Donaciones
Fuera de México:

Check out with PayPal

"EL APOCALIPSIS O EL DÍA DEL SEÑOR" Por E. W. Bullinger 14a. Publicación


Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca. Apocalipsis 1:3

Por
E.W. Bullinger, D.D.
Segunda edición
(Revisada y corregida)
1909
Traducción al español por Juan Luis Molina
Con la colaboración de
Claudia Juárez Garbalena



LA QUINTA VISIÓN “EN LA TIERRA”.
E5, 14: 6-20.
El Sexto Ángel y el Hijo del Hombre.

La visión que a continuación sigue es “en la tierra”, sigue de cerca a la última, y es preliminar al derramamiento de las siete Copas. No se ve ni se oye a ningún ángel hasta que el séptimo ángel toca la séptima trompeta en 11:15. Esto nos muestra que el pasaje en el cap. 12 versículo1 hasta el final del 8 está entre paréntesis, y constituye una serie o episodio.
Esta quinta visión en la tierra consiste del aparecimiento consecutivo de seis ángeles, teniendo cada uno su diferente misión, y todos menos uno (el quinto) su propia proclamación. Se distinguen unos de otros, y el Episodio continúa dándonos el punto de vista de Dios de lo que va a suceder; y diciéndonos lo que Él lleva a cabo en simultáneo durante el tiempo que la Bestia y el Falso profeta que transcurre en el cap. 13. También forman un compendio de todos los juicios restantes contenidos en el resto del Libro. 
Los seis ángeles con el Hijo del Hombre hacen siete apariciones y locuciones celestiales. Estas están divididas, como se muestra en la Estructura (abajo), en tres y cuatro. Las tres primeras sobresalen claramente por sí mismas. Las cuatro últimas forman dos pares, en los cuales el primer ángel de cada uno tiene una hoz aguda, y el segundo de cada da la orden de utilizarla. El primero de estos pares es la Siega, y el segundo es la Vendimia. 
La siguiente es la estructura de esta Visión en su totalidad:
E5 14: 6-20. La Quinta Visión “en el Cielo”.
E5 |     A |                  1 |     a1 | 6.  El Primer Ángel.
                                                b1 | 7. Su Proclamación. 
                                 2 |     a2 | 8-.  El Segundo Ángel.
                                                b2 | -8. Su Declaración.

                                 3 |     a3 | 9-.  El Tercer Ángel.
                                                b3 | -9-13. 
Su Denuncia (-9-11). Su Consolación. (12, 13).
            A |     B |      4 |     a4 | 14-.  El Hijo del Hombre.
                                                b4 | -14.  Lo que tenía.
Una hoz aguda.                          
                                5 |      a5 | 15-. 
El Cuarto Ángel.
                                                 b5 | -15, 16.  Su Orden al Hijo del Hombre (-15).
Su Ejecución. (16).
                      B |     6 |      a6 | 17-.  El Quinto Ángel.
                                                
b6 | -17.  Lo que tiene. Una hoz aguda.
                              7 |      a7 | 18-.  El Sexto Ángel.
                                                
b7 | -18-20.  Su orden al Quinto Ángel (-18). Su ejecución (19, 20).

