LA VARA DE AUTORIDAD DEL CREYENTE
FRAGMENTO DEL "ARQUITECTO DE ZOE" 4a. Revisión
Por Juan Luis Molina
DEL ARCHIVO DE ARTÍCULOS ANTERIORES
Publicado originalmente el 30 de noviembre de 2010.
EL GUSANO
La serpiente es el animal más astuto
que existe en la naturaleza. Hace poco tiempo, visitando el desierto de Sonora,
en el estado norteamericano de Arizona, en un paseo a pie después de mi
desayuno, tuve la presencia muy cercana de uno de estos reptiles. Su astucia es
impresionante: a pesar de estar bien visible en mi camino, yo no me di cuenta
de su presencia hasta que llegué a una muy corta distancia de ella; solo cuando
supo que yo la había visto se escondió rápidamente entre los arbustos dando la
vuelta y desapareció. Cuando llegué a la casa donde estaba
hospedado, relaté el caso y pregunté si había muchas culebras en aquel desierto
- mi amigo Ken, por quien había sido convidado, sonrió y me dijo
divertidamente: ¡Debe haber muchas más de las que nosotros detectamos!
Es
cierto, la serpiente tiene una propensión al camuflaje como pocos animales,
consigue pasar desapercibida de una manera sorprendente; su mayor triunfo es
hacerle pensar a sus presas incautas que no existe, que no está allí - ¿Qué
ventaja mayor podría tener un enemigo que pasar desapercibido? - Eso es por lo
que nuestro Padre denomina, al príncipe de éste mundo,
también la vieja serpiente, usando con esta expresión una figura
literaria que resalta la doble astucia que caracteriza al
gusano. Cada uno de los nombres que Dios le atribuye a Su enemigo,
nos enfoca alguna de sus peculiares artimañas; en este caso en particular,
“vieja serpiente", resalta la facilidad de hacerle creer al
hombre natural (y a muchos espirituales) que no existe, que no está presente –
Esta propensión al camuflaje llega a ser una de las armas más poderosas y
letales que posee Satanás.
Muy pocos son los que, verdaderamente,
han oído y aprendido acerca de cómo se debe tratar con este ángel de
luz, Lucifer, enfatizando así cómo impresiona a las Naciones con sus artes
engañosas y se hace pasar por Dios. - Pero los que han oído al espíritu de
sabiduría hablar de él, aquellos a quien el Padre se lo ha revelado,
triunfan y reinan sobre él. Triunfamos sobre Satanás y, además, sobre todas sus
huestes. Sobre todos los principados y potestades de maldad de este mundo y
sobre los ángeles que se rebelaron con él, persuadiéndose ellos de lo que se
imaginó también el hombre: Que subsistirían fuera de la Presencia del Creador
por sí mismos sin ser destruidos.
Pero con una vara más
poderosa que la que Moisés “echó en tierra,” tragándose a todas las serpientes
de los encantadores y adivinos de Egipto, te ha revestido Dios. - Con la
autoridad y poder que tienes en Cristo, se le acabaron las contemplaciones a la vieja
serpiente y a todas sus huestes; porque todos tienen verdadero
pánico de esta Su vara. Tiemblan ante la presencia de Cristo. Tienen por ley
que obedecerle. - Acércate a esas culebras, sin Su vara, y serás
mordido cuando menos te lo pienses. Pero el
poder de Su vara, que es Cristo en ti, las mantiene
bien a raya y en su sitio. Aquél a quien el Dios Todopoderoso ha puesto
por encima de todo nombre que se nombra, es el único que mantiene en su
sitio al gusano.- No podemos ser descuidados y salir sin Su vara por el
desierto de éste mundo. - No se nos debe ocurrir que nosotros solos podemos
hacerle frente; pues su poder está muy por encima de la más Alta
Autoridad humana de este reino, aunque muchos de ellos no sepan ni que existe.
- Pero, aunque ninguno de los que militan en aquel filisteo
ejército, le hiriese otra cosa que su calcañar a
Jesús, el más bajo en su rango es muy superior a mi hombre viejo cuando salgo a
la calle sin Su vara. - Esto es lo que nos declara el Espíritu
Santo. Por tanto, éste es el solo triunfo que le mostramos: Cristo. - Esa
es la vara que llevamos siempre por delante y por detrás, al
frente y a la retaguardia. Cuando andamos por el desierto de éste mundo, ni un
ápice dejamos de fuera. Con este bordón le recuerdas a la vieja serpiente que
ahora es él, el Cristo eterno que tú representas, quien está esperando sentado
a Sus diestra hasta el día en que Dios se la entregue y ponga en sus manos,
para que le hiera su cabeza con la espada de su boca.
