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Estamos en este mundo pero no somos de este mundo. De Joseph Prince

 


Salmos 91:3 Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora.

No dice “quizá” o “a veces”, sino que habla con una firme certeza. No son palabras que albergan dudas, sino que aseguran que “Él te librará”. ¡Qué seguridad más preciosa tenemos sabiendo que nuestro Dios nos librará del lazo del cazador!

La Biblia describe al diablo como un cazador. Un cazador es alguien que atrapa aves profesionalmente. Pone lazos y los esconde cuidadosamente para poder tender una emboscada a las desprevenidas aves. La Biblia también dibuja al diablo como un ladrón y asesino que viene a robar, matar y destruir (véase Juan 10:10).

Lo que usted tiene que entender es que el mundo en que vivimos es un mundo caído. Adán cometió alta traición y le dio las llaves de este mundo al diablo. Debido a lo que Adán hizo, el diablo es el gobernante de este mundo. El apóstol Pablo le llama “el príncipe de la potestad del aire” (Efesios 2:2). Por eso mientras el diablo siga siendo el gobernante de este mundo, el mundo continuará siendo cada vez más oscuro y seguirán existiendo accidentes, enfermedades, calamidades, tragedias y muertes.

Pero podemos gozarnos sabiendo que el tiempo del diablo en este mundo se está acabando rápidamente. El apóstol Pablo también nos dice que nuestro Señor Jesús va a regresar y que todos sus enemigos serán humillados o puestos bajo sus pies, con la muerte como el último enemigo en ser destruido (véase 1 Corintios 15:26).

Mientras tanto, veremos que el mundo es cada vez más oscuro; pero como creyentes, no tenemos que vivir en temor, pues nuestra confianza está en nuestro Señor Jesús. Estamos en este mundo, pero no somos de este mundo (véase Juan 17:16). Hay un cazador muy real y activo que está poniendo lazos. Incluso mientras escribo este libro, estoy leyendo y oyendo noticias de bombas que estallan, disparos, un avión comercial que se estrella al aterrizar, y brotes de virus en diferentes partes del mundo.

En lo natural, esto puede ser extremadamente desalentador, pero no olvide que tenemos un Salvador que es incluso más real, y ha prometido librarnos del lazo del cazador y de la peste destructora (enfermedades y virus peligrosos). El resumen es que tenemos que ser conscientes de lo mucho que necesitamos a nuestro Salvador y su protección diariamente. Tenemos que involucrar al Señor Jesús en nuestra vida cada día. ¡Solo Él puede librarnos y protegernos!

De Joseph Prince. Del libro “La oración de protección”

 

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