Las hijas de Zelofehad: Pide valientemente y recibe valientemente. De Joseph Prince. Fragmento del libro "La gente que CONOCE a su Dios".

 

Escritura clave:

¿Por qué será quitado el nombre de nuestro padre de entre su familia, por no haber tenido hijo? Danos heredad entre los hermanos de nuestro padre.

Números 27:4

La historia de las hijas de Zelofehad es un poderoso testimonio del increíble impacto que una fe sencilla y audaz puede tener nuestras vidas.

Estas cinco jóvenes mujeres enfrentaron un obstáculo aparentemente insuperable. Su padre había muerto sin dejarles un heredero varón, lo que significaba que bajo la ley, serían dejadas sin heredad.

En vez de aceptar su destino, ellas eligieron confiar en la bondad de Dios y presentar una petición. Ellas se acercaron a Moisés y a los líderes y la comunidad de Israel en la entrada del tabernáculo y valientemente declararon su caso, diciendo, “¿Por qué será quitado el nombre de nuestro padre de entre su familia, por no haber tenido hijo? Danos heredad entre los hermanos de nuestro padre” (Núm. 27:1-4).

Esto es, amigo mío, lo que yo llamo fe audaz en acción.

¿Y cómo respondió Dios? ¡A Él le encantó! Dios le dijo a Moisés: “El reclamo de las hijas de Zelofehad es legítimo… Asígnales la propiedad que le habría sido dada a su padre (Núm. 27:7 NLT).

Dios no solamente les concedió su petición, sino que también estableció una nueva ley para todo Israel: si un hombre moría y no tenía hijo, su heredad debía ser dada a sus hijas (Núm. 27:8). ¿Puedes ver como la fe audaz de estas mujeres no solamente les aseguró su heredad, sino que también allanó el camino para generaciones de mujeres por venir?

Esta historia ilustra hermosamente una revelación que quiero que entiendas hoy: Una fe audaz y simple glorifica a Dios, y Dios la honra. Cuando nos acercamos a Dios con convicción, confiando en Su bondad y Sus promesas, eso toca Su corazón mismo. Como dice en Hebreos 11:6 NIV en inglés: “Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque cualquiera que se acerca a Él debe creer que Él existe y que Él recompensa a aquellos que fervientemente le buscan”.

Nuestro Padre celestial ama que nos acerquemos a Él con fe audaz. Cuando nos acercamos a Él con oraciones audaces, creyendo en Su disposición y habilidad para responder, eso trae gozo a Su corazón. Justo como un padre amoroso se regocija en proveer para sus hijos, nuestro Padre se regocija en responder las oraciones audaces de Sus hijos.

Así que mi querido amigo, ¿qué es lo que necesitas pedir audazmente a Dios hoy? ¿Qué herencia, qué sanidad, qué restauración que es justamente tuya estás dudando en reclamar? Aprende de las hijas de Zelofehad. Acércate al trono de gracia de Dios con confianza. Presenta tu caso ante Él, sabiendo que Él ama tu fe audaz. Recuerda, la fe sobrepasa tus circunstancias y alcanza el corazón de Dios. No te conformes con menos de lo que Dios te ha prometido. ¡Pide audazmente y prepárate para recibir audazmente!

 

Pensamiento del día

Como las hijas de Zelofehad, yo puedo acercarme a Dios con fe simple y audaz, sabiendo que Él honra tal fe y se regocija en conceder Sus promesas.

 

PARA MEDITAR MÁS

Números 27:1-11 / Marcos 11:24 / Hebreos 4:16 / 1 Juan 5:14-15 / Romanos 8:32 / Efesios 3:20


Los derechos de autor de este documento pertenecen a Joseph Prince

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