Escrituras sanadoras. De Joseph Prince
Proverbios
4:22 (KJV) Porque son vida a los que las hallan,
Y
salud a todo su carne.
Romanos
10:17 (RV1960) Así que la fe es por el oír, y
el oír, por la palabra de Dios.
ANTIGUO
TESTAMENTO
Génesis 15:1 (KJV)
…vino la palabra del Señor a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu recompensa
extremadamente grande.
Génesis 20:17 (KJV) …Abraham
oró
a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su mujer, y a sus siervas, para que pudieran
tener hijos.
Éxodo 12:13 KJV cuando
vea la sangre
pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad para
destruirles.
Éxodo 14: 13-14 NKJV
Y Moisés dijo al pueblo: “No teman. Quédense quietos y vean la salvación del
Señor, que Él les mostrará hoy. Porque los egipcios que ven hoy, no los
volverán a ver nunca más para siempre. El Señor peleará por ustedes, y ustedes mantendrán su paz.
Éxodo 15:26
…yo soy el Señor tu sanador.
Éxodo 23:25-26 Mas
a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda
enfermedad de en medio de ti. No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu
tierra; y yo completaré el número de tus días.
Deuteronomio 7:14-15
Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni
en tus ganados. Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de
Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti.
Deuteronomio 11:21
para que vuestros días y los de vuestros hijos puedan ser multiplicados
en la tierra que el Señor juró a vuestros padres que les daría, como los días
de los cielos sobre la tierra.
Deuteronomio 33:25
…Y como tus días serán tus fuerzas.
1 Reyes 5:4
Ahora el Señor mi Dios me ha dado paz por todas partes; pues ni hay adversarios,
ni mal que temer.
1 Reyes 8:56 (KJV) Bendito
sea el Señor, que ha dado descanso a su pueblo Israel, conforme a todo lo que
él había prometido;
ninguna de todas sus palabras que expresó por Moisés su siervo, ha faltado.
Job 33:24-25 (New American Standard Bible)
24 Y él es misericordioso
con él, y dice:
“Líbralo de bajar a la fosa,
He encontrado un rescate»;
25 Su carne será más
fresca que la de los niños,
Volverá a los días de su
juventud.
Job 42:12
Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero…
16 Después de esto vivió
Job ciento cuarenta años, y vio a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta
la cuarta generación.
17 Y murió Job viejo y lleno de días.
Salmos 1:3
Será como árbol plantado junto a
corrientes de aguas,
Que da su fruto en
su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.
Salmos 3:3
Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;
Mi gloria,
y el que levanta
mi cabeza.
Salmos 23:1-3 El Señor es mi pastor;
nada me faltará.
2 En lugares de delicados
pastos me hará descansar;
Me guía a
aguas quietas. Él restaura mi alma.
Salmo 29:11 El
Señor dará fuerza a su pueblo;
El Señor bendecirá a su
pueblo con paz.
Salmos 30:2
Oh Señor mi Dios,
A ti clamé, y me sanaste.
Salmos 32:7
Tú eres mi lugar secreto me preservarás de angustia.
Me rodearás
con canciones de liberación.
Salmos 34:19-20
Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará el
Señor.
20 El guarda todos sus
huesos;
Ni uno de ellos será quebrantado.
Salmo 41:3
El Señor cuidará
y sustentará de ellos cuando estén enfermos y les restaurará
su salud.
Salmo 50:15
llámame cuando estés en problemas,
y yo te rescataré, y me darás gloria”.
Salmos 55:22
Echa sobre el Señor tu carga, y él te sustentará;
No dejará que el justo
sea removido.
Salmo 56:13 (NLT) Porque
me has rescatado
de la muerte;
has impedido que resbalen
mis pies. Así que ahora puedo caminar en tu presencia, oh Dios, en tu luz que da vida.
Salmos 91:5-7 No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,
6 Ni pestilencia que ande
en oscuridad,
Ni mortandad que en medio
del día destruya.
7 Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.
Salmos 91:9-10
Porque has puesto al Señor, que es mi refugio,
Al Altísimo por tu
habitación,
10 No te sobrevendrá mal, ni ninguna
plaga tocará tu morada.
Salmos 91:15-16
Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré yo en la
angustia; lo libraré y le honraré.
Lo saciaré de
larga vida, y le mostraré mi salvación.
Salmos 92:12 El
justo florecerá
como la palmera;
14 Aun en la vejez
fructificarán; serán renovados y florecerán.
Salmos 103:1-5
Bendice, al Señor, alma mía, todo lo que hay en mi bendiga su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, al
Señor,
Y no olvides todos de sus
beneficios.
3 Él es quien perdona
todas tus iniquidades,
El que sana todas tus
dolencias;
4 El que redime tu vida
de la destrucción,
El que te corona de
bondad amorosa y tiernas misericordias;
5 El que sacia de bien tu
boca
De modo que tu juventud
sea renovada como la del águila.
