TIEMPO DE ORAR Y TIEMPO DE EJERCER NUESTRA AUTORIDAD. Por Claudia Juárez Garbalena
Desde la caída de Adán,
la cual dejó a la humanidad en un estado lastimoso y separado de Dios, Dios ha
buscado hombres y mujeres que se asocien con Él, que deseen hacer que se cumpla
Su voluntad en esta tierra. Dios se ha asociado con hombres y mujeres deseosos y
dispuestos a servirle en obediencia y amor, y de esta forma hay relatos
extraordinarios en la Palabra de Dios que muestran el poder de Dios desplegado
a través de la fe o creencia de aquellos que le han obedecido y amado.
A la luz de esto,
veamos este maravilloso relato que tuvo lugar en la época del reinado de Josafat.
El pueblo de Dios atravesaba una situación MUY demandante, y las Escrituras dan
testimonio de cómo Dios les dio una liberación portentosa cuando ellos clamaron
a Él.
2
Crónicas 20:1…Aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de
los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra.
2
Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: CONTRA TI VIENE UNA
GRAN MULTITUD del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en
Hazezon-tamar, que es En-gadi.
3
Entonces él tuvo temor; Y JOSAFAT HUMILLÓ SU ROSTRO PARA CONSULTAR A JEHOVÁ, e
hizo pregonar ayuno a todo Judá.
4
Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las
ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.
5
Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la
casa de Jehová, delante del atrio nuevo;
6
y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y
tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal
fuerza y poder, que no hay quien te resista?
7
Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo
Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre?
8
Y ellos han habitado en ella, y te han edificado en ella santuario a tu nombre,
diciendo:
9
Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre,
nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti (porque tu nombre está
en esta casa), y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos
oirás y salvarás.
10
Ahora, pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de Seir, a
cuya tierra no quisiste que pasase Israel cuando venía de la tierra de Egipto,
sino que se apartase de ellos, y no los destruyese;
11
he aquí ellos nos dan el pago viniendo a arrojarnos de la heredad que tú nos
diste en posesión.
12
!!OH DIOS NUESTRO! ¿NO LOS JUZGARÁS TÚ? PORQUE EN NOSOTROS NO HAY FUERZA CONTRA
TAN GRANDE MULTITUD QUE VIENE CONTRA NOSOTROS; NO SABEMOS QUÉ HACER, Y A TI
VOLVEMOS NUESTROS OJOS.
13
Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños y sus mujeres y sus
hijos.
¡Podemos imaginarnos esta
escena! Un pueblo entero completamente rebasado en capacidad de afrontar esta
situación, está clamando ante su Dios por liberación. Josafat se humilló ante
Dios reconociendo que solo Él podía ayudarlos, y como rey instruyó a su gente
hacer lo mismo. Ellos simplemente sabían que por sus propias fuerzas no podrían
hacer frente a tal multitud que les rebasaba por mucho en número.
14
Y estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de
Matanías, levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el Espíritu de Jehová
en medio de la reunión;
15
y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. JEHOVÁ
OS DICE ASÍ: NO TEMÁIS NI OS AMEDRENTÉIS DELANTE DE ESTA MULTITUD TAN GRANDE,
PORQUE NO ES VUESTRA LA GUERRA, SINO DE DIOS.
Dios siempre busca
hombres y mujeres dispuestos para transmitir o hacer que se cumpla Su perfecta
voluntad. Aquí a través de un levita Dios da la revelación específica para la
situación en particular que atravesaba Judá. El Padre de nuestro Señor
Jesucristo es un Dios rico en misericordia y siempre deseoso de dar liberación
a Su gente.
Sofonías 3:17 El Señor
tu Dios está contigo, ÉL ES PODEROSO PARA SALVAR. Él tomará gran deleite en ti,
te aquietará con Su amor, se regocijará sobre ti con cánticos.
Otras versiones de este
versículo en Sofonías dicen que Él es un GUERRERO VICTORIOSO, un PODEROSO
SALVADOR, un GUERRERO FUERTE.
Salmos 34:19 Muchas son
las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová.
