Donaciones
Fuera de México:

Check out with PayPal

Por nada estés ansioso. De Joseph Prince

Filipenses 4:6,7 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Cuando nos enfrentamos a un desafío o crisis, nuestra tendencia es ponernos ansiosos al respecto. Pero Dios no quiere que reaccionemos de esta manera. Él no quiere que estemos ansiosos por nada. En vez de eso, sea cual sea el problema, Él quiere que vayamos a Él en oración y súplica, diciéndole lo que necesitamos y agradeciéndole por la respuesta. Cuando hacemos eso, Su paz, que sobrepasa todo entendimiento, guardará nuestros corazones y nuestras mentes de todas las preocupaciones, ansiedades y temores.

"Pastor Prince, es fácil para usted decir: ‘No te preocupes por nada’. Intente vivir con mi esposo por un día. Intente disciplinar a mi adolescente rebelde. ¡Mire el saldo en mi cuenta bancaria! ¿Cómo no estar ansioso?

¡Un momento! No soy yo quien dijo: "No te preocupes por nada". El apóstol Pablo lo dijo. Sin embargo, no fue él; él fue inspirado por el Espíritu Santo. Y cuando Pablo escribió eso, estaba preso bajo arresto domiciliario en Roma. Había sido enviado a Roma porque había apelado a César con respecto a su sentencia de muerte. Los judíos en Jerusalén querían que lo mataran (ver Hechos 28: 16–20).

Sin embargo, en esas condiciones difíciles, escribió estas palabras: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”.
Amigo mío, si estás ansioso o preocupado por algo, recuerda estas palabras. Digamos que estás ansioso por una gran deuda. Ve al Señor y ora: “Señor Jesús, ya no quiero estar ansioso por este problema. Te lo entrego y pido la cancelación sobrenatural de esta deuda. Está a tu cuidado ahora. Tú estás a cargo. Te agradezco por cuidar de esta situación.

Dios es fiel a Su Palabra. Mientras haces esta oración y arrojas tus preocupaciones a Él, encontrarás que Su paz aquieta tu corazón y tu mente. Así que no estés ansioso por nada: ¡deja que Aquel para quien nada es imposible tome cuidado de ti!


Extraído del sitio Joseph Prince Ministries:
https://www.josephprince.org/

Comentarios