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El Casco de la Salvación. Capítulo 7 de "Guerra Espiritual". De Joseph Prince

 


“Y tomad el yelmo de la salvación”

Efesios 6:17

La Esperanza Es Una Confiada Expectativa Del Bien

Ahora bien, veamos el casco de la salvación. Algunos de ustedes podrían pensar: “Soy salvo por medio de Cristo, así que ya tengo la parte del casco bajo control”. Pero en la Biblia, la salvación no sólo se trata de ser salvo del infierno. Eso es sólo el principio. En el griego, la palabra “salvación” también se refiere a preservación, completitud, salud y prosperidad.

En 1 de Tesalonicenses 5:8, el apóstol Pablo dice: “Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo”. Así que, ¿qué es “esperanza”? En la Biblia, esperanza es una positiva o confiada expectativa del bien. Hoy día, usamos la palabra esperanza tan ligeramente. Las personas usan la palabra todo el tiempo, diciendo: “Espero en verdad que no me cesen del trabajo” o “Espero en verdad que tenga buena calificación en mi examen”. Frecuentemente, en nuestras conversaciones en general decimos: “Espero que no” o “Espero que sí”. Esta clase de esperanza significa que no estás totalmente seguro de algo. Pero el significado bíblico de esperanza es una positiva o confiada expectativa del bien. Así que cuando Dios dice: “Ten esperanza”, Él desea que tú tengas una confiada expectativa de que cosas buenas sucederán.

¿Sabes lo qué va a suceder en tu vida esta semana? Probablemente no lo sabes. Pero Dios desea ponerte el casco de la salvación al tener una confiada expectativa de que cosas buenas sucederán esta semana. Que sepas en tu corazón y declares con tu boca que va a ser una buena semana, durante la cual verás de parte de Dios preservación, completitud, salud y prosperidad. Cuando tienes esta clase de actitud, realmente te estás poniendo el “yelmo de la esperanza de la salvación”

Cuando las personas me preguntan: “Pastor Prince, ¿cómo será su semana?” mi respuesta es: “Bueno, ¡Será grandiosa!” ¿Soy un profeta? No, no soy profeta. ¡Pero sé que será una semana grandiosa en el nombre de Jesús! ¿Cómo lo sé? Porque Jesús no dijo: “¡De acuerdo a la voluntad de Dios te será hecho!” Él dijo: “Conforme a tu fe te será hecho” (Mateo 9:29). Él dijo: “De acuerdo a tu expectativa, lo que esperas vendrá sobre ti”.

Aquellos de ustedes que dicen: “Pastor Prince, ¡este va a ser una semana malísima, simplemente lo sé!”. Tienen razón. Y para aquellos de ustedes que dicen: “¡Va a ser una semana bendecida!”. También tienen razón. Cada uno de ustedes tendrá el tipo de semana que espera. Ahora bien, no estoy diciendo que cada día de la vida será un lecho de rosas si esperas lo mejor. Solo estoy diciéndote que incluso, aunque haya una tormenta, Jesús puede darte la calma que necesitas. Él puede darte la paz que necesitas. Él dijo: “…En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). Así que, ¡espera una semana bendecida!

Recuerda, la esperanza de la Biblia no es decir: “Bueno, no sé qué obtendré, ¡pero tengo esperanza! ¡Mantendré mis dedos cruzados!”. No, esa es la clase de esperanza del mundo. La esperanza bíblica es esta: ¡Una confiada expectación del bien!

Porque tú estás en Cristo, Dios te ve en toda la belleza, todas las glorias, todas las grandezas morales y toda la excelencia de Su Hijo.

La Biblia dice que tú debes usar un casco para proteger tu mente y guardar tus pensamientos. Si estás en problemas en este momento, cualquiera que sea el problema, puedes ponerte el casco de la esperanza de salvación. Recuerda, la salvación es más que solo ser salvo del infierno. La salvación incluye sanidad, prosperidad y bienestar. Y tú tienes una confiada expectativa que lo bueno viene hacia ti, que Dios desea verte atravesar esta situación que estás experimentando. Esto es solo temporal, es por eso que puedes tener una confiada exceptiva de lo bueno.

Tú podrías argumentar: “Pero Pastor Prince, ¿no es eso fe?” No, la fe habla del ahora. La fe es creer que ahora mismo, en Cristo tú tienes la respuesta a tu necesidad, aunque todavía no lo veas. La esperanza habla del futuro. La esperanza es una confiada expectativa de lo bueno por venir. Es por eso que la Biblia llama a la gloriosa aparición de Jesús “la esperanza bendita” (Tito 2:13). Tenemos la certeza de que sucederá, pero será en el futuro. La fe es en el ahora.

Ten La Seguridad De Tu Salvación

Debes de estar seguro de tu salvación. Hay muchos malos entendidos acerca de la salvación. Así que déjame decirte algunas verdades acerca de la salvación. Jesús no vino a hacer buena a la gente mala. Jesús vino para hacer que las personas muertas vivieran. Todos nosotros estábamos muertos en nuestros pecados, pero Dios nos amó tanto que no quiso tratar con nosotros tal como éramos. Entonces Él envió a Su Hijo para morir en la cruz. Él te tomó a ti con todos tus pecados y te puso en Cristo. Así que ahora, cuando Dios te mira, ¡Él te ve en toda la belleza, todas las glorias, toda la grandeza moral y toda la excelencia de nuestro Señor Jesucristo!

