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UN TESORO EN VASOS DE BARRO. Por Claudia Juárez Garbalena

2ª Corintios 4:7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros.

La Palabra de Dios dice que ha sido depositado un TESORO en nuestros vasos de barro. La Iglesia de Dios aun necesitamos crecer mucho en comprender y aquilatar la grandeza este maravilloso e invaluable TESORO. La Palabra también dice que “el justo por la fe vivirá”, es decir, que todo lo que el creyente manifieste en su propia vida, depende directamente de su entendimiento y creencia en la Palabra de Dios. Los hijos de Dios al renacer recibimos el don de espíritu santo, poder desde lo alto, la unción del Santo, el Consolador, y como parte de este tesoro tenemos nueve manifestaciones disponibles (1 Co. 12:7-11). Dios afirma en Su Palabra que estamos completamente, completamente, absolutamente completos en Cristo y que estamos sentados en los lugares celestiales con Cristo a la diestra de Dios. Es CREER en la obra perfecta y finalizada de Cristo Jesús, nuestro Salvador, lo que nos hace evidenciar la victoria y el poder de Dios en nuestras vidas. No son nuestros meritos o esfuerzo que logran llevarnos a manifestar el poder de Dios, sino nuestra simple creencia.

Ken Petty dice que “el problema principal del cristiano no es un problema de comportamiento (de refinar su comportamiento), sino de identidad”, es decir, el cristiano hoy día no sabe quién es y lo qué ha recibido en Cristo. El problema no es que “no hacemos lo suficiente” para ser como Cristo, sino que no creemos que ya somos como Cristo espiritualmente. La carne para nada aprovecha, así que en la carne no podemos ser efectivos ni para andar con Dios, ni para servirle. Es solamente en la Vida Nueva que hemos recibido a través del nuevo nacimiento, que podemos andar de forma efectiva y de victoria en victoria.

2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, NUEVA CRIATURA ES; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

18 Y TODO ESTO PROVIENE DE DIOS, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación.

El ministerio de reconciliación es llevar a los hombres y mujeres a Dios, eso incluye por supuesto guiarlos al nuevo nacimiento, pero también en su forma más amplia, el ministerio de reconciliación es señalar, llevar a los hombres y mujeres siempre a Dios para que lo miren sólo a Él.
Veamos la forma en que Pablo predicó la Palabra de Dios, y lo hizo imitando a nuestro Señor Jesucristo:

2 Corintios 2:4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, SINO CON DEMOSTRACIÓN DEL ESPÍRITU Y DE PODER,

5 PARA QUE VUESTRA FE NO ESTÉ FUNDADA EN LA SABIDURÍA DE LOS HOMBRES, SINO EN EL PODER DE DIOS.

Pablo no solo les habló elocuentemente y mostrando su gran conocimiento en las Escrituras, sino que DEMOSTRÓ CON PODER EL ESPÍRITU DE DIOS VIVIENDO EN ÉL.
A Pablo le fue revelado el Gran Misterio que estuvo oculto desde todos los tiempos:

Colosenses 1:26 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,

27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es CRISTO EN VOSOTROS, LA ESPERANZA DE GLORIA.

1 Corintios 2:7 Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,

8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.

9 Antes bien, como está escrito:
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
Ni han subido en corazón de hombre,
Son las que Dios ha preparado para los que le aman.

10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.

Satanás jamás habría crucificado a Cristo si él hubiera sabido lo que vendría tras su sacrificio. Al Cristo resucitar y ascender al Padre, abrió la puerta de acceso de nuevo a Dios y ahora todo hombre y mujer tienen disponible desde Pentecostés recibir el nuevo nacimiento, espíritu santo, lo cual es CRISTO EN NOSOTROS LA ESPERANZA DE GLORIA. Es decir, una reproducción misma de Cristo Resucitado habita ahora mismo en miles, en millones de hijos de Dios con el mismo poder, dignidad y autoridad de Cristo. Esto es LA GRACIA DE DIOS.