El espíritu que te ha investido Dios
es la misma espada que ve ya en ti cuando osa molestarte con sus dardos y
producir “una leve tribulación momentánea.” Por eso tiembla en nuestra
presencia y se nos sujeta, por eso nos teme y se aleja de nosotros: porque reconoce
la sentencia que nuestro Padre ha pronunciado; por eso huye de los que usan Su
vara. Este es el significado bíblico de los demonios también creen, y
tiemblan - porque, en contra de lo que sucede con la mayoría de los
hombres, los demonios saben perfectamente lo que Dios ha escrito; y saben
también que es muy poderoso para hacer suceder todo lo que Se ha propuesto.
Tú limpias el suelo por donde andas de
con Su vara. - En todas partes serás el grato olor de Cristo - el
perfume de vida para todos los que se salvan y de muerte para los que se
pierden.
¿Sabes una
cosa?, puede que Satanás permita ver a esos cautivos incautos que se pierden, a
un Jesús sufridor y desechado: al rey de Israel que fue abofeteado,
menospreciado, muerto y crucificado hace ahora unos dos mil años. Con el Jesús
sufridor encanta y adormece el entendimiento el dios de este mundo a sus
lacayos; pero nunca les dice a los que le “dan oídos” que el sacrificio en que
se entregó nuestro Señor Jesucristo, lo sufrió hace ahora más o menos dos mil
años atrás para conquistar enormísimos beneficios eternos. Para
pagar y quitarle al adversario de Dios todo aquello que el hombre le había
depositado y perdido en sus manos se entregó Jesucristo. Como David acabó con
Goliat en el campo de batalla, así también este David de Dios despojó de sus
armas al adversario en su resurrección. Esa parte de la Cruz jamás se la
muestra Satanás a los incautos.
Todos los privilegios que Dios le
había conferido a Adán: la salud perfecta, la perfecta comunión, la vida
eterna, el deleite en todas Sus obras… todo eso y mucho más fue lo que nuestro
Señor Jesucristo pagó y recuperó para ti, porque aceptaste de libre
Gracia Su Anuncio en el sacrificio del madero. En su cruz
sufrió tormentos como ningún ser humano ha tenido que soportar jamás. Ese fue
el altísimo precio que tuvo que pagar para tenerte el Abba en Sus Brazos; de
tal manera te amó tu Padre, que entregó lo más preciado Suyo que tenía: Su Hijo
amado. Pero fueron sufrimientos que se acabaron hace ahora unos dos mil años
atrás y que jamás volverán a repetirse. Aquel que izó Dios, después
de haberle curado su calcañar y levantarle del suelo, recibió del
Padre bendiciones que jamás se podrán comparar a todo su sufrimiento. - Sus
tormentos acabaron cuando exhaló su último suspiro en el madero que
Dios nos señaló, pero las conquistas y las poderosísimas bendiciones que
amasó con aquella brutal, animal, terrenal y diabólica expiación, van a
perdurar para sí mismo y para todos Sus hijos POR TODA LA ETERNIDAD.
A ese Cristo es a QUIEN nosotros anunciamos.
Ese es el Cristo al cual la vieja serpiente no deja que les resplandezca a los
incautos. - Tres días se pasó en el Hades.- Desde que exhaló su último
suspiro Jesús, hasta que Dios lo levantó de los muertos como Su Cristo, fueron
para él tres días enteros que se pasaron como un abrir y cerrar de ojos -
desde ahí, por toda la eternidad, nunca más volverá a ser menospreciado ni
abofeteado. A QUIEN Su Padre levantó de los muertos, al hombre más
vilipendiado, al ser más humillado de Su Creación y pisoteado por el hombre y
el gusano, le ha revestido de eternidad nuestro Abba y le ha dado el título de
Príncipe de toda Su Creación. Ahora es Rey de reyes y Señor de señores por toda
la eternidad. - Todos los principados y potestades, tanto de éste mundo como
del venidero, se han colocado eternamente a tu disposición, a tus pies. Pues tú
eres parte integrante de su Cuerpo.