El Primer Ángel (14:6, 7).
14:6. Y vi volar por en medio del cielo a otro ángel que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua, y pueblo, (7) diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado, y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.]
Tenemos que recordar que, aunque el Evangelio es generalmente utilizado en un sentido técnico, la palabra en sí significa agradables nuevas o buenas noticias. Está claro que estas noticias pueden ser variadas y al mismo tiempo ser buenas. De hecho, hay varios temas que se conectan con estas buenas noticias. Será suficiente que mencionemos el “evangelio del reino”, y “el evangelio de la gracia de Dios”. Todos se predican, y tienen que ser predicados, de acuerdo a la dispensación que pertenecen. Por ejemplo, en la presente dispensación es solamente el “evangelio de la gracia de Dios” el que tiene que predicarse   (Hechos 20:24), y se maldice a todo aquel que predique un evangelio diferente (Gálatas 1:8). “El evangelio del Reino” fue predicado por Juan el Bautista, por Cristo, y por Pedro, etc. (Mateo 4:23; 9:35). Y será de nuevo predicado en la Gran Tribulación, después de que la Iglesia de Dios haya sido raptada (Mateo 24:14), solo hasta este punto; y después será sustituido por “El Evangelio Eterno”, como está traducido en la RV. Así se denomina porque nos lleva de vuelta al principio, y habla respecto a las primeras buenas nuevas, o evangelio, predicado por Dios siendo el Creador, y consiste de la verdad única que fue predicada desde el principio. Es manifiesto que no puede ser “eterno” en el estricto sentido de la palabra, porque cuando “llegue la hora de estos juicios”, y hayan pasado, no será posible predicar más. Esto asumimos nosotros. ¡Si no fuese así, está igualmente claro que el evangelio de Dios de la gracia que se predica ahora consiste en algo más que el hecho de que los hombres tengan que “temer a Dios”! ¿Y quién es el que se dedicaría a predicar ahora que “la hora de su juicio  (o crisis) haya llegado? No puede ser, este “evangelio eterno” no puede ser ahora predicado. El momento no ha llegado todavía cuando estas palabras puedan ser proclamadas. Podemos hablar de “los juicios venideros” (Hechos 24:25, (…) (mellontos), venideros), pero no de la “hora” como si hubiesen llegado actualmente. Si “gracia” y “juicio”, son la misma cosa, entonces una vez más podemos decir que las palabras son inútiles para el propósito de la revelación. “Ahora es el día de la salvación” y no del juicio (2ª Corintios 6:2). Es por tanto eterno en el sentido de que pertenece a la primera y a la última dispensaciones en que Dios trata con los hombres. Regresa al principio, antes de la Ley. Habla del clamor de Dios como Creador; y no de la obra de Cristo como Salvador. “Ahora sé que tú temes a Dios” fueron las palabras de Dios a Abraham (Génesis 22:12). “Haced esto ahora, y vivid, yo temo a Dios,” dijo José (Génesis 42:18). Igual que Job (1:1); y las parteras egipcias (Éxodo 1:17-21). Los “temerosos  de Dios” era un título especial dado a los prosélitos de entre los gentiles (Hechos 13:16, 26).
            Habrá llegado el tiempo entonces de añadir la sentencia que omitió el Señor en Isaías 61:1,2 -, cuando estaba leyendo en la Sinagoga de Nazaret (Lucas 4:18-20): “El Espíritu del Señor está sobre mí”, etc. hasta llegar a la primera frase del vers. 2, “para predicar el año agradable del Señor”. Es muy significativo que luego se añada que, “cerró el libro y se sentó”. ¿Por qué? Pues porque todavía no había llegado el tiempo para predicar lo que sigue en Isaías 61:2, es decir, “el día de la venganza de nuestro Dios”. Sin embargo aquí, cuando este primer ángel predica en medio del cielo a toda la tierra, el tiempo para predicar ese “día de venganza”, ya habrá llegado. Fue precisamente por caer en el error de no “dividir correctamente la palabra de Dios de la verdad”, y no distinguir sus tiempos y periodos y Dispensaciones, que la iglesia de Tesalónica fue tan trastornada. Se les había enviado una carta falsificada, en la cual a Pablo se le representaba como habiendo enseñado que “el Día del Señor  ya había tenido lugar” (2ª Ts. 2:2). Por supuesto, si ese hubiese sido el caso, vieron que no habían “sido raptados para encontrarse con el Señor en el aire” antes de aquel gran y terrible Día, y tenían todas las razones para sentirse “perturbados”; porque su esperanza y su fe habrían resultado “en vano”. De hecho, aunque la fe permanecía con ellos, la esperanza sin embargo parece que la habían abandonado, pues, mientras que en 1ª Tesalonicenses 1:3 se menciona, en 2ª Ts. 1:3 queda omitida. Por eso es que Pablo procede a sacarlos de su error y a darles revelaciones posteriores acerca de la Venida del Señor. 
Y observe que, aquí, no se trata de que el “día de su juicio haya llegado”, sino “la hora”. Esto se refiere al transcurso de la última y final crisis del juicio – las siete Copas – que encierran todo. “Temed a Dios y dadle la gloria…adorad (no a la Bestia) a Aquel que hizo el cielo y la tierra”, etc. Es Dios como Creador Quien se proclama, y eso a través de un ángel, no por hombre alguno. Las locuciones celestiales proclaman al Padre y al Hijo, pero aquí es al Creador. Esta es la base en que se demanda la adoración. En qué estado se encontrará entonces la tierra, cuando solamente pueda ser proclamada esta parte primaria del evangelio. Esto probablemente tenga lugar antes de Ap. 13.  
Y sin embargo, a pesar de todo esto, los comentadores lo toman como ¡“la inauguración de las misiones Cristianas”, o “las operaciones de la Sociedad Bíblica”! ¡Estas palabras nunca podrán ser leídas con su contexto por estos que así las mal interpretan! 1No! Este es el primer paso en estos anuncios angelicales. Una solemne señal de aviso se escucha en voz alta.

