Jesús entiende tus luchas. De Joseph Prince

 Hebreos 4:15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

Imagínate conocer al nuevo político que representará a tu distrito o vecindario solo para descubrir que no está familiarizado con las necesidades y problemas de tu vecindario. Te preguntarás: “¿Puede este tipo realmente representarnos? ¿Sabe él algo de nuestras condiciones de vida? ¿Está familiarizado con los diversos desafíos que enfrentan las familias aquí? ¿Puede ayudarme a que mi hijo entre a alguna de las escuelas aquí?" ¡Estoy seguro de que preferirías que te representara alguien que realmente comprenda tus desafíos!

De la misma forma, estoy tan contento de que ahora mismo, a la diestra del Padre, tenemos a alguien que vino como Hombre para redimirnos, y que entiende completamente por lo que atraviesa el hombre. Cuando Jesús caminó sobre la tierra, Él atravesó por cada emoción humana para poder identificarse con nosotros en todos los puntos. Jesús está en la presencia del Padre como un Hombre, representándonos.

Amigo mío, puede que sientas que nadie entiende tus luchas. Escucha, mientras que esto puede ser cierto del el hombre, no es cierto de Jesús. Él sabe exactamente por lo que estás pasando y puede simpatizar con tus debilidades porque Él fue "tentado en todo conforme a nuestra semejanza, pero sin pecado".

Ninguno de nosotros ha sido tentado en todos los puntos. Pero Dios permitió que Jesús fuera tentado en todos los puntos para que pudiera comprender e identificarse con las luchas de cada persona en esta tierra. Él puede ser tocado por nuestra humanidad: nuestras debilidades, lágrimas, decepciones, dolores ... ¡en todos los puntos!

No hay prueba, dificultad, desafío o tentación que tú enfrentes con la que Jesús no se pueda identificarse. Amigo mío, en el momento en que atraviesas todas ese desafío, allí mismo, Él también lo siente. ¡Ese es el tipo de representante que tienes en Jesús! ¡Ese es el amor de Dios para que te acerques a Su trono de gracia (no de juicio) para encontrar misericordia y gracia en tiempos de necesidad (ver Hebreos 4:15-16)!

Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”

http://www.josephprince.org/