La
autoridad de este Cristo del cual hacemos parte es inimaginable e
incomprensible para la mente humana: Es preciso que el Espíritu Santo ilumine
nuestro entendimiento, para poder ver un poco de la grandeza que porta. Algún
día lo verán todos cara a cara, - no aquel que se encuentra en el
patio del templo con los cambistas usureros. Nosotros no conocemos ni nos
identificamos con el Jesús que anduvo aquí en la tierra, y mucho menos con el
“jesús” que la vieja serpiente, contamina, ciega y encanta el corazón de sus
incautos esclavos; Nosotros anunciamos en nuestro Cristo: AQUEL PRINCIPE DE LA
NUEVA CREACIÓN - delante del cual todos tendrán, antes o después, que doblar
sus rodillas.
LA
NECESIDAD DE EMBAJADORES - AS
¿Te das cuenta de lo importante y
necesario que eres para nuestro Abba? Eres único a los ojos de Dios
- Dios precisa de Sus embajadores para mostrar al mundo cuál es Su verdadero propósito
y voluntad.
Con las joyas que te ha investido en
Cristo, enseña nuestro Abba Su esencia a todo Su Orbe. Las personas saben muy
poco del verdadero Dios. La mayoría de sus vagos conceptos, los ha extraído de
la religión y de sus tradiciones; pero pocos saben que es un Dios de
abundancia, un Dios muy capaz de cuidar de todas y cada una de nuestras
necesidades. ¿Cómo sería posible imaginarse un Dios tan rico que no supliese de
una medida buena, remecida y rebosante a Sus embajadores? –
Nosotros, en Cristo, no tenemos que procurar dinero, ni sustento ni abrigo,
como si fuésemos aún súbditos y esclavos de éste reino. Cuando andamos en
Cristo, toda nuestra suficiencia proviene de Dios, del Padre dependemos única y
exclusivamente. Si los miembros están fielmente conectados a la Cabeza,
reflejarán toda la abundancia que proviene de su Cristo sin esfuerzo alguno.
Porque de toda esa abundancia estamos empapados en Cristo, con todas
las riquezas celestiales.
A
LOS EMBAJADORES - AS
Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la
sal se desvaneciere, ¿Con qué será salada? No sirve más para nada, sino para
ser echada fuera y ser hollada por los hombres.
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad
asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone
debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en
casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres… y glorifiquen a vuestro
Padre que está en los cielos.
EL
EFECTO DE SU ANUNCIO
Viendo ellos el efecto que produce tu
Cristo, la Estrella de la mañana que brilla en tu
corazón, librarás a todos los que Dios te acerque de golpe - De
un soplo. - A ti te ha llamado Dios, arriba, con un
propósito muy alto. Te ha dado de comer frutos muy sublimes. – Cuando te levantó
con Su Hijo, también te sentó con él en Su Diestra para que asistas en primera
fila a Su espectáculo; Ahí te mostrará Su propósito y la parte
que te corresponde en Sus escenarios.
¿Sabes tú, por qué abomina Dios de
toda sangre? - Pues porque para Él solo existe una sola Sangre: la que se
derramó en el madero. Cualquier cosa que provenga de “otra sangre” para nuestro
Padre es abominable y la da ya por muerta.
Solo
Cristo, que ganó con Su sangre derramada todas las cosas de Dios, consiguió
para ti esta nueva heredad. Te puedo decir libremente que el Campo que nos ha
caído en suerte dentro de Sus Palacios es inigualable. No podíamos nosotros
haber caído en mejor HEREDAD: - Somos parte del Cuerpo más amado y
engalanado por el Padre de toda la Creación. A nosotros nos pasea
Dios por toda Su Creación para dejar de boca abierta a todo lo que en ella
vive.- Somos, en Cristo, la Obra Maestra de toda Su Creación. Esa
posición nos otorgó Dios de pura Gracia a todos nosotros Sus hijos en Cristo, y
así lo ha dejado Él también por escrito.
Nuestro
Dios es un Dios de amor. Dentro de Su Nueva Creación quiere también transportar
a todos los hombres. Mismo los hombres más perversos que se van arrastrando en
la corriente destructora e irreversible de este mundo con Satanás, pueden ser
salvos. - Aquí nos pasea Dios con ese propósito: para mostrar Sus Credenciales
a los hombres y también a la vieja serpiente.