1 de Juan 4:17 dice que: “… pues como Él es [tiempo presente], así somos nosotros en este mundo”. Así es como podemos tener denuedo en el día del juicio. Desde ahora en adelante, debemos siempre de vernos a nosotros mismos en Cristo. Hemos encontrado un nuevo centro. Ya no estamos más en y por nosotros mismos. No estamos limitados por nuestros propios recursos. Estamos en Cristo. Y en Cristo, tenemos una nueva identidad.

Ahora, quiero que entiendas esto: Cuando Jesús murió en la cruz, no sólo murió por nuestros pecados, ¡Él murió en vez de nosotros! Cuando Él fue enterrado, Él fue enterrado por nosotros y en vez de nosotros. Cuando Dios el Padre resucitó a Jesús de la muerte, para no morir nunca más, Jesús estaba también resucitando en vez de nosotros. No sólo por nosotros, sino en vez de nosotros. Esta es nuestra nueva identidad. De la misma forma que alguna vez estuvimos identificados con el viejo Adán, ahora estamos identificados con el postrer Adán, el segundo Hombre.

El Padre levantó a Jesús mucho más alto que a Satanás, mucho más alto de que todos los principados, mucho más alto que todas las potestades, poderes y dominios, mucho más alto que todo nombre que es nombrado en este mundo y en el mundo venidero. Él está por encima que cualquier otro. Y cuando el Padre hizo sentar a Jesús a Su mano derecha, en el centro de todo el universo, ¿dónde encajamos nosotros? Bueno, ¡de hecho estamos sentados con Él! ¡Con Él, somos coronados con gloria y honor, muy por encima de Satanás y todo nombre que se nombra!

Y esa es la razón por la que el diablo no quiere que descubras todo acerca de la salvación. Él quiere que pienses acerca de ti mismo como alguien separado de Cristo. Él quiere que pienses que debes arreglártelas por ti mismo. Él quiere que pienses que cuando actúas bien, entonces estás con Cristo, pero cuando obras mal, estás separado de Cristo. Amigo mío, ¡la verdad es que tú estás con Cristo para siempre! Sabiendo que eso te da el poder de hacer lo bueno.

Las buenas nuevas es que una vez que estás en Cristo, nada puede separarte de Él y de Su amor. Romanos 8:35 dice: “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? ¡Nosotros estamos en Cristo para siempre!

Siempre Espera Lo Mejor

Ahora, Pablo dice: “Toma el yelmo de la salvación”. Él quiere que tomemos el casco y lo usemos. Algunas personas tontamente van a la guerra sin sus cascos puestos. Ellos no entienden qué tan importante es esto. Ellos piensan que el casco lo conseguirán en el camino. Cuando era joven, no entendía el por qué los soldados tenían que usar cascos. Los cascos se ven como cargas innecesarias. Pero ahora que soy mayor, ¡entiendo cómo el casco puede proteger tu cabeza y salvar tu vida!

Espera cosas malas y cosas malas sucederán. Espera cosas buenas y cosas buenas sucederán.

Así de importante es en la guerra espiritual. Cuando Irene vio a sus dos amigas platicando, pensó que estaban conspirando contra ella. Bueno, Irene no tenía su casco puesto. En el momento en que ella vio a sus amigas hablando, esperó lo peor. Si ella hubiera tenido el casco puesto, ella hubiera tenido una confiada expectación de lo bueno. Para eso está diseñado el casco — para capacitarnos para esperar lo mejor, para esperar que pasen cosas buenas. Y sólo puedes hacer eso si pasas tiempo en la Palabra de Dios. Sólo puedes tener una constante expectación de lo bueno si estás más consciente de la Palabra de Dios que de cualquier otra cosa.

¿Has descubierto que cuando esperas cosas malas, cosas malas sucederán? Lo opuesto es verdad también: Espera cosas buenas y cosas buenas sucederán. Desafortunadamente, es parte de la naturaleza humana gravitar alrededor de malas noticias. Esto significa que la cabeza de muchas personas están desnudas y expuestas. No tienen la sensatez de ponerse sus cascos. Cuando el teléfono suena a una hora avanzada, si las personas fueran honestas, ellas te dirían que su primera reacción sería pensar para ellos mismos: “¡Oh Dios, alguien me está llamando con malas noticias!”. Pero si tienes el casco de la esperanza de la salvación puesto todo el tiempo, cuando el teléfono suene a una hora avanzada, dirás: “¡Me pregunto quién tiene buenas noticias para mí a esta hora de la noche!”.

Algunos de ustedes podrían estar en desacuerdo conmigo y decir: “Pastor Prince, nunca sabes qué esperar”. Bueno, en lugar de esperar que te pasen cosas malas, puedes esperar que te pasen cosas buenas. Después de todo, ¡tú eres un hijo del Dios viviente! ¡Dios te ama! ¡Hay un Salvador cuidándote! ¡Los ángeles van delante de ti! Hay más ángeles trabajando para ti que demonios trabajando en tu contra. Mayor es el que está en ti que el que está en el mundo (1 Juan 4:4). ¡Tienes muchas razones para ganar! ¡Tienes todas las razones para esperar que te sucedan cosas buenas!

 

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