Donaciones
Fuera de México:

Check out with PayPal

Principios prácticos cotidianos para andar en la gracia. De Julieta Burone

 Amada Iglesia:

Comparto con ustedes el siguiente escrito de mi amada hermanita Juli Burone. El audio es leído hermosamente por su hijita Emmy de 10 añitos. Te invito a escucharlo y/o a leerlo como si una buena amiga te hubiera invitado un café o un mate 😄 con una rica rebanada de pastel mientras disfrutas de lo que ella conversa. Confío que con la gracia de Dios este escrito bendecirá y sanará tu corazón.

Dios te bendiga.

En Su amor,

Claudia Juárez Garbalena

 

Principios prácticos cotidianos para andar en la gracia

Julieta Burone

Mi objetivo a través de este pequeño escrito es ayudarles dándoles principios de la palabra de Dios y claves prácticas que podemos aplicar cada día y que realmente van a marcar un antes y un después.

En primer lugar, me gustaría honrar las vidas de personas preciosas que el Señor usó para enseñarme y darme ánimo en momentos transcendentales para mí. Sin ellos, no estaría hoy escribiendo para ustedes. Muchas gracias, Joseph Prince, Joyce Meyer y Claudia Juárez Garbalena. Lo he dicho antes y lo vuelvo a decir, lo primero que quiero hacer en el cielo, después de abrazar por algún tiempo a mi dulce Salvador, es correr a abrazar a cada uno de ustedes y darles gracias por haberse mantenido firmes y haber sido de tanta bendición para mi y para mis amados.

He podido observar, a lo largo de mi caminar con Jesús, que el disfrutar de la vida diaria parece ser un desafío que tenemos todos, y después de haber pasado por algunas cosas, he llegado a la conclusión de que la actitud lo es todo. ¿Saben? No son las circunstancias lo que nos hacen infelices, es la actitud que decidimos tener frente a las circunstancias. Lo que ocurre es que, una actitud correcta nace de un pensamiento correcto. Necesitamos permitir que nuestra manera de pensar sea transformada y llegar a pensar cómo Dios piensa acerca de nosotros mismos y de las cosas. Necesitamos priorizar el pasar tiempo con Jesús y ser transformados a su misma imagen, no con esfuerzo propio, sino a través de su Espíritu Santo.

Cuando pasamos tiempo con Jesús, disfrutando de su amor, recibiendo su Gracia, conociendo quienes somos en él, conociendo el corazón de amor de Dios y cómo él quiere ser un buen Papá proveedor y protector para nosotros, nuestros pensamientos comienzan a alinearse con Sus pensamientos y nuestra actitud comienza a cambiar. Como suele decir el pastor Prince, se trata de creer correctamente.

Sin embargo, uno de nuestros principales desafíos parece ser las emociones. Y es que las emociones son reales. Simplemente están ahí. Pero no podemos permitir que ellas nos gobiernen, como tampoco podemos esperar sólo a sentir ganas, necesitamos tomar la decisión de hacerlo a propósito y ser radicales. Hacer lo correcto porque es correcto lo sintamos o no. Necesitamos despertar cada mañana y, en lugar de quejarnos, buscar motivos para agradecer a propósito. En mi caso, algo que me ha ayudado muchísimo es hablar con Jesús al respecto y decirle "Señor, te agradezco por un nuevo día para ver tu bondad en mi vida. ¡Éste será un gran día! ¡Vamos a disfrutarlo juntos! Gracias Jesús por estar conmigo y nunca dejarme. Sin importar los desafíos que pudiera enfrentar hoy, quiero tener la actitud correcta y hacer todas las cosas para vos, en respuesta a tu amor por mí. ¡Ayúdame Señor! Ayúdame a recordar que soy profundamente amada, altamente favorecida y muy bendecida. Yo soy la justicia de Dios en Cristo".

Nuestras emociones siempre van a seguir a lo que creemos y hablamos. Puede que nos lleve un tiempo, pero necesitamos comenzar en algún lugar y he encontrado que éste es un principio muy poderoso. Realmente nos ayuda ser personas agradecidas y buscar razones para serlo a propósito.

La mayoría de nosotros somos muy bendecidos, pero nos acostumbramos y damos por sentado cada detalle de amor de nuestro Papi Dios. El sólo hecho de poder despertar cada mañana y abrir nuestros ojos para ver la hermosura de las plantas, el sol, el cielo, los pajaritos; poder levantarnos sin ayuda y respirar sin necesitar de un aparato que nos suministre oxígeno; ¡todas esas son bendiciones asombrosas! Se que hay desafíos, todos los tenemos; pero he encontrado que la alabanza y la gratitud nos ayudan a avanzar más rápido y con una mejor actitud. La queja nos detiene.

Nuestras palabras tienen poder. Dios nos creó a su misma imagen. Así es nuestro Dios: cuando él quiere ver algo bueno, usa sus palabras y habla primero. Cada uno de nosotros disfruta de cosas buenas en la vida en la medida en que las habla. Jesús mismo habló antes de hacer cualquier milagro. Él dijo: "Yo soy la luz del mundo" antes de abrir los ojos de un ciego. Jesús ya no está caminando en este mundo pero estamos nosotros, la Iglesia, que somos su cuerpo. Hoy nosotros somos la luz del mundo y, al igual que Jesús, debemos hablar primero. Proverbios 18:21 nos dice "La muerte y la vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán de sus frutos".

¡Nuestro Papi Dios realmente quiere que disfrutemos la vida que Jesús murió para darnos! Pero no es algo que ocurre por accidente, es una decisión que tomamos a propósito.

Personalmente, llegué a un punto en mi vida cuando le dije a Jesús: "Señor, yo realmente quiero disfrutar la vida plena y abundante que me diste. Quiero llegar al lugar donde me encuentre diciendo "Es taaaan bueno estar vivo"… No quiero sólo pasarla, quiero disfrutar de todo! ¡Ayúdame por favor!"

Cuando conocemos quienes somos en Cristo; cuando sabemos y creemos que, sin importar nuestro desempeño, nuestro Papi Dios siempre está muy complacido y nos ama apasionadamente; entonces tenemos la confianza para afrontar cada circunstancia con valentía, sabiendo que Dios es por nosotros y que todos los recursos del cielo están a nuestro favor.

