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Llega a ser una persona de descanso. Capítulo 14 del libro "Vive la vida dejando ir" de Joseph Prince

 

https://youtu.be/ALxmcT0OlPs

Si estás involucrado en la edificación de algo, si se trata de una iglesia local, un negocio, o tu propia familia, creo que este capítulo te bendecirá. Te dará percepciones frescas del corazón del Señor para ti mientras te edificas y aprendes de la Palabra qué es lo que el Señor prioriza para Su gente. Si te estás orillado a ti mismo hasta el límite, sin permitirte ningún respiro debido al gran trabajo que ves delante de ti, el Señor tiene una palabra para ti en este capítulo.

Amigo mío, Él te ama tanto. Él no quiere verte corriendo exhausto, pensando que la única forma de tener éxito es trabajar más duro y por más horas. Él tiene un camino más alto y ha pagado el precio para que camines en ese camino. Mientras sigues leyendo, oro para que las verdades aquí expuestas te refresquen y te preparen para edificar tu ministerio, tu carrera o tu vida personal en Su fortaleza y en el poder de Su fuerza (ver Efesios 6:10).

 

El factor más importante en la edificación de la casa de Dios

¿Sabes cuál es la cualidad más importante en la edificación de la casa de Dios? No es el trabajo duro, la tenacidad o el ingenio, a pesar de que todas estas pueden ser cualidades importantes. Para responder a esta pregunta, déjame mostrarte una poderosa verdad que podemos aprender de la vida del rey David.

David era un hombre conforme al corazón de Dios (ver Hechos 13:22), pero Dios no eligió a David para edificarle un templo porque David era un hombre de guerra. En vez de eso, Dios le dijo a David que tendría un hijo que se llamaría Salomón. Salomón sería un hombre de descanso, y él construiría el templo de Dios. Mira cómo David explica esto a Salomón:

1 Crónicas 22:7-9 (negrillas mías) Y dijo David a Salomón: Hijo mío, en mi corazón tuve el edificar templo al nombre de Jehová mi Dios. Mas vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Tú has derramado mucha sangre, y has hecho grandes guerras; no edificarás casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí. He aquí te nacerá un hijo, el cual será varón de paz (“hombre de descanso” KJV), porque yo le daré paz de todos sus enemigos en derredor; por tanto, su nombre será Salomón, y yo daré paz y reposo sobre Israel en sus días.

Debido a que David había “derramado mucha sangre” y “hecho grandes guerras”, Dios no señaló a David para edificarle una casa. En cambio, quería a alguien que fuera un hombre de descanso quien edifica Su casa. Dios le dijo a David que quería a alguien cuya vida estuviera marcada por la paz y la quietud. Y así Él escogió al hijo de David, Salomón, cuyo nombre en hebreo, Shelomoh, significa “paz”.

Entonces, ¿cuál es la cualidad número uno para edificar con éxito la casa de Dios?

El descanso.

Este principio se aplica si estás involucrado en la edificación de la casa de Dios o si estás edificando algo más. La gente de guerra, gente que siempre está luchando y esforzándose, luchará para edificar la casa de Dios. También lucharán para construir sus propias casas. Ya sea que estés involucrado en la edificación de un negocio, en la negociación de contratos, entrando en una nueva sociedad, o criando una familia, recuerda esto: Dios te ha llamado a ser una persona de descanso.

 

El Señor edifica la casa y guarda la ciudad

Echa un vistazo a esta poderosa porción de la Escritura a continuación:

Salmo 127:1-2 Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño.

Dios no quiere que pierdas tu tiempo apretando tus manos preocupado, comiendo el pan de adversidad y penas. No te quedes despierto más allá de la medianoche todos los días ni sigas esforzándote para trabajar largas horas sin descansar. Deja de estar ansioso y estresado por tu familia, preocupado por tu trabajo o preocupado por las tareas que tienes por delante. Permanece en Su descanso y gana la batalla contra el insomnio. La Biblia nos dice que Él da a su amado el sueño. Y no solamente te da sueño, sino que también te da lo que necesitas mientras duermes.

