Ve por Jesús mismo. Por Joseph Prince
Lucas 24:15 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos.
Me encanta el hecho de
que de todas las palabras que Dios pudo haber elegido para llamar a esta
hermosa comida, eligió la palabra Comunión. Habla de la relación que Dios
quiere tener con nosotros, la cercanía y la intimidad que desea tener con
nosotros.
Sé que puede ser fácil
perder eso de vista e incluso ver la Comunión como un medio para un fin,
especialmente cuando estás luchando contra síntomas de tu cuerpo. Pero a medida
que continúes viniendo a la Mesa del Señor, no te limites a perseguir la sanidad
y te pierdas a Aquel que preparó la mesa para ti.
Persigue al sanador y no
solo la sanidad. Persigue al que bendice y no solo a la bendición. Cuando lo
tienes a Él, lo tienes todo.
Hoy, quiero alentarte con
una de mis historias favoritas del Nuevo Testamento. Oro para que no te quedes
con mera información sobre lo que es la santa Comunión, sino que experimentes
lo que hicieron los dos discípulos en el camino a Emaús cuando Jesús mismo se
acercó y caminó con ellos.
Ese viaje a Emaús tuvo
lugar el mismo día en que nuestro Señor Jesús resucitó corporalmente de la
tumba. ¿Qué era tan importante para el Señor hacer en el día de Su
resurrección?
El Cristo resucitado hizo
esto:
Lucas 24:27 Y comenzando
desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las
Escrituras lo que de él decían.
Más tarde, los dos
discípulos se dijeron el uno al otro: "¿No ardía nuestro corazón dentro
de nosotros mientras nos hablaba en el camino y mientras nos abría las
Escrituras?" (Lucas 24:32).
Como pastor, eso es lo
que me esfuerzo por hacer todos los domingos, y oro para que, por la gracia de
Dios, vean en las Escrituras, no una lista de reglas y regulaciones, no un
conocimiento que envanece el intelecto, sino cosas concernientes a Él mismo.
Oro para que tu corazón
arda dentro de ti cuando veas a Jesús en las Escrituras y experimentes Su
profundo y personal amor por ti como nunca antes. Oro para que sientas que
Jesús mismo se acerca a ti, derramando Su amor en ti e impartiéndote todo lo
que necesitas. Y más allá de lo que Él puede hacer por ti o tu ser querido, más
allá de sanar esa condición con la que podrías haber estado luchando, oro para
que tengas un encuentro con el Señor Jesús mismo.
Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”
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