En éste punto, me gustaría usar las mismas palabras del Pastor Prince para decirles que, no es suficiente con saber, necesitamos creer que realmente somos amados, cada uno de nosotros de manera individual. Nuestro Dios es muy íntimo y personal. ¡Él ama tener detalles con nosotros! Pero una verdad no nos ayuda si no la creemos.

Hoy, a causa del intercambio divino que hubo en la cruz, podemos tener la osadía de decir "Yo soy la amada o el amado de Dios" y esperar confiadamente a ver Su bondad en nuestras vidas cada día, sin importar las veces que fallemos o nos equivoquemos. ¡Como es Jesús somos nosotros en este mundo! Vivimos por fe, y la fe es tener una buena opinión de Dios. ¡Él es bueno todo el tiempo y tiene los mejores pensamientos y planes de bien para nosotros!

Somos justos en Cristo, la justicia de Dios en Cristo, sin importar nuestro desempeño. ¡Esa es nuestra identidad!

En la cruz, Jesús tomó nuestro lugar de pecado para que pudiéramos tomar su lugar de Justicia como un regalo por la fe en su sangre; y si es por fe, no es por obras, de otra manera la fe ya no sería fe…

Cuando recibimos a Jesús como nuestro Señor y Salvador, Dios el Padre toma todo lo que es Jesús y lo pone a nuestra cuenta. Nuestra verdadera identidad es justicia de Dios en Cristo. No recibimos Su justicia por medio de nuestras obras de justicia, sino como un regalo. No hicimos nada para obtenerla, por lo que tampoco hay nada que podamos hacer para perderla. No depende de nuestra obediencia, sino de la obediencia de Jesús en la cruz. ¡No se trata de nosotros sino de Jesús! Él vino a darnos una justicia eterna que no se ve alterada por el pecado. Siempre somos igual de justos ante los ojos de Dios. Siempre estamos bien con Dios. Creer y confesar que somos justicia de Dios en Cristo aun cuando fallamos, nos da el poder para vencer todo pecado y mal hábito. ¡Recibir Su gracia y su regalo de justicia nos lleva a reinar en vida!

Como pueden ver, se trata de creer correctamente. Creer correctamente nos va a llevar a tener la actitud correcta y vivir correctamente. Llegamos a vivir vidas que glorifican a Jesús y honran su gran trabajo en la cruz sin siquiera darnos cuenta.

Necesitamos ser edificados, cimentados y arraigados en Su regalo de justicia y en Su amor si queremos vivir la vida plena y abundante que Jesús nos hizo disponibles, libres de todo estrés, ansiedad y temor.

 "En justicia serás establecida; lejos de ti estará la opresión y a nada tendrás que temer; el terror se apartará de ti y no se te acercará; si alguien viniere contra ti, no será de mi parte; cualquiera que te ataque caerá ante ti [..] Ningún arma forjada contra ti prosperará". (Isaías 54:14)

"En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor" (1 Juan 4:18)

El perfecto amor aquí es Su amor por mí, por cada uno de nosotros, y no nuestro amor por Él.

El versículo anterior al citado de Isaías 54, nos dice "Todos tus hijos serán instruidos por el Señor y grande (multiplicado en ellos) será su bienestar (shalom)". No sé a ustedes, pero a mi, que tengo niñas pequeñas, éste versículo me alentó muchísimo porque realmente me preocupaba el bienestar de mis hijas.

Claves/ principios prácticos cotidianos

Me gustaría comenzar con el que considero, el principio más importante, además de ser agradecidos a propósito:

1-    Entrega al Señor todas tus preocupaciones, inquietudes y ansiedad.

[...] "No se preocupen por nada, antes bien, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios que sobrepasa entendimiento; y la paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús" (Filipenses 4: 4-8).

Cuanto más aprendamos a soltar nuestras preocupaciones y ansiedades en manos de aquel que nos ama y se ocupa de nosotros, mayor nivel de paz, gozo y prosperidad en todas las áreas vamos a experimentar.

1 Pedro 5:6-8 nos dice "Dios da gracia a los humildes. Humíllense, pues (sean humildes), bajo la poderosa mano de Dios [...] echando toda su preocupación, toda su ansiedad, todas sus preocupaciones y todas sus inquietudes, de una vez por todas, sobre Él, porque Él se preocupa por ustedes con profundo afecto y los cuida con gran esmero (sumo cuidado y atención diligente en hacer las cosas con perfección). Sean prudentes y manténganse atentos (en echar toda preocupación en manos del Señor) porque su enemigo, el diablo, anda como un león rugiente buscando a quien devorar". En otras palabras, cuando rehusamos preocuparnos y le entregamos al Señor toda inquietud y ansiedad, sabiendo y creyendo que él tiene cuidado de nosotros, nos volvemos indevorables. El diablo no puede incursionar en la vida de un creyente que permanece en descanso.

Podemos elegir tener una buena opinión de Dios y enfrentar la vida con valentía, con la fe de un niño, creyendo que Dios es bueno. Él es el mejor Papá del mundo entero y realmente está atento a nosotros. Se deleita en cada detalle de nuestras vidas. Podemos comenzar cada día con una confiada expectativa del bien, sabiendo que solamente el bien y su gracia nos persiguen. Personalmente amo comenzar cada día reconociendo que Él está conmigo y darle las gracias por su gran amor por mí.

