El perdón y la sanidad van de la mano. Joseph Prince
Marcos 2:5, 10-12 Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al paralítico: "Hijo, tus pecados te son perdonados... Pero para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados", le dijo al paralítico: "A ti te digo: Levántate, toma tu lecho y vete a tu casa". Al instante le levantó, tomó el lecho y salió en presencia de todos, de modo que todos se maravillaron y glorificaron a Dios, diciendo: '¡Jamás hemos visto cosa igual!". Te aliento a comenzar hoy con esta reflexión: la manera de dejar de ser consciente del pecado es escuchar más enseñanzas sobre la obra consumada de Jesús y cómo Su sangre nos ha limpiado y perdonado todos nuestros pecados. Cuando crees que tus pecados ya han sido castigados en el cuerpo de Jesús y lo recibes a Él como tu ofrenda por el pecado, tu corazón será purificado con Su sangre de una mala conciencia. Al escuchar enseñanzas que exaltan a Cristo, en lugar de aferrarse a la conciencia del pecado y l...