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LA PALABRA PROFÉTICA MÁS SEGURA - 2: LA SEGUNDA VENIDA- SUS SEMEJANZAS- Por Juan Luis Molina


 Así, pues, conforme a lo revelado en las Sagradas Escrituras, los primeros días del Apocalipsis, se asemejarán mucho con estos últimos de la Iglesia. Son "tiempos peligrosos". Pero no como juzga el mundo o nos enseñaron los hombres. No serán "peligrosos" a causa de las guerras o de los martirios, sino que habrá que temerlos porque traen consigo los argumentos de Satanás, contrarios a los del Espíritu Santo, y en esos primeros días sus argumentos enfriarán en muchos Su Primer Amor. Una gran mayoría en las Iglesias rápidamente le entregarán en sus manos al Adversario de Dios, el "Título de Propiedad" que recibieron al principio de la Palabra profética más segura. Canjearán la "Segunda Venida" por una "esperanza mejor". Por eso dice el Espíritu Santo que serán tan "peligrosos" como los días de hoy.

Si la Iglesia vive hoy tiempos peligrosos eso se debe a que no atiende los consejos del Espíritu Santo revelados en Su Palabra, porque tiene sus ojos en "cualquier otra cosa" que juzgan ser mejor. Si la Iglesia está persuadida de que la esperanza mejor se halla en un Gobierno Justo que emerja y surja nacido en la Tierra, por ejemplo, le está preparando el camino a las iglesias venideras para la perdición. Porque un Gobierno Justo con un Líder muy Carismático será justamente la ofrenda de Satanás a las iglesias que componen Israel, y también a todas las demás Naciones que se queden en la Tierra después del Rapto. Este es el gran peligro que corre hoy la Iglesia, al final, en sus últimos días sobre la tierra. El peligro que corren es que estén amodorrados, adormecidos y ebrios, cegados en sus entendimientos por el vino de la Gran Ramera. La Gran Ramera se descubrirá a los ojos de todos sin ningún pudor. Se nos informa cabalmente hasta donde llegarán sus fornicaciones, y cómo impunemente serán  recibidos de brazos abiertos sus placeres y emociones. Si Dios no hubiese acortado este corto intervalo de paz en la Tierra, nadie hubiese podido ser salvo. Toda la humanidad caería en los placeres y sensaciones mundanas más bajos, juzgando que ahí residían todos los frutos divinos y espirituales. ¡La paz solo durará hasta que Dios diga basta! en la administración venidera...primeramente la revelación le endulza a Juan la boca, e inmediatamente a seguir le sobrevienen las amarguras en el vientre. Juan en medio de la revelación del ángel, hay varias veces que quiere comportarse como le enseñaron sus superiores jerárquicos de la Iglesia, y se propone adorar al ángel. Dos veces se equivoca con esto. Así que es un buen aviso para nosotros ahora, y lo que nos dijeron nuestros superiores debe ser puesto en el plato de la balanza que le corresponde, para ver si tiene la Justa Medida. Todo en la Palabra de Dios tiene o expone un lado carnal que puede por los cinco sentidos ser detectado, y un lado espiritual más elevado. Conviene que llevemos bien la espada en la mano, la cual es muy poderosa para ocasionar estas divisiones. Sin esta división no vemos nada, ¡si mezclamos las ordenanzas de la carne con la libertad del espíritu ocasionamos una ensalada mental, donde permaneceremos ciegos hasta el Bema, y seremos robados de lo que ya es nuestro...por derecho de sangre!  

 Así, por tanto, estarán las cosas en el próximo tiempo. Estos serán los escenarios mundiales venideros cuando hayamos sido "quitados de en medio". Pero la figura de Cristo se multiplica en medio de los relatos impresos en el Apocalipsis, se halla siempre presente dirigiendo todas las cosas desde el Trono. Dios no abandona un solo instante los acontecimientos, y a todo momento servirá de puerto de abrigo. Su Puerto de Abrigo es Cristo para quien quiera ser salvo también en la administración venidera, para el Judío primeramente, y además para las demás Naciones.

Nuestro espíritu es quien nos guía en todos estos escenarios que "vemos y palpamos". Recuerda que nunca tenemos que dejarle rienda suelta a nuestra imaginación cuando nuestra unción nos abre el entendimiento, porque nada de lo que pretendamos imaginarnos con ello se acerca a los calcañares, a lo que nos muestra la unción del santo.