Hubo un tiempo en mi vida donde la oscuridad invadió mis pensamientos y en lo primero que pensaba cada mañana era en que llegara la noche para acostarme de nuevo. No había gozo ni expectativa positiva de nada en mi. Yo no amaba mi vida ni sentía que era capaz de disfrutar de nada. Crecí en un entorno donde disfrutar era sinónimo de perder el tiempo. Llegué a pensar que necesitaba ganarme todo en la vida y defenderme a mí misma porque nadie más iba a hacerlo, así que, si en algún momento me encontraba descansando o intentando disfrutar de algo, inmediatamente comenzaba a pensar "¿Que estoy haciendo? Tendría que estar trabajando". Pero el Señor transformó a tal punto mi vida y mi manera de pensar que, actualmente comienzo cada uno de mis días con gozo diciéndole:

"¡¡Buen día Papi Dios, buen día Espíritu Santo… Buen día mi dulce Salvador!! ¡¡Gracias por estar conmigo hoy!! Gracias por éste hermoso día nuevo que hiciste para mi hoy y por todos tus detalles de amor. Gracias por cuidarnos durante la noche y por el hermoso descanso que tuvimos. ¡¡Éste será un gran día Señor!! ¡Vamos a divertirnos mucho juntos! ¡¡Gracias Jesús!! ¡¡¡Amo mi vida!!! ¡¡¡Amo la vida que me diste!!! ¡Gracias por tu regalo de justicia! ¡Yo soy la justicia de Dios en Cristo y así como es Jesús soy yo en este mundo! Papi Dios, hoy voy a ver tu bondad, ¡tu favor y tu respaldo en mi vida!", y luego continuó en una conversación de amistad con Jesús. Le digo: "¿Qué vamos a desayunar Señor?... ¿Qué te parecen unos mates juntos?"… Realmente amo tomar unos mates con Jesús junto a mi ventana y conocerle más. Comenzar cada día consciente de su amor por mi y disfrutar de leer su Palabra. Le pido a Papi Dios sabiduría para el día, para cada detalle de la vida cotidiana, y espíritu de sabiduría y revelación para conocer más a Jesús y ser cimentada en Su amor y en Su regalo de justicia.

Sin importar los desafíos que tengamos que enfrentar cada día, podemos elegir disfrutar de nuestras vidas y divertirnos con Jesús. ¡Él es muy divertido! Podemos disfrutar incluso de estar en casa con niños y los mismos quehaceres diarios todos los días. No necesitamos esperar a ver nuestros objetivos cumplidos, o esperar las vacaciones de verano, o esperar a que las personas a nuestro alrededor cambien para ser felices. Podemos ser felices en el camino. Podemos disfrutar de cualquier cosa si decidimos hacerlo para Jesús, en respuesta a su amor por nosotros. ¡El Espíritu Santo es un genial amigo! Y está con nosotros siempre para ayudarnos y enseñarnos. Nuestro Dios es un Dios bueno que quiere que disfrutemos la vida.

Realmente creo que aprender a soltar nuestras preocupaciones en sus manos de amor y elegir entrar en su reposo cada vez que una nueva preocupación surja, es lo más poderoso que podemos hacer. Proclamar con nuestras bocas sus promesas, alabar, orar en lenguas, recibir la comunión cada día, permanecer escuchando mensajes de Gracia, son cosas importantísimas y que realmente marcan la diferencia, pero he visto que nada de eso parece "funcionar" cuando nuestro corazón no está en reposo. El pastor Prince dice que "Un creyente que permanece en reposo, que sigue la actividad dirigida por el Espíritu Santo y atiende sus cosas pero lo hace con un corazón en descanso, sabiendo que el Señor está a cargo, es un creyente indevorable y victorioso", y verdaderamente es así…

En una de sus prédicas, el Pastor Prince habla acerca de hacerlo como un juego. De atraparnos a nosotros mismos cada vez que nos estamos preocupando e incluso ayudarnos los unos a los otros. Necesitamos crecer en esta revelación del descanso porque descansar es lo más santo y poderoso que podemos hacer. Es una posición de poder. Yo realmente quiero ir cada vez más alto en un nuevo nivel de descanso porque el descanso encuentra Gracia, así que le pedí ayuda al Espíritu Santo, y cada vez que surge un nuevo pensamiento de preocupación, se lo entrego a Jesús y entro en su reposo nuevamente. Hay tiempos en los que suelo decirle varias veces al día, "Señor, estás a cargo de esto. Te lo entregué. Está en tus manos. Rehúso preocuparme". Y cito el versículo "No permitas que tu corazón se turbe ni tenga miedo". No he llegado todavía al lugar donde me gustaría estar. Aún hay cosas que me sacan de mi reposo, pero estoy en camino y puedo decirles que cuando crecemos en este aspecto, la vida se hace dulce.

Estoy profundamente agradecida al Señor por enseñarnos estas cosas. No fuimos creados para vivir preocupados, pero vivimos en un mundo donde parece que preocuparse es sinónimo de amar. Incluso pude ver que, muchas veces, la preocupación nace de un corazón de amor. Hubo un tiempo donde me preocupaban mis hijas porque ellas son muy especiales para mi corazón. De hecho, recuerdo que fue justamente eso lo que desató en mí un huracán de temores, ansiedades, ataques de pánico, y una profunda oscuridad años atrás. Nuestra hija más chiquita, Josefina, tenía 5 meses cuando se enfermó de bronquiolitis y comencé a estar preocupada por ella y por toda clase de cosas. No quería escuchar acerca de nadie que tuviera algún problema porque el temor y la preocupación se apoderaban de mí como una densa oscuridad y experimentaba a menudo ataques de pánico en los que sentía que no podía respirar. No descansaba en las noches, ni comía bien durante el día, y sumado a eso, tenía toda clase de creencias erróneas. No sabía quién era en Cristo ni cuán amada soy. No conocía a Dios como mi Papi Dios y tampoco conocía a Jesús ni su corazón de profundo amor por mí. Había oído a algunos predicadores y estábamos asistiendo a una iglesia, pero nunca me habían revelado el amor de Jesús ni su regalo de Justicia. Mi corazón y mis pensamientos estaban repletos de ansiedad, temores, angustia, culpa, vergüenza y condenación. Estaba intentando agradar a Dios y me encontraba que no podía parar de fallar. Yo realmente necesitaba aprender a recibir su amor y su Gracia y conocer mi verdadera identidad en Cristo.

