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UN ENCUENTRO CON SU AMOR. De Joseph Prince

 

Mateo 28-30 (MSG) "¿Estás cansado? ¿Desgastado? ¿Consumido por la religión? Ven a mí. Escápate conmigo y recuperarás tu vida. Te mostraré cómo tomar un real descanso. Camina conmigo y trabaja conmigo, mira cómo lo hago. Aprende los ritmos no forzados de la gracia. No pondré nada pesado o ajustado sobre ti. Acompáñenme y aprenderás a vivir libre y livianamente".

Muchas personas albergan la idea errónea de que aquellos que están constantemente de fiesta, bebiendo, drogándose y siendo promiscuos están pasando el mejor momento de sus vidas. Hollywood y los medios seculares han deificado y hecho glamuroso el estilo de vida de las fiestas como algo genial y desenfadado. Han vendido la mentira de que la vida del YO: que solamente-vives-una-vez, y una existencia libre de consecuencias, es grandioso.

Pero si corres las cortinas, verás cuán profundamente infelices y deprimidas están estas personas enredadas en un estilo de vida pecaminoso. Nuestros adolescentes y jóvenes están siendo bombardeados con estas imágenes en sus canales de redes sociales, en películas y programas de televisión, donde los estilos de vida pecaminosos no solo son tolerados sino también celebrados. Nuestros niños lo enfrentan a diario en la escuela y en sus dispositivos móviles.

¿Cuántas iglesias han respondido al decir: “Tenemos que predicar más sobre la ley de Moisés, el arrepentimiento y el carácter moral”? Pero, ¿sabes lo que escucha esta generación cuando las iglesias predican sobre esas cosas?

Uno de los testimonios que recibí de una hermana llamada Melissa, que estaba luchando con un estilo de vida destructivo de pecado, nos da una idea bastante clara de lo que los jóvenes realmente escuchan y lo que la hizo llegar a creer: “No pensé en ir a Dios y a la iglesia porque la gente que conocía me decía: 'Vas a ir al infierno por tus decisiones y por cómo estás viviendo. Dios está enojado contigo. Él está disgustado contigo y no te va a bendecir'. Debido a que esto era lo que escuchaba constantemente, esto era lo que yo creía acerca de Dios, y pensé que no había forma de que pudiera acudir a Él”.

¿Es de extrañar por qué algunas iglesias están perdiendo a la próxima generación? Los jóvenes escuchan acerca de un Dios enojado y caprichoso que solo busca una oportunidad para golpearlos con un gran palo y enviarlos a un horno eterno de condenación ardiente. La iglesia proclama con orgullo: "Amamos al pecador pero odiamos el pecado". Pero en realidad, todo lo que escuchan aquellos que están luchando con estilos de vida pecaminosos es, "ODIAMOS AL PECADO", y se mantienen alejados de la iglesia porque comprensiblemente lo comparan con "NOSOTROS TE ODIAMOS". Eso, amigo mío, simplemente no es el evangelio.

El evangelio es nuestro amado Señor Jesús acercándose a la mujer en el pozo que había tenido cinco maridos y estaba cohabitando con otro hombre fuera del matrimonio. El evangelio es nuestro Señor Jesús rescatando a la mujer sorprendida en adulterio de la turba religiosa que quería ejercer su derecho legal de golpearla brutalmente hasta la muerte con piedras. Cuando observas a nuestro Señor Jesús, Él siempre se sentía cómodo con aquellos que estaban enredados en el pecado, tanto que los líderes religiosos se burlaron de Él y lo llamaron amigo de pecadores (Mateo 11:19). Él no se dejó intimidar por sus críticos, y solo un encuentro con su amor y gracia hizo que los pecadores se transformaran para siempre de adentro hacia afuera.

Mi querido amigo, esta es la revolución de la gracia de la que hemos estado hablando a lo largo de este libro. Nuestro Señor nunca apoyó el estilo de vida pecaminoso de las personas; simplemente los despertó a Su profundo y personal amor por ellos, y una vez que experimentaron Su amor, tuvieron el poder de salir de la prisión del pecado, la adicción y la esclavitud. La mujer del pozo se convirtió en una evangelista en su ciudad y muchos llegaron a conocer a Jesús gracias a ella. La mujer sorprendida en adulterio se fue con el regalo de la no condenación y el poder para no pecar más. Los religiosos rechazaban activamente al pecador; Jesús persiguió activamente al pecador.

La gloriosa gracia de Dios abre las puertas de la prisión para aquellos atrapados en el pecado y la esclavitud. Él te ha dado el poder de caminar libremente hoy. ¡Dale la bienvenida a Su profundo amor por ti y serás liberado!

Fragmento del libro “Revolución de la gracia”, de Joseph Prince

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