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¿CONECTADOS A QUIEN? Parte I


CARTAS ENTRE CREYENTES

----- Mensaje enviado ----

De: Juan Luis Molina
Para: La Iglesia de Dios
Enviado: miércoles, 18 de mayo, 2011 9:18:48
Asunto: ¿Conectados a Quién? 

             ....Yo no podía creerme lo que estaba oyendo, estaba tan perplejo, que me quedé pensando que algo había oído mal...no podía ser. Pero no, volví a escucharlo repetido de nuevo: "Si no os quedáis conectados al líder, Dios entonces se apartará de vosotros." - Lo dijo por segunda vez, en medio de la reunión de "coordinadores" y en medio también del que todos consideran como el "guía espiritual." Lo dijo su emisario, el emisario para Europa de quien todos tenían, incluyéndome a mí también, como un hombre de Dios.

             En medio de los que habíamos sido testigos, en un país en oriente, de maravillas y señales y de una tremenda expansión de gente volviéndose para Dios, se dejó en el aire esta sentencia "Si no permanecéis conectados al líder, Dios entonces se apartará de vosotros." - Yo estaba pasmado, incrédulo con lo que estaba oyendo. Nadie dijo nada. Al fin y al cabo eran "los líderes". Esta gente se encontraba reunida, juzgaba yo, porque nos unía un mismo sentir: Mirar Solo a Dios. Pero ni el hombre que había propagado ésta sana doctrina, ni ninguno de los asistentes contradijo aquella sentencia tan sumamente perniciosa y contradictoria con aquel mismo sentir. Con una voz gruesa, macilenta y pesada, como un mazo en el aire, como una sentencia inequívoca e inquisidora escuchamos todos: "Si no permanecéis conectados AL LÍDER...Dios se alejará de vosotros."

          Ni una sola voz de desacuerdo - nada. Ni la mía, ni la de nadie, se contrapuso en toda la reunión. 

         En otras ocasiones, en otro tiempo, yo estaba inconsciente de cómo esta doctrina estaba tan sumamente arraigada en la iglesia a la cual yo pertenecía, pero juzgaba que ahora estábamos libres, ya, de estas perniciosas ligaduras. En otro tiempo, yo y otros muchos, hicimos parte de los que pensábamos tener "la Palabra correctamente dividida," y juzgábamos que, todos los demás, no eran otra cosa sino miembros de sectas más o menos perniciosas e impuras  - gente cegada por el adversario para que no les iluminase el resplandor de la gloria de Dios en sus corazones. Dios mío, que falta de humildad, y cuanta paciencia tuviste con nosotros!!!!!

         Es cierto, me quedé tan sorprendido y tan triste, que enmudecí, no dije nada, salí de la reunión por Skype y me cobijé en la presencia del Padre.

         Padre mío, Padre mío, ¿cómo será posible, cómo será posible que Tú me abandones, o que Tú abandones a cualquiera de Tus hijos por eso, por no conectarse con el líder? -  Eso no hace el menor de los sentidos, sin embargo, mira quien lo ha dicho, ha sido uno de Tus hijos amados, uno que dice que ha dedicado su vida para ti, uno que dice haber dejado todo de lado para seguirte y decirle al mundo lo que Tu, Padre, le pongas en su boca. ¿Cómo es posible entonces?  - Padre mío, será cierto, entonces, que, si yo no me mantengo conectado con él, ¿Tú me abandonarás? - y si es así, entonces, ¿cómo puedes decirme por la pluma de Pablo que, ni la muerte ni la vida, ni principados ni potestades, ni lo presente ni lo por venir, ni NINGUNA OTRA COSA me podrá separar de ti?   

           Y me dijo el Padre: ¿Te acuerdas del Canon número 11 de mi siervo Bullinger que tú tradujiste a mi mandato? Ve y ponlo por escrito, para que también lo conozcan más hermanos.


 
FRAGMENTO DEL LIBRO 
“CÓMO DISFRUTAR LA BIBLIA” 
DE E.W. BULLINGER
Publicado en 1905.
TRADUCCIÓN: JUAN LUIS MOLINA
Canon XI

Los Límites de la Inspiración

 Aunque no tengamos mucho que decir sobre este tema, sin embargo, la importancia de este Canon es muy grande.

No solamente es el Espíritu de Dios generalmente responsabilizado por los errores de los traductores y comentadores, sino que hay además otras muchas cosas que se le imputan a Dios, cuando verdaderamente son afirmaciones que han hecho los hombres, a quienes cabe la entera responsabilidad solamente de lo que hacen o han dicho.

Las Escrituras contienen registros de conversaciones y afirmaciones proferidas por Satanás, por demonios, por los enemigos humanos de Dios, y por sus equivocados y errantes siervos (de Dios). Tenemos, si, un registro inspirado de todo lo que se ha dicho y hecho; ¡pero no podemos decir que todo lo que se haya dicho o hecho fuese inspirado!

A Job y a sus amigos, les dijo Dios categóricamente: “no habéis hablado de mí lo recto” (Job 42:7, 8. compare con cap.33:12). Y también: “Job no habla con sabiduría, y sus palabras no son con entendimiento” (cap. 35:16). “¿Quién es éste (pregunta Dios a Job) que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría? (cap.38:2). ¿Podríamos decir que tales palabras habían sido inspiradas? Claro que no, a menos que distingamos lo que dijo Dios “poniendo las palabras en las bocas” de los oradores, como hizo, sin embargo, con la boca de Balaam. (Números 23:5, 16).