Hechos 10:38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Hechos 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Tenemos un asombroso poder potencial en nosotros, y ¿de qué depende que manifestemos este poder? De nuestro entendimiento y creencia. Una vez que yo sé y entiendo que está disponible manifestar el poder de Dios, puedo operarlo porque esta es la voluntad de Dios.

Juan 14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.

Juan 16:7 Pero yo os digo la verdad: OS CONVIENE QUE YO ME VAYA; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.

Jesucristo declaró que su partida era necesaria y conveniente para el Pueblo de Dios. La Puerta que él abrió tras sí mismo con su descomunal sacrificio abrió el acceso a los hijos de Dios a la vida eterna, a ser restaurados, unidos de vuelta a Dios en conexión directa con él. La Iglesia posee un poder y autoridad que aun no sospecha y que el diablo se empeña en oscurecer y ocultar.
Como mencionamos antes, hay 9 manifestaciones del espíritu santo en nosotros, y todas ellas están disponibles para cada y todo hijo de Dios renacido de lo Alto:

1.      Hablar en lenguas
2.      Interpretación de lenguas
3.      Profecía
4.      Palabra de ciencia
5.      Palabra de sabiduría
6.      Discernimiento de espíritus
7.      Fe
8.      Milagros
9.      Dones de sanidad

Recomiendo ampliamente la lectura del libro “Recibiendo el espíritu santo hoy” por V.P. Wierwille que estamos haciendo disponible en el blog para mas entendimiento de cada una de estas manifestaciones.

El siguiente es un fragmento del libro “Manifestando el poder de Dios en este mismo momento- cómo sanar a los enfermos y echar fuera demonios”, de Sangat Bains:

“¿Por qué no hemos sido consistentes en operar las manifestaciones relatadas para sanar y echar fura demonios aun cuando sabemos que podemos operar las nueve manifestaciones?

Algunas de las razones son las siguientes, para ministrar sanidad:

1.         No entendemos que todas las nueve manifestaciones incluyendo “dones de sanidad” son operadas con los mismos principios como hablar en lenguas; esto es, nosotros hacemos el hablar y nosotros hacemos la sanidad en vez de Dios hacer el hablar y el hacer la sanidad.
2.         No reconocemos claramente que cuando operamos los “dones de sanidad”, el que necesita ser sanado debe desearlo con fuerza y creer para ser sanado.
3.         No estamos consiguiendo que nuevos creyentes hablen en lenguas e inmediatamente y dirigirlos a evidenciar las otras manifestaciones.


Para echar fuera demonios:

1.         Nosotros no vemos que los demonios verdaderamente están bajo nuestros pies y que legalmente ellos tienen que obedecernos.
2.         No vemos que los demonios tienen miedo de nosotros; ellos nos ven con el glorioso poder, la autoridad y la presencia de Dios y sus ángeles.
3.         Los puntos 1-3 para la sanidad también se aplican aquí.”

En la pág. 192 del libro “Recibiendo el espíritu santo hoy”, el Dr. Wierwille dice:

“Las evidencias del don, el espíritu santo, pneuma hagion, en el creyente lleno del espíritu en el mundo de los sentidos son de acuerdo a la creencia de cada hombre. Dios está más ansioso de dar que nosotros de recibir. En este momento, no es Dios, sino nuestra creencia, que hace posible la realidad de nuestro recibir en manifestación. Dios quiere que estas manifestaciones sean demostradas ahora en cada creyente de acuerdo con la creencia de cada hombre. Si un creyente no actúa, no manifestará nunca el don de Dios.”

Yo renací del espíritu de Dios a los 15 años, pero no manifesté el hablar en lenguas hasta que fui instruida para ello años mas tarde. Igual con hablar en lenguas con interpretación y palabra de profecía. Nadie puede ir más allá de lo que le ha sido enseñado. ¿Por qué no manifestamos las 9 manifestaciones o partes del espíritu santo? Porque no sabemos que está absolutamente disponible y/o porque no lo creemos.