Dios le dio sabiduría a Salomón mientras dormía. No estés tan ocupado estando ansioso y estresado y tratando de lograr más sacrificando tu sueño por la noche. Otro nombre de Salomón era “Jedidías” (mira 2 Samuel 12:25), que significa “amado de Jehová (Yahweh)”. Amigo mío, tú eres el amado de Dios y Él quiere darte tu sueño. No te quedes despierto y estresado, permite a Aquel que no duerme ni se adormece se haga cargo (ver Salmos 121:4). Ve a descansar cuando sea hora de dormir porque eso es fe en acción. Puedes descansar porque el Señor está edificando la casa y el Señor está vigilando la ciudad. ¡El Señor está edificando tu negocio, tu ministerio, tu carrera, tu familia, y tu salud! Si estás luchando hoy con un trastorno del sueño inducido por el estrés, oro para que desde esta noche experimentes un sueño dulce e ininterrumpido mientras descansas en Su amor por ti.

No te quedes despierto y estresado, deja que Aquel que no se adormece ni duerme se haga cargo.

 

A menos que el Señor edifique, trabajamos en vano

Piénsalo de esta manera: Si el Señor no está edificando, estaríamos trabajando en vano de todas formas. Esa es la actitud de fe que he mantenido hacia mi iglesia y ministerio, así como las otras áreas de mi vida. He tomado la decisión de permanecer en Su descanso y no perder una noche de sueño preocupándome por mi vida porque Dios es el que está edificando el ministerio y guardando a mi familia, ¿y sabes qué? Él quiere construir y cuidar cada área de tu vida también.

En lo que sea que estemos involucrados, podemos aplicar este principio de ser una persona de descanso y soltar las situaciones en lugar de ahogar la provisión del Señor al sostener todo con nuestra propia fuerza. La manera del mundo es aferrarse firmemente a lo que sea que una posición, ventaja o título que pueden obtener. Pero cuando sabes que toda cosa buena en tu vida no viene del hombre sino de Dios (ver Santiago 1:17), no hay que preocuparse por perder. Ya sea que estés negociando un contrato, resolviendo los términos de una nueva asociación, o criando a tus hijos, el mismo principio se aplica. Déjalo ir y ten una buena opinión de Dios. Confía en que Él es el Dios que va delante de ti y es tu retaguardia. Si algo no funciona, una relación, una oportunidad de trabajo, la compra de una casa que habías estado considerando, ¡entonces creamos que el Señor está preparándote para algo más grande!

Si algo no funciona, ¡cree que el Señor te está preparando para algo más grande!

 

Soltando las cosas

A principios de la década de los 2000, quedó claro que nuestra iglesia necesitaba un lugar más grande para acomodar a nuestra creciente congregación. Una oportunidad emocionante para licitar por el derecho para construir una gran instalación desde cero en una ubicación ideal para nuestra iglesia surgió en mi ciudad, pero habría sido literalmente un milagro para nosotros recibir la licitación en los escasos lugares para construir que hay en Singapur.

Durante todo el proceso, los involucrados en nuestro comité de construcción fueron diligentes para permanecer en la paz y el descanso del Señor, y los alenté a mantener todas las negociaciones con mano descansada. Alabado sea el Señor, todo eventualmente cayó en su lugar a pesar de los sobresaltos y desafíos a lo largo del camino, y nuestro milagro sucedió. Hoy nosotros realizamos servicios semanales en lo que ahora se conoce como el Centro de Artes Escénicas la Estrella, un galardonado lugar artístico y cultural. Nos costó unos 400 millones de dólares construirlo, pero por la asombrosa provisión y la gracia de Dios, este proyecto de construcción ya está totalmente pagado. ¡Aleluya! ¡El Señor verdaderamente edifica la casa!

 

Quédate quieto: El Hombre no descansará hasta que se resuelva este asunto

¿Cómo podríamos sostener un proyecto tan masivo soltando las cosas? Yo creo que el Señor primero nos preparó enseñándonos a confiar en Él en otras áreas y pequeñas empresas. En los primeros años de la Iglesia Nueva Creación, éramos como los hijos de Israel, vagando por el desierto. Comenzamos en el estrecho departamento de uno de nuestros miembros y nos mudamos de un lugar de reunión a otro a medida que la iglesia crecía. Uno de los lugares que utilizamos estaba justo al lado de una sala de masajes, ¡y algunas veces nuestros acomodadores terminaban por error saludando a las personas que se dirigían a la siguiente puerta! Estábamos desesperados por un local permanente que pudiéramos decir que era nuestro, ya que no podíamos permitirnos estar extraviados en cuanto a dónde se realizaría nuestro próximo servicio.