Pablo nos da otro secreto en Filipenses 4 y continúa diciendo: "Concéntrese en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza". ¡Guaaau!!! ¡¡No puedo siquiera comenzar a decirles cómo este versículo salvó mi vida!! El Señor comenzó a transformar mi manera de pensar. Al principio era todo un desafío porque estamos acostumbrados a entretener nuestras mentes en todo lo malo que podría pasar. Con frecuencia me encontraba pensando en todos los "y si..." que pudieran existir, pero El Espíritu Santo comenzó a recordarme una y otra vez, y poco a poco mi manera de pensar empezó a ser transformada. Aprendí a través de Joyce Meyer, y a través del Pastor Prince que el temor opera con el mismo principio que la fe. La fe cree en el corazón y después habla con la boca. La fe es tener una buena opinión de Dios y esperar con una confiada expectativa del bien a que cosas buenas ocurran. El temor, por otro lado, cree que algo malo puede llegar a pasar y después habla con la boca acerca de eso. El temor nos roba la paz y nos lleva a tomar decisiones equivocadas. También comencé a notar que cuando permitimos entretener nuestros pensamientos con todos los "y si..." (tiempo futuro) o con todos los "si tan solo..." (tiempo pasado) que pudieran venir a nuestras mentes, se genera automáticamente ansiedad en nuestros corazones.

"Cuando Dios dio maná a los hijos de Israel, se los dio a diario. Él no nos da el pan de mañana hoy. Sólo nos da provisión suficiente para hoy. No trates de vivir la semana que viene hoy. No hay provisión y gracia para la semana que viene hoy. Sólo hay gracia para hoy. Cuando mañana llegué, su gracia estará ahí para mañana. Vive un día a la vez, amado". (Fragmento "Vive la vida dejando ir", Joseph Prince).

Es interesante destacar que, de todas las bendiciones que nuestro Señor Jesús podría darnos, él dijo "Ven a mi [...] y yo te daré descanso" (Mateo 11:28-30) El mismo pasaje en la versión MSG dice así: "¿Estás cansado?, ¿Desgastado?, ¿Quemado por la religión? Ven a mí. Camina conmigo y recuperarás tu vida. Yo te mostraré cómo tomar u verdadero descanso. Camina conmigo y trabaja conmigo, mira cómo lo hago. Aprende los ritmos no forzados de la gracia. Yo no pondré nada pesado o desajustado sobre ti. Hazme compañía y aprenderás a vivir libre y livianamente". Muy hermoso, ¿verdad? Amo conocer a Jesús y su corazón de amor. ¡Él es tan genial! Las personas creemos que no tenemos tiempo para disfrutar de su compañía y de los detalles de la vida. Andamos apresurados, siempre corriendo. Pero Jesús siempre estuvo en completa paz, tranquilo, siguiendo el ritmo de la Gracia. Nunca se apresuró. Siempre tenía tiempo para todo y nunca estaba estresado. Él completó la mayor y más grandiosa obra en tres años y medio.

La característica principal de la Gracia es que siempre está supliendo. Nuestro dulce Salvador ama hacer todo por nosotros, en nosotros y a través de nosotros. Él quiere ser el eterno hacedor. Sin excepción, el menor es bendecido por el mayor. Nuestra parte es permanecer en él y descansar. Ocurre que somos criaturas de acción. Aunque suene sencillo, descansar puede llegar a ser un gran desafío. Nos resulta difícil descansar cuando vemos que nada alrededor parece estar cambiando.

"Es más fácil para un niño pequeño recibir y depender del amor de Dios, pero a medida que crecemos y nos cansamos de experiencias negativas, decepciones y reveses, nuestros corazones están condicionados a ser menos confiables y menos creyentes. Así que nos aferramos a preocupaciones sin darnos cuenta de que es eso mismo lo que nos destruye" (Fragmento "Vive la vida dejando ir" Joseph Prince).

Pero, después de haber hecho la prueba por algún tiempo, puedo decirles que ciertamente "el que cree en él, de ninguna manera será puesto en vergüenza" (Romanos 10:11). Simplemente, Jesús no va a permitir que seamos avergonzados cuando nuestro corazón está confiando en él. ¡Es su reputación!

"No temas, porque no serás avergonzada. No te turbes, porque no serás humillada" (Isaías 54:4).

Es por eso que necesitamos pasar tiempo con Jesús y conocer su corazón de amor que sobrepasa nuestro entendimiento. Conocer sus caminos. Al menos unos minutos, pero necesitamos encontrar un momento en el día para apartarnos de todo el ajetreo diario y permitirnos conocer a la persona que nos ama incondicionalmente y que tiene el mejor interés para nosotros. ¡En verdad conocerlo es vida!

¿Saben?, en ocasiones amaría que las personas fuéramos más listas, pero la realidad es que la mayoría de nosotros no apartamos tiempo a propósito para Jesús hasta que pasamos por cosas y nos damos cuenta de que en verdad lo necesitamos. Hay muchas distracciones y todo alrededor grita pidiendo nuestra atención. Es especialmente difícil cuando tenemos niños pequeños y un hogar del que cuidar, o cuando estamos sobrecargados de trabajo; pero ¿me permiten compartirles un secreto? Cuando priorizamos nuestro tiempo de intimidad con Jesús, el resto del tiempo parece rendirnos más. Lo he visto una y otra vez. Encuentro que después de pasar algún tiempo con Jesús soy refrescada y fortalecida, y puedo hacer muchas más cosas en menos tiempo y con una mayor medida de Gracia, e incluso me sobra tiempo. Es como si fuera él haciéndolo por mi. Mientras más ocupado parezca el día más lo necesito.

Nuestro Dios es genial. Él no nos pide que hagamos algo por él mismo. Siempre es por nuestro bien. De hecho, Dios no hace cosas malas, la mayoría de las veces es nuestra manera de pensar o nuestros propios errores lo que nos mete en problemas; pero aun así, Dios es fiel.

Jesús prometió jamás dejarnos. Él realmente está con nosotros siempre. Todo el tiempo. Pero también es un caballero. No va a involucrarse si no se lo permitimos. Él está esperando a que se lo entreguemos y permitamos que sea Dios, mientras nosotros descansamos recostados en su corazón de amor. Cuando nosotros descansamos, él trabaja. Cuando nosotros trabajamos, él descansa. No se ustedes, pero he encontrado que obtengo muchos mejores resultados cuando permito que sea él quien trabaja.