Cito de nuevo a Victor Paul Wierwille en su obra “Poder para la vida abundante”, págs. 367 y 368:

El don proveniente del Espíritu Santo fue dado en el día de Pentecostés, y está tan fácilmente disponible en nuestros tiempos como lo estuvo para los apóstoles pues todos nosotros pertenecemos a la Iglesia de Dios. El don viene con la aceptación por parte de un individuo de Cristo como su señor de acuerdo con Romanos 10:9. El Libro de Hechos y las epístolas paulinas hacen referencia constantemente al poder del espíritu santo, o si no, demuestran el poder que aquellos hombres de Dios sabían que tenían. La razón por la que vemos tan poco (si es que vemos algo) de la manifestación del espíritu hoy en día es porque nunca se nos ha enseñado. Tenemos el don, espíritu santo, pero las manifestaciones tiene que ser operadas por nosotros; y sobre esto la mayoría de los creyentes no saben nada.”

Como hemos visto, en el caso de los dones de sanidad y/o liberación de espíritus diabólicos, ¡El que da y el que recibe tiene que creer para recibir! Si nosotros CREEMOS que la sanidad está absolutamente disponible de parte de Dios hoy día, y que tenemos el poder y autoridad para ministrarla, ya que tenemos a Cristo en nosotros la esperanza de gloria (Juan 14:12), ¡entonces la haremos disponible a aquellos en necesidad predicándoles que LA LIBERACIÓN DE DIOS ESTÁ ABSOLUTAMENTE A LA MANO AHORA MISMO PORQUE SABEMOS EN QUIÉN HEMOS CREÍDO! Será decisión de cada hombre o mujer en sus circunstancias, si quiere creer o no la maravillosa e incomparable Palabra de Dios y Sus promesas para su vida.

“Es la absoluta voluntad de Dios que toda persona sea liberada de toda prisión o cadena que encierra o ata…La voluntad de Dios es que cada uno de nosotros sea liberado hoy mismo de cualquier prisión que nos sujete”. (“Liberación de sus prisiones”, “La Biblia me lo dice” V.P. Wierwille). Dios ha sido y es un Dios de liberación. Nuestro Señor Jesucristo estuvo en esta tierra para cumplir una misión específica, nuestra redención, y en su propia vida siempre manifestó y evidenció la Voluntad de Dios. Jesucristo fue, mientras caminó en esta tierra, un fiel reflejo del corazón de nuestro Padre: “anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo porque Dios estaba con él”. El ejerció con toda autoridad el dominio que le había sido dado. Llevó a cabo su ministerio fielmente  (y lo sigue haciendo sentado a la diestra de Dios) cumpliendo la Voluntad de su Padre celestial.

¡Nosotros tenemos a Cristo dentro! ¡Y el poder y autoridad de nuestro Señor y Salvador nos han sido otorgados también! Ha sido depositado en nuestros vasos de barro UN TESORO PARA QUE LA EXCELENCIA DEL PODER SEA DE DIOS Y NO DE NOSOTROS!

A Dios es a Quien damos la gloria cuando traemos Su Voluntad a esta tierra, no solo por medio de la predicación, sino con demostración del espíritu santo.

Hoy en día está absolutamente disponible que seamos liberados de cualquier yugo, y está absolutamente disponible que operemos el poder de Dios en nosotros para traer esa liberación a nuestras vidas y en las vidas de los que Dios nos acerque. Recomiendo también para quien quiere ser instruido y crecer en este tema, la lectura del libro “Manifestando el poder de Dios en este mismo momento”, de Sangat Bains, que está disponible en la sección de libros del blog.

Cito nuevamente a Victor Paul Wierwille de “Recibiendo el espíritu santo hoy”, capítulo 3, “¿Quién está capacitado para recibir el espíritu santo, pneuma hagion?”

“Los dones de Dios nunca se reciben por las buenas obras del hombre, ni Dios se los concede al hombre cuando el hombre alcanza una condición espiritual especial. Todos los dones de Dios le pertenecen al hombre cuando él se los apropia por creencia, que quiere decir que el creyente actúa conforme a la Palabra.” (Página 35).

