho los de Bullinger, y entre otros de autores diversos, Mi Vecino Jesús.
Me he interesado también, por los oriental ismos.
Gracias infinitas a Dios, por darle a usted y su equipo esos talentos para servirle a Él.
Shalom Shalom!!
Bendito nuestro Abba! Bendiciones hermano y paz shalom a usted y su hogar!
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