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La Palabra de Dios está ahí para bendecirte. Devocional. De Joseph Prince


Isaías 55:11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

En la temprana iglesia, cada vez que se predicaba la Palabra de Dios, había milagros de salvación, sanidades y otras señales y maravillas. Aquellos poseídos por demonios fueron liberados. El paralítico se levantó de un salto y caminó. La gente volvió a recibir a sus seres queridos de la muerte.

Recuerdo haber dicho en uno de los servicios de nuestra iglesia que había una unción para las parejas, a quienes se les había dicho que no podían concebir en lo natural, para recibir a los hijos por los que habían estado creyendo a Dios. Mientras la Palabra era dada, muchas parejas recibieron su milagro en ese servicio.

Una de las mujeres que recibió estaba sirviendo ese día como acomodadora. Ella y su esposo habían creído a Dios por un hijo durante unos años. Unos meses después de ese servicio, se dio cuenta de que estaba embarazada, ¡con gemelos! La unción de Dios siempre es mayor que nuestra petición.

Yo creo con todo mi corazón que realmente estamos llegando al lugar donde, a medida que la Palabra de Dios es dada, produce el mismo efecto que la Palabra promete. Entonces, si es dada la Palabra sobre sanidad, sabe que la sanidad ya está haciendo explosión en tu cuerpo. Tu milagro ya ha sucedido.

Muy a menudo, mientras lees la Palabra por tu cuenta o escuchas una predicación ungida de la Palabra, sentirás la paz y el gozo de Dios, y sentirás la fe brotar en tu corazón. Mientras la Palabra es dada y encuentras que estás siendo fortalecido para recibir tu milagro, ese es el momento de decir: "Señor, ahora recibo mi sanidad". Ese es el momento de decir: "Recibo Tu restauración para mi matrimonio". Ese es el momento de decir: "Recibo Tu avance para mis finanzas".

No tienes que esperar hasta que un líder de la iglesia o un amigo oren por ti. Cada vez que tu fe es fortalecida cuando escuches la Palabra, libérala a través de tu boca para recibir tu milagro, ¡porque la Palabra de Dios está para bendecirte!

Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”

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