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El Apocalipsis o "El Día del Señor" - Introduccion 3a. Parte


Por
E.W. Bullinger, D.D.
Segunda edición
(Revisada y corregida)
1909


Traducción al español por Juan Luis Molina

Con la colaboración de
Claudia Juárez Garbalena

10.    El Carácter del Adviento de Cristo
1I.     La Vision del Hijo del Hombre  (1. 13-16) 
12.    El Complemento de Génesis



(10) EL CARÁCTER DEL ADVIENTO DE CRISTO (1:7)
Otro de los puntos que prueban que la Iglesia de Dios no es el tema del Apocalipsis es el carácter de la Venida de Cristo que en él se anuncia y describe; y con los acontecimientos que se relaciona.  Esto ya lo hemos visto parcialmente bajo los títulos de “El Día del Señor” y “El Hijo del Hombre.” Pero vamos a distinguirlo y establecerlo ahora de una manera aún más definitiva. 
La venida de Cristo por Su Iglesia es un acontecimiento totalmente diferente, y pertenece a una diferente Dispensación. El final por el cual la Iglesia está aguardando no es con juicio o tribulación, sino ser “recibidos con Él en gloria” (1ª Timoteo 3:16), ser “llamados desde lo alto” (Filipenses 3:14), a ser transformados y tener los cuerpos gloriosos como el que tiene nuestro Salvador en su propio cuerpo de gloria. Su asiento de gobierno se sitúa ahora en el cielo, de donde esperamos al Salvador (Filipenses 3:19-21).  Esta venida es en el aire, y no sobre la tierra; es en gracia, y no en juicio; concierne a aquellos que están “en Cristo,” y no a judíos ni a gentiles como tales.
No hay nada revelado en el Antiguo Testamento o en los Evangelios acerca de esta venida. Esos libros no saben nada de ella. Esta venida concierne al Misterio, que había estado guardado en secreto desde los tiempos eternos, y estaba “escondido” en Dios.” La iglesia de Dios (que es el Misterio) espera una cosa como su consumación, y esto es ser "recibida arriba en gloria" (1 Tim. 3: 16). Pero este no es el tema del Apocalipsis.Para que lo veamos más claramente debemos comparar lo que llamamos el “segundo” Adviento con el “primero.”  
Cuando la Venida del Señor fue anunciada en Miqueas 5:2, fue anunciada como uno que sale, que sobresale; y en Zacarías 9:9 como uno viniendo sobre. La primera habla de su salida de Belén; y en Zacarías 9:9 del que viene sobre Jerusalén.   No hay nada en esta profecía que le diga a los lectores judíos si habría algún intervalo entre estos dos eventos, o cuál sería el intervalo que habría. El estudiante de la Biblia judía puede pensar que hay una contradicción; mientras los judíos con la mente de un “alto crítico” pueden ver una gran dificultad, y reusarse a creer cualquier Escritura. Pero nosotros, hoy en día, con nuestro conocimiento, sabemos que había un intervalo de más de treinta años entre los dos acontecimientos. Ambos se refieren a la única y misma Venida, pero a dos diferentes fases en ella; y que todos los acontecimientos entre ellos van a aparecer en lo que denominaremos como “la primera Venida.” Nosotros creemos que será exactamente lo mismo que sucederá con respecto a lo que llamamos la “segunda Venida”. Allí encontraremos las dos mismas fases, con un similar intervalo (o tal vez más largo) entre ellas, y todos los acontecimientos (que se registran en el Apocalipsis y en otras partes) pondrán en evidencia lo que llamamos "la segunda Venida." En el primer caso era el que sale, proviene (como en Belén) del “Señor Mismo” y el llamamiento de Sus santos sobre las alturas (Filipenses 3:14), y el recibimiento en gloria (1ª Timoteo 3:16); y entonces, posteriormente, para cumplir todas las profecías relatadas a Su Pueblo Israel; y, como el Hijo de hombre “vendrá sobre” la tierra, para tomar para Si Su gran poder, y reino. Esta última venida esta conectada con “el Día del Señor,” y esa venida es el tema del Libro de Apocalipsis. El capítulo 1:7 nos lo asegura: “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él.” Solamente los judíos y los gentiles se encuentran en este versículo, y no la Iglesia de Dios.
Esta es la Venida de la cual el Antiguo Testamento habla. No se conocía otra. Vea Daniel 7:13 y Zacarías 12:9, 10, que es la Escritura referida aqui. *
* Debe ser traducida “la Tierra” mejor que “tierra” en Apocalipsis 1:7.
Esta es la Venida de la cual habló el Señor cuando estaba sobre la tierra en Mateo 24:30, 31; 26:64, y otros lugares. Lo que dice Él allí está perfectamente claro, y en perfecta armonía con todo lo que se ha dicho en el Antiguo Testamento. Si intentamos relacionar lo que está escrito en Efesios, Filipenses, y Colosenses dentro de los Evangelios vamos a crearnos muchas confusiones; y levantaremos un obstáculo donde no había ninguno, es decir,  usaremos una verdad para suplantar otra verdad. La misma dificultad se crea cuando nosotros arbitrariamente introducimos estas posteriores Epístolas de Pablo dentro del Apocalipsis. Para librarnos de cometer una tan desastrosa equivocación, el Espíritu Santo nos da una especial instrucción en 1ª Tesalonicenses 5, inmediatamente después que Él  inspirado la revelación de 1ª Tesalonicenses 4. Si examinamos y aprendemos su gran e importante lección, todo se quedará perfectamente claro.
1ª Tesalonicenses 5:1. “Pero acerca de los tiempos y de las ocasines, no tenéis necesidad, hermanos de que yo os escriba.”