“Es falta de creencia de parte del hombre pedirle a Dios que mande algo que El ya ha dado. Repitiendo: el don de Dios, el don de espíritu santo, está disponible inmediatamente a cualquiera que se apropie del don por creencia. El poder desde lo alto puede ser recibido y manifestado por cualquiera que sepa lo que la Palabra enseña.” (Página 36).

Veamos unos pocos ejemplos en la Palabra de Dios del andar de nuestro Salvador. La gente que vino para ser sanada por Jesús, sabía que la sanidad estaba absolutamente disponible, ellos pidieron, creyeron y Jesucristo les impartió esa sanidad.

Mateo 8:1  Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente.

2 Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
3 Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.

Jesús no oró para que este hombre fuera sano, sino que directamente dio la orden “sé limpio” y “al instante su lepra desapareció”.

4 Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos.

5 Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole,

6 y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado.

7 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.

Hemos dicho anteriormente que el éxito del ministerio terrenal de nuestro Señor Jesucristo fue fundamentalmente por dos cosas: él sabía muy bien Quien era Dios y cuál era Su voluntad, y él tenía una clara visión de su auto identidad. El habló con gran convicción y denuedo “yo iré y le sanaré”.

8 Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará.

9 Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.

10 Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.

13 Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora.

14 Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre.

15 Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.

16 Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y CON LA PALABRA echó fuera a los demonios, y sanó a TODOS los enfermos;

Jesús los sanó, ¡no dice que oró por los enfermos! Sino que él ejerció la autoridad que le fue dada, “CON LA PALABRA echó fuera a los demonios, y sanó a TODOS los enfermos”. Porque él enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.

17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.

Mateo 8:23 Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron.

24 Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía.
25 Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: !!Señor, sálvanos, que perecemos!

26 El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar [Marcos dice que sus palabras fueron: “¡calla! ¡Enmudece!”]; y se hizo grande bonanza.

27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?

¡Jesús ha sido el hombre más maravilloso que ha pisado la tierra! Con una clara conciencia de su auto identidad y conectado siempre a la Voluntad del Padre! El dijo “mi Padre y yo uno somos”, ¡son uno en unidad de propósito y corazón! ¡La Voluntad de Dios era la suya, y se complació en traerla en evidencia a esta tierra! Jesucristo dijo también que “nada podía hacer sin su Padre”, ¡tenía una sociedad y comunión estrechísima con su Dios! Y esa  comunión se reflejó en su andar de amor, compasión y gran poder que evidenció en esta tierra.

¿No es asombroso que Juan 14:12 diga: “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.”?

28 Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.

29 Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?

No fueron estos hombres quienes hablaban con Jesús, sino los demonios en ellos quienes claramente reconocieron a Jesús como El Hijo de Dios.

30 Estaba paciendo lejos de ellos un hato de muchos cerdos.

31 Y los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos.

32 El les dijo: Id. Y ellos salieron, y se fueron a aquel hato de cerdos; y he aquí, todo el hato de cerdos se precipitó en el mar por un despeñadero, y perecieron en las aguas.

33 Y los que los apacentaban huyeron, y viniendo a la ciudad, contaron todas las cosas, y lo que había pasado con los endemoniados.

34 Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus contornos.

Este evento conmocionó a toda una ciudad, pero el simple hecho es que Jesús liberó a estos gadarenos de su tremenda esclavitud. Aunque la Palabra no dice que estos hombres vinieron a Jesús para pedir su liberación, Jesús, andando en su estrecha relación con su Padre celestial supo qué hacer, cómo y cuándo. Ese andar lo tenemos disponible hoy en día en intima comunión con nuestro Padre.

Mateo 9:27 Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: !!Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!

28 Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿CREÉIS QUE PUEDO HACER ESTO? Ellos dijeron: SÍ, SEÑOR.

Jesús siempre exigió creencia en aquellos que le buscaron para recibir liberación.

29 Entonces les tocó los ojos, diciendo: CONFORME A VUESTRA FE OS SEA HECHO.

30 Y los ojos de ellos fueron abiertos.

32 Mientras salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo, endemoniado.

33 Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la gente se maravillaba, y decía: Nunca se ha visto cosa semejante en Israel.