Ahora bien, he llegado a la conclusión de que el descanso, esta actitud interna del corazón, está íntimamente relacionado con conocer quiénes somos en Cristo y cuán completamente perdonados hemos sido. Por otro lado, el ser agradecidos a propósito parece ser la vía más rápida para entrar en su reposo cuando algo comienza a preocuparnos o comenzamos a sentir esa agitación por dentro. Pero, ¿Cómo aplicamos esto en la batalla real de la vida, cuando los pensamientos negativos y de temor comienzan a bombardear nuestras mentes sin parar? Bueno, como suele decir el Pastor Prince, un pensamiento, sana a otro pensamiento. No podemos simplemente tener una actitud pasiva y dejar que toda la basura sea arrojada a nuestra mente. El ataque es espiritual por lo que no podemos vencer con armas naturales o con la lógica, necesitamos usar la espada del Espíritu y negarnos a ser vencidos sin importar lo inmenso que pueda parecer esa densa oscuridad que intenta apoderarse de nuestra mente. Y es aquí donde reconocer quienes somos en Cristo y cuál es la autoridad que nos ha sido dada juega un papel importante. El temor es real pero nuestro Dios es más real y él ha vencido por nosotros. Solo necesitamos permanecer firmes. Entonces, ¿Cómo lo hacemos? Ésta es la manera en que el Señor me enseñó a hacerlo: En el mismo momento en que los pensamientos de temor y ansiedad comienzan a llegar, se lo entrego rápidamente a Jesús y luego le digo "Gracias Señor, estás a cargo. Rehúso preocuparme porque sé que me amas profundamente y que estás cuidando de mí y de cada detalle de mi vida. Sé que estás cuidando de mis amados también. Gracias Jesús."

Comienzo a darle gracias por todo lo que pueda agradecerle, a cantar en lenguas o a cantarle una canción, y a proclamar escrituras que contrarresten los pensamientos de temor; simplemente comienzo a poner mis ojos en él y en lo grandioso que él es. Descubrí que es muy difícil poner nuestros ojos en Jesús y a la vez en las cosas que pueden llegar a preocuparme. Si me enfoco en Jesús, él se hace más grande que cualquier temor. Se trata de sacar los ojos del temor y de mí misma para ponerlos en él; y mientras lo hago, el Espíritu Santo me transforma a Su misma imagen y, ¿Saben? ¡Jesús es muy valiente!

Algo que me ayuda muchísimo también, es pedirle al Espíritu Santo ideas creativas para ser una bendición a otros cada día; y esto es algo que decidí hacer a propósito hace algún tiempo, cuando él comenzó a enseñarme estas cosas. Encontré que al estar ocupando mi mente en Jesús y en ser una bendición a los demás, no solo logro sacar mi mente de mí misma y de los temores, sino que además el gozo y la paz invaden mi corazón y mi mente a rebosar. ¡Es tan genial bendecir a otros! Y podemos hacerlo de múltiples maneras, cómo ayudando a alguien en alguna necesidad específica, alentando a alguien, sonriendo, mirando a los ojos a las personas cuando nos hablan, saludando cuando vamos por la calle, preparando alguna rica comida para nuestros amados, o haciendo un regalo a alguien más, entre otras muchas formas. Siempre hay alguien que necesita algo que nosotros tenemos. Por ejemplo, puede que alguna mamá soltera con niños pequeños necesite salir a caminar o acostarse a descansar y no tenga quien le cuide a sus niños un ratito, o que a alguna mamá se le haya roto el lavarropas y podamos ayudarle a lavar en el nuestro… El Espíritu Santo siempre sabe quién necesita ayuda y tiene las mejores ideas. Si se lo pedimos, él nos posiciona en el lugar y momento correcto para ser una bendición a los demás también. Pero necesitamos hacerlo a propósito. Tomar la decisión de no volver a la cama ese día sin haber bendecido a alguien más; y ¿saben?, mientras lo hacemos, nuestro Papi Dios va a cuidar de nosotros. Va a atender nuestras necesidades también. Además, el ser generoso atrae múltiples bendiciones a nuestras vidas.

Escuché esto al Pastor Prince, y desde entonces lo aplico a diario y realmente los animo a hacerlo también porque es asombroso el resultado: El orar por espíritu de sabiduría y revelación para conocer a Jesús es otra de las cosas que va a permitirnos ser cimentados, establecidos, afirmados en Su amor y Su regalo de justicia.

Conocer quiénes somos en Cristo nos da el denuedo para pararnos firmes ante las distintas adversidades de la vida y poseer nuestra herencia. Disfrutar realmente de todo lo que Jesús ganó para nosotros en la cruz.

Las adversidades o circunstancias difíciles van a venir. Es nuestra decisión cómo vamos a responder a ellas. Podemos ser lastimosos o victoriosos, pero nunca las dos cosas. O nos paramos firmes sabiendo que somos hijos profundamente amados, altamente favorecidos, completamente perdonados, siempre justos en Cristo, y poseemos nuestras posesiones; o somos guiados por nuestras emociones y por lo que sentimos o dejamos de sentir cada día. Una postura produce una vida de victoria, y la otra, una vida de derrota. Es nuestra elección.

Que tan osados y valientes seamos va a depender en gran medida del nivel de intimidad que tengamos con Jesús. Mientras más lo conozcamos a Él, y más conozcamos quienes somos en Él, mayor valentía y firmeza vamos a tener a la hora de reclamar lo que es nuestro. "Desde los días de Juan Bautista hasta ahora, el Reino de Dios es cosa que se conquista, y los más decididos son los que se adueñan de él." (Mateo 11:12 BLA).

Una vez que sabemos y creemos que, sin importar las veces que fallemos, siempre somos igual de justos y aceptos, que nuestro Papi Dios siempre está muy complacido y nos ama apasionadamente aún antes de que hagamos cualquier cosa, nuestra manera de pensar es transformada a tal punto que nunca más volvemos a ser los mismos. Necesitamos conocer cuán profundo es el amor de Jesús por cada uno de nosotros individualmente, y "Ahora, al que puede hacer muchísimo más de todo lo que podamos pedir o imaginar, por el poder que obra eficazmente en nosotros, a él sea la gloria [...] por los siglos de los siglos, amén." (Efesios 3:20).

