La batalla es del Señor. Devocional. De Joseph Prince
2
Crónicas 20:15 …No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan
grande; porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.
Cuando enfrentamos un
problema o reto, tendemos a preguntarnos: "¿Qué voy a hacer?" Y
familiares y amigos bien intencionados vienen a preguntarnos: "¿Qué vas a
hacer?"
Josafat se enfrentó a una
multitud de enemigos. Pero en lugar de enfocarse en lo que iba a hacer, él oró:
"¡Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? porque en nosotros no hay fuerza
contra tan grande multitud que viene contra nosotros: no sabemos qué hacer, y a
ti volvemos nuestros ojos" (2 Crónicas 20:12).
Cuando volvemos nuestros
ojos a Dios, lo escucharemos decir: "No temáis ni os amedrentéis delante
de esta multitud tan grande; porque no es vuestra la guerra, sino de Dios....
No
habrá para qué peleéis vosotros en este caso: paraos, estad quedos, y ved la
salvación de Jehová…" (2 Crónicas 20:15, 17).
Pero quedarnos quietos es
lo último que queremos hacer cuando el enemigo viene contra nosotros. También
es lo más difícil de hacer porque creemos que no podemos simplemente pararnos y
no hacer nada, debemos tratar de salvar la situación. Pero Dios quiere que nos quedemos
quietos y veamos a Jesús, nuestra salvación, pelear por nosotros.
Entonces, ¿qué harás la
próxima vez que te enfrentes a una batalla y no sepas qué hacer? Josafat envió
a sus cantantes al frente del ejército para proclamar: "Alabado sea el
Señor, porque para siempre es su misericordia" (2 Crónicas 20:21). Algunas
personas se preguntarán: "¿Eso significa que solo canto y no hago nada más
cuando tengo un problema?" No, eso no es lo que estoy diciendo.
Haz lo que la situación
requiera, pero no te preocupes y no pongas tu confianza en lo que estás haciendo.
Como Josafat, descansa y confía en Su misericordia que permanece para siempre.
Cuando hagas esto, Dios convertirá tu campo de batalla en el Valle de Beraca.
Beraca significa "bendiciones". ¡Los hijos de Israel le dieron este
nombre al campo de batalla porque les tomó tres días juntar todo el botín de
guerra! ¡Dios convirtió su situación en una gran bendición! (2 Crónicas 20:
25-26).
¿Tienes una batalla por pelear?
¡Quédate quieto [con el corazón quieto] y ve la salvación del Señor!
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