El Segundo Ángel (14:8).
14:8. Y otro, un segundo* ángel le siguió, diciendo:
 “Ha caído, ha caído Babilonia la grande**, la cual*** ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación”.]
* L.Tr.A. WHb. y RV. añaden "segundo".
** G.L.T.Tr.A. WH. y RV. omiten "ciudad".
*** L.T.Tr.A. WH. y RV. ponen (...) (he), la cual, en vez de (...) (hoti), porque.
Esta es la primera mención de Babilonia en el Apocalipsis, y en este breve anuncio preliminar se condensa la totalidad de los capítulos  17 y 18. Las palabras de este ángel son proféticas, y miran más adelante al derramamiento de la última Copa. El juicio sobre Babilonia, por tanto, cierra toda la serie de juicios de Dios. Los caps. 17:1-3 y 18:2, 3 se identifican por el anuncio de este segundo ángel.
Mientras que la acción del primer ángel nos hace regresar al tiempo anterior del cap. 13, las palabras del segundo ángel nos llevan adelante, más allá del final de aquel capítulo. Si tomamos la palabra (…) (thumos) con el significado de inflamatorio (incendiario) o excitante, como se hace cuando se emplea del vino, desaparecen todas las dificultades. Sus “fornicaciones” nos refiere de vuelta a la religión que prevalece en aquel tiempo, como hemos visto en 14:4, 5, arriba; y esta es la causa de su juicio. Lo que esta Babilonia sea, lo veremos claramente cuando consideremos el cap. 17.

