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ALIMÉNTATE DE JESÚS Y VIVE. De Joseph Prince


Juan 6:57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.

Hace algún tiempo, visité a un amigo miembro de otra iglesia que tenía cáncer y quería sanidad. Él era todo oídos, estaba muy atento y absorbía todo lo que compartía con él. Hoy, él sirve con nosotros en nuestra iglesia y está completamente sanado del cáncer.

Recuerdo que en otra ocasión, estaba en la casa de otro hombre, había sido invitado por los miembros de su familia. Él también sufría de cáncer. Cuando entré en su casa, el hombre tenía su televisor encendido. Comencé a compartirle sobre Cristo, pero él no estaba en absoluto interesado en lo que yo estaba diciendo. Él continuó mirando su programa de televisión. Entonces supe que su sanidad era una causa perdida porque la fe para sanar viene al escuchar la Palabra de Dios, no viendo la televisión, leyendo periódicos o escuchando tu música favorita.

No me malinterpretes. No estoy en contra de estas cosas, pero no van a sanarte. Cuando estás enfermo, lo que quieres es que la sanidad de Dios fluya en tu cuerpo. Y ¿Cómo sucede esto?

Una de las principales formas en que esto sucede es cuando lees tu Biblia, absorbiendo todo acerca de Jesús. Antes de darte cuenta, su salud divina ya está fluyendo en tu cuerpo, expulsando cada síntoma de dolor, enfermedad y padecimiento. Incluso tu desánimo se disuelve sin esfuerzo. Te encontrarás alentado, refrescado y en medio de tu oscuridad se dará paso la luz. Verás, no hay forma en que al alimentarte de Jesús a través de leer y escuchar la Palabra, sigas siendo el mismo. Él dijo: "Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida". (Juan 6:63).

Amigo mío, Dios quiere que Jesús sea alimento para ti. Nos alimentamos de Cristo al verlo develado en la Palabra, a través de ver y meditar en lo que el Espíritu Santo revela de su belleza y gloria, y Su obra finalizada en el Calvario. Así es como disfrutamos a Jesús. Es como degustar una buena cena. Y cuando haces eso, Jesús mismo promete que "el que me come, él también vivirá por mí" (Juan 6:57).

 Extraído del sitio Joseph Prince Ministries:
https://www.josephprince.org/


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