Gedeón: El débil hecho fuerte. De Joseph Prince. Fragmento del libro "La gente que CONOCE a su Dios"
Escritura clave:
Jehová le dijo:
“Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo
hombre”.
Jueces 6:16.
¿Alguna vez te has
sentido como la persona más débil en la habitación?
Quizá has visto tus
circunstancias, tus habilidades o tu pasado y piensas de ti mismo, no soy lo
suficientemente bueno, no tengo lo que se necesita. Bueno, quiero alentarte
hoy con la historia de Gedeón de la Biblia.
Gedeón era un hombre que
se sentía completamente inadecuado. Cuando nos encontramos por primera vez con Gedeón,
estaba escondido en un lagar trillando trigo para mantenerlo escondido de los
madianitas, que estaban oprimiendo a la gente de Israel. No solo se sentía
impotente, débil y vulnerable ante los enemigos de Israel, sino que se sentía
pequeño e insignificante entre los hombres de su clan y comunidad.
De hecho, Gedeón dijo de sí
mismo “Ah, Señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es
pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre” (Jueces 6:15). Esa era
la opinión honesta de él mismo. ¿Pero cómo lo veía el Señor? ¡Todo lo opuesto!
Las palabras audaces del
Señor a Gedeón fueron: “Jehová está contigo, varón esforzado y valiente… Ve con
esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío
yo?” (Jueces 6:12,14).
El Señor no se detuvo por
las debilidades de Gedeón. De hecho, era precisamente eso lo que dio espacio
para que la fuerza de Dios brillara a través de él. Él le dijo a Gedeón:
“Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo
hombre” (Jueces 6:16). La debilidad de Gedeón fue la oportunidad perfecta
para que el poder de Dios se mostrara a través de él.
Lo mismo es verdad para
ti y para mí. El Señor no nos está pidiendo que seamos fuertes en nosotros
mismos. Él no está esperando que superemos todas nuestras debilidades antes de
poder usarnos. No, Su fuerza se perfecciona en nuestras debilidades (2
Corintios 12:9). Nuestro trabajo es simplemente reconocer nuestra de necesidad
de Él, y depender en Él en medio de nuestras deficiencias.
Cuando hacemos eso,
permitimos a Su fuerza trabaje a través de nosotros, justo como lo hizo para Gedeón.
Con sólo 300 hombres, Gedeón derrotó el vasto ejército de los madianitas, no a través
de estrategias de poder militar convencional, sino a través de simplemente
obedecer a Dios y confiando en Su poder.
Así que, si te estas
sintiendo débil o inadecuado hoy, ten ánimo. Tu debilidad no es un obstáculo
para tu Padre celestial, sino una oportunidad para que Él demuestre Su poder.
Trae tu debilidad al Señor, y mírala a través del lente de Su gracia. Se como
el apóstol Pablo, que dijo “porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. (2
Corintios 12:10).
No intentes resolverlo
todo con tu propia fuerza. Confía en el Señor, depende en Su poder y míralo obrar
maravillas a través de tu vida. Justo como Gedeón, ¡encontrarás que tu gran
debilidad se puede convertir en tu más grande fuerza cuando la colocas en las
poderosas manos de nuestro amoroso Salvador!
Pensamiento del día
El Señor puede usar al
débil, al pequeño, al último, y al insignificante para confundir a aquellos
fuertes en el mundo. La fuerza del Señor se perfecciona en mi debilidad cuando
me rindo a Su gracia.
Para medita más:
Jueces 6-8 / 1 Corintios
1:27-29 / Isaías 41:10 / Hebreos 11:32-34
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