EL JUEZ INJUSTO - Por Steven Brooks

Traducción: Claudia Juárez Garbalena

Con la colaboración de Charo Quesada.

Jesús nos dijo en Lucas capítulo 18, que debemos orar siempre y no desmayar. Vivimos en medio de un tiempo con situaciones de crisis, donde mucha gente de Dios está siendo abrumada por el desaliento provocado por los problemas y situaciones desconcertantes. El no tomar el tiempo para orar al menos una hora, sólo conduce a la desilusión y al estrés inevitable. Mediante la oración hay un lugar que se puede alcanzar, en donde se da a luz la liberación, y la paz es mantenida en el corazón. Dios contesta nuestras oraciones, pero debemos estar dispuestos a doblar nuestras rodillas (inclinar nuestro corazón) y orar. Hay muchos hijos de Dios que hacen toda clase de cosas bajo el sol, excepto orar. Sin embargo, necesitamos saber que la oración de un corazón ferviente nos llevará al medio o lugar donde ocurre el asombroso milagro de ver el poder de la obra de Dios [en nuestras vidas y en diversas situaciones].

En la parábola del juez injusto, Jesús nos revela la determinación y los esfuerzos incansables de una mujer viuda que no se rindió hasta ser reivindicada con justicia por un juez. Esta mujer fue muy insistente ante el juez. El juez estaba tomando con mucha calma su situación. Él no tenía prisa, ni ningún interés personal en el caso de la mujer. A sus ojos, no era más que otro caso como todos los demás. Sin embargo, el juez pronto se dio cuenta de la tenacidad de la mujer y de su falta de voluntad para desistir. Esta mujer hablaba en serio. Ella se había propuesto ser escuchada, y se negó rotundamente a ser rechazada. En respuesta a la tenacidad de esta mujer, el juez se dijo a sí mismo:

Lucas18:5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia.

Jesús utilizó esta parábola para enseñarnos a ser persistentes en la oración. Jesús no pretendía que identificáramos a Dios como un juez injusto, sino como un Dios que responde a la oración constante y ferviente. Nuestro enfoque no debe ser fastidiar a Dios hasta el punto que esté tan harto de nosotros, que entonces se ponga en movimiento para darnos una respuesta con desprecio sólo para deshacerse de nosotros. Esa no es la imagen que Jesús estaba tratando de transmitir. Jesús utiliza esta historia como una parábola para enseñar el valor de la oración firme y persistente que es elevada a Dios hasta obtener respuesta a nuestra ferviente petición. Esto implica a menudo una oración que se hace más de una vez, o durante más que unos pocos minutos. Este tipo de oración nos involucra en un compromiso que ocupa nuestra atención y prioridades.

En mi caminar con el Señor he descubierto que este tipo de oración no sólo es eficaz, sino que es inmensamente eficaz. Esto nos recuerda muy claramente la similar y hermosa declaración mencionada de la inmensa gracia que descansó en la temprana iglesia.

Hechos 4:33 Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos.

Esto no está hablando solamente de gracia común, sino de inmensa gracia. Esta es la habilidad de Dios, no sólo para responder a la oración, sino para hacerlo de una manera que es absolutamente increíble. Este tipo de oración debe ser revivida en nuestras vidas. Usted no tiene que esperar un avivamiento. Comience su propio reavivamiento personal. La clave para cualquier reavivamiento que ha sucedido, o que va a suceder es la oración. Esto se puede lograr de forma individual para el despertar espiritual personal, o se puede hacer colectivamente produciendo ‘una tormenta de fuego’ con resultados gloriosos. La temprana iglesia sabía que la oración era la única manera de sostener, mantener, de nutrir un movimiento del Espíritu de Dios. Esta inmensa gracia se está avivando otra vez sobre el pueblo de Dios con una poderosa carga de oración hasta que una la liberación divina desde el Cielo se extienda a su favor.

Un movimiento del Espíritu de Dios está a punto de estallar sobre esta nación que va a eclipsar a todos los demás movimientos conocidos. Estamos esperando desesperadamente ​​un derramamiento del Espíritu de Dios. Un diluvio viene, en que la lluvia temprana y tardía caerá al mismo tiempo. Lo que estamos a punto de experimentar es una abrumadora y torrencial lluvia del Espíritu de Dios que va lograr más dentro en unos meses de lo que se ha logrado en las últimas décadas.

Mientras la ferviente oración se combine con gran gracia, vamos a ver resultados de oraciones contestadas en las formas más asombrosas. Inclínese a Dios ahora, con todo su corazón. Imite la persistencia de la viuda. Ella no tenía ninguna influencia en el medio natural. Ella no era rica y no tenía una posición social de élite. Pero ella se negó a ser rechazada y fue reivindicada públicamente. Dios está esperando escuchar sus peticiones - es tiempo de orar.

Abundantes bendiciones,

Steven Brooks

1 Tesalonicenses 5:17 Orad sin cesar. 18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

Efesios 6:18: Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

Filipenses 4:6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Ef.1:15 Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, 16 no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, 17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, 18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, 19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, 20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, 21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; 22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

1 Timoteo 2:1 Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; 2 por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 3 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.

1 Juan 5:14: Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.

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