Quisiera señalar un
punto aquí, hay un mal entendimiento entre muchos hijos de Dios al pensar que
si ellos u otro hermano-a están en una circunstancia difícil, es a causa de
algo que ellos mismos provocaron, a causa de su propio pecado. Aunque es cierto
que muchas de nuestras aflicciones pueden ser causa de nuestros propios errores,
no todo lo que le ocurre a un hijo de Dios es por causa de su propio pecado, y
estar en una circunstancia difícil, jamás debe ser motivo de condenación o de
juicio para otros. Nuestra labor y privilegio en Cristo es amar y si es posible
ayudar al caído. Y nuestro privilegio y gozo es
sabernos justos delante de Dios POR LA OBRA PERFECTA Y FINALIZADA DE
CRISTO. Dios puede revelarnos, si así le place y se lo pedimos, el porqué nos
encontramos en tal o cual circunstancia, pero muchas de nuestras aflicciones,
son causadas tan sencillamente porque vivimos en un mundo roto por el pecado en
donde hombres y mujeres, por su libre albedrio, han tomado y toman pésimas
decisiones en contra de la voluntad de Dios, ¡y nos afectan! Nuestros abuelos,
padres, hermanos, vecinos, gobernantes, etc. toman sus propios caminos y
decisiones y eso afecta nuestras vidas, muchas veces lamentablemente de una
forma negativa. Y en nuestros propios cuerpos también llevamos las
consecuencias de la caída de Adán, ya nacemos con ciertas propensiones a
enfermedades y la muerte está sembrada en nosotros. Entonces, no debemos
condenarnos o juzgar a nadie en medio de circunstancias difíciles o en
enfermedad.
Hay muchos ejemplos en
la Palabra de Dios de lo que les refiero. Abel fue asesinado por Cain. José fue
vendido por sus hermanos. Moisés fue afligido por el pueblo de Dios. David fue
perseguido por Saúl. Muchos de los profetas fueron encarcelados, perseguidos,
menospreciados, humillados por causa de su firmeza en la Palabra de Dios.
Nuestro Señor Jesucristo fue crucificado. Juan el bautista fue encarcelado y
decapitado. Pedro y Juan fueron azotados y encarcelados. Esteban fue apedreado
y muerto. Pablo fue apedreado, lacerado con latigazos, perseguido por sus
hermanos judíos.
1 Reyes 22:43 dice que
Josafat hizo lo recto ante los ojos de Jehová. ¿Por qué se vio el pueblo de Judá
en esta circunstancia? ¿Y por qué suceden adversidades a la gente de Dios? Por
el dios de este mundo y por el libre albedrio de las personas que nos rodean. Ciertamente
cometemos errores que nos pueden traer serias consecuencias, pero hay muchas
cosas alrededor nuestro que son simples consecuencias de vivir en un mundo
enfermo de muerte por el pecado.
El punto de enfoque en
nuestras mentes no debe ser propiamente la causa de nuestra aflicción, sino la
búsqueda de nuestra liberación disponible de parte de Dios. Siempre podemos
aprender de las cosas que nos ocurren y salir de ellas fortalecidos en Dios,
pero la condenación y el enjuiciar a otros nunca es la voluntad de nuestro
Padre.
Un ejército enorme vino
contra Judá, no dice la Palabra que fuera por su pecado, simplemente una gran
aflicción vino sobre ellos, y el rey y su pueblo clamaron a Dios, y Él les
respondió.
Salmos
4:3b Jehová oirá cuando yo a él clamare.
2
Crónicas 20:16 Mañana descenderéis contra ellos; he aquí que ellos subirán por
la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de
Jeruel.
17
No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; PARAOS, ESTAD QUIETOS, Y VED LA
SALVACIÓN DE JEHOVÁ CON VOSOTROS. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis;
salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros.
Dios les dio revelación
específica de qué hacer. Los hijos de Dios en la Administración de Gracia, tenemos
la unción del Santo (espíritu santo) y con ello la oportunidad, si así lo deseamos,
de ser guiados a toda la verdad. Dios es deseoso y capaz de darnos revelación
específica en cada circunstancia que enfrentamos.
18
Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los
moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová.
19
Y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para
alabar a Jehová el Dios de Israel con fuerte y alta voz.
20
Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras
ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de
Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus
profetas, y seréis prosperados.
21
Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a
Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que
dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre.
La version “The
Message”en inglés dice lo siguiente en este versículo 21:
21 Después de hablarlo
con el pueblo, Josafat designó a un coro de Dios; vestidos con túnicas
sagradas, ellos marcharon al frente de las tropas, cantando: Demos gracias a
Dios, Su amor nunca nos abandona.