Otro punto importante a destacar es alegrarnos en el Señor a propósito. Todos nos sentimos atraídos hacia las personas alegres, ¿verdad? ¡Es tan contagiosa la alegría! Personalmente creo que la risa es sobrenatural. Es un arma poderosa. Estoy segura de que el corazón de nuestro Papi Dios se alegra cuando nosotros decidimos alegrarnos a propósito, porque él ama ver a sus amados hijos riendo y disfrutando la vida. No se ustedes, pero yo amo ver a mis hijitas y a mi amado esposo riendo y poder reír con ellos también. Se siente tan bien y bendice tanto a las personas que nos rodean cuando la risa es oportuna. Proverbios 17:22 nos dice: " El corazón alegre es buena medicina (mejora la salud) pero el espíritu abatido (ánimo decaído, abatido, triste) seca (debilita) los huesos".

"No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza" (Nehemías 8:10).

"Éste es el día que hizo el Señor, nos alegraremos y gozaremos en él" (Salmo 118:24).

"Estén siempre llenos de alegría en el Señor, ¡Alégrense! Que todo el mundo vea que son considerados en todo lo que hacen. No se preocupen por nada, antes bien, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz que sobrepasa entendimiento, y la paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús" (Filipenses 4:4-8).

"Ustedes saldrán con alegría y serán guiados en paz" (Isaías 55:12).

Ésta es otra de las claves que el Señor me enseñó cuando comenzó a sacarme de aquella profunda depresión y oscuridad; pero de nuevo, es una decisión que tomamos a propósito. No podemos sólo esperar a ver cómo nos sentimos para alegrarnos o no. Comienza por una decisión que inmediatamente va a modificar la forma en que nos sentimos también, puesto que las emociones siempre siguen a lo que pensamos. Y casi como si las cosas funcionaran en equipo, descubrí que la alabanza y gratitud contribuyen enormemente a la alegría, o, mejor dicho, la alabanza es una forma de gratitud expresada en canción que produce alegría en nuestro corazón. Cuando alabamos, no podemos evitar sacar los ojos de nosotros mismos para ponerlos en Jesús, y nuestros corazones fueron creados para él. Sólo Jesús nos completa y satisface. He visto de primera mano cómo el concentrar nuestra atención en todo lo que no hicimos, lo que hicimos mal, lo que podríamos haber hecho mejor y lo que todavía no logramos; nos produce angustia, ansiedad y depresión… ¡Ay Dios mío! ¡Qué agotador! El sólo hecho de pensar en eso nos produce pesadez. No amados, la respuesta no está en nosotros. Está fuera de nosotros. Se trata de Jesús. Cuando alabamos, somos refrescados, renovados, fortalecidos, llenos del Espíritu Santo y de su sabiduría práctica para vencer los desafíos que podamos estar enfrentando. Es como si el cielo se hiciera más real en nuestras vidas. Cómo si corriéramos en ese mismo instante a refugiarnos bajo la protección de sus alas y quedáramos a salvo de todo mal. El Señor pelea por nosotros y avanzamos mucho más rápido y de manera precisa.

 

Cuando comienzo mi día agradeciendo al Señor por todo lo que pueda agradecer y por cada uno de sus detalles de amor en mi vida, mi corazón comienza a sentir gozo al instante. Es imposible ser agradecidos y a la vez estar amargados y tristes. La gratitud, además, abre para nosotros puertas de bendiciones asombrosas.

Hace algún tiempo, gracias al Pastor Prince y a las geniales traducciones de Claudia Juárez, comencé a aprender acerca de la importancia de recibir la comunión a diario. Lo chequeé en las escrituras y decidimos empezar a tomarla por fe. En primera instancia me pareció una forma genial de poner mis ojos en Jesús y de recordar mi verdadera identidad de Justicia en Él; pero en poco tiempo pude ver Su corazón de amor y amistad detrás del simple acto de recibir la comunión. La ternura de Jesús derrite mi corazón. Él es tan varonil, pero a la vez tan dulce. Es mi guerrero valiente y mi tierno amor al mismo tiempo. Sólo él satisface hasta el anhelo más profundo en mí. Me siento tan segura y confortable en sus brazos. Sé que él nunca va a fallarme ni lastimar mi corazón. ¿Saben?, es como si un mejor amigo les pidiera que hicieran algo especial por él, por un tiempo, hasta que él regrese de un viaje. Puede ser visitar a su mamá o alimentar su mascota… o regar sus plantas... ¿Cuántos de ustedes irían cada día, de ser posible, sólo para mostrar su amor por esa persona y honrar la amistad y confianza que depositó en ustedes al pedirles un favor especial? Bueno, nuestro Señor Jesús nos pidió que hiciéramos sólo una cosa para recordarlo: recibir la comunión.

Es una relación de amor. Recordar a Jesús, su apasionado amor por mí y su impresionante trabajo en la cruz para liberarme y sanarme por completo, es tan hermoso. Pero la comunión es mucho más que eso.

Al participar del pan estamos declarando que Su cuerpo fue partido para que el nuestro fuera sanado. Sus heridas por nuestra sanidad. Somos fortalecidos y rejuvenecidos. Si hay enfermedad, dolor u opresión queriendo entrar en nuestras vidas, no tiene otra opción que irse, porque ya estuvieron en el cuerpo de nuestro Señor Jesús en la cruz. Y ¿saben?, El cuerpo de Jesús nunca estuvo enfermo. Él caminó en esta tierra con salud divina. Jesús es 100% hombre y 100% Dios. La misma salud de Jesús fluye ahora en nosotros.

