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Eres acepto en el Amado. Joseph Prince

 

Efesios 1:6–7 Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado. En quien tenemos redención por Su sangre, el perdón de pecados, según las riquezas de Su gracia.

La lectura de las Escrituras de hoy, Efesios 1:6–7, nos dice que somos aceptos en Cristo, el Amado. ¡Y porque estamos en Cristo, agradamos a Dios!

Pero, pastor Prince, ¡no he hecho nada para agradar a Dios!

Ni Jesús lo hizo. En Marcos 1:9–11, Dios llamó a Jesús Su amado y dijo que en él tenía complacencia incluso antes de que hubiera realizado un milagro o acto de servicio para Él.

Verás, Jesús agrada a su Padre no por lo que Él ha hecho, sino por quién Él es. ¿Lo comprendes? Si no, por favor lee de nuevo la última frase.

Jesús no tuvo que hacer nada ni lograr nada antes de ser considerado amado y agradable al Padre. La buena noticia para ti y para mí hoy es que nuestro Padre celestial “nos ha hecho aceptos en el Amado” y “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de los pecados, según las riquezas de su gracia” (Ef. 1:6–7).

Esto es verdad para cualquier creyente en Jesús. En el momento en que lo recibiste en tu vida, Dios el Padre te hizo acepto en el Amado.

Sabemos que la palabra “Amado” aquí se refiere a Jesús. Entonces, ¿por qué Dios no dijo simplemente “aceptados en Jesucristo”?

Esto se debe a que Dios quiere que seas consciente de que ahora eres parte de la familia y que eres amado por Él de la misma manera que lo es Jesús. Además, la palabra “acepto” en el griego original tiene un significado mucho más rico que el que la traducción al español puede transmitir. Es la palabra “charitoo” y significa “altamente favorecido”. Esta palabra es usada solamente una vez más en la Biblia, cuando el ángel Gabriel se apareció a María y le dijo: “Regocíjate, muy favorecida [“charitoo”], el Señor es contigo; ¡Bendita tú entre las mujeres!” (Lucas 1:28).

Entonces tú y yo no sólo somos aceptos en el Amado, lo cual ya es fantástico, sino que somos más precisamente altamente favorecidos en el Amado, Jesucristo. De hecho, el erudito griego Thayer dice que “charitoo” también significa que estamos rodeados de favor.

Por eso en mi iglesia nos gusta proclamar y declarar que somos altamente favorecidos, grandemente bendecidos y profundamente amados. Es una declaración poderosa y un recordatorio importante de que no estás solo y abandonado para arreglártelas por ti mismo en la vida. Tienes un Padre en el cielo que te ama, te favorece, te protege y vela por ti y por todos tus seres amados.

 

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