¿Por qué “no hay necesidad”?  Pues, sencillamente, porque la salida en el aire y nuestra reunión juntándonos con Él” allí, no depende de “tiempo o estación” alguna. Su “Venida sobre” la tierra si tiene que ver con estaciones y tiempos; pero no era acerca de esa venida por nosotros que estaba hablando en el capítulo anterior inmediato. (Tesalonicenses 4)
2. “Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche.”
De lo que hablaba era del “día del Señor” que (como hemos visto antes) es el tema del Apocalipsis: y en Apoc, 3:3, el Señor distintamente nos avisa aquella Su Venida “como un ladrón,” que es exactamente lo opuesto de lo que leemos en Efesios, Filipenses, y Colosenses, e incluso en 1ª Tesalonicenses 4, y 5. Porque marca el súbito cambio del pronombre en el último capítulo.
3. “que cuando (ELLOS) digan ´Paz y Seguridad´, entonces vendrá sobre ELLOS destrucción repentina…y (ELLOS) no escaparán.”
Es esta la “destrucción” que el Apocalipsis describe. Aquí vemos el carácter del “día del Señor.” Será “repentino” y vendrá “como un ladrón;” y vendrá sobre “ELLOS” y “ELLOS” solamente, no sobre nosotros: porque marca el cambio del pronombre otra vez.
4 “Pero VOSOTROS, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día OS sorprenda como ladrón.”
Aquí, nuestro punto se distingue, enfáticamente, y lo asienta categóricamente, con una precisión y claridad que no deja lugar para añadiduras. ¿Habría algo que pudiese estar más claro que el hecho de que el sujeto de este libro no tiene nada que ver con la Venida por la cual la Iglesia está ahora aguardando, esperando y procurando ver?
Si algunos de nuestros  puntos son acumulativos en sus evidencias, este punto único, por sí mismo, es suficiente para establecer nuestra proposición fundamental de que la Iglesia de Dios no es el tema del libro de Revelaciones, tanto en profecía o en historia.
El libro es “profecía,” como ya hemos visto; y por tanto aguarda un futuro cumplimiento en “el día del Señor”, cuando el Señor Jesús se desvelará como el Hijo del hombre, y todo ojo Le verá.”
(11) LA VISIÓN DEL HIJO DEL HOMBRE
Esto es esencial, porque está directamente asociado con el objeto y propósito del libro. El único otro lugar en toda la Biblia donde tenemos algo parecido es en Daniel 10:5, 6, donde en cada detalle el reflejo es el mismo. Sus lomos de oro; Sus ojos como fuego; Sus pies bruñidos; Su voz como las muchas aguas (Apocalipsis), y como una multitud (Daniel); y su semblante como el sol  (Apocalipsis) y su rostro como un relámpago (Daniel). En Daniel en “un cierto hombre” (Heb. Uno – un hombre). En Apocalipsis “uno como el Hijo del Hombre.”  Las Dos Visiones son idénticas en cuanto a la Persona y en cuanto a Su apariencia, y también en cuanto al efecto en Daniel y Juan respectivamente ¿No es más que probable que el propósito sea también el mismo? En Daniel se nos dice expresamente el por qué la Visión fue enviada. “He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días…yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad.” (Daniel 10:14, 21). La expression, “tu Pueblo”, es muy significativa. No es la Iglesia de Dios que está en cuestión, sino el pueblo de Daniel, Israel. Este Pueblo ha sido el tema de las oraciones de Daniel (Daniel 9:4-19). Les llama (hablándole a Dios) “Tu Pueblo” (vers. 15, 19); y en la respuesta a la oración (9:24) así como aquí (10:14) y en 12:1, el ángel habla de ellos a Daniel como “tu pueblo.” *
* Es hermoso señalar que cuando Daniel confesó los pecados de este pueblo él emplease el pronombre “nosotros (hemos)”, “nosotros” y “nuestro” por todas partes (vea los vers. 9:5-10, 14-16). Pero cuando está abogando con Dios por ellos en la posición del pacto eterno, es siempre “Tu”: ´”Tu Pueblo”, “Tu Ciudad”, “Tu Santuario”, “Tus justos”, “Tu gran misericordia”, Tus Nombrados”.
¿No está cierto que este Pueblo es el tema, y que lo que va a pasar con ellos en los últimos días es precisamente la importancia, de la visión que Juan vio en Apocalipsis 1:13 -16? Le estaba siendo dado a Aquel glorioso mostrar a Sus siervos las cosas que tendrán lugar “de aquí en delante,” y eso sería lo que iba a ocurrir al pueblo de Daniel  “en los últimos días.” En Apocalipsis tenemos “los últimos días” – hasta “el Día del Señor”, y el tiempo había llegado para mostrar a Juan lo que está señalado en la escritura de la verdad. El pueblo, por tanto, que es el tema de la Revelación, es el Pueblo de Daniel, y no la Iglesia de Dios.
(12) EL COMPLEMENTO DE GÉNESIS
El Apocalipsis se conecta muy próximamente con el Antiguo Testamento, y no, como ya hemos visto, con el Nuevo; con Génesis, y no con las Epístolas a la Iglesia.De hecho, la conexión entre Génesis y Apocalipsis es tan marcada que muchos ya la habrán notado. Será solamente necesrario por eso que exhibamos las semejanzas y contrastes en columnas paralelas. No precisaremos de más comentarios.
En Génesis tenemos el libro del Comienzo; en Apocalipsis el libro del Final (no el periodo total que denominamos “D.C. o después de Cristo”, sino su final).El Apocalipsis completa todo lo que el Génesis comienza, e introduce la Nueva Creación,  para que no pensemos que todó se acabó. En Génesis tenemos por tanto la primera de todas las creaciones y la historia de la maldición que vino sobre ella: Apocalipsis nos cuenta cómo la maldición será removida, e introducida la Nueva Creación.  En Génesis tenemos la primera rebelión de Satanas, y en Apocalipsis su rebelión final. El paralelo entre los dos libros puede ser puesto así:

Genesis
Apocalipsis
La Tierra creada (1:1).
La primera Tierra pasó (21. 1).
El sol, la luna, y las estrellas para alumbrar la tierra (1: 14-16).
 El sol, la luna y las estrellas en conexión con los juicios de la tierra (6. 12; 8: 12; 26. 8).
El sol gobierna el día  (1:16)
No hay necesidad de sol (30. 23).
Las tinieblas llamó noche (1. 5).
"No hay noche" (22:. 5).
Las aguas llamadas mares (1:. 10).
"No más mar" (21. 1).
Un río para regar la Tierra (2: 10-14).
Un río para la Nueva Tierra (22: 1,2).
El hombre en semejanza de Dios (1:. 26).
El Hombre vuelto a la imagen de Satanás (13)
La introducción del pecado (cap. 3.).
Desarrollo y fin del pecado.
La Maldición pronunciada (3:. 14,17).
"No más maldición" (22: 3).
La introducción de la muerte (3: 19).
"No más muerte" (21. 4).
La primera vez que se mencionan los Querubines en conexión con el hombre. (3: 24).
La última mención de Querubin en conexión con el hombre.
La expulsión del hombre del Paraiso. (3: 24).
La restauración del Hombre (cap.22).
 El Árbol de la vida defendido (3: 24).
"El Derecho al Árbol de la Vida” (22: 14).
La introducción de los padecimientos y pesares (3: 17).
No más pesar (21: 4).
Las religiones de los hombres, arte, y ciencia mantenidas primero, en sustitución de Dios (cap. 4.).
Las religiones de los hombres, su lujuria, arte, y ciencia, en su más brillante gloria juzgada y destruida por Dios. (cap. 18).
Nimrod, un gran rebelde y Rey, y frente a Dios, el fundador de Babilonia (10: 8-10).
La Bestia, el gran Rebelde un Rey, y manifiesto anti-Dios, el revividor de Babilonia (capis. 13 a 18).
Un diluvio de Dios para destruir una perversa generación (6-9).).
Un diluvio de Satán para destruir una electa generación. (cap. 12)
El arco iris como señal del pacto de Dios con la Tierra (9: 13).
El arco iris, señalando el recuerdo de Dios de Su pacto con la Tierra. (4: 3; 10: 1).
Sodoma y Egipto, el lugar de la corrupción y la tentación (caps. 13, 19).
Sodoma y Egipto de nuevo (espiritualmente representando a Jerusalén representando  Jerusalén) (11: 8).
Una confederación contra la semilla de Abraham  (cap.14).
Una confederación contra la semilla de Abraham.
El casamiento del primer Adán (ii. 18-23).
El casamiento del ultimo Adán (cap.19).
La procura de una novia para el hijo de Abraham (Isaac) y encontrada (24).
Una Novia ataviada y traída al Hijo de Abraham (19: 9). vea Mat.1: 1.
Dos ángeles enviados por Dios en respaldo de Su Pueblo (cap. 19).
 Dos testigos enviados por Dios en respaldo de Su pueblo (cap. 11).
Una simiente prometida tomando la puerta de sus enemigos (29: 8).
La simiente prometida tomando sus posesiones.
El dominio del Hombre cesa, y comienza el de Satán (3: 24).
El dominio de Satán termina y el del hombre es restaurado (Cap.22).
El sol, la luna y las estrellas asociadas con Israel(cap. 37).
El sol, la luna, y las estrellas asociadas con Israel de nuevo (cap.12).
Por tanto
 LaIglesia no esta preconfigurada
La Iglesia no es contemplada.