El Tercer Ángel (14:9-13).
Son cinco los versículos que se dedican al tercer Ángel y a su anuncio. La Estructura muestra que este miembro “b3” es doble; esto es:
b3 |  Su Denuncia: vers. -9-11; y,
     | Su Consolación: vers. 12,13.
Estas dos partes son tan importantes que cada una tiene su propia y separada estructura.
La Denuncia es anunciada dos veces: al principio, “c”, y al final, “c”. Con esto vemos la especial naturaleza del pecado que va a ser castigado: Esto es, la adoración de la Bestia, y el recibimiento de su marca (charagma). Entre estas menciones del pecado, tenemos el castigo con el cual se amenaza. Primero positivo; después negativo. La Estructura está diseñada para llamar nuestra atención en cuanto a la solemnidad e importancia de la misión de este Tercer Ángel. Damos primero la estructura de Su Denuncia:  
b3, 14: -9-11. La Denuncia del Tercer Ángel. 
b3 |     c | -9. El Crimen denunciado        x | -9-.  Adoración de la Bestia.
                                                                    y | -9.  El Recibimiento de su Marca.
                d | 10-. El castigo (positivo) Beber.
                        e |     f | -10-.  Tormento.
                                    g | -10.  Su naturaleza. (Fuego).
                        e |     f | 11-. Tormento. 
                                    g | -11-. Su duración (eterno)
                d | -11-.  El castigo (negativo) Sin descanso.
           c | -11. El Crimen denunciado.    x | -11-.  Adoración de la Bestia.
                                                                   y | -11. Recibir su marca.
Esta proclamación nos lleva de vuelta una vez más al tiempo anterior al cap. 13. Es un solemne aviso como si fuese dirigido en contra de una proclamación opuesta que la Bestia haya hecho entonces o esté a punto de hacer.
Este aviso continúa naturalmente la designación del pecado por el cual este juicio se anuncia.
14:9. Y otro, * un tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz:
 “Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano (10) él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de Su ira, y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero. (11) y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo ni de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre”.]
* G.L.T.Tr.A. WH. y RV. añaden (...) (allos) otro (un tercero).
Aquí tenemos uno de los más solemnes avisos ofrecidos en toda la Biblia. No conviene subestimarlo, sino tomarlo en toda su plenitud con su terrible significado. Es lo bastante grande como para avisar a millares de que no caigan en la tentación de someterse a las amenazas de la Bestia y del Falso Profeta. Sus amenazas y seducciones serán bastante graves. Pero la amenaza de Dios aquí se entiende que es para preservarlos, y capacite a muchos para “soportar hasta el final”. Aquí residirá “la paciencia de los santos”. Aquí serán fortalecidos e incentivados a “guardar los mandamientos de Dios”, y no  los mandamientos de la Bestia; a guardar “la fe de Jesús”, y a no creer la Religión del Falso Profeta. Si este aviso no los preserva, entonces, nada podrá guardarlos.
La consolación ofrecida afirma que será mejor morir que someterse: será mejor obtener la bendición conectada con la muerte, incluso la muerte de martirio, que vivir y venir a caer en la maldición de Dios y sufrir la venganza de su fuego eterno. Si tomamos la primera parte de su amenaza como del estado futuro y eterno, podemos tomar la última parte como referente a su previa condición en la tierra, porque “de día y noche” puede con peso hablar del estado eterno. “Y no tienen reposo”, etc. está en el modo verbal participio presente, y no puede significar aquellos que han adorado o adoran; “reciba” también es el modo presente, implicando que, en la tierra, no tendrán reposo ni de día ni de noche mientras se dediquen a la adoración de la Bestia; y en cuanto a la eternidad, “el humo de sus tormentos sube por los siglos de los siglos”.
Esto nos prepara para la consolación que sigue, que también se entiende como una exhortación.
Su estructura es la siguiente:
b, 14: 12, 13.  La Consolación del Tercer Ángel.
b |     h |     k | 12-.  La “Paciencia” de los santos.
                       
l | -12. La “Obediencia” de los santos.
                                j |     m | 13-.  La Voz del Cielo.
                                                n | -13-. Bienaventurados.
        h |     k | -13-. El “Reposo” de los santos. 
                        l | -13. Las “Obras” de los santos.

12. Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. (13) Y oí una voz que desde el cielo decía:
 “Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos en el Señor”.]
Esta es otra voz: no la del tercer ángel. La conexión es clara; “de aquí en adelante” se refiere a la muerte que afrontarán desde ese momento. Es  persecución, acabando en una muerte cierta. Por eso se pronuncia aquí la Bienaventuranza especial sobre todos aquellos que van así a morir antes que someterse a las tentaciones y amenazas de la Bestia y del Falso Profeta. “Adorar, o ser asesinado” es su clamor. “Sed muertos, y sed bienaventurados” es la exhortación de Dios replicando en sus oídos. Esta bendición o bienaventuranza es vista en 14:1-5, y en 15:1-4, y las palabras se refieren a estas Escrituras.
 “Si, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.]
La palabra (...) (kopon), que hemos traducido como “trabajos”, proviene de (…) (kopto) golpear; golpear el pecho;  de ahí, lamentar (Vea Mateo 11:17; 21:8; 24:30. Lucas 8:52; 23:27. Ap. 1:7; 18:9). El pronombre puede muy bien denotar, por tanto, trabajos o tribulaciones. Vea Mateo 26:10: “¿Por qué molestáis a esta mujer?” Igual que en Marcos 14:6. Lucas 11:7; 18:5. Gálatas 6:17.
Lo que está en cuestión aquí es la muerte violenta; no el “irse a dormir” de los santos de la presente dispensación. Las palabras no tienen referencia al actual y presente estado de cosas. No pueden ser interpretadas de la Iglesia de Dios; aunque, por supuesto, por vía de aplicación general, siempre será mejor estar muerto que adorar a los ídolos, o que tener comunión con los idólatras. Sus “obras” que les siguen consisten en sus “testimonios”, su “obediencia,” y su “resistente paciencia”, tan frecuentemente mencionadas en este libro. Estas obras no van delante de ellos para obtener su recompensa, sino que les siguen después como la evidencia de su obediencia. 

