Guerra espiritual. De Joseph Prince
Efesios 6:12 Porque no
tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
No sé si te has dado
cuenta, pero estamos en guerra. En el mundo de hoy muchos de nosotros tenemos
acceso a doctores, hospitales y diferentes remedios y tratamientos. Y como podemos
recurrir a Google para informarnos sobre nuestros síntomas y averiguar las
posibles causas y opciones de tratamiento, es fácil que olvidemos que existe un
reino invisible. Es fácil olvidar que hay un enemigo real y que cuando estamos
recibiendo un ataque en nuestro cuerpo, puede haber fuerzas espirituales
involucradas.
Hay un enemigo que quiere
destruirnos, que quiere oprimirnos con la enfermedad e impedirnos recoger la
cosecha de salud y vida divinas que tenemos como herencia como creyentes. No
digo que todas las enfermedades las causen espíritus, pero no olvidemos que los
espíritus existen. El evangelio de Lucas cuenta cómo nuestro Señor Jesús sanó a
una mujer que había estado oprimida por un “espíritu de enfermedad” (Lucas 13:10-17).
Ella llevaba dieciocho años encorvada y sin poder enderezarse. Nuestro Señor
Jesús mismo dijo que se debía a que satanás la había atado.
Gracias a Dios por los
doctores y enfermeras que han dedicado sus vidas a cuidar los enfermos, a
prevenir enfermedades y aliviar los sufrimientos de sus pacientes. Son una gran
bendición y creo plenamente que Dios puede obrar a través de ellos. Pero hay un
límite a lo que los médicos pueden hacer cuando hay fuerzas espirituales
involucradas, y no podemos emplear medios naturales para luchar contra las
fuerzas sobrenaturales.
El apóstol Pablo escribió
que nuestra lucha no es contra carne ni sangre. Nuestra guerra es espiritual. A
la mayoría, la guerra espiritual le trae a la mente participar en feroces
batallas contra el diablo. Pero, hace algunos años, cuando escribí un libro
titulado “Guerra Espiritual” ¿sabes qué imagen elegí para la portada del libro?
Una foto de un hombre en una tumbona en la playa, con los brazos cruzados
relajadamente detrás de la cabeza.
Es importante señalar que
todo el pasaje de Efesios 6 sobre la guerra espiritual nos dice una y otra vez
que estemos “firmes” y menciona la lucha solo una vez, cuando nos dice que no “tenemos
lucha contra carne y sangre” (Efesios 6:11-14). Nuestra lucha es la lucha por
mantenernos en reposo y creer que la obra ya ha sido terminada. El único
trabajo es el de entrar en el descanso que nuestro Señor Jesús compró para
nosotros en la cruz (Hebreos 4:11).
El pensamiento de hoy
La Palabra de Dios nos
dice que lo que nos corresponde es estar quietos y ver la salvación del Señor (Éxodo
14:13; 2 Crónicas 20:17). Estemos firmes en la victoria que Cristo nos ha dado,
en lugar de intentar derrotar a un enemigo que ya ha sido derrotado en la cruz.
La oración de hoy
Padre, gracias porque,
sean cuales sean los pensamientos, ideas o síntomas que me oprimen, puedo estar
firme en la gran verdad de que la victoria está firmemente asegurada por la
obra consumada de Jesús. Gracias porque mi única lucha consiste en permanecer
en reposo, sabiendo que el enemigo ya ha sido derrotado en la cruz. Gracias por
qué, por ser hijo tuyo, solo tengo que estar quieto y ver tu salvación. Amén.
Lectura del libro "El poder sanador de la Santa Cena", de Joseph Prince
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