Se nos hace imposible leer estos solemnes paralelismos y contrastes sin llegar a la conclusión de que debe haber una conexión muy próxima entre los dos libros. Se encuentran íntimamente ligados por Dios de una manera que ningún hombre podrá jamás separar. Dios ha juntado el Apocalipsis con el Génesis; el hombre lo intenta juntar con las Epístolas. Dios lo ha juntado con los judíos, los gentiles y la Tierra; el hombre lo intenta unir con la Cristiandad. Dios lo ha juntado con lo que anteriormente escribió en Génesis; ¡el hombre lo junta con lo que el hombre ha escrito de sí mismo en la historia de la Iglesia!

¿Podrá haber una perversión más grande que esta? ¿Alguien se extraña de que este libro sea tan poco o tan mal entendido por tantas personas, e ignorado por la mayoría? ¿Pues qué podríamos hacer con él cuando tales elementos de confusión son introducidos?  Cuando Dios ha puesto la llave para el libro en el mismísimo principio, en el primer capítulo, el hombre deliberadamente la ignora, y hace otra, la cual él presenta a aquellos que deseen entrar; sin embargo, cuando surge el obstáculo, vemos que no cabe por el ojo de la cerradura, ¡y la puerta tiene entonces que ser forzada, o ser abandonada la idea de abrirla! Y sin embargo, cuando observamos el cuadro general del libro que dimos anteriormente, ¡cuán maravilloso se vuelve todo! ¡Cuán Divinamente perfecto! Y, al mismo tiempo, ¡cuán sencillo y simple! Tan sencillo que un niño puede llegar a interesarse por él, y el más humilde de los santos entenderlo.



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