El Hijo del Hombre, y los Tres Últimos Ángeles. A., 14:14 a 20.
Las seis Apariciones Angelicales de esta quinta Visión en el Tierra se vuelven en siete por la Visión del Hijo del Hombre en el centro. Estas siete se dividen en cuatro y tres, como de costumbre.
Hemos considerado las primeras tres. Las cuatro últimas van juntas, y están conectadas muy próximamente; las dos primeras con la SIEGA, y las dos últimas con la VENDIMIA.
El Hijo del Hombre sobresale como el centro de los siete en su conjunto, dividiendo así a los seis ángeles en dos parejas de tres. Esto se ve por la Estructura de la totalidad de esta Visión [en la sección Los Seis Ángeles y el Hijo del Hombre].
Los cuatro últimos forman dos parejas. El primero de cada par se ve con una hoz aguda en su mano; mientras que el segundo de cada par da la orden para que se utilice. En el primer par se siega la Mies de la tierra. En la segunda pareja se recoge la Vendimia de la tierra.
Ahora tenemos que presentar los cuatro últimos juntos, y dar la Estructura, que es la siguiente:
A. 14: 14-20. El Hijo del Hombre y los Ángeles Cuarto, Quinto, y Sexto.
A |     B |     4 |  14.  El Hijo del Hombre y Su Hoz Aguda.
                        5. |     o | 15-.  El Cuarto Ángel, y de dónde proviene (Templo).
                                         
p | -15-.  Su clamor al Hijo del Hombre.
                                                  q | -15. Orden para segar. 

                                                           r | 16-. Las Razones.
                                                                   s | -16-. Acuerdo.
                                                                           t | -16.  La Siega cosechada.
           B |     6| 17.  El Quinto Ángel y su hoz aguda.
                       
7.     o | 18-.  El Sexto Ángel, y de dónde proviene (Altar).
                                          p | -18-. Su clamor al Quinto Ángel.
                                                  q | -18-. Orden para cosechar.
                                                           r | -18.  La Razón.
                                                                   s | 19-.  Acuerdo.
                                                                           t | -19, 20. La Vendimia reunida.
               
La Mies y la Vendimia son cosechadas y vendimiadas respectivamente por el Hijo del Hombre, y el Quinto Ángel, aunque sean registradas bajo los Ángeles Cuarto y Sexto, como se muestra en la Estructura
14:14. Y mire y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro (estephanos), y el Hijo del Hombre es el segador. Esta es la última vez que se emplea el título en la Biblia. Eso conecta al Señor Jesús con la tierra, y es por eso que se emplea acerca de esta “siega de la tierra”.
Cuando se empleó el título por primera vez en el día de Su humillación (Mateo 8:20), Él no tenía sitio alguno donde recostar su cabeza. Sin embargo ahora, en el día de Su juicio (en el que Él hace juicio), él posee en su cabeza una corona de oro. Se encuentra sentado en la nube, e invisible en la  tierra; pero aunque no se vea, los efectos de su hoz aguda en Su mano están a punto de manifestarse. Esta corona se asocia con Salmos 21:3: “Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza”. Porque es el distintivo de su Dominio inminente; y “Le has puesto”, se halla en fuerte contraste con la “corona de espinos” que otros le pusieron sobre Su cabeza en su primera venida.

