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TESTIMONIO DE LIBERACIÓN DE DESORDEN OBSESIVO COMPULSIVO. Por Joseph Prince

 


Cuando nos alimentamos [de la Palabra de Dios], Él pelea por nosotros. Cuando nos alimentamos, nos fortalecemos para recibir nuestro milagro o para escuchar y seguir la guía de Dios en lo que viene.

Permíteme compartir contigo una historia verdadera de alguien en nuestro día y tiempo que se alimentó de la Palabra de Dios, peleó la hermosa batalla de la fe, y eventualmente triunfó sobre su debilitante desorden obsesivo compulsivo (TOC).

Alex que había estado siguiendo mi ministerio, compartió conmigo:

Crecí en un hogar cristiano, pero en la preparatoria comencé a tener problemas. Tenía ansiedades, miedos y preocupaciones. Desarrollé TOC, que se manifiesta en rituales. Tenía qué completar compulsivamente todos esos rituales o llegaba a tener ansiedad severa. Estaba tan atado por estos rituales que no podía vivir una vida normal.

Tenía serias dudas acerca de la existencia de Dios, especialmente después de haber aprendido sobre la teoría de la evolución en la escuela.

Tenía muchas preguntas e incluso dejé de creer en Dios por algún tiempo. Veía mi mundo a través de la lógica y el intelecto. Quería creer en Dios, pero estaba abrumado con dudas y comencé a estar deprimido.

Pero el punto de inflexión de Alex vino cuando se extendió a Dios y buscó Su ayuda, justo como el rey Josafat lo hizo. Él oró al Señor para que respondiera a sus preguntas, y Él le dio una revelación personal de Su amor que se llevó sus miedos y le sanó de TOC. Por más de un año y medio, él se alimentó de la Palabra de Dios y eligió creer que Dios le amaba y que por las llagas de Jesús él había sido curado (Isaías 53:5).

Un día, él miró uno de mis programas televisivos y me escuchó predicar sobre Romanos 8:3. Alex escuchó como Dios había castigado todas sus fallas y sus pecados en el cuerpo de Jesús, eso dio lugar a una revelación en él de que sus pensamientos obsesivos habían sido castigados en el cuerpo de Jesús también. Él dijo:

¡Me di cuenta de que mis pensamientos negativos no podían separarme de Dios o Sus bendiciones! Esta revelación me sano por completo. Hubo un cambio tan drástico en mi vida que incluso mi familia lo notó. ¡Fui liberado de todos los miedos y de todas las esclavitudes!

¡Aleluya! La historia de Alex es un testimonio tan glorioso de alguien que peleó la hermosa batalla de la fe y llegó a la victoria. Y, ¿recuerdas cómo Dios no solamente liberó a la gente de Judá del ataque de varios ejércitos sino que les dio un gran botín? Esto también le pasó a Alex.

De alguna vez haber tenido serias dudas acerca de la existencia de Dios que le llevaron a la depresión, él ahora está caminando en un nivel sin precedentes de intimidad con el Señor y un gran bienestar emocional:

Ahora conozco que Jesús es real y que está vivo a causa de mi cercana y personal relación con Él… tengo una esperanza tan grande, y paz y gozo que incluso se están multiplicando en mi vida.

Amigo mío, tú puedes experimentar la asombrosa victoria que Alex tuvo también. Quizá tu lucha no es con el TOC o con una condición física, sino con un matrimonio que se está desmoronando, un hijo rebelde, o miedos paralizantes acerca de tu futuro. Pero lo que sea que atravieses, tenemos el mismo Dios que toma nuestras batallas en Sus manos y las pelea por nosotros, si tan solo se lo permitimos.

Entonces amigo mío, ¿vivirías por estas cinco palabras hoy? Ya sea que estés enfrentando el fragor de la batalla ahora mismo a para cualquier batalla que venga a tu encuentro, di esto sobre tu situación: “la batalla es del Señor”. Cuando el enemigo te grita: ¿qué es lo que vas a hacer acerca de esto? Di: “la batalla es del Señor”.

En cada batalla que puedas enfrentar este año, mientras le pides a tu amado Salvador Su ayuda, míralo a Él más grande que tus gigantes, y permite que Su Palabra fortalezca tu corazón. Mientras pones tu confianza en Él, oro para que triunfes sobre cada uno de los desafíos y aflicciones como nunca antes.

 

 

 

 

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