Había una preocupación tan fuerte en mi corazón, y recuerdo haberle preguntado al Señor: “Señor, ¿qué debo hacer?” En ese tiempo, el Señor me dio un hermoso versículo del libro de Rut. Con este versículo, luché en todas las batallas de ansiedades, preocupaciones y angustias que tenía sobre asegurar un lugar de reunión y aprendí a descansar en Él. Y toda la gloria sea dada a Dios, poco tiempo después de recibir este versículo, nos dijeron que nos habían otorgado la licencia de un espacio privilegiado en el que construimos nuestra primera casa permanente como Iglesia: El Auditorio la Roca. El centro comercial en el que estaba este espacio originalmente tenía planeado construir un parque de atracciones bajo techo, por lo que habían construido un techo elevado, sin saber que estaban preparando el espacio perfecto para nosotros para adorar al Señor. ¡Aleluya!

Este fue el versículo del libro de Rut que puso fin a todas mis preocupaciones y ansiedades:

Rut 3:18 Entonces Noemí dijo: Espérate, hija mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; porque aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy.

El Señor literalmente me estaba diciendo que si yo descansaba, Él no descansaría hasta que tuviera concluido el asunto por mí.

Solo para darte algunos antecedentes, Noemí estaba hablando con Rut sobre Booz, el hombre rico que poseía los campos de Belén. Porque como la familia de Noemí se alejó de Belén por muchos años, su derecho a la tierra que le pertenecía a su esposo, Elimelec, se había perdido. Booz fue un pariente redentor para la familia de Noemí. Esto significa que era un pariente que podía redimir sus tierras perdidas, restaurar sus plenos derechos comunitarios y redimirlos de la esclavitud si habían sido vendidos como esclavos. Pero de acuerdo con las leyes y costumbres judías durante ese tiempo, Booz también tendría que casarse con Rut para cumplir con sus deberes como pariente redentor. Hacerlo así podría poner en peligro su propia herencia (ver Rut 4:6), porque Rut era de Moab, una nación cuya gente fue descalificada para entrar a la congregación del Señor (ver Deuteronomio 23:3).

La noche anterior, Rut fue a Booz por consejo de Noemí y le dijo: Booz, “extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano (Rut 3:9). Pero Rut no estaba segura si Booz la redimiría. Y fue entonces cuando Noemí le dijo Rut que se quedara quieta, porque Noemí sabía que Booz se había enamorado de Rut y él no descansaría hasta que hubiera concluido el asunto a su satisfacción. Y sabemos cómo termina la historia. Booz se casa con Rut y se convirtieron en los bisabuelos del rey David y llegaron a ser una parte de la ascendencia natural de nuestro Señor Jesús. Yo he enseñado una serie completa sobre esta hermosa historia llamada “La historia de amor de Rut”.

Booz es una representación de nuestro Señor Jesús, quien vino como hombre para poder ser nuestro pariente Redentor (ver Efesios 1:7). Amado, lo que sea que estés atravesando hoy, puedes confiar en tu Redentor. Puedes quedarte quieto porque Él no descansará hasta que te haya redimido de ese problema.

Dios les dijo a los hijos de Israel: “Os redimiré con brazo extendido” (Éxodo 6:6), y así es literalmente cómo nuestro Señor Jesús nos redimió, con Sus brazos extendidos en la cruz para redimirnos del mercado de esclavos del pecado, de la pobreza y de las maldiciones ¡Alabado sea Su nombre!

¿Puedo compartir contigo una verdad más de la historia de Rut? Después de que tuvieron que regresar a Belén, Noemí le dijo a Rut: “¿no buscaré descanso para ti, para que te vaya bien?” (Rut 3:1 negrillas mías). Quiero que realmente comprendas esta importante idea: ¡Mientras permanecemos en Su reposo, el Señor hará que todo vaya bien para nosotros!

Mientras permanecemos en Su descanso, el Señor hará que todo nos vaya bien.

 

Una palabra para aquellos que edifican la casa de Dios

Espero que no te importe si me tomo un tiempo para dirigirme a los edificadores de la iglesia, pastores, líderes y voluntarios que están edificando una iglesia local o sirviendo en un ministerio. Yo no tenía planeando escribir específicamente para los edificadores de la iglesia y ministerios, pero creo que hay alguien leyendo esto ahora que necesita escuchar esta palabra. Como pastor principal de una iglesia local, sé que a veces, las demandas pueden ser extremadamente abrumadoras.

Si te sientes como que te estas quedando sin combustible, el Señor te dice: “¡Deja ir tus preocupaciones y déjame llenarte! Quédate quieto y déjame ser tu descanso y tu paz”. Cuando tu propia fuerza, tu propia sabiduría y tu mano diligente han fallado, el Señor te dice: “Descansa en Mí y Yo ordenaré Mis bendiciones sobre ti en tu ministerio, en tu salud, en tu matrimonio, en la crianza de tus hijos, y en tus relaciones. No te apoyes en tu propia sabiduría y fuerza. Quieres edificar mi casa. ¡Pero Yo te declaro que estableceré una casa para ti!” (ver 2 Samuel 7:11).

