Caleb: Un espíritu diferente. De Joseph Prince. Fragmento del libro "La gente que CONOCE a su Dios".
Escritura clave:
Pero a mi siervo Caleb,
por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en
la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión.
Números 14:24
En Números 13, vemos a
Moisés enviando a los doce espías para explorar la tierra prometida. Diez de
los espías volvieron diciendo: “No podremos subir contra aquel pueblo, porque
es más fuerte que nosotros”. Y ellos esparcieron
el reporte entre los israelitas, “La tierra por donde pasamos para reconocerla,
es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de
ella son hombres de grande estatura” (Núm. 13:31-32).
Pero cuando los otros dos
espías, Caleb y Josué, regresaron, ellos tenían una perspectiva diferente.
Ellos vieron una tierra que era “extremadamente buena” en la cual “fluía leche
y miel” y no podían esperar para ir y poseer la tierra (Núm. 13:30).
Mientras los otros solo
vieron a los gigantes y se sintieron como saltamontes en comparación, Caleb vio
la bondad de la tierra que el Señor les había prometido. Él confió en el poder
de Dios para dárselas, tanto que proclamó a los otros “Subamos luego, y tomemos
posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos” (Núm. 13:30).
¿Por qué Caleb vio de una
forma tan diferente la misma situación? La respuesta está en Números 14:24 NVI:
“En cambio, a mi siervo Caleb, que ha mostrado un espíritu diferente y
me ha sido fiel, le daré posesión de la tierra que exploró y su descendencia la
heredará”.
Los ojos de Caleb no
estaban enfocados en los gigantes, sino en la grandiosidad y la fidelidad del
Señor hacia Su gente. De hecho, él incluso vio los gigantes
como pan para ellos. Él no negó su existencia, pero se reusó a permitir que
eclipsaran su confianza en la promesa que el Señor hizo para darle a Su gente
la tierra. A sus ojos, estos obstáculos eran meras oportunidades para que el
Dios de Israel desplegara Su poder.
Cuando enfrentas retos o
gigantes en tu vida hoy, ya sean luchas financieras, problemas de salud,
problemas en tus relaciones o desafíos profesionales, ¿los ves a través de los
ojos de miedo o de la fe? ¿Te enfocas en qué tan grandes son tus problemas o en
qué tan grande es el Señor?
Deuteronomio 20:4 NTV nos
dice, “¡Pues el Señor su Dios va con ustedes! ¡Él peleará por ustedes contra
sus enemigos y les dará la victoria!”
Cuando nos enfocamos en
qué tan grandes son nuestros problemas, podemos sentirnos como saltamontes a
nuestros propios ojos, tan temerosos como los espías lo hicieron. Pero cuando
nos enfocamos en el corazón de nuestro Padre celestial hacia nosotros y en cómo
Él pelea nuestras batallas, de repente, esos gigantes se empiezan a ver como
pan– alimentando nuestra fe y subiendo peldaños hacia la victoria.
Así que, mi querido
amigo, quiero alentarte hoy: cualesquiera que sean los gigantes que estés
enfrentando, ¡no tengas miedo! Elije verlos a través de los ojos de la fe. Pon
tus desafíos delante el Señor, que triunfa sobre cada obstáculo. Mientras haces
esto, encontrarás que lo que una vez parecía insuperable se vuelve una
oportunidad para que Él muestre Su poder en tu vida. Tus gigantes pueden ser
grandes, ¡pero el Dios a quien sirves es mayor!
Pensamiento del día
Mi Padre celestial está
conmigo a cada paso del camino. Mientras mantengo mis ojos en Él, Él pelea mis
batallas y me lleva a la victoria.
PARA MEDITAR MÁS
Números 13-14 /
Deuteronomio 20:4 / Josué 14:6-14 / Isaías 40:31 / Josué 1:9/ Romanos 8:37-39
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