Al participar de la copa, estamos proclamando la muerte de nuestro Señor en la cruz. Todo nuestro pecado, culpa, condenación y castigo por el pecado cayeron sobre Su cuerpo. Él tomó nuestro lugar para que nosotros pudiéramos tomar el suyo y ser hechos hijos amados de Dios, justicia de Dios en Cristo. Su sangre nos limpió más blancos que la nieve. El pecado había puesto un muro enorme que nos separaba del Dios vivo, pero Jesús terminó con el pecado en la cruz y nos trajo a una relación de amor. Porque él fue condenado y castigado en nuestro lugar, ya no hay culpa ni condenación para nosotros que estamos en Cristo. Fuimos perdonados por completo, una vez y para siempre. Nada ni nadie puede separarnos del amor de Dios. Aun cuando fallamos o nos equivocamos, la sangre de Jesús nos limpia constantemente. Estamos cubiertos. Dios ahora es nuestro Papi Dios y Él nos puso en Cristo. Nuestra identidad es Cristo. Cómo es él, así somos nosotros en este mundo. Al participar de la copa, la misma vida plena y abundante de Jesús fluye en nosotros.

Amo éste nuevo pacto de Gracia bajo el cual estamos por la sangre de Jesús. Estoy muy feliz de vivir en este tiempo y ser parte de esta generación. Amo pensar en el gran amor que Dios tiene por mí.

"Más el herido fue por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo por nuestra paz cayó sobre Él, y por su herida fuimos nosotros sanados" (Isaías 53:5).

"He disipado tus transgresiones como el rocío, y tus pecados como la bruma de la mañana. Vuelve a mí, que te he redimido" (Isaías 44:22).

"Para mí es como en los días de Noé, cuando juré que las aguas del diluvio no volverían a cubrir la tierra. Así he jurado no enojarme más contigo ni volver a reprenderte. Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni vacilará mi pacto de paz" (Isaías 54:9-10) 

"Por lo tanto ya no (absolutamente no) hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús" (Romanos 8:1).

"De cierto, de cierto les digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna; y jamás será condenado (juzgado), porque ya ha pasado de muerte a vida" (Juan 5:24).

"Les escribo a ustedes hijitos (amados hijos) porque sus pecados les han sido perdonados por el nombre de Cristo" (1 Juan 2:12).

Escuché recientemente una canción de Majo y Dan que me gustaría compartir con ustedes porque realmente tiene una letra preciosa. Dice así:

Yo no busco perfección

Ni la gran ejecución

Mi deseo eterno ha sido

El tener tu corazón.

Hijo, deja de intentar,

No hay más nada que ganar

Todo lo que tengo es tuyo

Vuelve a casa a descansar.

He puesto la mesa, el vino y el pan.

Hijo, regresa a la intimidad

Te llamo de regreso a mí.

Yo no dejo de esperar,

No me canso de llamar

Te soñé desde el principio,

Te amaré hasta el final

Ya no hay más condenación,

Solo hay gracia y hay perdón

Tú conoces el camino que

Por sangre ya se abrió

He puesto la mesa, el vino y el pan.

Hijo, regresa a la intimidad

Nada que hagas cambia mi amor.

Hijo, complaces mi corazón.

Te veo y me complaces

Nos regresas al principio,

A donde todo comenzó.

Abba, Abba,

Vengo de regreso a casa

Abba, Abba,

Solo en ti descansa mi alma

¿No es hermosa?... Amé su letra cuando la escuché. Es realmente así. Nuestros corazones se emocionan ante el amor abrumador de nuestro Abba…

Para ir concluyendo, quisiera compartir con ustedes otra clave importante y algunas cositas que, a simple vista pudieran parecer muy simples, pero son poderosas.

¿Cuántos de ustedes saben que las cosas de Dios son simples pero poderosas?... Se trata de hacer una lista de confesiones o declaraciones de Fe. Anotar declaraciones que respalde la palabra y todas aquellas escrituras que nos hablen de manera especial durante nuestro tiempo de intimidad con el Señor o escrituras que nos ayuden en nuestras áreas de necesidad. Les escribo a continuación algunas de las que tengo anotadas en mi cuaderno, sólo para aclarar el punto, pero es suficiente mencionar nuevamente que nuestras palabras tienen poder, y que cada uno de nosotros disfruta de las bendiciones que Dios quiere que disfrutemos en la medida en que las hablamos sobre nuestras vidas. Personalmente suelo pedirle ayuda a mi Papi Dios con este tema a diario, porque encuentro que es muy fácil para mí decir cualquier cosa que se me viene a la mente y no siempre es conveniente. Estoy creciendo a diario por Su gracia pero aún no estoy donde me gustaría estar. Con las palabras podemos bendecir o maldecir a una persona, conferir vida o muerte. Así que quiero tener especial cuidado en esta área y he notado que, al menos yo, necesito ayuda.

-Yo soy la justicia de Dios en Cristo.

-Así como es Jesús soy yo en este mundo.

-Yo soy profundamente amada, altamente favorecida y muy bendecida con todas las bendiciones del padre Abraham.

-Yo soy simiente de Abraham, hija de Sarah, heredera según la promesa.

-Éste será un gran día. Voy a ver la bondad de Dios en mi vida hoy y a disfrutar de cada detalle.

-Donde quiera que vaya soy una bendición.

-Camino bajo cielos abiertos.

-Disfruto a diario de días del cielo sobre la tierra.

-Tu protección me envuelve por completo.

-Jesús es mi sabiduría.

-Jesús es mi justicia.

-Jesús es mi santidad.

-Jesús es mi redención.

-Todas las cosas están obrando juntas para mi bien todo el tiempo.

-Todo lo que tocan mis manos prospera.

-Todas las bendiciones de los justos coronan mi cabeza.

-Yo soy la cabeza y no la cola, estoy arriba y no abajo, presto a naciones y no tomó prestado.

-Yo soy la luz del mundo.

-Donde quiera que yo vaya, los enfermos son sanados, los oprimidos liberados, los muertos resucitan y los demonios huyen ante la poderosa presencia del Altísimo en mí.

-Mis hijas son una bendición.

-Mi matrimonio es bendecido y próspero en todas las áreas.

-Al justo no le sobrevendrá mal alguno.

-Los deseos de los justos se cumplen.

-Caerán a tu lado mil y 10.000 a tu diestra, más a ti no llegará.

