Cuando tú ves la gracia de Dios, Él ve tu fe. De Joseph Prince
Muchas veces, la gente me
pregunta: “Pastor Prince, yo sé que las promesas de Dios son verdad, pero ¿cómo
puedo estar seguro de que Sus promesas van a ser realidad en mi vida?”
Amigo mío, si quieres que
las promesas de Dios sean seguras en tu vida, no puedes depender de ti mismo. Si
dependes de ti mismo −de tu obediencia, de tu bondad, de tu servicio e incluso
de tu fe− no serás capaz de recibir las promesas de Dios. Pero cuando tú
dependes en la gracia de Dios −que es Su favor inmerecido hacia ti, el cual
absolutamente no puedes ganar− ahí es cuando Sus promesas se vuelven seguras en
tu vida.
Esto fue verdad en la
mujer con flujo de sangre (Mateo 9:20-22). Ella no iba por ahí diciendo: “debo
tener fe…espero que tenga suficiente fe…voy a tener fe… espero no perder mi
fe”. No, ella solamente estaba consciente de la gracia de Jesús, de como él
siempre sanaba a los enfermos, de como él era poderoso para resucitar a la
gente de entre los muertos y de como él estaba deseoso de usar ese poder en
favor de ella.
Ella simplemente vio su
gracia abundando hacia ella, tanto que dijo: “si tan solo tocare el borde de su
manto seré salva”. Y cuando ella vino por detrás de Jesús y tocó el borde de su
manto, fue sanada. En el mismo instante, Jesús se detuvo, volteó al rededor y
le dijo: “hija ten ánimo, tu fe te ha hecho salva”.
Cuando la mujer puso sus
ojos en la gracia, ¡Jesús vio su fe! Y así fue por gracia, a través de la fe,
que la promesa de Dios llegó a ser segura en su vida.
Dios quiere que pongas
tus ojos en Su gracia. Y cuando tú ves Su gracia, Él ve tu fe. Dios dice: “por
gracia sois salvos por medio de la fe”. La palabra griega para “salvo” es “sozo”,
no significa solamente ser salvo del infierno, sino también sanar, preservar y
hacer entero. Entonces es por gracia que
tú eres hecho entero, saludable, que eres preservado y bendecido. Es por gracia
a través de la fe que las promesas de Dios se vuelven seguras en tu vida.
Amigo mío, no te
preocupes si sientes que careces de fe. Comienza a ver la gracia de Dios en tu
situación y Él va a ver tu fe. Y debido a que Él ve tu fe, vas a recibir la
liberación que necesitas.
Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”
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