El Cuarto Ángel y la Siega (14:15, 16).
14:15, Y del templo (Naos), salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube,
“Mete tu hoz, y siega, porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra esta pronta.”]
No cabe duda de que esta es una escena de juicio. El título “Hijo del Hombre” la distingue; porque Dios le dio “autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre” (Juan 5:27). El Antiguo Testamento conecta esta mies con juicio; porque un mandamiento precisamente similar se da en Joel 3:13: “echad la hoz, porque la mies está ya madura”. Y esta mies se menciona muy próxima de la Vendimia: “Venid, descended, porque el lagar está lleno, rebosan las cubas: porque mucha es la maldad de ellos.” Esta es la escena en que “el sol y la luna se oscurecerán” (vers. 15).
La mayoría de los comentadores aluden que la Vendimia es judicial; entonces, ¿por qué no la Siega? La una es “las viñas de la tierra”, y la otra es “la mies de la tierra”. Es la tierra la que está madura, y ¿para qué se haría esta siega, si no fuese para juicio? La Viña es “la Viña de la Tierra”; La Siega es “la Mies de la Tierra”. Así tenemos las dos grandes esferas en las cuales se realizará el juicio, más clara y explícitamente puesta delante de nosotros.
Lo que vemos aquí es uno de los seis breves anuncios conectados con y colmatando lo que viene anteriormente; marcando y explicando en unas pocas palabras ciertos juicios que están a punto de suceder.
14:16. Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada.] La palabra “tierra” se repite para llamarnos la atención con el hecho de que es con la tierra, como la tierra en sí, con la que todo esto tiene que ver. Es “la hora de Su juicio” que ha llegado. Cómo podría ser esto interpretado de la “iglesia”, o tomado en el buen sentido de recompensa, no lo podemos entender. El primero de estos seis ángeles utilizó precisamente las mismas palabras (vers.7). Lo que tenemos aquí es 2ª Tesalonicenses 1:6-8. Cuando haya llegado el tiempo “de recoger de su reino a todos los que sirven de tropiezo” (Mateo 13:41), “en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado” (Marcos 4:29). Mateo 24:37 a 42 debe ser leído en conexión con la escena aquí referida. Lo bueno puede ser recogido en la era: esta era se ve en el próximo capítulo; pero la idea asociada con la siega es el juicio. Y ¿Por qué una hoz “aguda”? *La vendimia es ciertamente judicial (vers. 18 a 20), y se cosecha con una hoz aguda. El hecho de que la siega es judicial también se confirma por una referencia a Jeremías 51:33: “La hija de Babilonia es como una era cuando está de trillar; de aquí a poco le vendrá el tiempo de la siega”. A Babilonia se le menciona en los versículos inmediatamente anteriores a esta siega (cap.14:8 y cap.18) identificándola con Jeremías 51:33, “porque la siega es el fin de las edades”.    
Después de la siega viene la vendimia, en el orden de la naturaleza; igual sucede también con el orden de los juicios.
Esto nos lleva a: 
El Quinto Ángel (14:17).
14:17. Y salió otro ángel del templo (Naos) que está en el cielo, teniendo otra vez una hoz aguda.]  Y es a éste, a quien el Sexto Ángel da la orden de juntar la vendimia.

El Sexto Ángel y la Vendimia (14:18-20).
14:18.Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo:
 “Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar, porque sus uvas están maduras”.
(19) Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios.] Esto, también, tiene lugar en los juicios finales de este libro. Estos dos ángeles son los siervos “del Señor de la tierra” (11:4). Tres son las veces que se nos recuerda que la hoz era “aguda”, y por tanto harían su labor sin ninguna dificultad. La viña es “la viña de la tierra” (Vea Deuteronomio 32:32, 33).
Aquí tenemos un preanuncio de la sexta Copa (16:12-16) y de la gran batalla del Armagedón. Es a esta escena que se refiere Joel 3:12-15, donde leemos “porque el lagar está lleno, rebosan las cubas”. Y esto se conecta muy próximamente con la “siega” en el mismo versículo. (Comprare Sofonías 3:8. Isaías 34:1-8). Ap.19:15 nos habla sobre este pisar la uva en el lagar. Y en Isaías se registra en el cap. 63:1-4. Nada se puede comparar con la terrible naturaleza de estos juicios finales de las siete Copas, los cuales están resumidos en las pocas palabras que describen esta Siega y esta Vendimia. “Cosecha” es el fin de la primera, y “Triturada con los pies” es el fin de la otra; y es Palestina y no Italia; Jerusalén y no Roma, que aquí está en cuestión.  


Si deseas recibir nuestras publicaciones directamente en tu dirección de e-mail o contactarnos escríbenos a: mirasoloadios@live.com

Comentarios