En
la faz de Cristo, que es ahora la nuestra, le muestra Dios al Hombre que HAY
SALVACIÓN, que todavía tiene tiempo, que mire solamente a Dios y solo en Dios
se deleite; y al gusano le anunciamos que ya le queda poco tiempo. Porque, en
Cristo, le recordamos el lago de fuego que le está reservado y que sobre
él tiene escrito. - Por eso tiembla y nos tiene miedo. Huye de
nosotros cuando le resistimos, y sabe que es Verdadera la Escritura que ha
firmado el Notario de Nuestro Reino. Tiene por ley que obedecerla. - Porque
sabe que somos ciudadanos y emisarios de un Reino que le ha condenado. Él no
puede poner ningún obstáculo a Sus Embajadores. – Porque, con el bordón de
Moisés que llevamos, el espíritu de Cristo, la Vieja Serpiente se convierte en gusano
y se deshacen sus tradiciones.
Re: “Sueños, visiones y revelaciones”
De: Claudia Juárez
Enviada: 3 de Noviembre de 2009.
Queridísima
familia mía:
Nuestro Dios nos
siga bendiciendo y llenando de sabiduría en todos Sus Asuntos.
Al leer la carta
de Juan Luis esta mañana, Dios ha puesto en mi corazón compartir más sobre el
tema de nuestra autoridad en Cristo.
Kenneth E. Hagin
en su libro “La Autoridad Del Creyente”, nos exhorta a leer los tres
primeros capítulos de Efesios, colocando nuestro nombre a cada paso en la
lectura, por ejemplo:
“Bendito
sea el Dios y Padre de nuestro señor Jesucristo, que me bendijo con
toda bendición espiritual en Cristo”.
Es necesario orar
al Padre para que nos revele más de estos asuntos, nuestra obra para Dios los
requiere imperiosamente. Es absolutamente necesario creer y aceptar nuestra
identidad en Cristo. Sabemos que todo proviene de la Gracia de Dios, y debemos
tener muy claro que en este mundo ocupamos el lugar del Cristo victorioso y
resucitado. ¡En donde estamos, ahí está Cristo, y por donde caminamos, ahí
camina Cristo con todo el poder y autoridad que le ha dado El Todopoderoso!
Les transcribo un
fragmento del mencionado libro:
“Hace
unos años, cuando servía como Pastor de una iglesia, tuve una lucha en mi
cuerpo sobre la cual no parecía tener la victoria. No se lo dije a nadie;
simplemente al Señor, creyendo que El me sanaría. Por lo tanto, permanecí
firme en mi creencia.
Hubo
momentos en la noche cuando parecía que no resistiría, en tales momentos me
lamentaba y oraba. Esto duró unas seis semanas. Entonces en una noche de suma
dificultad, había estado orando, cuando por fin me dormí, y tuve un sueño
mandado por el Señor.
Soñé que
andaba con otro hombre por una cancha rodeada de filas de asientos como en un
estadio de deportes. Andando y conversando, de repente mi compañero miro hacia
atrás y echo a correr. Yo mire atrás y vi a dos leones, bestias feroces. Eché a
correr, pero luego me detuve y le dije al otro que nos sería imposible escapar.
Nos quedaba muy lejos todo auxilio.
Me paré
en seco, di la vuelta y enfrente a los leones. Temblando, les dije que me
oponía a ellos en el nombre de Cristo y me negué a moverme. Rugiendo los dos
leones continuaban acercándose; de súbito se pararon mirándome; después de
husmear, se retiraron. En eso me desperté. Pensé en esta escritura: “Sed
sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo
que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el
mundo (1P. 5:8,9).”
Había
peleado una larga batalla, pero obtuve la victoria allí en aquel momento. Yo
había permanecido firme. Tales sueños no son una coincidencia; proceden
del Señor.
Por lo
demás hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza (Ef.
6:10). Usemos esta autoridad acordándonos de que la autoridad es el poder
delegado, y que su valor depende de la fuerza que respalda al que la usa.”
También Dios pone
en mi corazón compartirles un testimonio:
Meses atrás, El
Padre me mostró a un espíritu maligno muy poderoso, era como un centauro,
muy fuerte, tenia carros como los que usaban los romanos, con caballos y
un látigo en la mano, sus caballos se mostraban agitados, listos para emprender
una carrera, su aspecto era muy amenazador, el Padre me dijo: “!
