Ven como eres a Jesús. De Joseph Prince
Salmos 30:11 Has cambiado
mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
Amigo mío, hoy eres
favorecido y aceptado por Dios debido a Su favor inmerecido. Incluso si tu vida
es un desastre, Él puede tomar tu desorden y convertirlo en algo hermoso. Ven a
Él tal como eres.
Hace años, uno de los
miembros de mi iglesia de repente dejó de asistir a la iglesia durante mucho
tiempo. Me reuní con él para saber cómo estaba y ver si todo estaba bien. Él
fue muy honesto conmigo y me dijo que estaba pasando por muchos problemas en su
matrimonio y que ahora era adicto al alcohol. Luego dijo esto: "Déjame
arreglar mi vida y luego volveré a la iglesia".
Sonreí y le pregunté:
"¿Te limpias antes de bañarte?" Por su expresión me di cuenta de que
mi pregunta lo había desconcertado, así que le dije: “Ven como eres al Señor.
Él es el baño. Él te limpiará. Él pondrá tu vida en orden y hará que toda adicción
pierda su dominio sobre ti. ¡No tienes que usar tus propios esfuerzos para
limpiarte antes de bañarte!
Me alegra compartir que
este precioso hermano pronto regresó a la iglesia y Jesús cambió su vida. Hoy
está felizmente casado, ha sido bendecido con una hermosa familia y es uno de
mis líderes clave de confianza. Eso es lo que hace el Señor cuando vienes a Él
tal como eres y le permites amarte en plenitud. Él hará que todas las cosas en
tu vida sean hermosas.
Hay muchas personas hoy
que son como este hermano. Quieren arreglar sus vidas por sí mismos antes de
venir a Jesús. Tienen la impresión de que necesitan santificarse antes de poder
entrar en la santa presencia de Dios. Sienten que están siendo hipócritas si no
ordenan sus vidas antes de venir a la iglesia.
Nada mas lejos de la
verdad. Nunca podrás hacerte lo suficientemente santo como para merecer las
bendiciones de Dios. Eres hecho santo, justo y limpio por la sangre de
Jesucristo, y es Su condición de justo lo que te califica, nada más y nada
menos.
Así que deja de intentar
limpiarte antes de acudir al Señor. Ven a Jesús con todo tu desorden, todas tus
adicciones, todas tus debilidades y todos tus fracasos. Dios te ama tal como
eres.
Sin embargo, Él también
te ama demasiado como para permitirte permanezcas igual. Amigo mío, cuando
vienes a Jesús, Él se convierte en tu “baño”. ¡Él te lavará hasta quedar más
blanco que la nieve! ¡Métete a dar un baño hoy y permite que Jesús te haga
perfecto, justo y santo a los ojos de Dios!
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