Declara la Palabra de Dios sobre tu situación. Joseph Prince
Salmos 91:2 Diré yo a Jehová:
Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.
Cuando una gran tormenta se levanta,
como la que Jesús y sus discípulos enfrentaron en el mar de Galilea,
él no dijo a sus discípulos: “Esta tormenta está aquí para enseñarnos a tener valor”.
En vez de eso, él tomo autoridad sobre la tormenta y dijo: “calla, enmudece” y
hubo perfecta calma (Marcos 4.39).
Cuando Jesús se encontró
con la viuda de Nair, cuyo hijo había muerto, y en otra ocasión con las dos
hermanas de Lázaro, quien también había muerto, él no les dijo: “Dios quiso llevárselos
a casa”. No, él hablo al hijo muerto diciendo: “joven a ti te
digo levántate” (Lucas 7:14), y estando fuera de la tumba de Lázaro,
dijo: “Lázaro, ven fuera” (Juan 11:43) y ambos hombres volvieron a
la vida.
¿Qué has estado confesando acerca de
tu situación?
Cuando sientes dolor en tu cuerpo, no
digas del Señor: “Dios quiere que esté enfermo para enseñarme a confiar más en
Él”. En vez de eso di: "Señor Jesús te doy gracias porque por tu herida he
sido curado" (1 Pedro 2:24).
Cuando
estés muy limitado a fin de mes, no digas del Señor: “El Señor me mantiene pobre
porque quiere que sea humilde”. En vez de eso di: “El Señor es mi pastor nada
me faltara (Salmos 23:1).
Estamos viviendo en los últimos días
donde hay ataques terroristas y virus mortales acechándonos, y el mundo está
lleno de miedo. Pero no debemos hablar palabras negativas y tener miedo como la
gente del mundo. En vez de eso, hablemos la Palabra de Dios y reinemos sobre
estas cosas. Como el salmista vamos a decir del Señor: “Él es mi refugio y mi
fortaleza mi Dios en quien confiare”.
Entonces averigua lo que la Palabra
de Dios dice acerca de tu situación, créelo y decláralo. Y debido a
que la Palabra de Dios no puede volver vacía (Isaías 55:11), vas a ver suceder
aquello que estas creyendo y confesando.
Isaías 55:11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí
vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la
envié.
Salmos 34:12 ¿Quién es el hombre que desea vida,
Que desea muchos días para ver el bien?
34:13 Guarda tu lengua del mal,
Y tus labios de hablar engaño.
34:14 Apártate del mal, y haz el bien;
Busca la paz, y síguela.
34:15 Los ojos de Jehová están sobre los justos,
Y atentos sus oídos al clamor de ellos.
34:17 Claman los justos, y Jehová oye,
Y los libra de todas sus angustias.
34:18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;
Y salva a los contritos de espíritu.
34:19 Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará Jehová.
“Inspiraciones Dirías de gracia”
Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”
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