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Justicia eterna. Devocional. De Joseph Prince



Romanos 5:17 (RV) Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.

El domingo, escuchamos un mensaje que dice: "Yo soy la justicia de Dios en Cristo". El lunes, todavía estamos confesando: "Soy la justicia de Dios en Cristo". Pero llega el miércoles o el jueves, ¡comenzamos a confesar nuestros pecados! Luego, cuando llega el domingo, obtenemos una revelación fresca de nuestra justicia en Cristo y comenzamos a confesar nuestra justicia nuevamente. ¿Por qué hacemos eso?

No puede ser que el domingo, seamos justos. Luego, unos días más tarde, nos volvamos injustos por el pecado, y luego nos volvamos "justos nuevamente" cuando llega el domingo otra vez. ¡No, nuestra justicia es una "justicia eterna"! Jesús ha obtenido "eterna redención" para nosotros. (Hebreos 9:12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.)

"Pero Pastor Prince, acabo de pecar. ¿Cómo puedo seguir siendo justo?"

Amigo mío, no es lo que tú haces lo que te hace justo. Es lo que Cristo hizo en el Calvario. Romanos 5:19 dice: "Porque así como por la desobediencia de un hombre [Adán] los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos". ¡Es la obediencia de un Hombre, Cristo, y no tu obediencia, la que te ha hecho justo!

Dios quiere que estés establecido en lo que Cristo ha hecho. Él quiere que seas consciente de tu justicia eterna en Cristo. ¿Cómo haces eso? Puedes escuchar mensajes ungidos que te recuerden tu justicia en Cristo. Y no simplemente lo tengas en tu cabeza. Háblalo. Todas las mañanas, dite a ti mismo: "¡Yo soy la justicia de Dios en Cristo!" (2 Corintios 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él).

No necesitas una revelación de cuán pecaminoso eres. Eso lo sabes cuando pecas. El diablo te recuerda tus pecados. Incluso tus amigos y seres queridos a veces te señalan tus pecados. Lo que necesitas, en vez de eso, es una revelación de cuán justo eres para siempre a los ojos de Dios, especialmente cuando pecas.

Y cuando seas consciente de que este don de la justicia es eterno, ¡reinarás en vida! (Romanos 5:17) ¡Reinarás sobre el pecado, sobre los malos hábitos, sobre las enfermedades, sobre la carencia y todo lo que te detiene de una vida victoriosa!

Extraído de Joseph Prince Ministries

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