Josafat y el pueblo de
Dios adoraron, alabaron a Dios en medio de su adversidad. En la adoración y
alabanza hermanos y hermanas, hay GRAN PODER.
22
Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos
de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían
contra Judá, y se mataron los unos a los otros.
23
Porque los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir para
matarlos y destruirlos; y cuando hubieron acabado con los del monte de Seir,
cada cual ayudó a la destrucción de su compañero.
24
Y luego que vino Judá a la torre del desierto, miraron hacia la multitud, y he
aquí yacían ellos en tierra muertos, pues ninguno había escapado.
25
Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron entre los
cadáveres muchas riquezas, así vestidos como alhajas preciosas, que tomaron
para sí, tantos, que no los podían llevar; tres días estuvieron recogiendo el
botín, porque era mucho.
Dios Todopoderoso les
respondió mucho más abundantemente de lo que ellos pudieron pedir o entender.
Ahora no solo han recibido una liberación portentosa, sino que Dios (Quien es
galardonador de los que le buscan) les ofrece un rico botín tan abundante que
tardaron tres días en recogerlo. ¡Asombroso! ¡Qué Dios tenemos! ¡Él no ha
cambiado a través de los siglos y Su poder liberador es el mismo HOY!
26
Y al cuarto día se juntaron en el valle de Beraca; porque allí bendijeron a
Jehová, y por esto llamaron el nombre de aquel paraje el valle de Beraca, hasta
hoy.
27
Y todo Judá y los de Jerusalén, y Josafat a la cabeza de ellos, volvieron para
regresar a Jerusalén gozosos, porque Jehová les había dado gozo librándolos de
sus enemigos.
28
Y vinieron a Jerusalén con salterios, arpas y trompetas, a la casa de Jehová.
29
Y el pavor de Dios cayó sobre todos los reinos de aquella tierra, cuando oyeron
que Jehová había peleado contra los enemigos de Israel.
30
Y el reino de Josafat tuvo paz, PORQUE SU DIOS LE DIO PAZ POR TODAS PARTES.
No fue su habilidad o
su fuerza, ¡fue DIOS TODOPODEROSO Quien dio semejante respuesta y liberación!
Zacarías
4:6b: Esta es palabra de Jehová…que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino
con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Dios es absolutamente
FIEL y cumple cada una de las palabras de Su Palabra cuando alguien clama a Él,
reclama Sus promesas y se atreve a creer.
Salmos
34:5 Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron
avergonzados.
Dios se mueve a través
de la creencia, disposición y obediencia de hombres y mujeres para cumplir Su
voluntad en esta tierra. Él da revelación y guía especifica en cada situación.
En Ezequiel 22 está un triste registro de que si Dios hubiera encontrado a un
solo hombre que clamara a Él para que detuviera aquella espantosa destrucción
cuando la deportación de Babilonia, Dios la habría evitado, pero ni un solo
hombre o mujer clamaron a Él:
Ezequiel
22:30: Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la
brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no
lo hallé.
Ahora veamos otro
maravilloso relato en donde un hombre de Dios se paró firme para traer la
voluntad de Dios a esta tierra y así liberar y bendecir a la nación entera de
Israel. Algunos estudiosos afirman que pudieron ser hasta cuatro millones de
personas. Recordemos que Dios busca quien ore, quien clame, quien reclame, quien
ejerza Su autoridad en esta tierra. A Moisés le fue dada autoridad y Él la
ejerció.
Éxodo
14:1 Habló Jehová a Moisés, diciendo:
2
Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot,
entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar.
3
Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el
desierto los ha encerrado.
4
Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en
Faraón y en todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Jehová. Y ellos
lo hicieron así.
5
Y fue dado aviso al rey de Egipto, que el pueblo huía; y el corazón de Faraón y
de sus siervos se volvió contra el pueblo, y dijeron: ¿Cómo hemos hecho esto de
haber dejado ir a Israel, para que no nos sirva?
6
Y unció su carro, y tomó consigo su pueblo;
7
y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los
capitanes sobre ellos.
8
Y endureció Jehová [permitió que fuera endurecido] el corazón de Faraón rey de Egipto, y él
siguió a los hijos de Israel; pero los hijos de Israel habían salido con mano
poderosa.
9
Siguiéndolos, pues, los egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su
gente de a caballo, y todo su ejército, los alcanzaron acampados junto al mar,
al lado de Pi-hahirot, delante de Baal-zefón.
