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DIOS TE QUIERE COMPLETAMENTE BIEN


Amado,

Quiero alentarte sobre la condición o diagnóstico que enfrentas tú o tu ser amado. Quizá has recibido un mal informe de los médicos. Quizá te dijeron que tu condición es crónica o incurable. Con todo respeto a los médicos que han dedicado su vida a aliviar el dolor y el sufrimiento, ellos no tienen la última palabra en nuestras vidas. Dios la tiene. Él es el Alfa y la Omega, el principio y el fin (Apocalipsis 22:13).

Y Su deseo es que estés COMPLETAMENTE BIEN.

Esto puede ser fácil de creer en los días buenos, cuando el dolor disminuye y sientes que recuperas las fuerzas. Pero ¿qué pasa con los días en que aparecen los síntomas? ¿Qué pasa con los días en los que vuelves al médico y descubres que tu condición no ha mejorado? En días como estos, es fácil dejar de creer que Dios te quiere bien. Es fácil empezar a preguntarse: "¿Esta enfermedad viene de Dios? ¿Él está tratando de enseñarme algo a través de esto?"

Amado, nada más lejos de la realidad. Tu Padre celestial te ama profundamente y quiere que tú, Su amado hijo, estés sano, saludable y completo.

¿Cómo puedes estar seguro?

Miremos a Jesús en los evangelios. Él anduvo “haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo” (Hechos 10:38). Cuando grandes multitudes lo siguieron trayendo a sus seres queridos que estaban enfermos, Él “los sanó a todos” (Mateo 12:15, 15:30). Sin excepciones. Ni una sola vez le dijo a nadie: “Ven aquí. Estás muy sano. Recibe un poco de lepra”. Ni una sola vez le dijo a un enfermo: “Mi Padre te está castigando. Por eso estás enfermo”. Verás, Dios no da enfermedades ni dolencias. Él da sanidad.

Para ayudarle a captar una revelación profunda y fresca del corazón de Dios para sanarte, mira este poderoso y corto video de animación que da vida a la conmovedora historia de Jesús sanando al leproso (basado en Mateo 7–8). Debes activar los subtítulos en español.

https://youtu.be/qaOGWsplmWU?si=veB7H85m8QNzbTL1

Amado, nunca permitas que entre la mentira de que la enfermedad es parte de la voluntad de Dios. Que esta verdad arda en tu corazón ahora y siempre: "¡Dios me quiere bien!"

Jesús compró completamente tu sanidad en la cruz y puedes recibir tu sanidad a través de la santa Comunión.

Equipo de Joseph Prince

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