Salmos 105:37
Los sacó con plata y oro;
Y no hubo en sus tribus enfermo.
Salmos 107:19-20
Pero clamaron a Jehová en su angustia,
Y los libró
de sus aflicciones.
Envió su palabra, y los sanó,
Y los libró
de su ruina.
Salmos 118:17 No moriré, sino que viviré,
Y declararé las obras del
Señor.
Salmos 121:4-5
He aquí, el que guarda a Israel no se adormecerá ni dormirá
El Señor es tu guardador;
El Señor es tu sombra a
tu mano derecha.
Salmos 127:2
Él da a su amado el sueño.
Proverbios 4:20-22 Hijo
mío, está atento a mis palabras;
Inclina tu oído a mis
razones.
21 No permitas que se
aparten de tus ojos;
Guárdalas en medio de tu
corazón;
22 Porque son vida
a los que las hallan,
Y salud
a todo su cuerpo.
Proverbios 17:22
El corazón
alegre hace bien como una medicina; Mas el espíritu triste seca
los huesos.
Proverbios 18:21
La muerte y la vida están en poder
de la lengua,
Y el que la ama comerá de
sus frutos.
Isaías 26:3
Tú guardarás en perfecta paz a aquel cuya mente en persevera
en Ti; porque en Ti ha confiado.
Isaías 40:29-31
El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
30 Los muchachos se
fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;
31 pero los que esperan en el Señor tendrán
nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán;
caminarán, y no se fatigarán.
Isaías 41:10-13 (King
James)
10 No temas; porque yo estoy
contigo:
no desmayes; porque yo
soy tu Dios:
Yo te fortaleceré;
sí, te
ayudaré;
sí, te sostendré con la
diestra de mi justicia.
Isaías 46:4 (NLT)
Yo seré tu Dios durante toda tu vida.
hasta que tu cabello esté
blanco con la edad.
Yo te hice y cuidaré de ti. Yo sostendré y te salvaré.
Isaías 53:4-5 AMPC Ciertamente Él
cargó con nuestros dolores (enfermedades, debilidades y angustias) y
cargó con nuestros sufrimientos y dolores, pero nosotros lo consideramos entristecido,
herido y afligido por Dios.
5 Sin embargo él fue herido por
nuestras rebeliones, molido por nuestra culpa y nuestras iniquidades;
el castigo [necesario para obtener] paz y bienestar para nosotros cayó sobre
él, y con las llagas [que lo hirieron] hemos sido sanados y hechos enteros.
Isaías 58:8
Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá
tu justicia delante de ti, y la gloria del Señor será tu retaguardia.
Jeremías 1:12 NASB
Entonces el Señor me dijo: “Has visto bien, porque estoy vigilando mi palabra
para llevarla
a cabo”.
Jeremías 17:7-8
Bendito el varón que confía en el Señor, y cuya confianza está en el Señor. Porque
será como el árbol plantado
junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando
viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía
no se fatigará, ni dejará de dar fruto.
Jeremías 30:17
KJV Porque te restauraré la salud, y te curaré de tus
heridas, dice el Señor.
Jeremías 32:27
He aquí que yo soy el Señor, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?
Jeremías 33:6
He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz
y de verdad.
Ezequiel 34:15-16 Voy a alimentar mi rebaño, y
los haré recostar, dice el Señor Dios. Buscaré lo que se perdió, y traeré de
nuevo lo que fue expulsado, y ataré lo que se rompió, y fortaleceré
lo que estaba enfermo.
Joel 2:25
Y os restituiré
los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta.
Malaquías 4:2
Mas a vosotros los que teméis mi nombre, el Sol de justicia se levantará con sanidad en sus
alas.
NUEVO
TESTAMENTO
Mateo 4:23-24
Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y
predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y se difundió
su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas
enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó.
Mateo 8:2-3
Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres,
puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero;
sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.
Mateo 8:16-17
Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra
echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se
cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras
dolencias.
Mateo 9:1-2, 6-8
Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. Y
sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús
la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son
perdonados…dice entonces al paralítico: Levántate, toma tu cama, y
vete a tu casa. Entonces él se levantó y se fue a su casa. Y la gente, al
verlo, se maravilló y glorificó a Dios.
Mateo 9:27-30
Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: !!Ten misericordia
de nosotros, Hijo de David! Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y
Jesús les dijo: ¿Creéis que
puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos,
diciendo: Conforme a vuestra fe
os sea hecho. Y los ojos de ellos fueron abiertos.
Mateo 14:14
Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de
ellos estaban enfermos.
Mateo 15:30-31
Y se le
acercó mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y
otros muchos enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó;
de manera que la multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los
mancos sanados, a los cojos andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios
de Israel.
Marcos 6:53-56
Terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret, y arribaron a la orilla.
Y saliendo ellos de la barca, en seguida la gente le conoció. Y recorriendo
toda la tierra de alrededor, comenzaron a traer de todas partes enfermos en
lechos, a donde oían que estaba. Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades
o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les
dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban
sanos.
