Donaciones
Fuera de México:

Check out with PayPal

Mira atentamente. De Joseph Prince

 

Juan 3:14-15 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Quiero mostrarte algo poderoso en la historia de Moisés levantando la serpiente de bronce en el desierto cuando los hijos de Israel fueron mordidos por serpientes. Creo que te liberará para participar de la Santa Comunión con mayor revelación cada vez que vengas a la Mesa del Señor.

En el relato de Números 21 de esta historia, leemos que aunque muchos murieron por las mordeduras de serpientes, cualquiera de los hijos de Israel que miró a la serpiente de bronce fue sanado. La palabra hebrea que se usa para mirar en Números 21:9 es “nabat”, que significa “mirar atentamente”.

De la misma manera, cuando participes de la Santa Comunión, sé consciente de Jesús y de cómo Él llevó todos tus pecados y enfermedades en Su propio cuerpo. No participes con la conciencia de los síntomas en tu cuerpo.

Amado, sé que las olas de náuseas que te inmovilizan son reales. La dificultad para respirar con la que ha estado luchando es real. El dolor que atraviesa tu cabeza con cada movimiento es real, así como las dolorosas mordeduras de las serpientes ardientes fueron reales para los hijos de Israel.

En este momento, oro para que todo dolor y toda incomodidad se eliminen de tu cuerpo en el poderoso nombre de Jesús. Nuestro Señor Jesús llamó a la sanidad “el pan de los hijos” (Mateo 15:26). Si eres un hijo de Dios, la sanidad te pertenece.

Pero amigo mío, tu sanidad no vendrá por enfocarte en tu condición. Tu sanidad vendrá cuando hagas lo que hicieron los hijos de Israel: apartaron la mirada de sus heridas y miraron a la serpiente de bronce levantada en el asta.

Hoy, mientras participas de la Comunión, participa en recordatorio de tu Señor Jesús y no en recordatorio de tu dolor. Míralo a Él atentamente y con la expectativa de que Él te salvará y te sanará.

Míralo levantado en la cruz, siendo juzgado con tu enfermedad. Si tienes un problema con tu riñón, ve el riñón de Jesús herido con tu enfermedad en la cruz. Si tienes una condición degenerativa en tu columna, mira la columna de Jesús herida con esa condición en la cruz.

Cuando miras el cuerpo de Jesús herido por tu enfermedad, esta no puede permanecer en ti. Incluso si tienes una enfermedad "terminal" de la que otros han muerto, ¡míralo a Él y recibe tu sanidad!


Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”

Comentarios