Depende del Señor para el tiempo correcto. De Joseph Prince
Eclesiastés 9:11… ni es
de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el
pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que
tiempo y ocasión acontecen a todos.
Amado, no olvides que “ni
es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes… sino que tiempo y
ocasión acontecen a todos”. Dios quiere que tengas el tiempo correcto, Su
tiempo, y nada es dejado al azar puesto que eres hijo de Dios. El Salmo 37:23
afirma: “Por Jehová son ordenados los pasos del hombre”. Tú eres ese “hombre”
porque eres la justicia de Dios en Cristo.
Ahora, observa la palabra
“acontecen”. En el texto original hebreo es el vocablo “qarah”, que
significa “acontecimiento correcto”. Amigo mío, puedes depender de Dios para
estar en el lugar correcto a la hora correcta, de modo que te ocurran los
acontecimientos correctos. Estoy seguro de que concuerdas conmigo en que
estar en el lugar correcto en el tiempo correcto es una gran bendición. Ciertamente
no quisieras estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. eso puede
llevar a resultados desastrosos.
Pero aun cuando pienses que
estás en el lugar equivocado en el momento equivocado, como cuando te ves
atrapado en un atasco de tráfico o cuando se te va el tren, no te agites
demasiado. Un retraso puede llegar a ser la protección divina de un accidente
más adelante. A veces, un retraso de sólo unos segundos puede significar la
diferencia entre la vida y la muerte.
En el 2001, un hermano de
mi Iglesia escribió para informar que la oficina de su hijo estaba en las
Torres Gemelas de Nueva York. En una mañana en particular, el reloj despertador
de su hijo no sonó y terminó perdiendo el tren de ida hacia el trabajo, de modo
que iba tarde para llegar allí. Si hubiera llegado a tiempo esa mañana, habría
estado en su oficina cuando los aviones se estrellaron contra el edificio
durante los devastadores ataques terroristas del 11 de septiembre.
En enero del 2003, otro
hermano de mi Iglesia estaba en Yakarta, Indonesia, por un viaje de negocios. Se
hospedaba en el hotel Marriott y se encontraba en el vestíbulo cuando una bomba
estalló en las afueras del edificio. La bomba atravesó el vestíbulo y vio un
cuerpo volar delante de él mientras la ensordecedora explosión resonaba a su
alrededor.
Después de que el polvo
se asentó, vio que estaba salpicado de sangre y que había escombros esparcidos
por todas partes, pero sorprendentemente, él estaba completamente ileso. En el
preciso momento en que estalló la bomba él, casualmente, caminaba detrás de una
columna que lo protegió del impacto de la explosión. Piensa en lo que le habría
sucedido si hubiera llegado a esa columna tan sólo unos segundos antes o
después de estallar la bomba.
No importa cuán
inteligente seas, qué tan grande sea tu cuenta de ahorros o qué tan prestigioso
sea el nombre de tu familia, no hay manera de que puedas saber de antemano el
instante en el cual una bomba explotará cerca de ti para ocultarte. Sólo los
Dios puede ponerte en el lugar correcto en el tiempo correcto. Fue el Señor quien
puso a ese hermano detrás de la columna en el momento preciso. Sus pasos
literalmente fueron ordenados por el Señor. ¡Toda la gloria a Él! ¡Jesús es
nuestra verdadera columna de protección!
La fidelidad de Dios al proteger
a su amado poniéndolo en el lugar y el tiempo correctos se comprobó aún más
recientemente. Otras dos enormes explosiones sacudieron Yakarta, Indonesia, en
la mañana del 17 de julio de 2009, y esta vez tanto el Marriott como el Ritz-Carlton
fueron blancos de atentados terroristas.
Una señora de nuestra
Iglesia se encontraba en el vestíbulo del Ritz-Carlton, cuando una de las
bombas detonó en el cercano restaurante donde los clientes estaban desayunando.
La fuerza de la explosión lanzó fragmentos de vidrio que pasaron volando sobre
ella, arrancándoles la piel a otros invitados que estaban de pie frente a ella.
¡Sorprendentemente, ella salió ilesa por completo!
Ella informó que
inicialmente había planeado tomar el desayuno en ese mismo restaurante, en el
momento que la bomba explotó. Eso sin duda la habría puesto en el lugar
equivocado en el momento equivocado. Si lo hubiera hecho podría haber sido
asesinada por la explosión. Sin embargo, nos dijo que la razón por la cual se
le pasó la hora del desayuno esta mañana era que estaba asida de mi devocional “Destinados
para reinar” disfrutando de una de las lecturas y pasando tiempo con el Señor
en su habitación del hotel. El “retraso” que experimentó en la lectura de mi
libro la mantuvo lejos del restaurante y le salvó la vida. ¡Alabado sea Jesús!
Amigo mío, nada sucede
por casualidad; el Señor sabe cómo ponerte en el lugar correcto y el momento
correcto. Tú puedes depender del Señor Jesús para que te suceda lo correcto. Todo
ello viene por Su favor inmerecido. En el nuevo pacto de la gracia, La Biblia
dice que el Señor mismo escribe Sus leyes en tu corazón (Hebreos 8:10). Él
puede hablarte y guiarte en todo lo que hagas. Permite que Él te dirija
sobrenaturalmente.
Oración de hoy
Padre, te doy gracias
porque mis pasos están ordenados por Ti puesto que soy justo en Cristo. Y dado
que no hay ningún detalle de mis planes ni de mi vida que escapen de tu
atención, puedo confiar en Ti para posicionarme en el lugar y el tiempo correctos,
a salvo de cualquier peligro y preparado para el éxito. Padre, miro hacia ti y
tu favor inmerecido para que me protejas, junto con mi familia de todo mal, y
para que hagas nuestro camino próspero.
Pensamiento de hoy
Mis pasos están ordenados
por el Señor, puesto que soy justo en Él.
Extraído del libro “100
días de favor” de Joseph Prince.
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