Hay por tanto que distinguir bien, con el espíritu, las visiones y revelaciones que vienen provenientes del Cielo en este Libro, y después comprobar cuál es el efecto que causan seguidamente en la Tierra. Si vamos siendo guiados así en el espíritu, viendo las cosas escritas en él desde arriba, jamás nos perderemos. Ni los sellos ni las trompetas, ni las plagas que contenga el Libro, ni nada será difícil de asimilar. Nuestra unción santa toma y guarda las Visiones del Cielo primero, por eso entiende bien lo que posteriormente va a aparecer y sucederá en la Tierra.  Por ejemplo y como ya hemos visto: Al principio surge revelado por el ángel del Cielo enviado por Jesucristo la esperanza de la Segunda Venida, que traerá con toda seguridad a la Tierra al Rey de reyes y Señor de Señores. El efecto inmediato que causa en la Tierra esta revelación, es el aparecimiento por parte de Satanás, de un “Justo Gobernador de Paz”, que colmará los deseos y anhelos de la humanidad. Se vivirá entonces en la Tierra el periodo áureo de la "humanidad", y en la Tierra se dará una paz y prosperidad sin precedentes. Así mueve sus piezas Satanás, intentando con mucho éxito obstaculizar los propósitos Divinos. Primero vemos bien lo que sucede y surge del Cielo, para que los hombres se salven, y a seguir contemplamos el "antídoto de Satanás" en la Tierra. Así por eso tenemos al principio, en el vers. 4 del primer capítulo las promesas a las iglesias de parte de los que están "delante del Trono."  Y en el versículo 1 del cap. 4, a Juan se le abre una puerta "en el Cielo." Y todo lo que nos da a ver el espíritu aquí, en el Cielo, es luz y sabiduría de lo Alto, con las cuales se nos revelan los Misterios de la Tierra. Ni un solo niño se pierde en los relatos del espíritu. Si se pierde la humanidad es porque "pretende ser sabia", y no se vuelve como los niños para ser dignos del Reino.

Cuando por la Gracia de Dios se nos abren las puertas del Cielo, vuelven redobladas la admiración y la sorpresa, y dentro de nosotros se enciende una llama que nos ilumina todo. Lo primero que se nos muestra es un lugar de Gran Actividad. Hay un continuo ajetreo y movimiento producido por muchos Cuerpos Celestiales. No solo los ángeles de los que oímos hablar nosotros componen parte de los Cuerpos que vemos, sino otros muchos Principados y Potestades celestiales, cada uno con Su Cuerpo específico y especial. Nosotros también somos parte integrante de Uno de esos Cuerpos, y es el Segundo en el Reino de Dios. Los cuatro Zoa, alrededor del Trono, y los 24 Ancianos que adoran de día y de noche son dos de esos Cuerpos diseñados por Dios, y estos Cuerpos colaboran con Dios para hacer suceder Sus Propósitos. Del Trono no sale paz, ni amor ni armonía como predica la Iglesia, sino que lo sienta Uno semejante en su apariencia al Jaspe y Cornelina y un arco iris de Esmeralda. A este Cuerpo Único se suman los Zoa y Ancianos, y produce toda la adoración de los ángeles del Cielo. Viendo todos los seres celestiales que residen en el Cielo, lo que sucederá en la Tierra, su regocijo es inmenso, y produce en ellos el mismo Fuego del Profeta, y no se pueden callar la alabanza ni su adoración.

¿Qué pueden haber visto los ángeles y todos los Cuerpos Celestiales para que se haga tamaña fiesta en el Cielo? Y lo primero que han visto ha sido al Cordero que quita el pecado del mundo comenzar a "abrir los Sellos" y en cada Sello que desata en el Cielo, suceden uno o varios acontecimientos en la Tierra. Así el primero introduce el periodo de paz y prosperidad fabricado por Satanás,  hasta que señoree sobre toda la Tierra su "príncipe de paz." Cuando el mundo entero le haya entregado en sus manos a este supuesto "príncipe de paz" o Anti - Cristo (que no traerá paz a la tierra, sino gran violencia), el Cordero en el Cielo entonces abre el segundo Sello y repentinamente se cambian los escenarios en la Tierra. Ahora los dolores de las que estén de parto y no puedan correr para salvarse, anunciarán la devastación más desoladora que haya jamás sufrido la humanidad. Sello tras sello abierto en el Cielo, agrava y precipita las circunstancias que van ocurriendo en la Tierra. Y algunas veces, en medio de las Visiones alternativas, en el Cielo y en la Tierra, el espíritu nos va ilustrando con pasajes de la Escritura, que fueron escritos para "nuestra enseñanza", y para que más vívidamente veamos y entendamos todo sin darle rienda suelta a nuestra imaginación, se nos presentan hechos similares ocurridos en los tiempos del Antiguo Testamento. Desde la Simiente Prometida de la Mujer en Génesis 3:15, pasando por la corrupción surgida en la Tierra y en Su Pueblo, pasando por las plagas en Egipto y la Promesa de la Tierra Prometida, y las profecías en visiones de Daniel, todo lo que nos refleja el espíritu nos abre los escenarios que vertiginosamente se suceden en la Tierra, cortando como una espada de dos filos "todas las cosas" delante de nuestros ojos espirituales.      