10
Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he
aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel
temieron en gran manera, Y CLAMARON A JEHOVÁ.
11
Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que
muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado
de Egipto?
Esto me recuerda
Romanos 10:21: “Pero acerca de Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un
pueblo rebelde y contradictor” ¡sin
embargo en medio de sus quejas, ellos clamaron a Dios!
12
¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los
egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en
el desierto.
13
Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová
hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para
siempre los veréis.
14
Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.
15
ENTONCES JEHOVÁ DIJO A MOISÉS: ¿POR QUÉ CLAMAS A MÍ? DI A LOS HIJOS DE ISRAEL
QUE MARCHEN.
16
Y TÚ ALZA TU VARA, Y EXTIENDE TU MANO SOBRE EL MAR, Y DIVÍDELO, Y ENTREN LOS
HIJOS DE ISRAEL POR EN MEDIO DEL MAR, EN SECO.
17
Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me
glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería;
18
y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando me glorifique en Faraón, en sus
carros y en su gente de a caballo.
19
Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en
pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó
y se puso a sus espaldas,
20
e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube
y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella
noche nunca se acercaron los unos a los otros.
21
Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase
por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las
aguas quedaron divididas.
¿! Pueden imaginar esta
escena majestuosa!???
22
Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo
las aguas como muro a su derecha y a su izquierda.
23
Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda
la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo.
24
Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios
desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios,
25
y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los
egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos
contra los egipcios.
26
Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas
vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería.
27
Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se
volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y
Jehová derribó a los egipcios en medio del mar.
28
Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el
ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni
uno.
29
Y los hijos de Israel fueron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas
por muro a su derecha y a su izquierda.
30
ASÍ SALVÓ JEHOVÁ AQUEL DÍA A ISRAEL DE MANO DE LOS EGIPCIOS; e Israel vio a los
egipcios muertos a la orilla del mar.
31
Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el
pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo.
El espíritu de Dios
puede guiarnos para saber cuándo es tiempo de orar y cuando es tiempo de que
ejercer nuestra autoridad dada en Cristo. En el primer relato, Dios le dijo a
Su pueblo que permaneciera quieto y que Él pelearía la batalla por ellos. En
este segundo relato, Dios instruye a Moisés a ejercer la autoridad que le había
dado para que la Palabra y voluntad de Dios se llevaran a cabo.
Quiero
compartir con ustedes este pequeño segmento del libro “Una asociación poderosa- La comunión de los creyentes” De Ken
Petty:
LA VARA DE MOISÉS –
EJERCITANDO AUTORIDAD
“Un estudio
sobre Moisés nos revela la manera de andar con este poder y autoridad.
Éxodo 4:17:
Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual harás las señales.
Dios le dio a Moisés la vara o bordón para que
pudiese hacer las señales. Moisés hizo grandes señales a través del poder de
Dios y con esas señales realizó la liberación del pueblo de Israel de las manos
del Faraón. Pero poco tiempo después de que el pueblo saliese de Egipto, el
faraón mudó de idea y mandó a su ejército para devolverlos a la esclavitud.
Enfrente del pueblo de Israel se encontraba el Mar Rojo, por detrás de ellos los
egipcios, y tanto a izquierda como a derecha infranqueables montañas. Se
encontraban en una situación y con un problema insoluble a los cinco sentidos.
Éxodo 14:13 y 14:
Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes y ved la salvación que
Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca
más para siempre los veréis.
Y Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.
Moisés le pidió al pueblo que se mantuviese firme y
que viese el poder y la obra que Dios iba a realizar para ellos. Aparentemente
esto suena a grandes palabras de creencia. Pero vamos a ver el punto de vista
de Dios y lo que dice a este respecto.
Versículos 15 y 16:
Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de
Israel que marchen.
Y tu, alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y
entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.
