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Transformación sobrenatural. Joseph Prince

1 Samuel 17:45 Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.

Estar ocupado en Cristo te hace valiente pero no superior, humilde pero no inferior. Cuando nuestras mentes están ocupadas con Jesús, no tenemos que tratar de ser humildes.

En presencia del Rey Siervo, nuestros corazones se transforman sobrenaturalmente y llevaremos Su corazón de siervo. En otras palabras, cuando estas cerca de Jesús, todo lo que Él es se te contagiará.

Tus pensamientos y tus palabras estarán llenos de la fragancia de Su dulce presencia y gracia. Toda tu inferioridad e inseguridades se desvanecerán en Su maravilloso amor por ti. Se necesitan personas que estén verdaderamente seguras en Cristo para poder inclinarse y servir a los demás con genuina humildad.

Similarmente, cuando eres valiente y audaz en Cristo y en Su amor por ti, no se manifiesta como orgullo y arrogancia carnal, sino más bien como una completa dependencia al Dios Todopoderoso.

Piensa en cómo el joven David corrió por el valle de Ela y desafió al gigante Goliat, mientras el resto de los hombres adultos y bien entrenados del ejército de Israel se encogían de miedo. ¿Fue eso simplemente una muestra de bravuconería juvenil o una dependencia genuina de Dios?

Para el ojo inexperto, David podría haber parecido un mocoso imprudente. Pero sabemos de dónde viene este firme atrevimiento cuando estas audaces palabras de un simple adolescente resonaron en todo el valle: “Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado” (1 Sam. 17:45).

Por sus palabras, podemos decir que el joven David estaba claramente ocupado con el Señor de los ejércitos y no con él mismo o sus habilidades.

Cuando tus pensamientos están ocupados con el Señor, ¡te conviertes en un matador de gigantes! ¿Hay gigantes en tu vida hoy que necesitan ser asesinados?

Como el joven David, ocupa tu mente en el Señor, y Dios te llenará de coraje y valor para superar todas tus adversidades. Escucha las palabras de David en el Salmo 18:29: “Contigo desbarataré ejércitos, y con mi Dios asaltaré muros”. Permite que estas palabras de fe y valentía se establezcan en tu corazón. ¡Con Dios de tu lado, nada es imposible!

 

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