REPRENDELO, QUE VIENE HACIA USTEDES!” , le pregunte temerosa “¿!yo!? Señor”
me pareció tan inmenso e imponente aquello que simplemente me sentí incapaz de
hacer lo que el Padre me pedía. Esta visión la vi a mi lado
izquierdo, después Él me dijo “mira a tu derecha” y vi a Jesucristo
inmenso, de pie junto a mí, y entonces, lo que creí haber visto como un
poderío de aquel espíritu malo, no podía compararse con la grandeza de
nuestro Hermano, lo vi vestido con sus ropas blancas, lleno de autoridad y
gloria e inmensamente más grande que aquel espíritu. El Padre me dijo “Este es el
poder que te respalda”. El Cristo glorioso, vencedor, sobre todo nombre, me
dio la autoridad en su bendito nombre de reprender a ese espíritu y le
dije entonces: “! lárgate en el nombre de Jesucristo, yo te reprendo, vete
lejos, no puedes tocarme!”. Y el espíritu obedeció.
Otro fragmento
del libro:
“1Juan 4:4
dice: “Hijitos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido; porque mayor es el
que está en vosotros, que el que está en el mundo”. El que está en el
mundo es el dios de este mundo. Satanás encabeza estos principados, potestades
y gobernadores de las tinieblas de este mundo. Pero mayor es el que está en
Uds. Que el que está en el mundo.
Detrás de
la autoridad poseída por un creyente hay un poder mayor que el poder detrás de
nuestros enemigos. Dice el Espíritu que el poder en la tierra, hallado en el
nombre de Jesús, y conseguido por El al vencer al enemigo, pertenece a Su
pueblo.
Por lo
tanto, ejerza Ud. esa autoridad porque le pertenece en la tierra, y en esta
vida reinara Ud. por Cristo Jesús.
Dice
Mateo 28:18:” Y Jesús se acercó y les hablo diciendo: Toda potestad me es dada
en el cielo y en la tierra”.
Cristo
transfirió a Su iglesia esta autoridad. Ascendió al cielo y es la Cabeza de la
iglesia, siendo nosotros el Cuerpo. La autoridad tiene que perpetuarse por
medio del Cuerpo, el cual está en la tierra.
Efesios
1:22: “Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas
las cosas a la iglesia.
Y dice
Efesios 1:20: “La cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y
sentándole a su diestra en los lugares celestiales.”
Véase
Efesios 2:5,6:” Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida
juntamente con Cristo (por gracia sois salvos) y juntamente con el nos
resucito, y así mismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo
Jesús.”
Esto NO es
algo que Dios va a hacer algún día. Ya lo ha hecho. Jesús está a la diestra del
Padre, el lugar de la autoridad, y nosotros estamos sentados con El. Hemos
muerto CON El y hemos sido levantados CON El.”
Mi amadísima
familia, hijos del Altísimo, mantengámonos firmes en Él, orando cada día
para ser más alumbrados y llenos de sabiduría en la autoridad y el
poder de Su fuerza que opero en Cristo levantándole de los muertos.
Nuestro Padre se
complace en mostrarnos cada día Su gran poder e inmenso amor por nosotros. Una
y otra vez Él ama confirmarnos Su Voz.
Dios tiene cuidado de
nuestras vidas, y si se lo pedimos, si se lo permitimos, Él nos ayudará a
vestirnos de toda Su armadura para resistir al enemigo, y después de todo esto
estar firmes.
Nuestro Dios y
Padre sea exaltado, glorificado y loado por todos los siglos. Amén.
Mirándolo sólo a
Dios,
Claudia Juárez.
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El libro: LA AUTORIDAD DEL CREYENTE
Por Kenneth E. Hagin
El Artículo:"Mía es la victoria"
Por Claudia Juárez
Que grande bendicion poder ler vuestros testemunhos de como Dios siempre vos guida en su camino, es bueno y quiero vos dissir lo quanto me bendicio esto!!!! Las maiores bendiciones, esperando milagres e maravillas todos los momentos de nustras vidas!!! un furte abrazo desde porto, portugal.
ResponderEliminartiago
Amadisimo Tiago!
ResponderEliminarDios te bendiga hermano mio!
Que nuestro Padre con Su gran generosidad continue alumbrando los ojos del entendimiento de cada uno de Sus hijos!
A El sea la gloria y el honor siempre!!!