34 Pero los fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios.

En este relato vemos que este hombre estaba mudo por causa de un espíritu diabólico en él. Cuando Jesús arrojó fuera este demonio, el hombre recibió su liberación instantáneamente.

35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, ENSEÑANDO EN LAS SINAGOGAS DE ELLOS, y PREDICANDO EL EVANGELIO DEL REINO, Y SANANDO TODA ENFERMEDAD Y TODA DOLENCIA EN EL PUEBLO.

36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.

37 Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.

38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.

Nosotros podemos decir como el profeta Isaías: ¡Heme aquí Señor envíame a mí!

Marcos 5:21 Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba junto al mar.

22 Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies,

23 y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.

24 Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban.

25 Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre,

26 y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,

27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.
28 Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.

29 Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.

30 Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?

31 Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?

32 Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto.

33 Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.

34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.

Los textos arameos reflejan a un Jesús compasivo y tierno, al él dirigirse a esta mujer, le habló con gran ternura y amor aunque el texto en español no lo refleje. Nuestro Señor Jesucristo anduvo así por esta tierra, con inmenso amor y compasión, y a la vez con gran autoridad y denuedo.

35 Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro?

36 Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente.

Nuestro Señor Jesucristo alentó a este hombre que había acudido a él por la liberación de su pequeña. A él le interesaba la vida de esta niña, el corazón de Jairo, le interesaba cumplir la voluntad de su Padre. Así que animó a Jairo a no mirar las circunstancias y a permanecer firme en su petición. Jesús fue el claro reflejo del amor de nuestro Padre en esta tierra.

37 Y no permitió que le siguiese nadie sino Pedro, Jacobo, y Juan hermano de Jacobo.

38 Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho.

39 Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme.

¡El caminó con denuedo!

40 Y se burlaban de él. Mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña.

41 Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate.

Otra vez, él no oró al Padre, Jesús ejerció su autoridad y directamente dio la orden que resucitó a esta pequeña. Todo lo hizo siempre en estrecha comunión con su Padre. El ejerció el poder y autoridad que le fueron dados desde el cielo siempre en estrecha comunicación con su Dios.

42 Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron grandemente.

43 Pero él les mandó mucho que nadie lo supiese, y dijo que se le diese de comer.

Como dije antes, la Iglesia aun ignoramos muchísimo de la inmensa y riquísima herencia que hemos recibido en Cristo. Pablo oró para que nuestro entendimiento fuera poderosamente alumbrado, y esta debe ser también nuestra oración hoy. ¡Debemos tener gran sed, anhelar saber más y más QUIEN ES DIOS y QUIENES NOS HA HECHO EN CRISTO.
¡Pidamos y nos será dado!

EFESIOS 1:15-23 (Del N.T. en inglés de J.B. Phillips).

Por eso, desde que escuché de su fe en el Señor Jesús y del amor que profesan a los hermanos cristianos, doy gracias a Dios continuamente por ustedes y nunca me rindo orando por ustedes; y esta es mi oración:

Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de toda gloria, les dé sabiduría espiritual y discernimiento (agudeza, percepción, revelación) para que conozcan más de él;

Que reciban esa iluminación interior del espíritu que les hará darse cuenta de cuán grande es la esperanza a la que Él les está llamando, pido que vean la magnificencia y el esplendor de la herencia prometida a los cristianos.

Y que tan tremendo es el poder disponible para nosotros los que creemos en Dios.

Ese poder es la misma energía divina que fue demostrada en Cristo cuando Él lo resucitó de entre los muertos y le dio a él, el lugar de más alto honor en el Cielo.

Un lugar que es infinitamente superior a cualquier dominio, autoridad, poder o control, y que lleva consigo un nombre mucho más allá que cualquier nombre que jamás podría utilizarse en este mundo o en el mundo venidero.

Dios ha puesto todo bajo el poder de Cristo y lo ha establecido como cabeza suprema de la Iglesia. Porque la Iglesia es su cuerpo, ¡y en ese cuerpo vive plenamente Aquel que llena todo el universo!

¡Dios los bendiga!

Con el amor de Cristo,

Claudia Juárez Gaarbalena