¡NO MÁS MIEDO! JOSEPH PRINCE. DÍA 14

Pero los que esperan
a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas;
correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Isaías 40:31
Pensamiento:
La
esperanza de Dios te fortalece en tus desafíos.
Hijo de Dios, algo que te
diferencia del mundo es que Dios te ha prometido esperanza en tus
momentos difíciles. Para el mundo, la esperanza nunca es segura; se trata de
esperar algo que no están seguros de que sucederá.
Pero para nosotros, los
creyentes, el Señor nos ha dado Su esperanza: una positiva y confiada expectativa
del bien en nuestro futuro (2 Corintios 1:7). Puedes esperar un futuro
brillante donde tus necesidades serán atendidas porque tu esperanza está
anclada en algo inquebrantable: el amor de Dios derramado en nuestros corazones
por el Espíritu Santo (Romanos 5:5).
¿Sabías que la palabra
hebrea para esperanza es “tiqvah”, que de hecho significa “un cordón” o “una
cuerda”? “Tiqvah” proviene del verbo “qavah”, que significa “enlazar juntos”, y
se traduce como la palabra “esperar” en el bien conocido versículo: “Pero los
que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas” (Isaías 40:31).
Hoy, si estás esperando
que se manifieste tu gran avance, el Señor quiere que mantengas una postura de
esperanza. Y la esperanza se mantendrá fuerte en ti mientras te ves a ti mismo fuertemente
unido al Señor, como las hebras de una cuerda se entrelazan y se unen, dándole
fuerza.
Ya sea que se trate de tu
matrimonio, un mal informe médico o superar una recesión sin pérdidas, recuerda
que no estás solo para arreglártelas por ti mismo. Como
creyente, estás tan profundamente unido y eres tan completamente uno con
nuestro Señor Jesús que Su paz, Su protección y Su victoria son tuyas.
Amado, mientras esperas
en el Señor de esta manera y encuentras tu esperanza en Él, Él renovará tus
fuerzas, causando que te levantes por encima de tus circunstancias con Él. A
pesar de tus desafíos, correrás y no te cansarás, caminarás y no te fatigarás
(Isaías 40:31). Tu esperanza en Él no te desilusionará porque Él te ama, ¡y
está trabajando para que todas las cosas te ayuden a bien (Romanos 8:10)!
Comentarios
Publicar un comentario