 Por eso Cristo aparece aquí en Este Libro debajo de tantos títulos, y estos títulos Divinos se conectan o bien con el Pueblo y el Territorio, o bien en su relación con las demás Naciones, o bien con toda la Humanidad en general: El Cordero no es un título exclusivo para Israel, si bien tuvo que esperar por su sacrificio Su Pueblo, el Cordero fue una promesa que Dios le dio al mundo entero, antes de que escogiera a Su Pueblo. Así, pues, en el Cordero tenemos nuestra relación en Cristo con todo el mundo. Cada uno de los títulos Divinos otorgado por el Espíritu Santo a Cristo engloba una serie de riquezas espirituales maravillosas y especiales, y todas juntas componen Nuestra Verdadera Identidad.

 ¿Te das cuenta del poder y autoridad que conlleva conocer Este Libro? Un solo miembro conectado a la Cabeza viendo estas cosas de lo Alto, es cuanto el Padre precisa para deshacer las obras del diablo - Este gran poder en Cristo no solo gobierna y reina por encima del gobierno del mundo, sino que gobierna y reina sobre todos los principados y potestades, las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes, por eso deshacemos sus obras. Sobre Satanás y todas sus huestes vencemos. Ahora y en el Apocalipsis del Señor. Los que se visten de Cristo ya no tienen lucha contra sangre y carne aquí, sino que distinguen bien a quien ciega el entendimiento a los hombres y a las iglesias o escogidos aparte por Dios. Esta labor de deshacer al obras del Diablo siempre ha sido muy bien recompensada por el Espíritu Santo, a través de todas Sus Edades. Las Casas de los gigantes siempre han servido de morada posterior, para los que con Dios abren la Tierra Prometida.

Nuestra semilla de mostaza se ha vuelto un árbol. Algunas veces, en la Presencia sanadora de nuestro Abba Padre, enseñándome estos Sus asuntos de lo Alto, me muestra que alrededor mío se hallan una buena cantidad de espíritus inmundos. Están escuchando y atendiendo a todo lo que me permite ver Dios de Su Cielo, y yo los veo que tiemblan como varas.

Cuando Jesucristo les decía a sus discípulos que la semilla de mostaza se hacía grande como un árbol, en el cual hacían su nido "LAS AVES DEL CAMPO", se refería a los ángeles. Los ángeles de Dios se deleitan y aprenden mirando la gloria de nuestro Cristo, y los ángeles huestes de Satanás recuerdan viendo esa gloria la "sentencia" que les espera.

Nosotros en Cristo no somos meramente testigos de la resurrección de Cristo en nuestros corazones, para el mundo, sino que somos un espectáculo sobre todo PARA LOS ÁNGELES.

Y estos ángeles todos nos acompañan a nosotros en esta Visión, en este Sueño y en esta Revelación que nos destapa el Espíritu Santo, a través de Su unción santa en nosotros. No precisamos imaginarnos nada, ni nada que nos hayan dicho o contado puede aquí ayudarnos, de lo contrario, si retenemos primero las palabras de los hombres, estaremos mezclando al Espíritu con la "carne". Y así solo aprendemos de Dios por la "letra muerta" de votos, reglas y mandamientos, en lugar de La Palabra viva que nos muestra el espíritu. La Iglesia está llena de ordenanzas, leyes y mandamientos que imponen los hombres, y son peores y más pesados que los simples Mandamientos de Dios. Sobre el "sagrado matrimonio" por ejemplo, donde los hombres imponen cargas pesadas en vez del diseño divino que Dios le dio al principio; o las corrientes de oraciones por "buenos políticos", o sobre el Compartimiento de Abundancia y su distribución. Y unos claman una cosa y otros la contraria. Unos le orarán a Dios "repetidamente" que les envíe un Republicano, y otros en la Iglesia que sea más bien Demócrata. Y todos unánimemente querrán que, con las leyes de estos benditos gobernantes, se preserven libremente las que ordenen ellos, al Rebaño.

