Palabra de profecía. Por Claudia Juárez Garbalena

 

En mi tiempo de oración vino esta palabra de profecía a mi y la comparto contigo. Dios te bendiga!

"No temas porque Yo estoy contigo, Soy tu protector, tu sanador y tu cuidador. Deja tu vida en mis manos, puedes confiar en Mi porque jamás voy a defraudarte. Pueden venir vientos impetuoso contra ti, pero Yo soy tu escudo y seré tu fuerza y protección si me lo permites. Tienes un celoso Guardián que vela por ti día y noche incesantemente. Mi bondad no se detiene nunca y Mi amor por ti no varía por ninguna emoción tuya, circunstancia o cambio en tu corazón, ni en esta tierra. Yo permanezco fiel siempre y te mostraré Mi salvación. Descansa en Mi y escucha Mi voz que es un silbo apacible y delicado, siempre te dará calma, consuelo, sosiego, sanidad y fortaleza. Soy un Dios de esperanza! Puedes esperar en Mi confiadamente porque no me quedo cruzado de brazos ante las circunstancias de los Míos. Deja que Mi paz inunde tu corazón. Yo no estoy lejos, ni distante, ni soy indiferente ante tus problemas, adversidades y necesidades. Conozco tu corazón y sé lo que es mejor para ti. Deja de luchar por lo que no puedes cambiar y descansa, quédate quieto y déjame actuar, espera ver Mi salvación que no tarda. No ates Mis manos con tu afán, la angustia solo cierra las compuertas de Mi provisión. No soy Yo quien retiene tu liberación. Sigue confiado en Mí. Búscame cada mañana y encuentra en Mi, mi paz y consuelo y fortaleza. Pueden venir ríos impetuosos y soplar vientos de profundo desaliento, pero Mi Palabra y voluntad prevalecerán si me permites reinar! Solo necesito tu consentimiento para actuar en tu vida! Tengo para ti un camino lleno de flores, siempre ascendente, siempre en victoria. Aprende a mirarte como Yo te miro y deja que de ti fluya todo lo que Cristo es y que ahora eres tú en este mundo. No hay problema más grande que Yo, no hay reto o circunstancia más grande que Mi poder, y si sostengo el universo en Mis manos y sustento la vida en esta tierra, también soy capaz y además tengo el profundo deseo, de sostenerte en Mis manos y sustentarte íntegramente. Te amo Mi hijo! Quiero mostrártelo! Pídeme ver Mi amor por ti y déjame que te sane! Toma cada día un tiempo a solas Conmigo, solo para aquietarte con mis cánticos de amor. Tú ya no perteneces a este mundo, no corras tras su afán ni te unas a su carrera. Únete a los ritmos de Mi gracia que son apacibles y siempre el tiempo correcto. Soy constante como la onda del mar y Mi voz es como la brisa fresca de montaña. En Mi estás seguro. Tus pasos serán afirmados con Mi sabiduría si me lo pides, y cuando tropieces, mil veces te levantaré con Mi amor y sanaré tus heridas con Mis cuidados. Soy tu Pastor y conozco el camino seguro a casa solo confía en Mi guía y provisión."