Dios le recordó a Moisés que ya le había dado la
vara o bordón para hacer las señales. Dios le dijo a Moisés, “! Úsala! Agarra
ese bordón con tu mano y tu divide el mar. ¿Porqué me preguntas a mí para que
haga algo si yo ya te he dado toda la autoridad y puedes ejercitarla?” John G. Lake, un evangelista que ejecutó muchos
milagros en África del Sur y en los Estados Unidos a principios del siglo 20,
hizo la siguiente observación con respecto a este versículo:
Moisés tuvo una entrevista con el Señor enfrente de
la zarza ardiente, y Dios claramente mandó a Moisés que fuese al Faraón en
Egipto para demandarle la liberación de los hijos de Israel. Dios le dio la
señal de Su Presencia con él – su bordón de pastor. Todos los milagros que se
siguieron hicieron que finalmente aquella demanda se realizase, y los hijos de
Israel recibiesen el permiso de parte del rey para partir a la tierra
prometida.
Ellos estaban a la orilla de Mar Rojo cuando el
corazón del Faraón se volvió atrás y se arrepintió de su decisión, a mi me
parece que su idea fue pensar que había cometido una locura. El se estaba
perdiendo el servicio de dos millones y medio, o probablemente cuatro millones
de esclavos. En su intento de recuperar lo que había perdido, los persiguió con
su ejército. En ese mismo momento Moisés había llegado al Mar Rojo. Tanto a un
lado como a otro se encontraban montañas sin pasajes, y el ejército del Faraón
por detrás de él.
La situación desde el punto de vista natural era
insoluble y desesperada, y si existe alguna circunstancia aparente en que
cualquier hombre reclame justamente a Dios en oración, sin duda que era
aquella. Pero quiero remarcar esta noche una de las cosas que considero que
están por detrás de nuestra vida para Dios. La mayoría de nosotros haría
exactamente lo mismo que hizo Moisés. Cuando llega la prueba nos paramos y
lloramos, y a seguir paramos y oramos y tomamos una postura en la cual somos
sujetos a la misma reprensión que vino sobre Moisés.
Moisés se paró firme en oración. No se nos dice
cuanto tiempo estuvo orando, ni lo que profirió en aquella oración, pero en vez
de Dios serle propicio, se ofendió, le reprendió, y le hizo ver lo siguiente:
“¿PORQUÉ CLAMAS A MÍ? DI A LOS HIJOS DE ISRAEL QUE MARCHEN”...
Dios no le dijo, extiende tu mano, y Yo dividiré el
mar. Sino que le dijo “Extiende tu mano sobre el mar y
divídelo.” No era algo que le compitiese a Dios hacer, sino que era
una acción que le competía a Moisés creer. La responsabilidad no era de Dios,
sino de Moisés. Una Cristiandad pobre está siempre inclinada a quejarse en
oración, mientras que Dios espera que sea el creyente quien ordene la acción.
A mi juicio, esta es una de las debilidades que
tiene el carácter de muchos cristianos. Me parece que muy frecuentemente la
oración no es más que una excusa y un refugio para no actuar con creencia. Y
exactamente igual que cuando Moisés se puso a orar en vez de honrar la Palabra
que Dios le dio, usando su bordón, muchas veces nuestras oraciones son una
ofensa para Dios, porque en vez de orar como hizo Moisés, Dios nos demanda que
extendamos nuestra mano, y que ejercitando nuestro bordón de
creencia dividamos las aguas.
En muchos aspectos me parece que esta es la más
poderosa lección que la Palabra de Dios contiene con respecto a la oración y a
la creencia.”
Cuando estamos en sociedad con Dios y atendemos Su
voz, entenderemos y sabremos cuando es tiempo de oración y cuando no. Cuando es
tiempo de actuar y no de orar, de otra forma, la oración no deja de ser meramente una
observancia religiosa.”
En la oración CREYENTE
guiada por el espíritu hay gran poder, y como hijos de Dios, es VITAL estar en
sociedad, en comunión con Él escuchando Su voz y obedeciendo. Dios nos ha dado
un espíritu de poder, de amor y de dominio propio, nos ha dado autoridad en el
nombre de Cristo Jesús para hacer que Su voluntad se cumpla en esta tierra. ¡Dios
está más deseoso de dar, bendecir, sanar y liberar, que lo que nosotros estamos
de ser bendecidos, liberados y sanados! Nos ha dado los recursos y herramientas
en el espíritu para ejercer todo dominio y autoridad en nombre de Cristo, y
conectados a Él sabremos cómo y cuándo actuar con Su revelación para que Su
reino venga en nuestras vidas y en las vidas de las que Él nos acerque.
¡Dios te bendiga!
Con amor de Cristo,
Claudia Juárez Garbalena
Si deseas contactarnos escribenos a: mirasoloadios@live.com
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