La sabiduría de Cristo en acción. De Joseph Prince
1 Corintios 1:30 Mas por
él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios
sabiduría, justificación, santificación y redención.
Amado, cuando dependas de
la sabiduría de Dios para triunfar hoy, verás prosperar todo lo que hagas.
Simplemente observa cómo nuestro Señor Jesús siempre fluyó en sabiduría divina
en Su ministerio terrenal.
Por ejemplo, mira lo que
sucedió cuando los fariseos llevaron a él a la mujer sorprendida en adulterio.
Los fariseos vinieron a él y citaron de la ley, diciendo: “le dijeron: Maestro,
esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos
mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?” (Juan 8:4-5).
Pensaron que habían
logrado atrapar a Jesús porque si les decía que la apedrearan, entonces lo
acusarían de no demostrar el perdón y la gracia sobre los que había estado
predicando. Si hubiera dicho que no deberían apedrearla, entonces los fariseos
lo habrían acusado de quebrantar la ley de Moisés y presentarían un cargo
contra Él.
Los fariseos
probablemente se estaban regodeando con la astuta trampa que habían ideado. Por
eso se enfrentaron a Jesús en el área pública alrededor del templo. Querían
avergonzarlo frente a las multitudes que habían venido a escucharlo enseñar.
Ahora, observa la
sabiduría de Jesús en acción. Él simplemente les dijo: “El que de vosotros esté
sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella” (Juan 8:7).
¡Qué majestad! Vinieron a
Jesús con la ley de Moisés y Jesús les dio el perfecto estándar de la ley. Sin
inmutarse, Él simplemente desafió a que a la persona que fuera perfecta ante la
ley arrojara la primera piedra.
Los fariseos que habían
venido a atrapar a Jesús comenzaron a irse uno por uno, en completo silencio.
Este mismo Jesús, con toda su sabiduría, es hoy nuestro Cristo ascendido, que
está sentado a la diestra del Padre, y a quien la Biblia dice que “nos ha sido hecho
sabiduría”.
De este y otros relatos
de Jesús en los Evangelios, vemos cómo en todo lo que Él hace, nuestro Salvador
es completamente hermoso. Él nunca llega temprano, nunca llega tarde. Siempre
está en el lugar correcto en el momento correcto. Él está siempre en perfecta
paz y no hay ningún sentido de prisa en Él.
Cuando era el momento de
ser tierno, Él fue infinitamente gentil, misericordioso y perdonador; lo vemos
en Su respuesta a la mujer sorprendida en adulterio (Juan 8:10-11). Cuando era
el momento de volcar las mesas de los cambistas, lo hizo con pasión. Nunca se
sintió agotado o rebasado por los intentos de los fariseos de hacerle tropezar
y siempre fluía con sabiduría divina.
Él es acero y terciopelo,
mansedumbre y majestad, perfecta virilidad y deidad. ¡Este es Jesús y tú estás
en Él!
Comienza a verte a ti
mismo en Cristo, quien siempre fluye con sabiduría divina, siempre está en
control de la situación, y la misma sabiduría que fluye en Él fluirá dentro y a
través de ti.
Extraído del sitio Joseph
Prince Ministries:
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