Donaciones
Fuera de México:

Check out with PayPal

No tenemos todas las respuestas. De Joseph Prince

 

Oseas 2:15 (NLT) Le devolveré sus viñedos y transformaré el Valle de Problemas en una puerta de esperanza.

Quizá estés atravesando un valle difícil. Tal vez estés decepcionado con Dios porque has perdido a un ser querido o porque has estado luchando contra esa condición médica año tras año.

Quiero alentarte a que no preguntes: “¿Por qué?”. Preguntar por qué sólo te llevará a una espiral descendente hacia la depresión. No preguntes: “¿Por qué me pasó esto a mí?” No preguntes: “¿Por qué mi hijo no sana aunque he confiado en Ti durante años?” o “¿Por qué mi ser querido está pasando por una tragedia tras otra?

El hecho es que en este mundo caído no tenemos todas las respuestas. Un día recibiremos nuestros nuevos cuerpos, donde lo corruptible se vestirá de incorrupción y lo mortal se vestirá de inmortalidad (1 Cor. 15:53). Pero hasta entonces reconozco que a veces pasan cosas malas y no sé por qué.

Pero lo que sí sé es esto: Dios es un Dios bueno. Él nos ama y nunca está detrás de ningún dolor que atravesemos. Nuestra fe en Él no está basada en nuestras experiencias; está basada en la Palabra de Dios eterna e inmutable, que no puede mentir.

Incluso cuando las cosas no salieron como querías, no permanezcas decepcionado. El diablo quiere que te enojes con Dios y renuncies a Sus promesas. Pero sigue creyendo que Dios está a tu favor y no en tu contra.

Incluso si el enemigo ha destruido algo en tu vida, y aunque se hayan perdido años mientras esperabas la manifestación de tu sanidad, o te han sido robados los días de tu juventud, sigue creyendo que Dios puede restaurarte lo que has perdido (Joel 2:25, Job 33:25).

Amigo mío, “mantengamos firme y sin fluctuar la confesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió” (Heb. 10:23). Continúa buscando al Señor para tu avance. Y si descubres que estás demasiado cansado para seguir creyendo, oro para que esta promesa te ayude a salir adelante:

Isaías 40:31 Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.

 

Comentarios