El poder de la sangre. De Joseph Prince
Éxodo 12:13 Y la sangre
os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré
de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra
de Egipto.
¿Te fijaste en que antes
de la Pascua Dios prometió que, cuando viera la sangre del cordero en los
postes de las puertas de los israelitas, estos se salvarían de la destrucción?
Cuando el ángel de la muerte pasó por el país, los hijos de Israel que
temblaban de miedo no tenían por qué hacerlo. Se salvaron de la destrucción no
por ser israelitas, por su buen comportamiento ni por nada que hubieran hecho. Se
salvaron sólo por una cosa: por la sangre del cordero.
Es probable que sientas
ansiedad porque los médicos han detectado algunas anomalías en tu reciente
revisión médica. O tal vez algunos de tus parientes han caído en una
determinada enfermedad y temes ser el siguiente. Amigo mío, quiero que sepas
que no tienes que tener miedo, puesto que has sido salvado por la sangre derramada
del verdadero Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (Juan 1:29). Si eres
creyente, puedes poner tu confianza en la sangre real de las venas de Emanuel
que está en los dinteles de tu vida. La cruz trasciende el tiempo, y ese día Su
sangre te limpió de todo pecado pasado, presente y futuro. Estás completamente
perdonado no por tus buenas acciones, sino por Su sangre (Efesios 1:7). ¡Descansa
en el Cordero que murió por ti en el Calvario!
Deja de considerarte no
cualificado para Su sanidad por los fracasos de tu vida. Deja de creer las
mentiras del enemigo de que no mereces ser sanado por culpa de tus errores o
porque no ha sido suficientemente a la iglesia. Cuando Dios te mira, no ve tus
fracasos y debilidades. Sólo ve a Su Hijo porque tú estás en Cristo. Por estar
en Cristo, eres completamente acepto en el Amado (Efesios 1:6) y ya eres
bendecido con toda bendición espiritual (Efesios 1:3). Esto significa que, aunque
tu cuerpo tenga síntomas, Dios te ve como sanado. Cada vez que participes de la
santa cena, empieza a verte como te ve Dios. Considérate curado, completo y
lleno de fuerza y vida divinas.
Cada vez que participes
de la copa del nuevo pacto en Su sangre (1 Corintios 11:25), debes saber que la
sangre de Jesús “habla mejor” bajo el nuevo pacto que la sangre de Abel (Hebreos
12:24). la sangre de Abel había clamado por venganza (Génesis 4:10). La sangre
de Jesús clama por tu redención (Efesios 1:7; 1Pedro 1:18-19), tu justificación
(Romanos 5:9), tu victoria sobre el enemigo (Ap. 12:11) ¡Y mucho más!
EL PENSAMIENTO DE HOY
Por la sangre de Jesús, Dios
te imputó justicia en el momento en que aceptaste a Jesús como tu Señor y Salvador.
No hay ningún muro de separación entre tú y Dios (Efesios 2:13). Puedes
presentarte confiadamente ante Dios. Puedes acercarte a Él para hallar socorro
en tu momento de necesidad (Hebreos 4:16; 10:19- 22). Sean cuales sean los
desafíos a los que te enfrentes, ya sea en lo que respecta a tu salud, tus
emociones, tus finanzas o tus relaciones, no tienes que manejarlos solo. El Creador
del cielo y la Tierra te llama hijo Suyo y precioso (Juan 1:12;1 Juan 3:1) ¡Corre
hacia Él!
LA ORACIÓN DE HOY
Padre, gracias por ver la
sangre derramada del Cordero de Dios que está en los dinteles de mi vida. Gracias
porque soy completamente aceptado y hecho justo en tu amado Hijo. Gracias a
ello, siempre puedo acudir inmediatamente a ti cuando lo necesito. Hoy, al participar
de la santa cena, declaro que soy como tú me ves: sanado, completo y lleno de
fuerza y vida divinas. Amén.
Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”
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