Cuando David le habló al profeta Natán de su deseo de edificar una casa a Dios, Dios estaba complacido con el corazón de David para con Él. Y Dios le dijo a Natán que le dijera a David: “¿Quieres edificarme una casa? Yo te edificaré a ti una casa”. Amigo mío, el Señor ve tu deseo de edificarle una casa. ¿Pero sabes qué? Él quiere edificar tu casa. El Señor se deleita en bendecirte. Se deleita en hacer llover Su gracia y mostrarte Su bondad ¿Por qué? Porque te ama.

El Señor se deleita en bendecirte porque te ama.

 

Cuando descansas, Él trabaja

Sé que no es fácil permanecer en descanso. El enemigo no quiere que estés en descanso, y está luchando por tomar el control de tu mente. Algunas veces, cuando simplemente no quiero hacer nada más que disfrutar de mi familia, escucho voces acusadoras que me dicen cosas como: “¿Cómo puedes descansar? Hay tantas cosas esperando por hacer”. “¿Sabes cuánta gente está esperando tu consejo?” “¿Sabes cuántas personas están esperando escucharte?” Es casi como si los capataces convergieran sobre mí con sus látigos en el momento en que trato de descansar. ¿Alguna vez has estado allí? ¿Alguna vez te has sentido culpable por atreverte a descansar incluso un día porque hay trabajo por hacer y tareas que cumplir? No es de extrañar que Hebreos 4:11 (KJV) nos diga que trabajemos para entrar en el reposo!

Vimos en un capítulo anterior cómo nadie era más activo y completó más cosas en un día que nuestro Señor Jesús, y sin embargo nadie estaba más descansado y lleno de paz que Él: Él pudo hablar con la fuerte tormenta y calmarla. Nuestro Señor Jesús pudo lograr mucho porque descansó en Su Padre. A través de los evangelios, vemos cómo a menudo se retiraba de las multitudes para orar (mira Marcos 6:46; Lucas 5:16, 11:1) y estar con su Padre. La Biblia incluso registra cómo subía a las montañas y pasaba una noche entera en oración (ver Lucas 6:12) y cómo era Su hábito ir al Monte de los Olivos a orar (mira Lucas 22:39-41).

Este mismo Señor Jesús quiere que le arrojes todas tus preocupaciones, porque Él se preocupa por ti (mira 1 Pedro 5:7). Arrodíllate delante de Él y pon todos tus problemas en Sus manos: Sus manos son más grandes. Lo más que descansas en Él, lo más que Él trabaja. Deja de luchar por una “buena vida” y deja de luchar en la carrera desenfrenada. Trabaja duro, por supuesto, pero internamente, no seas un hombre de guerra. Concéntrate solo en una obra: ¡Entra en el descanso! Llega a un lugar de quietud y de saber que cuando permaneces quieto, el Hombre no descansará hasta que haya concluido el asunto!

He encontrado en mi propia vida que cuando descanso, Él me muestra en qué enfocarme de entre todas las cosas que tengo que hacer, ya sea esa cita para cumplir, ese texto para responder, o esa cosa en la que necesito concentrarme que traerá éxito a la iglesia, esa persona en específico, o mi familia. Oro ahora mismo que el Señor te dé descanso y refrigerio en medio de todo lo que necesitas hacer. Si necesitas mayor sabiduría, aprendamos de Salomón. Salomón era un hombre de descanso y paz, y abundaba en la sabiduría de Dios. No podemos fluir en la provisión de la sabiduría de Dios a menos que descansemos en Él. Mientras pones tu confianza en Él, ¡que el Señor te haga divinamente agudo y preciso en todo lo que necesites llevar a cabo, y bendiga todo lo que te propongas hacer!

No podemos fluir en la provisión de sabiduría de Dios a menos que descansemos en Él.

 

Nacido para predicar el descanso

Pastor Prince, ¿por qué persevera en hablar sobre el descanso?

Amigo mío, persevero en predicar y escribir sobre el descanso porque creo que nací para predicar sobre el descanso. Para aquellos de ustedes que estudian los números de las Escrituras, sabrán que 5 es el número de gracia. La quinta vez que el nombre de Rut es mencionado en el libro de Rut, la encontramos a ella diciéndole a Noemí: “Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare gracia” (Rut 2:2). La quinta vez que se menciona el nombre de Noé en la Biblia, lo encontramos diciendo: “Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Génesis 6:8).