-No te sobrevendrá mal ni plaga tocará tu morada.

-Él ciertamente te librará del lazo del cazador y de la peste destructora.

-En todo lo que haga soy un éxito porque el Señor está conmigo.

-El Señor bendice la habitación del justo.

-Vale más dominarse a sí mismo que conquistar ciudades.

Y así puedo seguir y seguir durante horas… La palabra de Dios está llena de promesas y escrituras hermosas de las que podemos apropiarnos al declararlas en nuestras vidas y sobre la vida de nuestros amados.

Salmo 1 nos dice: "Dichoso (feliz, próspero, digno de ser envidiado) el hombre [...] que en la ley del Señor se deleita y en ella medita de día y de noche. Es como el árbol plantado a la orilla de un río, que da su fruto a su tiempo, sus hojas jamás se marchitan, y todo cuanto hace prospera." Meditar es hablar sus palabras con nuestras bocas. Puede ser en suave murmullo mientras cocinamos, o nos bañamos, o vamos de camino… Pero la Biblia nos promete que vamos a dar mucho fruto, que siempre vamos a estar llenos de vida, que nuestra hoja no va a marchitarse. Que siempre vamos a estar llenos de humedad, frescura, vitalidad, fuerza, juventud y salud. Que todo cuanto hagamos va a prosperar. No se ustedes, pero, ¡yo quiero todos éstos beneficios de la Palabra de Dios en mi vida!

En proverbios 4:20 encontramos otra exhortación a proclamar sus palabras sobre nuestras vidas. Nos dice: "Hijo mío, está atento a mis palabras ("dabar" en hebreo que significa palabras habladas), inclina tu oído a mis razones, no se aparten de tus ojos, guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a quienes las hayan (a quienes las pronuncian con su boca) y salud (medicina) a todo su cuerpo."

Para finalizar, ¿Me permiten compartir con ustedes un par de puntos prácticos que también me ayudaron? Se los expongo en forma de lista sólo como una ayuda visual, y son los siguientes:

-Ser radicales. Tomen la decisión a propósito y manténganse firmes aunque al principio parezca que nada está cambiando. El Espíritu Santo nos transforma de adentro hacia afuera. En ocasiones necesita limpiarnos por dentro antes de poder cambiar algo afuera. Y lo sé, esto es super doloroso e incómodo al principio porque siempre pensamos que nosotros estamos bien y que, los que necesitan cambiar algo son los demás. Yo fui, por ejemplo, de las que siempre tenía que pedir disculpas primera aunque los demás nunca se disculparan o ni siquiera les importara; pero en ese momento no estaba siquiera consciente del lío que tenía por dentro y puedo decirles que hoy estoy agradecida al Señor por haber sido tan paciente y amoroso conmigo. Además, estoy feliz de que haya comenzado conmigo, y ser yo la que tuvo el honor de haber ayudado a otras personas amadas más tarde. Pero lo mejor de todo fue tener el privilegio de conocer a Jesús personalmente. Llegó a ser mi mejor amigo y me permitió conocer su corazón y crecer en una relación de amor con Él. ¡Vale la pena pasar por cosas sólo para conocerlo a él! Pero Jesús siempre supera todas nuestras mayores expectativas y más grandes o mejores sueños. El Señor realmente transforma nuestro lamento en danza y de las cenizas trae vida.

"He venido a darles corona en vez de ceniza, aceite de alegría en vez de luto, traje de fiesta en vez de espíritu de desaliento. Serán llamados robles de justicia, plantío del Señor para mostrar su gloria [...] En vez de su vergüenza, mi pueblo recibirá doble porción; en vez de deshonra, se regocijará en su herencia; y así en su tierra recibirá doble herencia y su alegría será eterna." (Isaías 61: 3, 7).

-Ser generosos. El alma generosa es prosperada. Al decidir ser una bendición a propósito, asegúrense de que las necesidades básicas del hogar estén cubiertas primeramente (más aún si tienen niños pequeños) y luego bendigan a los demás. No piensen en lo que están gastando y lo poco que les queda. Somos bendecidos para ser una bendición. A menos que empecemos a dar, las bendiciones, sobre todo económicas, se van a ver limitadas en nuestras vidas. Usen el dinero para amar a las personas y van a encontrar que el gozo resurge en sus corazones. Siempre que tengan la oportunidad, hagan regalos y ayuden a otros en necesidad. Les aseguro que van a ser muy recompensados.

-Hacer lo correcto porque es correcto, aunque nadie más lo vea. Con respecto a este punto, puedo contarles que cuando el Señor comenzó a enseñarme acerca de esto, inmediatamente se me presentaron oportunidades de ponerlo en práctica. De repente, parecía ser normal que las personas me cobraran de menos por equivocación, así que tenía la oportunidad de decidir hacer lo correcto y volver al negocio para pedirles que me cobraran lo que faltaba. Al principio tenía la tentación de pensar que era una "bendición de Dios", pero después de haber hecho lo correcto una o dos veces, comencé a amarlo. Pude ver que es realmente muy fácil brillar y marcar la diferencia, con cositas chiquitas. Además, es muy reconfortante cuando las personas pueden ver que la gente de Dios es excelente.

-Pensar lo mejor de las personas a propósito. Puedo decirles por experiencia propia que, las personas heridas hieren a los demás y, en ocasiones, ni siquiera lo notan. Seamos pacientes con nosotros mismos y con las debilidades de los demás también.  Todos hemos sido grandemente perdonados y por completo. El sólo hecho de ser personas nos condiciona a fallar algunas veces, pero el recordar lo mucho que hemos sido perdonados y amados nos ayuda a ser más tolerantes y perdonadores.

Que el Señor nos haga crecer para que nos amemos más y más los unos a los otros, porque el amor cubre multitud de errores…

Así que, ¡no olviden! Sonrían a propósito y disfruten la vida plena y abundante que Jesús nos hizo disponible. ¡No se preocupen! Sólo crean como niños que los mejores días están por delante y que nada puede dañarlos ni separarlos del amor de Dios. Anímense a ser diferentes y a brillar para Jesús, en respuesta a su amor.

 

Comentarios