Sé un matador de gigantes. De Joseph Prince

 

1 Samuel 17:45-46 Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel.

Amado, comienza a practicar el amor de Dios por ti y eso se traducirá en victorias en tu vida diaria. Estoy seguro de que estás familiarizado con la historia de cómo un joven pastor llamado David se enfrentó a un matón feo y gigante llamado Goliat y lo derrotó. Quiero que sepas que esta puede ser tu historia y testimonio también.

No hay detalles insignificantes en la Biblia. Incluso los nombres en la Biblia contienen secretos para nuestro beneficio. El nombre “Goliat” proviene de la raíz hebrea “galah”, que significa “exiliar”.

Ser exiliado es ser despojado de todo lo que eres y de todo lo que posees. Entonces, el nombre de Goliat esencialmente significa que había sido despojado de todo: un exiliado. ¡Que nombre! Goliat es una imagen del diablo como realmente es: él ha sido despojado de todas sus armas contra nosotros a causa de la cruz (Col. 2:15).

El nombre “David”, por otro lado, significa “amado”. La batalla en el valle de Ela fue, pues, una batalla entre el amado de Dios y un exiliado despojado.

Ahora, capta esta revelación: ¡se necesita a alguien que sabe que es el amado de Dios para derribar a un gigante! ¡Este es el secreto para convertirse en un matador de gigantes!

No importa cuál sea tu gigante hoy. Podría ser un problema matrimonial o una situación financiera. Comienza a ver que eres el amado de Dios y tus gigantes se derrumbarán.

Amigo mío, Dios te ama. Eres Su hijo amado sin importar lo que hayas hecho o no. Él te ama tal como eres porque la verdad es que has sido lavado más blanco que la nieve con la sangre de Jesús.

Vive cada día de acuerdo con estas palabras de tu amoroso Padre en el cielo: “Tú eres mi hijo amado, en quien tengo complacencia”. Su favor está sobre ti, ya sea que estés con tu familia, o en tu lugar de trabajo, y en todo lo que hagas. Eres una bendición donde quiera que vayas.

Si Dios no te negó a Su Hijo, ¿por qué te negaría la sanidad, la provisión financiera, la protección, la paz mental y todas las demás bendiciones? Cuando el Dios Todopoderoso es tu Padre amoroso y tú eres Su hijo amado, ¿qué miedos puedes tener?

¿Miedo al pasado, al presente y al futuro? ¿Miedo a no tener suficiente? ¿Miedo a la enfermedad? ¿Miedo a la muerte? ¿Miedo al castigo?

Amado, cuando tengas una revelación de cuánto te ama Dios y que Él te ve completamente justo por la sangre de Jesucristo, todos tus temores se disiparán, porque si Dios es por ti, ¿quién contra ti? (Rom. 8:31)?

¿Hay gigantes en tu vida que necesitan ser matados? Aparta la mirada de tus circunstancias y clama sin temor a tu Padre. ¡Él te ama y nunca te juzgará ni te condenará! Él te ama con un amor eterno.

No es suficiente saber que Dios ama a todo el mundo. Necesitas saber y creer es que Él te ama a ti, y ​​permitir que esa revelación haga arder y ancle tu corazón en Su gracia, especialmente cuando has fallado.

¡Y mientras sigues alimentándote de Su amor por ti, Su amor comenzará a rebosar en ti, y recibirás de Él mucho más abundantemente de lo que puedes pedir o pensar! ¡Con Dios de tu lado, nada es imposible!