‘Señor, yo no puedo, pero Tú puedes’. Joseph Prince

https://www.youtube.com/watch?v=TbZS0DVN924

Filipenses 2:13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

¿Alguna vez has tratado de romper un mal hábito por ti mismo? Probablemente descubriste que cuando intentabas detenerlo con pura fuerza de voluntad, viste una mejoría por un tiempo y luego regresaste al punto de partida. Peor aún, te encontraste teniendo excesos en lo que intentabas dejar de hacer. ¡Y tu condición llegó a ser peor que antes de que comenzaras con tu programa "Voy a dejar de hacer esto"!

Los cambios fueron temporales porque lo estabas haciendo tú.

Un miembro de la iglesia que había estado esclavizado al cigarro solía creer que con fuerza de voluntad podría dejar de fumar. Se decía a sí mismo: “¡Si hay voluntad, hay una manera!” Pero descubrió que con fuerza de voluntad podía dejar de fumar por una semana o dos, y luego sucumbiría ante el deseo de la nicotina nuevamente.

Cuando entregó su vida a Dios y aprendió de la gracia de Dios, le dijo a Dios: "Me doy cuenta de que yo no puedo dejar de fumar. No puedo, pero Tú puedes romper mi hábito, Señor". Y cada vez que encendía un cigarro, decía: "Señor, estoy tratando de dejar de fumar, pero no puedo. Estoy confiando en Ti". Incluso decía: "Todavía soy justo por la sangre de Jesús".

Bueno, ¡en el mismo año, todo su deseo de fumar desapareció! Cuando le preguntaron cómo tuvo éxito, él dijo: “¡Esto ha sido enteramente Dios y nada de mí! Todo es por Su gracia”. Este hombre perdió todo el deseo de fumar. Esa es la verdadera transformación.

Cuando recibes la gracia de Dios para hacer por ti lo que tú no puedes hacer, experimentarás un cambio permanente y sin esfuerzo en tu interior, que a su vez cambiará tus acciones en el exterior. La Biblia nos dice que Dios trabaja en nosotros para darnos tanto la voluntad como la capacidad de realizar lo que Él desea. Es Dios quien remueve los viejos deseos o hábitos y nos da nuevos. ¡E incluso nos da el poder para llevarlos a cabo!

Amado, pon tus ojos en Su gracia para hacer lo que no puedes hacer. Di: “¡Señor, yo no puedo, pero Tú puedes!”. Entonces, lo que experimentarás no será simplemente la modificación de una conducta, ¡sino una transformación interna verdadera y perdurable!

Extraído del sitio Joseph Prince Ministries:
https://www.josephprince.org/

Traducción por Claudia Juárez Garbalena