El Sagrado Matrimonio que Dios ha preparado para nosotros es el de la Novia y el Novio del Libro de Apocalipsis. Ese es el Misterio de la Iglesia de Pablo en la Epístola de Efesios. Qué pocos han visto este bendito Misterio revelado con Su profundidad. La mayoría ha preferido seguir viendo en esta sección de la Escritura únicamente a los "matrimonios terrenales" delimitándolo con sus leyes. Pero nuestra unción del santo nos enseña la fidelidad de este bendito matrimonio Suyo, que nos ha preparado con la Novia. Aquí se distingue conocer a Dios, o por la "letra muerta" o por el espíritu. En la Iglesia se siguen instituyendo leyes y estatutos, para el matrimonio terrenal, pensando que esa es la voluntad de Dios, y también se están pidiendo constantemente "corrientes de oraciones" como rosarios, que sumen sus voces todos los miembros con ellos, pidiendo "paz, paz, paz" y "prosperidad".

Es muy curioso observar, en el Libro de Apocalipsis, que las reacciones que suceden en ambos lados, el Cielo y la Tierra, las reacciones de Sus respectivos Cuerpos sea tan contrarias y opuestas. En el Cielo, viendo todo lo que va a suceder en la Tierra, los Cuerpos celestiales se regocijan y cantan de contentamiento; y sin embargo, cuando es así, los de la Tierra sufren y se lamentan. Las reacciones son totalmente contrarias. A quien se le dé a ver el Verdadero Matrimonio, y esté casado, comenzará a vivir "como si no estuviera". En Cristo, tanto el padre como la madre y esposa e hijos suyos, pueden escuchar la misma Voz de Dios. Jamás le acrecientan nada ni sustraen a las Bodas del Padre los verdaderos adoradores. No tienen tiempo. Están demasiado embelesados con lo que ven, y lo que contemplan todos en el mismo espíritu es la Palabra viva saltándonos en nuestros corazones, la que destapa solo adoración de nuestros labios. Los que han visto la Boda que les espera saben que nada tiene que ver con matrimonios terrenales, sean católicos, islamitas o musulmanes, o se denominen cristianos. Cuando en el espíritu se vivifica Cristo, oramos por las entidades en eminencia, que están delante de Su trono, no de líderes o políticos debemos esperar nada, ni pedirle a Dios sino cumpla Su profecía cuanto antes. Son muy diferentes las oraciones "repetitivas" de la Iglesia en general, comparándola con los miembros conectados a la Cabeza del Cuerpo.

La Iglesia se reúne con urgencia para orar por la paz del mundo, por gobernantes honestos, porque las situaciones políticas mejoren. Este mundo está en inminente putrefacción y deterioro, está enfermo y empeorando. Satanás lo inunda cada día más de podredumbre y corrupción. Este mundo no podrá ser mejorado. Individuos y comunidades que pongan sus ojos en lo Alto, pueden gozar de la bendición de Dios e impactar a sus familias y comunidades, pero el mundo no tiene, ni tendrá arreglo. Las profecías en Apocalipsis respecto a los juicios a esta tierra, al hombre y a Satanás, se cumplirán al pie de la letra en la siguiente administración de Juicio o Revelación.

Un miembro que conozca el Libro del Apocalipsis, tiene sus labios cerrados a llave, y solo los abre cuando tiene permiso Divino. Todos Sus Santos Cuerpos Celestiales no oran por estas cosas, sino que tienen sus ojos más adelante, siempre enfocados en la Segunda Venida del Rey de reyes y Señor de señores. El Juicio de Dios se abrirá a todos los hombres. Se cumplirá todo lo que dijo y se escribió desde el Principio, y todo acabará como Él Solo en Cristo se propuso, desde antes de todos los principios.

Procura leer toda la Escritura de Dios con este fuego o antorcha encendido, y verás el verdadero matrimonio y las verdaderas corrientes de oración que hay en el Cielo, para traer en concreción en la Tierra Su verdadera Justicia ocultada de los hombres y muy perdida entre Su Iglesia.

Mirar el presente o el pasado de Dios solo nos sirve para ilustrar lo que "tenemos en frente". La palabra profética más segura que debemos recibir y guardar, es todo lo que va a suceder, en la Revelación o Apocalipsis del Señor: La Segunda Venida.   

Juan Luis Molina   


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