Ahora, 5 multiplicado por 3 es 15. El número 15 es el número del descanso. Los judíos celebraban varias fiestas y días festivos cada año según el calendario judío. Ellos celebran Purim los días catorce y quince del duodécimo mes de Adar. Purim es una festividad judía que conmemora la salvación de los judíos de la gente de Amán, cuyo malvado plan para exterminarlos fue frustrado. Los días catorce y quince se deben celebrar “como los días en los que los judíos descansaron de sus enemigos” (Ester 9:22 KJV).

Los judíos también celebran la fiesta de la Pascua, que comienza con un día de descanso en el decimoquinto día del primer mes de Nisán, mientras que la fiesta de los tabernáculos comienza con un día de descanso el decimoquinto día del séptimo mes de Tisri. La Biblia dice que ambos días son días de descanso en los que no se debe realizar ningún trabajo laborioso (ver Levítico 23:7, 39).

Creo que no es casualidad que Israel regresara como nación contra probabilidades imposibles y celebrara su primer día como nación el 15 de mayo de 1948, después de su declaración de independencia. Quince años a partir de entonces, un niño nació el 15 de mayo de 1963. Ese niño nació para predicar el descanso, ¡y probablemente ya sepas que ese niño al que me refiero soy yo!

Yo creo que nací para predicar sobre el descanso para que puedas encontrar descanso en tu vida. Fui llamado a edificarle una casa a Él junto con otros hombres y mujeres de descanso. Dios me dijo que nunca dejara de predicar sobre el descanso hasta que el Jubileo explote en tu vida y que Su bendición ordenada descienda sobre cada área de tu vida. El descanso es edificado en descanso, es edificado en descanso, es edificado en descanso. Ese es el por qué estoy escribiendo un libro completo sobre descanso. ¡Ese es el por qué lo estoy predicando y predicando hasta que entres en tu tierra prometida de descanso!

 

El mayor descanso se logró en la cruz

Quiero mostrarles una imagen poderosa del mejor descanso que se logró para nosotros. Nuestro Señor dijo: “Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar Su cabeza” (Mateo 8:20). Por él todas las cosas fueron creadas (ver Colosenses 1:16), pero no tenía dónde recostar la cabeza.

¿Sabes que el mayor descanso que vino a dar fue el descanso que Él logró en la cruz por todos nosotros? Y fue cuando clamó después de ser colgando durante seis largas y agonizantes horas en la cruz, “¡Consumado es!” (ver Juan 19:30). ¿Qué estaba consumado? Su obra de calificarnos, el castigo de todos nuestros pecados, nuestra liberación del poder de la oscuridad y nuestra redención de la maldición de la ley. Todo esto está consumado. Él lo ha hecho todo por nosotros. Y justo después de que dijo eso, la Biblia dice que “habiendo inclinado la cabeza y entregó el espíritu” (Juan 19:30). En griego palabra para “inclinado” aquí es klino, la misma palabra griega rara vez usada para “recostar” cuando dijo que el Hijo del hombre no tiene dónde “recostar” (klino) Su cabeza (mira Mateo 8:20). Nuestro Señor Jesús finalmente encontró Su descanso en salvarte, en terminar la obra por ti. Él encontró Su descanso al calificarte por Su sangre para toda bendición de Dios. Hoy puedes descansar. No tienes que ganar la sanidad, las bendiciones o el descanso, ¡sólo tienes que recibirlos!

 

Cristo te hará descansar

¿Siguen los capataces en tu cabeza? ¿Has estado trabajando y trabajando, y te sientes culpable cada vez que intentas descansar? ¿Te has estado esforzando sin parar? ¿Crees que no has hecho lo suficiente para “merecer” descansar?

Si eso te describe, quiero invitarte a entrar en Su reposo hoy. Cuando descansas, tu trabajo adquirirá una mayor calidad. Tu mente funciona mejor cuando estás en reposo. Y el descanso viene de nuestro Señor Jesús. De hecho, cuando Él dijo: “Vengan a mí... y yo les daré descanso” (Mateo 11:28 KJV), el texto griego original para “les daré descanso” en realidad dice: “Yo les haré descansar”. En otras palabras, cuando vienes a Jesús, Él mismo te hará descansar. Con todas las cosas que necesitas enfrentar y resolver en los días por venir, oro para que sigas al Señor y le permitas guiarte a ser una persona de descanso en cada situación de tu vida.

 

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