Todas tus necesidades han sido suplidas. De Joseph Prince
Una imagen bien conocida
de Dios como nuestro Pastor y sanador se articula en el hermoso Salmo 23. Fue
escrito por David, un pastor que vio al Señor como su Pastor. Toma un momento y
lee el salmo por ti mismo en tu Biblia.
Cuando veas al Señor como
tu Pastor, nada te faltará, y eso incluye que no carezcas de salud. Cualquier
necesidad que tengas, nada te faltará porque tu Buen Pastor provee.
No tienes que estar exhausto
y estresado por cuidar de todo y vivir como si no tuvieras a Dios. Cualquiera
que sea la condición médica a la que te enfrentes, mantente cerca del Pastor y permítele
a Él que provea.
¿Y notaste lo primero que
hace el Pastor? El salmista escribió: “En verdes pastos me hará descansar”
(Sal. 23:2).
Cuando le permites ser tu
Buen Pastor, Él te llevará a verdes pastos y te hará descansar. Puedes
descansar, porque Él proveerá para ti. Él te conducirá junto a aguas de reposo
donde podrás beber y refrescarte. La palabra hebrea para “reposo”, donde dice “:
aguas de reposo” es “manuka”, que significa “descanso”. Él te quiere en un
lugar de reposo en la victoria que ya ganó en la cruz.
No es coincidencia que
muchos de los milagros de sanidad de Jesús ocurrieran en sábado. Sanó a un
hombre que tenía una mano seca (Mateo 12:10-13), a una mujer encorvada desde
hacía dieciocho años (Lucas 13:10-13), a un hidrópico (Lucas 14:2-4) y a otro
hombre con una enfermedad de treinta y ocho años en el estanque de Betesda
(Juan 5:2–9), todo en sábado.
Dios le dijo a Su pueblo
que observara el sábado como día de descanso (Ex. 20:8–11). Cuando descansamos,
Dios trabaja; cuando trabajamos, Dios descansa. ¡No sé tú, pero yo no puedo
darme el lujo de no tener a Dios trabajando en cada área de mi vida!
Tal vez tú o tus seres amados
hayan estado lidiando con una condición crónica. Permíteme explicarte que
“descansar” no significa que no hagas lo que te han aconsejado tus médicos o
que no realices los ejercicios de fisioterapia que te han recetado, y
simplemente te quedes sentado en casa en negación. El descanso no es
inactividad; es una actividad dirigida por el Espíritu en la que permites que
el Espíritu Santo te guíe en lo que debes hacer, y lo haces sin preocuparte
porque sabes que Él está en control.
¿Quieres saber el
resultado de permitir que el Señor nos dé descanso?
Déjame mostrarte lo que
dijo el rey Salomón:
1 Reyes 5:4 Ahora Jehová
mi Dios me ha dado paz por todas partes; pues ni hay adversarios, ni mal que temer.
¿No amas eso? Oro para
que experimentes eso en el nombre de Jesús: llegar a un lugar donde no haya adversario
ni ningún acontecimiento malvado en tu vida. ¡Amén!
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