Es imprescindible que seamos cuidadosos con todo lo que citemos de la Palabra de Dios, para que sean verdaderamente Sus Palabras, y para que no le hagamos responsable a Dios por las palabras corruptas, errantes, e ignorantes de procedencia humana.

Se trata, por ejemplo, de saber si el cántico de Débora (Jueces 5) fue inspirado o no: No decimos que no lo sea, pero, si alguien juzga que si, entonces se tiene que encontrar en serios apuros para hacer reconciliar sus atributos éticos (los de Débora) con los de Jehová: Aunque, como ya hemos demostrado, estén perfectamente de acuerdo con la Dispensación o administración en las cuales las encontramos.

Hay muchos casos en los que ha reinado la confusión por no tener en cuenta este Canon de interpretación; y esfuerzos desesperanzadores se han hecho para poder hacer encajar nuestras propias presunciones.

 Si la excepción confirma la regla, entonces la verdad del registro Inspirado queda establecida por una o dos excepciones que se encuentran bien señaladas por el apóstol Pablo, que las registra con permisión del Espíritu Santo, no por mandato del Señor, sino proferidas como de sí mismo, y las indica muy claramente. Y así, él nos indica el hecho de que, todos sus demás registros, son de autoridad Divina.

Este mismo principio debe ser aplicado con las acciones, y cuando escuchemos a los siervos de Dios. Todo se discierne en el espíritu si estás conectado, no a líder alguno sino a la cabeza del Cuerpo que es Cristo Jesús.

David fue un hombre “conforme al corazón de Dios,” habiendo sido escogido como el rey de Dios: pero eso no significa, ni se puede decir, que todos los actos de David estuvieron de acuerdo a la voluntad de Dios, ni tan siquiera a Su aprobación; porque conocemos cómo fue juzgado por Dios debido a sus pecados y debilidades. La palabra “corazón” en la citación anterior tiene que ver con el llamamiento de Dios y no con la manera de andar de David.

Lo mismo sucede en el caso del último viaje de Pablo a Jerusalén. Comenzó en desobediencia, se caracterizó por la hipocresía; y terminó en desastre (personal).

También Pedro en Antioquía manifestó la debilidad de la naturaleza humana.

Los siervos de Dios fueron hombres con las mismas pasiones que nosotros poseemos, ni más ni menos. Y tenemos un registro inspirado de sus actos y de sus palabras, que tienen que ser distinguidos y correctamente divididos de las “palabras que el Espíritu Santo enseña”; y de aquellos actos que fueron realizados por directa Inspiración.

 Vea cuanto malentendido ha sido hecho de las palabras de María en Lucas 2:48, “Tu padre y yo te hemos buscado con angustia.” Estas palabras han sido citadas y usadas sirviendo de soporte para desmentir el nacimiento Virginal del Señor Jesús. Son variados los argumentos que se han hecho explicando las palabras de María. Pero no hay necesidad de todo esto si nos acordamos de que esta no es la primera ocasión en la que María “erró con sus labios.” Que fueron equivocadas sus palabras se puede comprobar en el siguiente versículo, donde la corrección que le hace el Señor es muy significativa y enfática. Ella dijo “Tu padre y yo te buscamos” (vers.48). Y él contesta, “¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” (vers.49). “Mas ellos no entendieron las palabras que les habló.” (vers.50). Pero todos los que no prestan atención a este Canon de interpretación tampoco “entienden lo que dijo”; y no solo lo entienden equivocadamente, sino que se esfuerzan por mantenerse en el error.

  La necesidad de que observemos este Canon todavía se hace más clara cuando se trata de las palabras de Satán, y de espíritus diabólicos y de los enemigos de Dios, tales como el Faraón, Rabsacés, Herodes, y los Escribas y Fariseos que se opusieron al Señor Jesús.

Cuando consideramos las catástrofes que trajeron consigo las dos primeras mentiras de la Vieja Serpiente, podemos observar la importancia de este Canon. No solo se infiltraron en la Antigua Teología estas dos mentiras, sino que, además, esas mentiras son los pilares en las cuales se basa la “Nueva Teología.”

“Seréis como Dios” (Génesis 3:5).
“Ciertamente no moriréis” (Génesis 3:4).

Estas dos mentiras llevaron a la Caída del hombre; y son todavía las dos grandes señales de su fracasada condición, pues el hombre caído prefiere aún esas mentiras en vez de la verdad de Dios.

Cuando se trata de las palabras de terceros, hay el peligro de que las consideremos y las elevemos al mismo nivel que “las palabras que el Espíritu Santo enseña.” Las palabras y expresiones de los hombres tienen que ser todas juzgadas a través de la Palabra de Dios; por eso es que precisamos de prestar una cuidadosa atención a este Canon de interpretación.

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 Así, pues, amadísimos hermanos, vuelvo a repetiros que, cada uno de vosotros, tiene la unción del santo. Ya no tenéis necesidad de que nadie os enseñe, porque el mismo espíritu es quien le enseña a cada uno todas las cosas. Además, nuestro Abba Padre se deleita muchísimo, cuando conectado a la Cabeza, y no a líder alguno, te deja ver y te enseña todas Sus cosas.

En Su amor

Juan Luis Molina


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