Marcos 11:22-24
Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que
cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en
su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y
os vendrá.
Marcos 16:14-18
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El
que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será
condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre
echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos
serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los
enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Lucas 16:19
Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y
sanaba a todos.
Lucas 13:11-13
y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de
enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la
vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y
puso las manos sobre ella; e inmediatamente ella se enderezó, y glorificaba a
Dios.
Juan 10:10
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la
tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las
ovejas.
Juan 14:27
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No permitan
que se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Hechos 9:32-34 Aconteció
que Pedro, visitando a todos, vino también a los santos que habitaban en Lida. Y
halló allí a uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años que estaba en cama,
pues era paralítico. Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana;
levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó.
Hechos 14:8-10
Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de
nacimiento, que jamás había andado. Este oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos,
y viendo que tenía fe
para ser sanado, dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó,
y anduvo.
Romanos 4:16-21
Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa
sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley,
sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos
nosotros (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes delante de
Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no
son, como si fuesen. Él creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser
padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu
descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya
como muerto (siendo de casi cien años, o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco
dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe,
dando gloria a Dios, plenamente convencido de que lo que había prometido era
también poderoso para llevarlo a cabo.
Romanos 5:17
Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más aquellos que
reciben la abundancia de la gracia y el don de la
justicia reinarán en vida por uno, Jesucristo.
Romanos 8:2
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del
pecado y de la muerte. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a
Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará
también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que
mora en vosotros.
Romanos 8:31-32
¿Qué, pues, diremos a esto? Si
Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su
propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también [libremente] con él todas
las cosas?
2 Corintios 12:9
Y me ha dicho: Mi gracia es
suficiente para ti; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.
Gálatas 3:13-14
Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición
(porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero, para que en Cristo Jesús la bendición de
Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la
promesa del Espíritu…Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de
Abraham sois, y herederos según la promesa.
Filipenses 4:6-7
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de
Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en
Cristo Jesús.
Hebreos 4:16
Acerquémonos, pues, denodadamente al trono de la gracia, para
obtener misericordia y encontrar gracia para obtener ayuda en el
tiempo de necesidad.
Hebreos 10:23
Mantengamos firme, la profesión de nuestra fe, sin fluctuar, porque fiel
es el que prometió.
Hebreos 13:5
Él [Dios] mismo ha dicho: No te fallaré de ninguna manera, ni te abandonaré ni te
dejaré sin apoyo. [No lo haré], [no lo haré], [no lo haré] en ninguna
condición los dejaré indefensos, ni los desampararé ni los defraudaré (no
dejaré de sostenerlos)! ¡Por supuesto que no!]
Hebreos 13:8
Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Santiago 5:14-16
¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren
por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de
fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados,
le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por
otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
1 Pedro 2:24
quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para
que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya
herida fuisteis sanados.
1 Pedro 5:7 (AMPC)
Arrojando todas tus situaciones [todas tus ansiedades, todas tus
preocupaciones, todas tus inquietudes, de una vez por todas] en Él, porque Él te
cuida con afecto y se preocupa por ti con esmero.
1 Juan 4:4
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el
que está en el mundo.
1 Juan 4:17
En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos denuedo en
el día del juicio; pues como él
es, así somos nosotros en este mundo.
3 Juan 2
Amado, yo deseo sobre todas las cosas que seas prosperado, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
Apocalipsis 12:11
Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de
la palabra
del testimonio de ellos.
Apocalipsis 22:1-3
Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal,
que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y
a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos,
dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.
Y no habrá más maldición.
Oración
por sanidad
Querido amigo, cualquiera
que sea tu situación médica o desafío, harías esta oración conmigo? (si estás
orando por un ser amado, solamente di el nombre de tu amado cuando sea el
caso). Di esto conmigo:
Amado Señor Jesús,
gracias por tu amor por mí.
Gracias por mostrarme en
tu Palabra, que me quieres saludable y fuerte y que tú eres mi sanador. Y que
Tú no solamente eres capaz, sino deseoso de sanarme y darme una vida buena y
larga.
Cualquier desafío que
estoy enfrentando ahora mismo, sé que no es una cosa pequeña para tu atención,
ni muy grande para tu gracia y tu poder.
Veo esta situación
completamente cubierta por tu obra perfecta y finalizada en la cruz. Y por los
latigazos que tú llevaste por mí, yo me declaro sano.
Te doy las gracias porque
mientras medito en tus promesas sanadoras, de acuerdo a tu Palabra, ellas serán
vida y salud para todo mi cuerpo.
Yo declaro que tu Palabra
está trabajando poderosamente en mi cuerpo, sanándome, protegiéndome,
restaurándome y revigorizándome con Tu vida de resurrección. Te doy gracias que
también estás trayendo paz, robustez y fuerza a mi corazón, a mi mente y a mis
emociones. ¡Amén!
Traducción por Claudia Juárez Garbalena
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